Crece la tensión: marchan a la frontera tropas de Chávez
El despliegue militar ocurre mientras varios países, entre ellos la Argentina, intentan evitar una guerra; Venezuela cerró la frontera con Colombia; áspero debate en la OEA
Miércoles 5 de marzo de 2008
CARACAS.– Así los quería el comandante Hugo Chávez: marchando a la frontera. En el mayor apresto de guerra desde que comenzó el conflicto regional por el ataque colombiano a las FARC en suelo ecuatoriano, miles de soldados venezolanos empezaron a ser trasladados ayer hasta el límite con Colombia. Algunos incluso ya habían llegado, en la fase inicial de un despliegue que volvió a hacer crecer en la región el temor a un desenlace violento de la crisis.
A pesar de los llamados a la calma de varios países, como la Argentina, Brasil, Estados Unidos y Francia, el presidente Chávez ordenó el cierre de la frontera. Ecuador, cuyo presidente, Rafael Correa, es un aliado del gobierno bolivariano de Caracas, se disponía a hacer lo mismo.
La inquietud era tal que la Organización de Estados Americanos (OEA) fue escenario de un áspero debate y anoche había pasado a un cuarto intermedio para preparar un proyecto de resolución que convocaría a una cumbre de cancilleres.
Aquí nadie habla de otro tema que no sea la escalada del conflicto iniciado el sábado con la muerte del N° 2 de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), Raúl Reyes. El ministro del Interior de Venezuela, Ramón Rodríguez Chacín, fue terminante: “Lo que ha ocurrido es una guerra de cuarta generación que ya empezó. Esa guerra ya está en marcha". Mientras hablaba, las tropas comenzaban a movilizarse en algunas ciudades, como Valencia o Paraguaipoa.
El gobernador oficialista del Estado central de Lara, el ex teniente coronel Luis Reyes, dijo a la cadena Globovisión que militares de los batallones destacados allí ya habían iniciado el traslado. Y el general retirado Alberto Muller Rojas, ex asesor del Estado Mayor de Chávez, afirmó que los efectivos enviados serían aproximadamente 9000.
"Venezuela cuenta en la actualidad con unos 100.000 hombres en la fuerza armada y 280.000 personas en la reserva", dijo Muller Rojas, hoy vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela, aunque otras fuentes independientes afirmaron que el número ascendería a 57.000 hombres.
El ex coronel del ejército Diosdado Cabello, gobernador del estado de Miranda, que abarca algunas zonas de Caracas, afirmó que el despliegue militar es una medida preventiva. "No le hemos declarado la guerra a nadie", dijo.
Pero el contexto es, por lo demás, ideal para muchos grupos combativos. Orlando Zambrano, vocero del Frente Campesino Ezequiel Zamora, y la dirigente de ultraizquierda Lina Ron ofrecieron 2000 voluntarios para defender el territorio venezolano. Lina Ron es algo así como la Luis D Elía caribeña: alguien que suele envalentonarse y doblar la apuesta ante las insinuaciones del poder central.
La semana pasada, el propio Chávez tuvo que acusarla de "indisciplina revolucionaria", luego de que Ron tomara el Palacio Arzobispal y definiera al canal Globovisión como "objetivo revolucionario".
Ayer, reapareció con un mensaje para Chávez: "Le decimos a mi comandante que ordene. Dirija u ordene. Ponemos a sus órdenes 2000 voluntarios".
Durante un discurso ante la Asamblea Nacional, Rodríguez Chacín fue más incisivo: "Nuestro enemigo es el imperio. Y ese imperio tiene un gobierno lacayo en el país vecino interesado en un conflicto diplomático, político e incluso militar con nuestro país. Así como existía una Guerra Fría sin que hubiese declaraciones de guerra propiamente, aquí existe una guerra de cuarta generación que la potencia mundial imperialista, los Estados Unidos, le ha declarado a Venezuela. Ese enemigo es capaz de hacer cualquier cosa por el petróleo".
Hidrocarburos Vaya si será pertinente el tema en la discusión. Porque no sólo Estados Unidos es el principal comprador del crudo venezolano, sino que Citgo, la filial de Pdvsa más importante del mundo, está en Oklahoma. Y Pdvsa tiene, además, 13.000 estaciones de servicio en lo que la lógica revolucionaria define como territorio imperial.
El cierre de las fronteras, al contrario de muchas de las iniciativas chavistas, significa bastante más que un paso simbólico. La medida afecta los tres pasos terrestres en los departamentos colombianos de La Guajira, Norte de Santander y Arauca.
Muchos grupos empresariales ya empezaron a percibir escasez de productos que vienen de Colombia. De este modo, con guerra o sin ella, el conflicto podría avivar un fenómeno interno que hasta ahora había conseguido eclipsar. ¿Puede aumentar la escasez de alimentos?, le preguntó LA NACION al diputado de izquierda Luis Tascón. "Puede, puede", contestó.
El 80 por ciento de todo lo que consume Venezuela es importado. El intercambio comercial con Colombia supera, según cifras oficiales, los 5000 millones de dólares. Faltan leche, maíz, arroz, harina de trigo y azúcar en las góndolas de los supermercados, y el 30% de los alimentos que compra este país se adquiere en tierra de Uribe.
Ciudades en la frontera
Hay, además, como ocurre en cada región limítrofe que tiene precios controlados, contrabando de combustible. Llenar el tanque del auto con 50 litros de nafta del lado venezolano y volver a su país le permite al colombiano ahorrarse 50 dólares. "Malicia indígena", le dicen en Colombia a lo que en Buenos Aires se conoce como "viveza criolla".
Pero no es fácil ser tan terminante en la frontera. Sólo el río Táchira divide dos ciudades que tienen más en común entre sí que con sus respectivos países: San Cristóbal, del lado venezolano, y Cúcuta, en Colombia. La gente cruza todos los días el puente para trabajar.
Leonardo Méndez, vocero de la Federación Colombiana de Transporte de Carga del departamento colombiano Norte de Santander, dijo ayer que unos 300 vehículos con alimentos perecederos, carbón, calzados, cerámica y piezas metalmecánicas estaban ayer detenidos, esperando autorizaciones.
"Se suspendió el suministro de combustibles a la zona de frontera , agregó Isidoro Teres, presidente de la cámara venezolana de Industria y Comercio de Ureña.
La situación hizo hablar al ministro de Agricultura y Tierras, Elías Java. "Lamentablemente, nosotros no podemos depender absolutamente en nada de un país que está en una posición de guerra con sus países vecinos" dijo a la televisora estatal.
Por Francisco Olivera
Enviado especial
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