Decenas de mujeres y niños mueren en el "peor asesinato por venganza" en Papúa Nueva Guinea
Publicado: 16 jul 2019 00:23 GMT | Última actualización: 16 jul 2019 12:11 GMT
La crueldad del crimen ha conmocionado al país oceánico, donde los conflictos tribales, aunque frecuentes, hasta ahora se ceñían a ciertas reglas.
Cadáveres antes del entierro tras un ataque violento en Tari, Papúa Nueva Guinea, 8 de julio de 2019.
Philip Pimua Kolo / Reuters
El asesinato de más de 30 mujeres y niños en la provincia de Hela, en Papúa Nueva Guinea, ha conmocionado a la población de este país de Oceanía. El crimen ha sido calificado como el "peor asesinato por venganza" en la historia de esta nación, donde
no se conocen precedentes de este cariz, según el ministro de Policía, Bryan Kramer.
Kramer visitó la localidad de Tari para evaluar la situación. En este territorio diferentes acciones se han llevado la vida de decenas de personas, asesinadas por miembros de
clanes rivales. En un principio, el motivo de la masacre no parecía claro, aunque tras la visita Kramer informó de que parecía que los clanes en guerra habían dado el paso de atacar a mujeres y niños después de que la
anciana madre de un líder de una de las tribus en conflicto fuese asesinada en una acción anterior.
Así, el ministro de Policía anunció que, en total, en las diferentes represalias que habían tenido lugar perdieron la vida
23 mujeres, dos de ellas embarazadas, y
nueve niños. Además, aseguró que aunque "las peleas tribales no son nuevas en Papúa Nueva Guinea y en los últimos años se han vuelto más frecuentes en la región de las Tierras Altas", lo sucedido en las últimas semanas ha roto todas las reglas.
"Las reglas de enfrentamiento siempre han sido que las
personas mayores, las mujeres y los niños quedaban fuera del conflicto", sostenía Kramer en una larga publicación de Facebook en la que ha tratado de dar respuesta a las motivaciones de los crímenes. También ha anunciado que a partir de ahora habrá presencia constante de fuerzas de seguridad en las aldeas afectadas para evitar nuevos actos de venganza y "prevenir la
escalada de violencia".
Durante su visita a las poblaciones afectadas, el funcionario también ha compartido la imagen de un ciudadano llamado Oli, que ha perdido a su esposa y a sus hijos y a un total de nueve familiares en estos crímenes y que ha anunciado que
renunciaba a la venganza y dejaba el asunto en manos el Gobierno, que debía encargarse de llevar a los responsables ante la Justicia.