Algunas consideraciones sobre el contrato y el presente hindú.
Rafale: las razones que favorecieron a Dassault.
No se puede cantar victoria aún pero hay grandes esperanzas, la elección del Rafale, construido por la francesa Dassault, hecha por la India, en el marco de una licitación estimada en 9.000 millones de euros, representa una nueva etapa en la construcción de una vasta colaboración entre Nueva Delhi y París. Si se concluye en los próximos meses, este contrato de venta, que ya entró en la etapa de las "negociaciones exclusivas" y sobre un total de 126 aparatos, reforzaría considerablemente una cooperación en los sectores de la industria y la defensa que comenzó hace ya varias décadas, con la venta en los años 50 de aviones de caza construidos por Dassault.
En medios de defensa, la India quiere lo mejor. Enemigo histórico de Pakistán, debe además hacer frente a la amenaza que representa China. Esta última "invierte en armamento aéreo y naval. S ila India quiere asegurar sus espaldas, está obligada a copiarla y seguir invirtiendo en los mismos sectores", explica sobre ésto un especialista en aeronáutica, bajo cobertura de anonimato. Él señala que con un presupuesto anual de 36.000 millones de euros, "uno de los presupuestos cuyo crecimiento es el más fuerte en el mundo", la India gasta aún, tres veces menos que China en cuestiones de defensa.
"Un paquete industrial"
Los términos del acuerdo, que la prensa hindú calificó de "contrato del siglo", van evidentemente más allá de simples aviones. "Sea Dassault o Eurofighter [el otro finalista eliminado en beneficio de la empresa francesa], hay forzosamente un paquete industrial ligado al contrato. La elección de un avión de caza es ante todo una elección geopolítica. El perímetro del contrato no está limitado a los aparatos mismos", asegura Christophe Ménard, analista de la empresa Kepler Capital Markets.
Pocos detalles se filtraron sobre las condiciones del contrato, siempre en curso de negociaciones. Una cosa es segura, cerca de la mitad del acuerdo, si es firmado, deberá beneficiar a la economía india. Y en primer lugar a la empresa pública Hindustan Aeronautics Limited (HAL), presentada para ensamblar al Rafale. Entre bastidores, se menciona también una cooperación industrial en los sectores nuclear para uso civil y submarinos, dos dominios en los cuales Francia y la India ya intercambian su conocimiento.
En el 2005, India había solicitado a Francia seis submarinos de ataque del tipo Scorpène, y tres más en el 2011. Un año antes, Nueva Delhi completaba este primer contrato con un acuerdo marco referido a la construcción de dos reactores nucleares del tipo EPR por Areva.
Las negociaciones "de gobierno a gobierno"
Excepto la transferencia de tecnología, paso "natural" claramente asumido por el Ministro de Defensa, Gérard Longuet, París debió hacer valer otros triunfos estratégicos, "a la altura de la apuesta, ya que es un contrato enorme, como no lo habíamos visto desde hace más de diez años", revela. C. Ménard.
"Lo que se ha adelantado hasta ahora, es el precio atractivo del Rafale. Pero más allá de las consideraciones económicas, que no se pueden verificar de todos modos, es la pericia del avión, que corresponde perfectamente a las necesidades de la Fuerza Aérea hindú así como las ventajas de una colaboración con Francia, lo que ha primado", analiza Christophe Ménard.
En el sector de la defensa, "está claro que las negociaciones se efectúen de gobierno a gobierno", estima el analista, que reconoce haber sido "primero sorprendido de la elección hindú al eliminar a los aviones norteamericanos, grandes favoritos desde el comienzo de las negociaciones". Esta preferencia puede explicarse por el hecho de que, incluso si los aviones norteamericanos hubieran resultado más competitivos y menos costosos que sus competidores, una transferencia de tecnología con Washington se habría hecho en condiciones completamente distintas y más estrictas que con Francia.
Además, "Nueva Delhi lleva adelante una política de diversificación en sus compras de armamento, para evitar ser demasiado dependiente de ciertos países. Compra principalmente en Rusia (40 %), en Israel (20 %), en Estados Unidos y en Francia (el 15 % en cada uno).La India tiene tal vez la voluntad de aumentar sus lazos con Francia, y ya conoce sus aviones con los que tiene buena relación", considera Jean-Pierre Maulny, director adjunto del Institut des relations internationales et stratégiques.
Dassault equipa efectivamente a la Fuerza Aérea hindú con sus aviones caza desde 1953, el Mirage 2000 ha sido utilizado en combate contra Pakistán. Satisfecho con las capacidades de los cazas franceses, Nueva Delhi había decidido en julio confiar su modernización, por un importe de 1.500 millones de euros, al tándem Thales-Dassault, y esto para los próximos treinta años.
"Doble nivel" de negociaciones.
Sobre mucho de esta primera colaboración, tanto Dassault como París, pudieron hacer valer su destreza. Pero su capacidad para hablar con una sola voz también facilitó las negociaciones. En efecto, del lado de Eurofighter, consorcio que reúne a Gran Bretaña, Alemania, Italia y España, "las negociaciones se hacen a un doble nivel, ya que los cuatro países implicados deben ponerse de acuerdo entre ellos antes de negociar con el potencial comprador", señala por su parte, el especialista en aeronáutica.
Sin embargo, aunque las negociaciones con París son "exclusivas", Eurofighter no abandonó por eso la disputa: el consorcio europeo anunció el martes, estar dispuesto a bajar sus precios para reconquistar a Nueva Delhi. La réplica tiene que ser tomada en serio porque, "mientras la primera suma a cuenta no se ha pagado, el Rafale puede ser descartado", recuerda C. Ménard, considerando que el período de "negociaciones exclusivas podrían durar cerca de doce meses".
En plazos, las expectativas de la India en materia de cooperación comercial con Francia son amplias: durante una entrevista con Le Figaro a comienzos de febrero, el ministro de comercio e industria hindú, Anand Sharma, recordó que las dos partes "estaban comprometidas en una estrategia de colaboración económica y política que debe permitir cooperar en los dominios del espacio, de lo nuclear y la defensa".
El viernes, una nueva cumbre entre Europa y la India se abrirá en Nueva Delhi. La cuestión del Rafale y su rivalidad con el Eurofighter tendrá sin dudas un gran ámbito de discusión, por lo menos en privado.
Fuente: Le Monde por Anna Villechenon 09.02.2012
Traducción propia. [el subrayado es mío]
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Rafale: les arguments qui ont favorisé Dassault.
Pas encore une victoire mais plus qu'un espoir, le choix du Rafale – construit par le français Dassault – par l'Inde, dans le cadre d'un appel d'offres estimé à 9 milliards d'euros, représente une nouvelle étape dans la construction d'un vaste partenariat entre New Delhi et Paris. S'il était conclu d'ici quelques mois, ce contrat de vente, qui en est au stade des "négociations exclusives" et porte sur 126 appareils, renforcerait considérablement une coopération dans les secteurs de l'industrie et de la défense débutée il y a déjà plusieurs décennies, avec la vente dans les années 50 d'avions de chasse déjà construits par Dassault.
Des moyens de défense, l'Inde en veut plus. Ennemi historique du Pakistan, elle doit en outre faire face à la menace que représente la Chine. Celle-ci"investit en armement aérien et naval. Si l'Inde veut assurer ses arrières, elle est obligée de suivre et d'investir dans les mêmes secteurs", explique à ce titre un spécialiste de l'aéronautique, sous le couvert de l'anonymat. Il précise qu'avec un budget annuel de 36 milliards d'euros – "un de ceux dont la croissance est la plus forte dans le monde" – l'Inde dépense encore trois fois moins que la Chine dans le domaine de la défense.
"Un package industriel"
Les termes de l'accord – que la presse indienne a qualifié de "contrat du siècle" – vont de toute évidence au-delà des simples avions. "Que ce soit du côté de Dassault ou d'Eurofighter [l'autre finaliste, éliminé au profit du français], il y a forcément un 'package' industriel qui va avec le contrat. Le choix d'un avion de chasse est avant tout un choix géopolitique. Le périmètre du contrat n'est pas limité aux appareils eux-mêmes", assure Christophe Ménard, analyste chez Kepler Capital Markets.
Peu de détails ont filtré sur les conditions du contrat, toujours en cours de négociations. Une chose est sûre, près de la moitié de l'accord, s'il est signé, devra bénéficier à l'économie indienne. Et en premier lieu à l'entreprise publique Hindustan Aeronautics Limited (HAL), pressentie pour assembler les Rafale. En coulisse, on évoque également à demi-mot une coopération industrielle dans les secteurs du nucléaire civil et des sous-marins, deux domaines dans lesquels la France et l'Inde échangent déjà leurs savoirs.
En 2005, l'Inde avait commandé à la France six sous-marins d'attaque de type Scorpène, et trois de plus en 2011. Un an auparavant, New Delhi complétait ce premier contrat avec un accord-cadre portant sur la construction de deux réacteurs nucléaires de type EPR par Areva.
Des négociations "de gouvernement à gouvernement"
Hormis le transfert de technologie – démarche "naturelle", clairement assumée par le ministre de la défense, Gérard Longuet –, Paris a dû faire valoir d'autres atouts stratégiques, "à la hauteur de l'enjeu, puisque c'est un énorme contrat, comme on n'en avait pas vu depuis plus de dix ans", relève M. Ménard.
"Ce qui a été mis en avant jusqu'ici, c'est le prix attractif des Rafale. Mais au-delà des considérations économiques, qu'on ne peut de toute façon pas vérifier, c'est la technicité de l'avion, qui correspond parfaitement aux besoins de l'armée indienne ainsi que les avantages d'une collaboration avec la France qui ont primé", analyse Christophe Ménard.
Dans le secteur de la défense, "il est clair que les négociations s'effectuent de gouvernement à gouvernement", estime l'analyste, qui avoue avoir été "d'abord surpris du choix de l'Inde d'éliminer les avions américains, grands favoris au début des négociations". Cette préférence peut s'expliquer par le fait que, même si les avions américains s'étaient révélés plus performants et moins chers que leurs concurrents, un transfert de technologie avec Washington se serait fait dans des conditions nettement plus strictes qu'avec la France.
De plus, "New Delhi mène une politique de diversification dans ses achats d'armement, pour éviter d'être trop dépendant de certains pays. Elle achète principalement à la Russie (40 %), à Israël (20 %), aux Etats-Unis et à la France (15 % chacun). L'Inde a peut-être la volonté d'accroître ses liens avec la France, dont elle connaît déjà les avions et avec qui elle a de bonnes relations", considère quant à lui Jean-Pierre Maulny, directeur-adjoint de l'Institut des relations internationales et stratégiques.
Dassault équipe en effet l'armée indienne avec ses avions de chasse depuis 1953, les Mirage 2000 ayant d'ailleurs combattu contre le Pakistan. Satisfait des capacités des chasseurs français, New Delhi avait décidé en juillet de confier leur modernisation, pour un montant de 1,5 milliard d'euros, au tandem Thales-Dassault, et ce pour les trente prochaines années.
"Double niveau" de négociations.
Fort de cette première collaboration, Dassault, et Paris, ont pu faire valoir leur savoir-faire. Mais leur capacité à parler d'une seule et même voix a également facilité les négociations. En effet, du côté d'Eurofighter – consortium réunissant la Grande-Bretagne, l'Allemagne, l'Italie et l'Espagne –, "les négociations se font à un double niveau, puisque les quatre pays impliqués doivent se mettre d'accord entre eux avant de négocier avec le potentiel acheteur", relève, de son côté, le spécialiste en aéronautique.
Cependant, si les négociations avec Paris sont "exclusives", Eurofighter n'a pour autant pas abandonné la partie: le consortium européen a annoncé, mardi, être prêt à baisser ses prix pour reconquérir New Delhi. La riposte est à prendre au sérieux car, "tant que le premier acompte n'a pas été versé, le Rafale peut être écarté", rappelle M. Ménard, estimant que la période de "négociations exclusives devrait durer environ douze mois".
A terme, les attentes de l'Inde en matière de coopération commerciale avec la France sont larges: s'exprimant dans un entretien au Figaro, début février, le ministre du commerce et de l'industrie indien, Anand Sharma, a rappelé que les deux parties étaient "engagées dans une stratégie de partenariat économique et politique qui doit permettre de coopérer dans les domaines de l'espace, du nucléaire, de la défense".
Vendredi, un nouveau sommet entre l'Europe et l'Inde s'ouvrira à New Delhi. La question du Rafale et de sa rivalité avec Eurofighter y tiendra sans aucun doute une large place, au moins en privé.
Le Monde par Anna Villechenon 09.02.2012
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