Algo más de este primer apontaje.
Primer apontaje vertical del F-35B.
Debido a los retrasos acumulados en el curso de su desarrollo, los responsables norteamericanos dieron, en enero del 2011, dos años a Lockheed-Martin para afianzar la versión B del F-35, es decir, despegue corto y apontaje vertical (STOVL) del F-35. «Si no llegamos a consolidar esta variante durante este período y reencauzarlo en términos de resultados, de costos y de calendario, creo que deberá ser anulada» había prevenido Robert Gates, el jefe del Pentágono en su momento.
Después de haber efectuado el primer aterrizaje vertical en marzo del 2010, un F-35B (BF-2) realizó lo mismo, pero en el mar esta vez, el 03 de octubre. Este ensayo concluyente se efectuó a bordo del buque de asalto anfibio USS Wasp.
Los responsables de Lockheed-Martin esperan llevar adelante otros 67 apontajes en este buque en las próximas dos semanas. Y en caso de problemas, este programa no estuvo exento de ellos en el pasado, incluso algunos habían forzado a inmovilizar a la flota de F-35, el USS Wasp estará disponible durante 6 semanas para esta campaña.
El F-35B está destinado a equipar al Cuerpo de Marines de los Estados Unidos, así como a ciertas marinas europeas, entre las que están la Armada española y la Marina Militar italiana. Para estas dos últimas, el abandono de esta versión STOVL significaría sin dudas el fin de sus capacidades aeronavales.
En cuanto al Reino Unido, decidió cambiar sus F-35B por la versión navalizada de este aparato (F-35C), con el fin de aumentar la interoperatividad de la Marina Real con la Marina norteamericana y la Marina nacional francesa, las mismas dos que han optado por un portaaviones CATOBAR, es decir, dotados de catapultas y de eslingas de detención.
Pero esta decisión, tomada en el marco del Strategic Defense and Security Review, publicado en octubre del 2010, va a costarles caro a los británicos, porque sucedió demasiado tarde para modificar lo relativo a los planos iniciales del primero de los dos portaaviones en curso de construcción en tierras británicas.
En efecto, el HMS Queen Elizabeth, cuyo futuro no se conoce, guardará su configuración STOVL ya que el astillero está demasiado adelantado como para añadirle catapultas en la cubierta de vuelo. La Marina Real británica podrá consolarse, si lo guarda, diciendo que dispondrá del más grande portahelicópteros del mundo . Sólo el segundo buque de esta clase, el HMS Príncipe of Wales, será provisto con eso, lo que debería generar un costo suplementario de al menos mil millones de libras.
Fuente: OPEX 360 04 de octubre 2011
El subrayado es mío
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Premier appontage vertical pour le F-35B.
En raison des retards accumulés au cours de son développement, les responsables américains ont donné, en janvier 2011, deux ans à Lockheed-Martin pour fiabiliser la version B du F-35, c’est à dire celle à décollage court et appontage vertical (STOVL) du F-35. «Si nous ne parvenons pas à figer cette variante pendant cette période et la remettre sur les rails en termes de performances, de coûts et de calendrier, je pense qu’elle devra être annulée» avait prévenu Robert Gates, le patron du Pentagone à l’époque
Après avoir effectué un premier atterrissage vertical en mars 2010, un F-35B (le BF-2) a réalisé la même chose, mais en mer cette fois, le 3 octobre. Cet essai concluant a eu lieu à bord du navire d’assaut amphibie USS Wasp.
Les responsables de Lockheed-Martin espèrent en conduire 67 autres avec ce bâtiment dans les deux semaines qui viennent. Et en cas de problème – ce programme n’en a pas été exempt par le passé, certains ayant contraint à immobiliser la flotte de F-35 – l’USS Wasp sera en tout cas diponible pendant 6 semaines pour cette campagne.
Le F-35B est destiné à équiper l’US Marine Corp, ainsi que certaines marines européennes, dont l’Armada espagnole et Marina Militare italienne. Pour ces deux dernières, l’abandon de cette version STOVL signifierait sans doute la fin de leurs capacités aéronavales.
Quant au Royaume-Uni, il a décidé de troquer ses F-35B contre la version navalisée de cet appareil (F-35C), afin d’accroître l’interopérabilité de la Royal Navy avec l’US Navy et la Marine nationale, toutes les deux ayant opté pour des porte-avions CATOBAR, c’est à dire dotés de catapultes et de brins d’arrêt .
Mais cette décision, prise dans le cadre de la Strategic Defense and Security Review, publiée en octobre 2010, va coûter cher aux Britanniques, car elle est intervenue beaucoup trop tard pour pouvoir modifier par rapport aux plans initiaux le premier des deux porte-avions en cours de construction outre-Manche.
En effet, le HMS Queen Elizabeth, dont on ne connaît pas l’avenir, gardera sa configuration STOVL étant donné que son chantier était trop avancé pour lui ajouter des catapultes en cours de route. La Royal Navy pourra toujours se consoler, si elle le garde, en se disant qu’elle disposera du plus gros porte-hélicoptères du monde. Seul le second bâtiment de cette classe, le HMS Prince of Wales, en sera muni, ce qui devrait générer un surcoût d’au minimum un milliard de livres.
OPEX 360 4 octobre 2011
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