Mirá, yo lo hice en Río Gallegos, con todos conurbanos de Buenos Aires. Casi el escenario de frontera que planteás.
- Nadie que haya entrado "lumpen" salía "señorito".
- Algunos aprendieron algo bueno, la mayoría aprendió cosas malas.
- Todos aprendieron a manejar armas, eso sí. (Y explosivos y trampas cazabobos: eramos Ingenieros).
- Los "rebeldes" se comieron meses de más y nunca les importó un joraca.
- Si alguien hacía algo malo, pagábamos todos y el que lo hacía, si ya de por sí era un egoísta, no iba a saltar y comerse algo peor.
- Por lo anterior, es evidente que no te prepara para una ciudadanía responsable, ya que incluso te pone en una situación en que la justicia no existe y la autoridad es arbitraria.
- Todo esto no sólo iba en detrimento de los colimbas en general, sino también de los mandos, que en lugar de ejercer su vocación profesional, terminaban cómplices y aprovechándose de los muchos chanchuyos posibles (desde la doble contabilidad arriba mencionada, hasta la explotación de los propios colimbas para beneficio propio).
Hoy, con todos sus problemas, las FFAA son profesionales 100%, con un espíritu totalmente diferente (no quita que siga habiendo corrupción) y con gente que sabe por qué y para qué está en los cuarteles.
Si el problema es social, hay otros mecanismos para resolverlo y el SMO por cierto que no es una solución mágica.
Si es un problema de Defensa, entonces el SMO es sólo una paso retrógrado en relación a una profesionalización acorde al soldado técnico necesario en la guerra actual.
- Nadie que haya entrado "lumpen" salía "señorito".
- Algunos aprendieron algo bueno, la mayoría aprendió cosas malas.
- Todos aprendieron a manejar armas, eso sí. (Y explosivos y trampas cazabobos: eramos Ingenieros).
- Los "rebeldes" se comieron meses de más y nunca les importó un joraca.
- Si alguien hacía algo malo, pagábamos todos y el que lo hacía, si ya de por sí era un egoísta, no iba a saltar y comerse algo peor.
- Por lo anterior, es evidente que no te prepara para una ciudadanía responsable, ya que incluso te pone en una situación en que la justicia no existe y la autoridad es arbitraria.
- Todo esto no sólo iba en detrimento de los colimbas en general, sino también de los mandos, que en lugar de ejercer su vocación profesional, terminaban cómplices y aprovechándose de los muchos chanchuyos posibles (desde la doble contabilidad arriba mencionada, hasta la explotación de los propios colimbas para beneficio propio).
Hoy, con todos sus problemas, las FFAA son profesionales 100%, con un espíritu totalmente diferente (no quita que siga habiendo corrupción) y con gente que sabe por qué y para qué está en los cuarteles.
Si el problema es social, hay otros mecanismos para resolverlo y el SMO por cierto que no es una solución mágica.
Si es un problema de Defensa, entonces el SMO es sólo una paso retrógrado en relación a una profesionalización acorde al soldado técnico necesario en la guerra actual.