Obama empieza a revisar la ayuda al régimen egipcio
Debaten hasta dónde tolerar la represión; la asistencia militar no está en duda
HILMARK, Massachusetts.- La administración de Barack Obama tomó los pasos preliminares para retirar su ayuda financiera al gobierno egipcio, revelaron en las últimas horas funcionarios de la Casa Blanca. Sin embargo, sólo retirará su asistencia económica y no la ayuda militar, que es mucho más cuantiosa y de la cual dependen los generales egipcios.
Los funcionarios norteamericanos dijeron que el Departamento de Estado dejó en suspenso el financiamiento de programas económicos que involucran directamente al gobierno egipcio por temor a que haya violado leyes del Congreso estadounidense que prohíben prestar ayuda a países donde se ha producido un golpe de Estado .
El gobierno de Obama no declaró si el derrocamiento del presidente Mohammed Morsi por parte de los militares fue un golpe. Pero el Departamento de Estado debe atenerse a una compleja red de restricciones que regulan la ayuda a países extranjeros, dijo un funcionario. Esos límites son mucho más estrictos que los que regulan la ayuda militar, que no fue suspendida.
La decisión de cortar los 585 millones de dólares en ayuda militar que Egipto todavía tiene disponibles para este año es uno de los interrogantes que esperaban a Obama a su regreso a Washington, tras unos días de vacaciones en Martha's Vineyard que se vieron opacados por la masacre de Egipto, en la que murieron cientos de manifestantes islamistas.
Para Egipto, el valor de la ayuda militar es tal vez menos importante que los avanzados sistemas que puede adquirir si cuenta con apoyo norteamericano. Estados Unidos ya está considerando demorar el envío de helicópteros de ataque Apache y de repuestos para vehículos blindados. Todo eso llega después de la decisión de demorar la entrega de cuatro cazas F-16 y de cancelar un ejercicio militar de gran escala en conjunto con el ejército egipcio programado para el mes próximo.
Pero el gobierno se abstuvo de cortar la ayuda militar, que ha sido la base de las relaciones norteamericanas con Egipto durante más de tres décadas y es considerada vital para la estabilidad de la región, además de uno de los pilares del tratado de paz de 1979 entre Egipto e Israel.
Frente al volumen de la ayuda militar, la ayuda civil es irrisoria: de los 1550 millones de dólares en asistencia total para Egipto para 2014, 1300 millones son en ayuda militar y 250, ayuda económica.
Hay menos restricciones legales sobre los 585 millones en ayuda militar restantes de los 1300 millones originales. Ese monto todavía debe ser depositado en una cuenta de la Reserva Federal, y los militares egipcios podrían usarlo para comprar armas y repuestos, y para pagar mantenimiento y capacitación.
"Como ya lo hemos manifestado, actualmente estamos reconsiderando toda nuestra asistencia a Egipto", dijo Marie Harf, vocera del Departamento de Estado. "Hasta este momento no se tomaron decisiones complementarias al respecto."
Los funcionarios norteamericanos ya manifestaron en el pasado que no creen que cortar la ayuda militar persuada a los generales de retomar el camino democrático. También temen que si retiran la ayuda Estados Unidos se quede sin ningún elemento de presión.
Israel y muchos países árabes presionaron a Estados Unidos para que no corte la ayuda, al argumentar que el ejército aún es la mayor esperanza para que Egipto no se suma en el caos y que la necesidad de estabilidad, por el momento, excede cualquier preocupación por el orden democrático o los derechos humanos. Pero ahora que las víctimas de la violencia superan el millar y que las posibilidades de que se destrabe el conflicto son pocas, el gobierno comenzó a debatir cuál es su umbral de tolerancia antes de reconsiderar su relación con los militares.
El jueves pasado, Obama mantuvo una conferencia telefónica con miembros del Consejo de Seguridad Nacional para discutir las opciones que plantea el conflicto.
De vuelta en Washington, las presiones sobre Obama para que tome una actitud más proactiva hacia Egipto no dejaron de aumentar, pero los legisladores siguen sin ponerse de acuerdo sobre la suspensión de la ayuda: mientras un puñado de halcones republicanos reclama que se corte la asistencia de inmediato, otros republicanos y la mayoría de los demócratas todavía tienen sus dudas. Dada la reticencia de muchos legisladores a suspender la ayuda militar por razones de seguridad, tal vez para ellos sea más fácil demostrar su malestar con El Cairo a través de la suspensión de la ayuda económica para uso civil.
Dicho en pocas palabras: las relaciones entre Estados Unidos y Egipto ya cambiaron. Un funcionario norteamericano dijo que cuando el Pentágono se decida a entregar los demorados aviones F-16 le cobrará una tarifa a la fuerza aérea egipcia por habérselos guardado.
la nacion
Debaten hasta dónde tolerar la represión; la asistencia militar no está en duda
HILMARK, Massachusetts.- La administración de Barack Obama tomó los pasos preliminares para retirar su ayuda financiera al gobierno egipcio, revelaron en las últimas horas funcionarios de la Casa Blanca. Sin embargo, sólo retirará su asistencia económica y no la ayuda militar, que es mucho más cuantiosa y de la cual dependen los generales egipcios.
Los funcionarios norteamericanos dijeron que el Departamento de Estado dejó en suspenso el financiamiento de programas económicos que involucran directamente al gobierno egipcio por temor a que haya violado leyes del Congreso estadounidense que prohíben prestar ayuda a países donde se ha producido un golpe de Estado .
El gobierno de Obama no declaró si el derrocamiento del presidente Mohammed Morsi por parte de los militares fue un golpe. Pero el Departamento de Estado debe atenerse a una compleja red de restricciones que regulan la ayuda a países extranjeros, dijo un funcionario. Esos límites son mucho más estrictos que los que regulan la ayuda militar, que no fue suspendida.
La decisión de cortar los 585 millones de dólares en ayuda militar que Egipto todavía tiene disponibles para este año es uno de los interrogantes que esperaban a Obama a su regreso a Washington, tras unos días de vacaciones en Martha's Vineyard que se vieron opacados por la masacre de Egipto, en la que murieron cientos de manifestantes islamistas.
Para Egipto, el valor de la ayuda militar es tal vez menos importante que los avanzados sistemas que puede adquirir si cuenta con apoyo norteamericano. Estados Unidos ya está considerando demorar el envío de helicópteros de ataque Apache y de repuestos para vehículos blindados. Todo eso llega después de la decisión de demorar la entrega de cuatro cazas F-16 y de cancelar un ejercicio militar de gran escala en conjunto con el ejército egipcio programado para el mes próximo.
Pero el gobierno se abstuvo de cortar la ayuda militar, que ha sido la base de las relaciones norteamericanas con Egipto durante más de tres décadas y es considerada vital para la estabilidad de la región, además de uno de los pilares del tratado de paz de 1979 entre Egipto e Israel.
Frente al volumen de la ayuda militar, la ayuda civil es irrisoria: de los 1550 millones de dólares en asistencia total para Egipto para 2014, 1300 millones son en ayuda militar y 250, ayuda económica.
Hay menos restricciones legales sobre los 585 millones en ayuda militar restantes de los 1300 millones originales. Ese monto todavía debe ser depositado en una cuenta de la Reserva Federal, y los militares egipcios podrían usarlo para comprar armas y repuestos, y para pagar mantenimiento y capacitación.
"Como ya lo hemos manifestado, actualmente estamos reconsiderando toda nuestra asistencia a Egipto", dijo Marie Harf, vocera del Departamento de Estado. "Hasta este momento no se tomaron decisiones complementarias al respecto."
Los funcionarios norteamericanos ya manifestaron en el pasado que no creen que cortar la ayuda militar persuada a los generales de retomar el camino democrático. También temen que si retiran la ayuda Estados Unidos se quede sin ningún elemento de presión.
Israel y muchos países árabes presionaron a Estados Unidos para que no corte la ayuda, al argumentar que el ejército aún es la mayor esperanza para que Egipto no se suma en el caos y que la necesidad de estabilidad, por el momento, excede cualquier preocupación por el orden democrático o los derechos humanos. Pero ahora que las víctimas de la violencia superan el millar y que las posibilidades de que se destrabe el conflicto son pocas, el gobierno comenzó a debatir cuál es su umbral de tolerancia antes de reconsiderar su relación con los militares.
El jueves pasado, Obama mantuvo una conferencia telefónica con miembros del Consejo de Seguridad Nacional para discutir las opciones que plantea el conflicto.
De vuelta en Washington, las presiones sobre Obama para que tome una actitud más proactiva hacia Egipto no dejaron de aumentar, pero los legisladores siguen sin ponerse de acuerdo sobre la suspensión de la ayuda: mientras un puñado de halcones republicanos reclama que se corte la asistencia de inmediato, otros republicanos y la mayoría de los demócratas todavía tienen sus dudas. Dada la reticencia de muchos legisladores a suspender la ayuda militar por razones de seguridad, tal vez para ellos sea más fácil demostrar su malestar con El Cairo a través de la suspensión de la ayuda económica para uso civil.
Dicho en pocas palabras: las relaciones entre Estados Unidos y Egipto ya cambiaron. Un funcionario norteamericano dijo que cuando el Pentágono se decida a entregar los demorados aviones F-16 le cobrará una tarifa a la fuerza aérea egipcia por habérselos guardado.
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