Según algunos informes, la fuerza aérea de Taiwán se encuentra negociando con Dassault la posibilidad de mejorar e incrementar las capacidades aire-suelo de su flota de Mirage M2000-5Ei y 5Ei los cuales carecen de capacidad de ataque a tierra o mar por cuanto la fuerza aérea taiwanesa (ROCAF) optó en su momento por priorizar el equipamiento y armamento aire-aire. Así fueron adquiridos junto con los 60 ejemplares, unos 960 misiles BVR MICA, 480 Magic II de corto alcance más algunas barquillas con el cañón DEFA 554 destinada a los biplazas, los cuales no disponen de cañón interno. Los primeros ejemplares fueron entregados en Mayo de 1997 y el último en Noviembre de 1998. En la actualidad los M2000-5 integran dos escuadrones de caza y un tercero destinado a misiones de entrenamiento y conversión operativa.
La idea de la ROCAF es actualizar los M2000-5 a fin de incorporarles capacidades de ataque al suelo y antibuque, pero el principal obstáculo es precisamente la dificultad de integración al modelo del tipo de armamento que la ROCAF ya tiene en su inventario, y que en su mayoría es de orígen norteamericano. El otro desafío es ver si existe la posibilidad que Dassault acceda a integrar el misil antibuque de diseño taiwanés conocido como HF-2, pero hay dudas sobre la factibilidad de dicha integración y dudas sobre los costos que puede implicar tal trabajo.
Pero la ROCAF tiene un “Plan B”. Según el diario The China Times hay negociaciones con los Estados Unidos para adquirir una cantidad indeterminada de AV-8B Harrier’s a fin de otorgarle a la ROCAF la capacidad de ataque al suelo y antibuque que quizás no pueda obtener modificando los M2000. Si bien las diferencias de prestaciones entre un modelo y otro son importantes, sería una alternativa más económica que modernizar los M2000, aparte de contar con el beneficio de disponer de una plataforma VSTOL y de poder utilizar el armamento ya existente en los arsenales de la ROCAF.
La idea de la ROCAF es actualizar los M2000-5 a fin de incorporarles capacidades de ataque al suelo y antibuque, pero el principal obstáculo es precisamente la dificultad de integración al modelo del tipo de armamento que la ROCAF ya tiene en su inventario, y que en su mayoría es de orígen norteamericano. El otro desafío es ver si existe la posibilidad que Dassault acceda a integrar el misil antibuque de diseño taiwanés conocido como HF-2, pero hay dudas sobre la factibilidad de dicha integración y dudas sobre los costos que puede implicar tal trabajo.
Pero la ROCAF tiene un “Plan B”. Según el diario The China Times hay negociaciones con los Estados Unidos para adquirir una cantidad indeterminada de AV-8B Harrier’s a fin de otorgarle a la ROCAF la capacidad de ataque al suelo y antibuque que quizás no pueda obtener modificando los M2000. Si bien las diferencias de prestaciones entre un modelo y otro son importantes, sería una alternativa más económica que modernizar los M2000, aparte de contar con el beneficio de disponer de una plataforma VSTOL y de poder utilizar el armamento ya existente en los arsenales de la ROCAF.