Es muy distinto a tirar a matar.
La policía también puede disparar a las cubiertas para que se detengan.
En todos los casos, si hay resistencia armada, si se puede tirar a matar.
Encontré uno de los incidentes no menciona muertos pero 2 cañonazos impactaron en el casco pudo haber pasado cualquier cosa el proyectil de cañón no es muy selectivo cuando impacta ,hay otros incidentes con víctimas.No hubo resistencia armada.
Archivo: editorial del diario liberal “La Nación”, el 11 de febrero de 2000
PESCA ILEGAL Y DEPREDATORIA
El apresamiento del camaronero taiwanés Hou Chun 101, que operaba ilegalmente en aguas reservadas a la explotación económica argentina, obligó a la adopción de medidas infrecuentes. Avistada la nave intrusa, durante doce horas procuró eludir que se la abordara, actitud que sólo resignó una vez que un buque de la Armada abrió fuego sobre ella y dos impactos alcanzaron su casco.
La pertinaz resistencia que opuso la embarcación extranjera, que llegó a poner en riesgo la vida de sus 28 tripulantes, sólo resulta verosímil si de la actividad subrepticia que estaba realizando esperaba obtener una rentabilidad muy alta o si existía un deseo muy fuerte de borrar indicios que permitieran saber cuánto tiempo y en que áreas había estado practicándola.
De ser así, el caso vendría a confirmar la enorme importancia que adquiere la pesca ilegal ante las costas argentinas, en un área de concentración de especies marinas particularmente valiosa, por tratarse de un hábitat ideal para su reproducción y persistencia numérica.
La intensidad y discrecionalidad de esa reiterada acción depredatoria ha originado ya una reducción preocupante de algunos de los recursos pesqueros de esa zona atlántica. Con alguna frecuencia son atrapadas naves empeñadas en esa actividad ilegal, que operan en nuestras aguas y que, además, avasallan principios elementales de la conservación pesquera y de la defensa del medio ambiente.
Es sabido, por otra parte, que si bien el principio de extensión sobre los mares adyacentes a los efectos del aprovechamiento económico no ha terminado de ser aceptado por todos los países, en la práctica se tiende a respetarlo y múltiples convenios pesqueros lo reconocen. La oposición argentina al respecto es inequívoca y numerosos países han admitido, mediante acuerdos bilaterales, la autoridad del nuestro para normar la operación de los buques en esa porción del Atlántico.
Por supuesto, esos compromisos imponen la obligación de velar por la intangibilidad de los derechos de la Argentina en materia de pesca. Esto supone para las autoridades de nuestro país una disposición activa de vigilancia y de reacción, tal como la que acaba de ser ejercitada.
Por eso han sido acertadas las expresiones oficiales –entre otros, del propio presidente de la Nación- de apoyo al personal de la Armada que intervino en el incidente, pues en su alcance y espíritu revelan que el Estado nacional no permanece ajeno a sus derechos y responsabilidades en materia de pesca y está dispuesto a actuar con firmeza para asegurar la preservación de la fauna ictícola y la defensa del equilibrio ecológico en esa estratégica zona marina.