Brennan defiende la legalidad de los ataques con ‘drones’
El Comité de Inteligencia del Senado solicita al candidato máxima transparencia si accede al cargo
En una sesión extraordinariamente tensa que ha sido interrumpida en varias ocasiones por las protestas del público y suspendida temporalmente para el desalojo de la sala, John Brennan, el
designado como próximo director de la CIA, defendió este jueves en el Senado la legitimidad del uso de drones (aviones sin tripulación) para matar de forma selectiva a miembros de Al Qaeda y rechazó la necesidad de una nueva legislación específica para ese tipo de operaciones. “Estos ataques se realizan en completo cumplimiento de las leyes”, aseguró.
Como se esperaba, la audiencia en el Senado reflejó la emoción y la polémica que en los últimos días rodea a este asunto. Varias personas levantaron carteles contra los
drones y denunciaron a gritos las muertes que esos instrumentos provocan. Otros, que permanecieron sentados entre el público, exhibieron sus manos pintadas de rojo.
Dianne Feinsten, demócrata por California, presidenta del comité de Inteligencia del Senado, ante el que se desarrolló la audiencia, advirtió que suspendería la sesión si continuaban las protestas, lo que acabó haciendo para limitar el acceso del público.
El uso de ‘drones’
Tras varios minutos de suspensión, Brennan tomó por primera vez la palabra para, sin mencionar directamente el uso de los
drones en Pakistán, Yemen y otros países, reconocer que “en ocasiones se utiliza fuerza letal contra Al Qaeda fuera del campo de batalla de Afganistán”. Aseguró que, si es confirmado, no tendrá inconveniente en que el Congreso, como le corresponde, ejerza una supervisión de esas operaciones y de todas las actividades de la CIA. "Si soy confirmado ofreceré transparencia", afirmó.
Como ya había afirmado en las respuestas que ofreció por escrito a los senadores, Brennan ratificó en directo que los
drones deben de usarse “de forma cuidadosa y responsable”, y aseguró que el Gobierno utiliza ya esa tecnología “de acuerdo con rigurosos procesos de control”. “En consecuencia, no creo que sea necesaria legislación adicional en esta materia”. El asesor explicó que “se está trabajando en la clarificación y el fortalecimiento de esos procesos”, pero añadió que el Gobierno dispone de autorización del Congreso para “atacar a Al Qaeda y sus fuerzas asociadas sin limitación geográfica”.
Brennan sí se comprometió sin embargo a seguir explicando al Congreso cómo funciona el programa de
drones -incluidos los casos de ataques en los que EE UU mata a víctimas inocentes- y afirmó que solo “en el último momento" se deberá explicar cuándo y en qué condiciones se emplean. "Cuando los miembros del Congreso y los ciudadanos sepan la agonía que nos supone y el cuidado que observamos a la hora de ordenar un ataque con
drones, entenderán mejor en qué consisten las operaciones", aseguró. "Únicamente se utilizan como último recurso y cuando son necesarios para salvar vidas".
Estas explicaciones pueden no ser suficientes para despejar las dudas que el uso de los
drones ha despertado entre algunos senadores. La Casa Blanca, en un gesto muy infrecuente, puso el miércoles en manos de los miembros del comité de Inteligencia
el memorándum secreto elaborado por el Departamento de Justicia que recoge la argumentación en la que se sostiene la utilización de esta tecnología.
Durante la sesión, Dianne Feinstein elogió el carácter y la independencia de Brennan, pero le sugirió “hacer más transparente” el programa de
drones y “compartir la información con el público”. Asimismo, propuso someter en el futuro su uso al control judicial, mediante mecanismos ya existentes para autorizar acciones secretas.
Interrogatorios
Brennan se ha sometido a un difícil interrogatorio en el Senado, pero quizá no tanto como para impedir su confirmación. El uso de los
drones, en última instancia, está justificado por el desafío que Al Qaeda sigue representando para Estados Unidos, sus ciudadanos y sus intereses. Por controvertido que resulte ese método, no es fácil que la mayoría de senadores prefiera dejar al país inerte ante el terrorismo o sean capaces de ofrecer mejores alternativas. Muchos de esos senadores, por otra parte, respaldaron en su día los métodos antiterroristas de la Administración de George Bush, cuya legalidad era mucho más discutible que los
drones.
Algunos de los métodos de Bush volvieron a ser mencionados durante la audiencia a Brennan, quien defendió en público en años anteriores algunos sistemas de torturas utilizados en aquel periodo. Él ha asegurado que, posteriormente, se opuso “en privado” a esa práctica y que, incluso, trató de hacer presión con colegas suyos en la CIA para que las torturas fueran erradicadas. Preguntado por su oposición a las técnicas de ahogamiento simulado y si las calificaría como torturas, Brennan respondió: "No soy abogado para determinar si es tortura, pero esa técnica debería haberse prohibido hace tiempo y, si soy jefe de la CIA, no se restaurará".
No soy abogado para determinar si es tortura, pero esa técnica debería haberse prohibido hace tiempo y, si soy jefe de la CIA, no se restaurará"
El asesor declaró en 2007, sin embargo, que los interrogatorios de la CIA "salvaron vidas". "Era la impresión que tenía entonces, pero lo cierto es que ahora no apruebo esas técnicas", rectificó este jueves. El candidato a dirigir la CIA explicó que aun cuando creía que era necesario hacer todo lo posible por garantizar la seguridad de EE UU, "nunca pensó que fuera mejor matar a un terrorista antes que llevarlo ante la justicia".
El senador republicano Marco Rubio, representante de Florida, preguntó a Brennan por las cárceles secretas de la CIA en otros países, así como
la mejor estrategia para interrogar a extranjeros sospechosos de terrorismo. El aspirante afirmó que "EE UU debe respetar las leyes sobre detenciones de los Gobiernos extranjeros” y que no pueden exigir a otros países que retengan a prisioneros en contra de su propia legislación.
Transparencia y seguridad
Sus afirmaciones sobre los interrogatorios ya obligaron a Brennan a retirar hace cuatro años su candidatura a la dirección de la CIA y fuera nombrado un alto cargo en el Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, un órgano que no requiere confirmación del Senado. Actualmente es el asesor de contraespionaje del presidente Barack Obama.
Durante estos cuatro años, Brennan ha sido acusado por varios legisladores republicanos de estar implicado en posibles filtraciones del Pentágono a la prensa de información privilegiada. El asesor, que ya ha declarado ante el Departamento de Justicia, volvió a defenderse este jueves, reivindicando su equilibrio entre “la seguridad y la transparencia”. "Nunca he proporcionado información clasificada a la prensa”, afirmó Brennan. “He mantenido conversaciones sobre información clasificada que solicitaban y he trabajado con ellos, pero sé la importancia de mantener secretos la información secreta".
Brennan ha sido durante 25 años empleado de la CIA, donde ha ocupado varias posiciones relevantes dentro y fuera de EE UU, que aspira ahora al cargo de máximo nivel en un momento en que se cuestiona la relevancia alcanzada por la famosa agencia de espionaje en las operaciones puramente militares, no solo con
drones, sino como comandos de agentes y mercenarios.
Aunque sus palabras este jueves hacen pensar que no hay planes de que la CIA abandone el programa de
drones, Brennan puede acceder al cargo en un momento en que la Administración pretende que la agencia recupere la prioridad que antes tenía de recopilación y análisis de secretos.
http://internacional.elpais.com/internacional/2013/02/07/actualidad/1360274645_736304.html