¿ El mayor aeropuerto del mundo?
Estambul, impulsado por el crecimiento de Turkish Airlines, prepara un tercer aeropuerto que acoja a 150 millones de pasajeros
Desde luego, a las autoridades turcas no les falta ambición, y cuando planean algo, lo planean a lo grande. Que
Estambul, que ronda los quince millones de habitantes -nadie lo sabe con certeza porque tiene una gran población flotante- necesita un tercer aeropuerto, no es ningún secreto: el pasado abril, el
Atatürk, el principal punto de llegada a la ciudad, registró un máximo histórico de vuelos, con un total de 1.171 aterrizajes y llegadas. Tal vez comparativamente no sea mucho para otros aeropuertos como los de Londres, París o Nueva York, pero el tamaño del Atatürk dista mucho del de
Heathrow o el J.F.K. o por ejemplo.
Y a medida que la globalización se consolida,
el tráfico aéreo también crece. La Asociación Internacional del Transporte Aéreo prevé que lo haga un 28,5% de aquí a 2016, superando los 500 millones de pasajeros en todo el mundo. De hecho, «el Atatürk es el aeropuerto de más de diez millones de pasajeros anuales con un mayor crecimiento en todo el mundo», asegura Orhan Birdal, director general de la
Autoridad Estatal de Aeropuertos de Turquía. En ello tiene mucho que ver la meteórica expansión de Turkish Airlines, que ha pasado de 12 millones de pasajeros en 2000 a 32 millones en 2011, y continúa creciendo. Y a Turkish Airlines, el Atatürk se le queda pequeño.
El segundo aeropuerto de la ciudad, el
Sabiha Gökçen, situado en la parte asiática, aunque tiene un importante flujo de vuelos nacionales, apenas registra algunas decenas de vuelos internacionales, principalmente de aerolíneas «low cost» europeas o destinos en Oriente Medio y Asia. Durante el año pasado, el Atatürk recibió 45 millones de viajeros, y el Sabiha Gökçen, unos 15 millones.
«Hoy, el n
úmero de pasajeros aéreos es cuatro veces mayor que la población de Estambul. No podemos expandir el aeropuerto Atatürk, y tenemos que ampliar la capacidad aeroportuaria de Estambul a través de un nuevo aeropuerto», explicaba en enero el ministro de Transportes, Binali Yildirim.
Pero los planificadores turcos pretenden que el nuevo tercer aeropuerto que se va a construir en Estambul
sea el más grande del mundo -y el proyecto más caro en la historia de la ciudad-, con capacidad para 150 millones de pasajeros. A largo plazo, eso sí. Por ahora, las autoridades se conforman con tener inaugurada la primera sección para 2017. En comparación, el que ahora es el aeropuerto más grande de la región, D
ubai, registró 60 millones de pasajeros en 2012, y pretende alcanzar los 75 millones para 2015, y los 98 millones en 2020.
La licitación para la gestión, con un contrato para 25 años, se decidió a principios de este mes. La competición fue reñida: un total de diecisiete compañías -15 turcas y 2 extranjeras- fueron consideradas aptas, pero a la puja final solo se presentaron cuatro, todas ellas nacionales. La oferta ganadora, realizada por un consorcio de
cinco empresas turcas (Cengiz-Kolin-Limak-Mapa-Kalyon), fue de un total de 22.100 millones de euros. Esta cifra da una idea de la magnitud del negocio: al anunciar la licitación en enero, Yildirim la había estimado «probablemente» en torno a unos 8.700 millones.
En los tribunales
El nuevo aeropuerto será construido en la región noreuropea de Estambul, en la costa del Mar Negro, junto al que el
Ministerio de Medio Ambiente y Planificación Urbana también planea construir una ciudad satélite con capacidad para un millón y medio de personas. El proyecto, estiman las autoridades, creará 120.000 nuevos empleos, y será realizado en cuatro fases.
Durante la primera y más ambiciosa se construirán las infraestructuras básicas del aeropuerto, con dos terminales de superficie aproximada de
680.000 y 170.000 metros cuadrados, respectivamente, y 4 millones de metros cuadrados de pista para aeronaves. La segunda fase ampliará las pistas, mientras que la tercera y la cuarta añadirán nuevas terminales por un total de otros 840.000 metros cuadrados adicionales de superficie. El complejo incluirá un centro de medicina aérea, garajes, hoteles, centros de convenciones, plantas energéticas e incluso de tratamiento de agua y residuos.
Pero, como en casi todas las iniciativas de este tipo en Turquía, las cosas podrían complicarse. La
Cámara de Ingenieros Medioambientales del país ha llevado el proceso de licitación a los tribunales, alegando que todo el proyecto viola la legislación existente sobre preparación de informes de impacto ambiental, según informa el diario
«Hürriyet Daily News».
De acuerdo con la información disponible, más de 650.000 árboles tendrán que ser cortados forzosamente, mientras que casi otros dos millones serán replantados en otras áreas. Sin embargo, el Ministerio Forestal asegura que «el número exacto será revelado una vez que se complete el proyecto del aeropuerto».
Los ecologistas, por su parte, califican el proyecto de «desastroso». Pero, visto lo visto, es improbable que estas protestas puedan detener un proyecto en el que hay tanto en juego.
abc.es