Noticias de Egipto

Sebastian

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La Hermandad se vuelve clandestina y busca refugio en las mezquitas

Con sus líderes entre rejas, los Hermanos Musulmanes avanzan desorientados

Los militares han arrestado a 3.000 y sus cargas se han saldado con un millar de muertos



Islamistas levantan un Corán en una manifestación en El Cairo, el viernes. Los cuatro dedos al aire provienen de la acampada en Raba al Adauiya, desmantelada por el ejército. "Raba" significa cuarto en árabe. / AMR ABDALLAH DALSH (REUTERS)

Salá Fatim ya no puede dormir en su casa, junto a su mujer y sus cuatro hijos, por miedo a que vengan, también, a detenerle. Abandonó su hogar hace una semana, después de las matanzas. Cambia de cama constantemente. Tras los cientos de muertos, llegaron las detenciones, ya más de 3.000. En la hermandad se habla de una caza en toda regla. En los más de dos años en que la cofradía de los Hermanos Musulmanes abandonó la clandestinidad en la que había vivido durante medio siglo, los servicios de inteligencia del estado recabaron una información valiosísima: nombres, números de teléfono y direcciones de dirigentes, rangos medios y bases. Ahora van a por ellos. Sus líderes están casi todos en prisión. Pero hay algo distinto. Después de más de un año en el poder, los Hermanos Musulmanes ya no tienen intención de permanecer en silencio.

“En los pasados dos años obtuvieron toda nuestra información, lo saben todo de nosotros, esa es la diferencia respecto a los años de Hosni Mubarak. Ahora nos conocen mejor”, explica Fatim, ingeniero de 38 años, frente a la mezquita de Al Rayán, en El Cairo, a la que acude a rezar y desde la que participa en marchas de protesta contra el golpe de Estado. “Hay otra diferencia: no vamos a dejar de luchar públicamente, hasta que el último de nosotros esté muerto. Los Hermanos Musulmanes no volveremos a los viejos tiempos”. Aquellos viejos tiempos son los de la prohibición de la cofradía, impuesta por Gamal Abdel Naser en 1954. Se mantuvo hasta que cayó Mubarak en las revueltas de 2011. Sus líderes regularizaron la asociación en marzo, cuando la registraron finalmente como organización caritativa.

Al caer Mubarak, la hermandad creó un partido político, Libertad y Justicia, que se presentó a las elecciones, que ganó, con Mohamed Morsi como líder. Este gobernó durante un año, y su ejecutivo se convirtió en un ejemplo para los grupos islamistas moderados de todo el mundo, hasta el golpe de Estado del 3 de julio. En su año en el poder, los cofrades emergieron de la oscuridad en la que habían vivido durante años. Había acabado la persecución. Eran, por fin, libres para hablar de su visión del islam político y para defender sus ideas. O al menos eso creían.

Las bases islamistas participan en manifestaciones desinfladas, con un plan de acción aún incierto

Tras el golpe militar, el ejército arrestó a Morsi y a su círculo más cercano de colaboradores. Dos días después cayó una de las personalidades más influyentes en la Hermandad, el poderoso ‘número dos’ Jairat el Shater. Poco a poco fueron arrestados los demás dirigentes. Los que quedaban en libertad se replegaron a una acampada islamista de protesta en El Cairo, alrededor de la mezquita de Raba al Adauiya. El 14 de agosto el ejército la desalojó, empleando una fuerza desmedida. Desde entonces ha muerto más de un millar de personas, en su gran mayoría islamistas. Y la policía ha arrestado a más de una treintena de dirigentes de la cofradía, entre ellos su líder supremo, Mohamed Badie.

“Fue humillante para nosotros ver al guía espiritual arrestado de ese modo”, admite Mohamed Sawan, organizador de la hermandad, de 46 años. El gobierno interino distribuyó el martes las fotos del arresto, en las que se ve a Badie agotado, derrotado, con ojeras y mirada baja. Se le había visto en público por última vez el 5 de julio, en la acampada islamista de El Cairo. “No huyo. No me escondo”, había dicho, desafiante. Finalmente, tuvo que esconderse. Fue arrestado en el apartamento de unos conocidos, en El Cairo. Ni siquiera había podido acudir al funeral de su hijo, Ammar, de 38 años, fallecido en una carga militar en la plaza de Ramsés el 16 de agosto.

Las cargas militares han provocado ya más de un millar de muertos en los pasados diez días, y los generales han advertido de que no tolerarán más actos masivos de protesta

Privadas de sus líderes, las bases de la hermandad, que tiene una estructura muy atomizada y descentralizada, operan hoy casi por libre, temerosas del ejército pero decididas a mantener una presencia, por débil que sea, en las calles. Su empeño es demostrar que los generales no las han borrado de la faz de Egipto. Y si hay algo que caracteriza a la cofradía es su capacidad de resistencia. Ha dado ya prueba de ella en el pasado. “Durante una larga época avanzamos en silencio, aguantando la represión del gobierno. Esta situación no nos es nueva”, explica Sawan, el organizador, que ingresó en la sociedad hace 18 años. “Bajo estas condiciones, nos reforzamos”.

De detentar el poder, la hermandad ha pasado a replegarse, de nuevo, en las mezquitas, desde las que operó en silencio en los largos años de su prohibición. Sus miembros se encuentran en ellas. Desde allí parten sus manifestaciones, cada vez más magras. Planean hoy sus siguientes pasos. Al fin y al cabo, sus líderes, como Badie o Morsi, ya pasaron por la cárcel durante los años de Mubarak. Y la hermandad aguantó y resistió. Esperan ahora estos cofrades que esa historia acabe repitiéndose.
http://internacional.elpais.com/internacional/2013/08/24/actualidad/1377367434_250634.html
 

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Los sauditas buscan rescatar a Egipto de una crisis económica profunda
Anunciaron una ayuda de US$ 12.000 millones para paliar el derrumbe del turismo y el freno del crecimiento.

Desierto. Un empleado limpia la zona de la pileta de un hotel junto a las pirámides de Giza, sin visitantes./BLOOMBERG

Cualquiera puede sentirse hoy un Howard Carter, el arqueólogo que descubrió la famosa tumba de Tutankamón. Entrando a caballo desde el desierto, las pirámides de Giza, a unos pocos kilómetros del centro de El Cairo lucen tan desiertas como cuando Carter entró al Valle de los Reyes en 1922. Este lugar que en cualquier otro momento está repleto de turistas, este domingo está vacío. Apenas algún que otro egipcio que aprovecha la oportunidad de ver sus pirámides y la esfinge de Giza sin que ningún turista le clave en un ojo uno de los paraguas que utilizan para protegerse del sol. El portón principal del predio de ocho kilómetros que rodea el sitio está cerrado por la policía, pero los guías llevan al visitante ocasional por la parte trasera enclavada en el desierto.

“Estamos desesperados”, dice Labib Jawhar mientras prepara los caballos, “en un día común puedo hacer hasta siete u ocho viajes con turistas. En los últimos 40 días desaparecieron todos los extranjeros. Si no regresan pronto, nuestros hijos van a tener hambre”.

El turismo representa apenas el 8% del total del PBI egipcio pero maneja al menos otro 10% o 20% de la economía informal. “Es el motor de nuestra economía”, explica Kamil Malahmud, de un banco de inversiones cairota. Las grandes movilizaciones que provocaron la caída del gobierno de los Hermanos Musulmanes a principios de julio, elgolpe de Estado militar y la represión de los últimos días que dejó al menos mil muertos han afectado no sólo al turismo sino a todos los sectores de la economía egipcia. El gobierno de Mohamed Mursi había previsto un crecimiento del PBI de un 4% para el período 2013/2014. “No vamos a llegar de ninguna manera. Este trimestre será negativo y si alcanzamos un 2% tendremos que sentirnos afortunados”, opina Wael Ziada, economista del banco de inversiones EFG-Hermes. Ya se había registrado un enorme freno de la economía en 2011 con las revueltas que terminaron con los 30 años de la dictadura de Mubarak: se pasó del 5,1% al 1,9% de crecimiento.

Las más afectadas son las industrias manufactureras de automóviles y electrodomésticos que exportan a todo el mundo. General Motors detuvo buena parte de la producción y todo el turno noche por el toque de queda que va desde las siete de la tarde hasta las seis de la mañana. Y la escandinava Electrolux ya anunció la suspensión de parte de su personal.

Todo esto aumenta la tensión que existe desde hace tiempo por los bajos salarios y la inflación que ronda el 10% anual. Las expectativas que trajo la revolución del 2011 y los ecos de la “primavera árabe” fueron demasiado altos. Los sindicatos comenzaron a movilizarse y los conflictos laborales pasaron de 530 en el 2010, cuando la dictadura aplastaba cualquier atisbo de rebeldía, a más de 2.000 el año pasado. El desempleo ronda el 14% aunque hay muchos más egipcios sin trabajo y no están registrados. Samir Radwan, que fue ministro de Finanzas del gobierno de transición, llamó a concretar de inmediato una mesa para negociar salarios entre trabajadores y empresarios “porque sin eso no habrá gobierno que aguante la conflictividad”.

Pero los hermanos sauditas no quieren que llegue la sangre al Nilo y ya dijeron que darán un generosísimo préstamo al nuevo gobierno militar para que estabilice la economía y pueda concretar una transición ordenada. Arabia Saudita, los Emiratos Árabes y Kuwait anunciaron una ayuda de 12.000 millones de dólares en préstamos bancarios, donaciones y combustible. Ya se hizo la primera transferencia de 5.000 millones. “Aquellos que están amenazando con castigar a Egipto quiero que sepan que hay hermanos árabes y musulmanes dispuestos a ayudar con lo que sea necesario”, dijo el canciller saudita, el príncipe Saud al Faisal, en desafío a la actitud de la Administración Obama, que mantiene congelada la ayuda de 1.300 millones de dólares al año.

Pero antes de que mejore la economía tendrá que haber una estabilidad política y social. Algo que no será muy fácil. Los islamistas Hermanos Musulmanes volvieron a la clandestinidad luego de que sus principales dirigentes fueron muertos o encarcelados. Pero van a sacar la cabeza cada vez que lo crean conveniente. A ellos se sumarán los atentados de grupos jihadistas que lograron penetrar el país. Y están los jóvenes liberales cuyas demandas de mayores libertades lograron movilizar a gran parte de la población y derrocar a Mubarak y después a Mursi.

Los egipcios medios, en tanto, esperan que se normalicen las cosas. “¿Cómo van a venir turistas? ¡Si para ver las momias deben pasar por entre tanques y ametralladoras!,” se queja Rashid Sulayman, guía del famoso Museo Egipcio, a pasos de la plaza Tahrir, que sigue acordonada por los soldados.


clarin
 

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España mantiene la venta de aviones militares a Egipto, pese al embargo
Los ministros de Exteriores de la UE acordaron suspender la entrega a El Cairo de todo material militar que pueda ser utilizado para la represión interna. Es solo una recomendación

España mantendrá la exportación de aviones militares de transporte a Egipto, a pesar del embargo parcial en la venta de armas decretado la semana pasada por la UE. Esa es la propuesta que el Ministerio de Exteriores pondrá hoy sobre la mesa de la Junta Interministerial de Material de Defensa y Doble Uso (JIMDU) —el organismo encargado de controlar las ventas de armas y en el que se sientan también representantes de Defensa, Comercio e Interior—, según fuentes diplomáticas.
Los ministros de Asuntos Exteriores de los 28 acordaron suspender la entrega a Egipto de todo material militar que pueda ser utilizado para la represión interna, tras el sangriento desalojo de las acampadas islamistas que reclamaban la restitución del depuesto presidente Mohamed Morsi. Sin embargo, la UE se limitó a aprobar una mera recomendación y dejó en manos de cada país interpretar qué material está afectado por el veto.
Más del 90% de las ventas de armas españolas a Egipto —que sumaron 50 millones de euros el año pasado— corresponde a aviones militares de transporte C-295 fabricados por Airbus Military en su planta de Sevilla. El Ejército egipcio adquirió en 2010 tres de estos aparatos y luego ha ampliado el pedido hasta un total de 12. Aunque estos aviones sirven para llevar tropas y material militar de un extremo a otro del país, el Gobierno ha optado por interpretar restrictivamente la recomendación de la UE y excluirlos del embargo, que afectará a armas de fuego, repuestos de ametralladoras y líneas de eslabones de cadenas de tanques, pero no a aeronaves, sistemas electrónicos y material de doble uso.
Tras el golpe de Estado que derrocó a Morsi, el 3 de julio, España suspendió la concesión de nuevas licencias de ventas de armas a Egipto, pero sin revocar las vigentes, que se seguían ejecutando. En la reunión de hoy debía decidirse si se anulaban las anteriores a esa fecha. Así se hará con algunas, poco significativas económicamente, pero no con las de los aviones, que suponen el grueso del negocio.
elpais.es
 

Sebastian

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Egipto imputa al ex presidente Morsi por incitar a la muerte de sus detractores

El presidente derrocado está retenido por los militares desde el golpe de Estado

Ricard González El Cairo 2 SEP 2013 - 00:53 CET


El presidente Morsi en marzo pasado. / KARIM SAHIB (AFP)

Casi dos meses después de ser depuesto y arrestado, el ex presidente islamista egipcio Mohamed Morsi ha sido formalmente imputado por su responsabilidad en la muerte de una decena de personas frente al palacio presidencial en unos altercados que tuvieron lugar diciembre del 2012. En el mismo proceso, serán también juzgados otras 14 personas, entre ellos el recientemente arrestado Mohamed Beltagy y varios miembros del gabinete presidencial. De momento, aún no hay fecha para el juicio.

El fiscal general egipcio, Hesham Barakat, presentó el domingo por la tarde ante un tribunal penal los cargos contra Morsi por “perpetrar actos de violencia e incitación al asesinato y al vandalismo”, según informó la agencia de noticias estatal, Mena. Desde su arresto el pasado 3 de julio, el mismo día del golpe de Estado, Morsi se se encuentra retenido en paradero desconocido. Las autoridades se han limitado a asegurar que su estado de salud es bueno y está siendo tratado correctamente.

Los hecho a los que hace referencia la acusación ocurrieron a principios de diciembre del 2012, en una ola de protestas masivas contra el ex presidente a causa de la aprobación de un controvertido decreto con rango constitucional. Decenas de miles de opositores se congregaron una tarde frente al palacio de Ittihadiya, y varios activistas decidieron iniciar una acampada.

Según los investigadores, ante la negativa de las fuerzas policiales a dispersar a los manifestantes a instancias de Morsi, el ex presidente y varios miembros de su gabinete ordenaron a sus seguidores que atacaran a los manifestantes. En una noche de duros enfrentamientos entre partidarios y detractores del ex presidente, murieron al menos 10 personas, sin que las fuerzas de seguridad intervinieran para poner fin a la batalla campal.

Además de Morsi, entre otros, están procesados los dirigentes de los Hermanos Musulmanes Essam al-Erian y Mohamed Beltagy, el jefe del gabinete presidencial, Ahmed Abdel-Ati, el clérigo de tendencia islamista Wagdy Ghoneim, el asesor presidencial Ayman Abdel-Rauf, y los jóvenes activistas islamistas Ahmed el-Mogheir y Abdel-Rahman Ezz.

Desde la deposición de Morsi, el pasado 3 de julio, Egipto ha experimentado un periodo de gran tensión política. A mediados de agosto, las fuerzas de seguridad desalojaron brutalmente a miles de simpatizantes islamistas acampados frente a la mezquita de Rabá al Adawiya, provocando la muerte de centenares de ellos. Tras estos hechos, las autoridades establecieron el estado de emergencia y el toque de queda en 14 provincias, lo que ha conseguido reducir el volumen de las manifestaciones organizadas por los Hermanos Musulmanes.
http://internacional.elpais.com/internacional/2013/09/02/actualidad/1378075849_832905.html
 

Sebastian

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El Ejército egipcio redobla su acoso a los Hermanos Musulmanes

La justicia condena a 52 islamistas y cierra el canal local de Al Yazira

Ricard González El Cairo 3 SEP 2013 - 20:54 CET


Soldados egipcios vigilan una calle de El Cairo. / G. GUERCIA (AFP)

Las autoridades egipcias surgidas del golpe de Estado que derrocó al presidente Mohamed Morsi no aflojan en su campaña de acoso y derribo de los Hermanos Musulmanes y sus simpatizantes. Si bien se acortó el sábado el toque de queda, que ahora empieza a las 23.00, el control de la vía pública por parte del Ejército y la policía es absoluto, lo que ha servido para debilitar severamente las movilizaciones islamistas. Ayer, coincidiendo con el cumplimiento del segundo mes del golpe, la Hermandad intentó recuperar la iniciativa. Sin embargo, el esfuerzo resultó infructuoso, pues las manifestaciones tuvieron un seguimiento menor.

El frente mediático es uno de los más importantes en la campaña de represión contra los seguidores de Morsi. Un tribunal administrativo egipcio ordenó ayer la clausura definitiva de cuatro canales de televisión. Se trata de la cadena local de Al Yazira dedicada exclusivamente a cubrir noticias de Egipto; Ahrar 25, una televisión afiliada a los Hermanos Musulmanes, y otras dos cadenas más de tendencia islamista, Al Quds y al Yarmuk.

La razón oficial del cierre de la filial egipcia de la emisora catarí, es la falta de los permisos legales necesarios para operar en el país. Sin embargo, la decisión se ha interpretado más bien bajo un prisma político. Las nuevas autoridades egipcias han criticado Al Yazira por su presunto sesgo favorable a los Hermanos Musulmanes, una organización calificada de “terrorista” por los portavoces gubernamentales, que acusan al canal de difundir mentiras e incluso de representar “una amenaza a la seguridad nacional”.

Desde la asonada militar, los periodistas de Al Yazira han sufrido en numerosas ocasiones el acoso de las fuerzas policiales y de la justicia egipcia, incluyendo detenciones, redadas en las oficinas, y la confiscación de material de trabajo. El mismo día del golpe, una treintena de sus empleados fueron arrestados, si bien la mayoría fueron puestos en libertad unas horas después. Actualmente, aún hay tres reporteros arrestados.

Durante las últimas semanas, Al Yazira ha informado de forma exhaustiva de las protestas lideradas por los Hermanos Musulmanes en favor de la restitución de Morsi. Su cobertura ha sido muy controvertida en Egipto. Tanto el Gobierno como muchos ciudadanos la acusan de manipular los hechos, una opinión compartida por varios de sus reporteros, que llegaron a presentar su dimisión. No obstante, la emisora catarí asegura que su labor es objetiva, y denuncia que las autoridades han sometido sus emisiones a interferencias para evitar su correcta recepción en los hogares egipcios.

“Al Yazira no es completamente neutral, pero su cobertura es más equilibrada que la de la mayoría de medios egipcios, especialmente la televisión pública”, sostiene Ahmed Hammad, profesor de Comunicación en la Universidad de Al Azhar. El Gobierno de Catar, al que se atribuye una notable influencia en la línea editorial del conglomerado mediático, era uno de los más firmes aliados de Morsi, al que otorgó miles de millones de dólares en ayudas.

“Además de poco democrática, el cierre de televisiones es una medida inútil, ya que los canales se podrán continuar sintonizando a través de otros satélites”, añade Hammad. Amordazados durante la era Mubarak, los medios de comunicación egipcios, tanto privados como públicos, se han sumado sin reservas a la cruzada de las autoridades contra la Hermandad. En las televisiones, son habituales los publirreportajes de carácter patriótico, alabando la labor de las Fuerzas Armadas. Además, en un rincón de sus pantallas, suele haber imprimido el mensaje “Egipto lucha contra el terrorismo”. En Egipto, se impone el periodismo de trinchera.

La batalla sin cuartel contra la Hermandad parece estar dando sus frutos, pues el histórico movimiento islamista parece desorientado después del arresto de prácticamente todos sus líderes. La campaña de arrestos no se detiene, y ya afecta incluso al segundo escalafón de la cúpula, mientras se añaden nuevos cargos contra los líderes ya detenidos.

La justicia también es implacable con los militantes acusados de actos de violencia. Un tribunal militar sentenció ayer a cadena perpetua a un militante de la organización islamista, y a penas de cárcel de entre 5 y 15 años a otros 51 miembros de la cofradía por haber atacado soldados e instalaciones militares en la ciudad de Suez el pasado 14 de agosto.

Las medidas de represión coinciden con rumores de iniciativas para encontrar una solución negociada a la crisis que experimenta el país. En concreto, algunos grupos salafistas y personalidades independientes estarían realizando labores de mediación entre los Hermanos y el ejército. En caso de fructificar, el hipotético acuerdo seguramente se hará bajo los términos de los uniformados.
http://internacional.elpais.com/internacional/2013/09/03/actualidad/1378234454_621454.html
 

Sebastian

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A la sombra de Siria, Egipto sigue convulsionado

Redacción
BBC Mundo
Miércoles, 4 de septiembre de 2013

Juicios, cadenas perpetuas, cierre de canales de televisión, manifestaciones populares.

Mientras la comunidad internacional está concentrada en los planes de Estados Unidos y Francia de intervenir militarmente en el conflicto sirio, la inestabilidad sigue siendo una constante en Egipto, país que el mes pasado fue sacudido por las secuelas de un golpe de Estado, disturbios y violencia por parte de las fuerza de seguridad.

BBC Mundo le cuenta cuáles han sido los últimos acontecimientos en la nación del norte de África.

Condenas
Las autoridades militares egipcias continúan con los juicios a seguidores del presidente derrocado, Mohamed Morsi.

Un tribunal militar en Egipto le dictó cadena perpetua a uno de los imputados; otras tres personas recibieron sentencias de 15 años mientras que a 45 individuos se los condenó a cinco años de prisión.

A los acusados se los imputó por haber disparado contra soldados durante los disturbios ocurridos en agosto en la ciudad portuaria de Suez.

Los incidentes se desencadenaron después de que violentos operativos ejecutados por las fuerzas de seguridad contra dos campamentos de protestas en la capital, El Cairo, dejaran cientos de muertos.

Los manifestantes, la mayoría seguidores de los Hermanos Musulmanes, llevaban semanas protestando contra el golpe de Estado que el 3 de julio sacó del poder a Morsi, quien no ha sido visto en público desde su derrocamiento.

Cientos de personas murieron afuera de la mezquita Rabaa al Adawiya y en la plaza Nahda el 14 de agosto.

Los enfrentamientos entre los manifestantes y las fuerzas de seguridad en Suez, acaecidos entre el 14 y el 16 del mes pasado, dejaron más de 30 muertos.

No está claro si los condenados por la instancia militar son miembros de los Hermanos Musulmanes.

Previamente, fuentes castrenses informaron que a 11 seguidores de Morsi se les había dictado cadena perpetua.

Juicio a Morsi

A Morsi no se lo ha visto en público desde que fue derrocado.

La Fiscalía egipcia informó el 1º de septiembre que, después de dos meses de estar detenido en un lugar secreto, Morsi enfrentará un juicio por incitar la violencia y asesinatos.

Los cargos están relacionados con las muertes de al menos siete personas en los enfrentamientos ocurridos afuera del palacio presidencial Ittihadiya, en El Cairo, entre simpatizantes de los Hermanos Musulmanes y opositores, en diciembre de 2012.

Catorce líderes de la agrupación, incluyendo Mohammed al Beltagi y Essam al Erian, serán enjuiciados por los mismos cargos.

El principal líder de la organización, Mohammed Badie, también fue arrestado.

En la noche del 4 de diciembre de 2012 y al día siguiente, decenas de miles de manifestantes se concentraron afuera del palacio para protestar por lo que calificaron como los decretos ilegales de Morsi que le otorgaban poderes especiales y por su intención de cambiar la constitución.

El domingo, medios de comunicación estatales informaron que una investigación reveló que Morsi le había pedido a la Guardia Republicana y al ministro encargado de la policía que disolviera las manifestaciones, una orden que los agentes de seguridad se negaron a acatar.

Supuestamente, los aliados de Morsi fueron llamados para hacerles frente a los manifestantes. Cientos de personas resultaron heridas.

Los seguidores de Morsi dijeron que ellos defendían el palacio tras ser atacado por activistas de la oposición.

Cierre de canales
El martes, un tribunal en El Cairo ordenó el cierre de cuatro canales de televisión, entre los cuales está Ahrar 25 TV, de los Hermanos Musulmanes, y Mubasher Misr, canal afiliado a la cadena árabe Al Jazeera.

Según las autoridades, los canales operaban ilegalmente.

"Tan pronto como Morsi fue derrocado por el ejército, muchos medios de comunicación que apoyaron a los Hermanos Musulmanes fueron suspendidos"

Sebastien Usher, periodista de la BBC

El analista de la BBC Sebastian Usher indicó que Al Jazeera y, en particular su estación egipcia, Mubashir Misr, han sido criticadas y calificadas como demasiado cercanas a los Hermanos Musulmanes por muchos egipcios que salieron a las calles para exigir la renuncia de Morsi.

"Tan pronto como Morsi fue derrocado por el ejército, muchos medios de comunicación que apoyaron a los Hermanos Musulmanes fueron suspendidos", indicó Usher. La reputación de Al Jazeera ha sido afectada por su cobertura de Egipto. "Algunos televidentes la acusan de parcial", afirmó el periodista.

El martes, Al Jazeera denunció que las autoridades egipcias han interferido deliberadamente sus señales satelitales y han forzado a un cambio de frecuencias.

"La cadena con sede en Qatar ha sido forzada a cambiar de frecuencias varias veces para permitir que la audiencia pueda seguir viendo sus canales de noticias y de deportes", señaló en su página web el medio de comunicación.

Al Jazeera dijo que expertos independientes determinaron, sobre la base de una extensa investigación, desde dónde se estaban produciendo las interferencias. Se trataría, según los expertos consultados por la cadena, de instalaciones militares.

De acuerdo con Al Jazeera, después del golpe de Estado, sus oficinas han sido allanadas y algunos de sus periodistas arrestados.

El lunes, las autoridades expulsaron a tres periodistas extranjeros de Al Jazeera por no tener las acreditaciones de prensa correspondientes.

Protestas

En la calles continúan las protestas y la violencia.

El martes por la noche, miles de simpatizantes de Morsi salieron a las calles de diferentes partes de Egipto para denunciar el gobierno interino que asumió el poder y que es respaldado por el gobierno.

Entre las consignas de quienes participaron en las marchas en la capital, en el Delta del Nilo, en el Alto Egipto y a lo largo del canal de Suez estuvieron: "El golpe es terrorismo", en directa alusión a los argumentos esgrimidos por las autoridades para combatir a los Hermanos Musulmanes, que aseguran es una lucha contra el terrorismo.

En el suburbio del este de El Cairo, Ciudad de Nasr, se escucharon consignas como "La revolución continuará" y "Abajo con el gobierno militar", según reportó la agencia de noticias Reuters.

El presidente interino Adly Mansour advirtió que "fuerzas internas y externas" no "escatimarán esfuerzos por bloquear la implementación" de su plan de transición, el cual busca combinar una constitución modificada, que será sometida a un referendo, y elecciones parlamentarias para inicios de 2014.

"Hemos visto incidentes violentos que han sido atestiguados por el país. En sus propias palabras, ellos están intentando paralizar a Egipto", le dijo el funcionario a la agencia estatal de noticias Nile.

"El Estado, con todas sus instituciones, no permitirá que ningún partido sea un obstáculo para la satisfacción de las aspiraciones del pueblo", añadió Mansour.
http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2013/09/130904_egipto_detenciones_juicios_mr.shtml
 

Sebastian

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El ministro de Interior egipcio sobrevive a un atentado con coche bomba

El ataque se enmarca en la ola de violencia que padece el país tras el golpe de Estado del 3 de julio y que enfrenta al Ejército con los islamistas

Ricard González El Cairo 5 SEP 2013 - 12:41 CET17


Mohamed Ibrahim junto al general Al Sissi. / KHALED DESOUKI (AFP)

El ministro del Interior egipcio, Mohamed Ibrahim, ha resultado ileso en un atentado con coche bomba en el barrio cairota de Medina Nasr, cerca de su residencia. Según informa Al Ahram, el explosivo era de una notable potencia y fue detonado al paso del convoy del ministro, provocando heridas a veinte. En respuesta, la policía ha matado a dos personas que participaron en el intento de asesinato. Hasta el momento, el atentado no ha sido reivindicado, ni tampoco se tienen indicios sobre su autoría exacta. No obstante, el ataque se enmarca en la ola de violencia que padece el país tras el golpe de Estado del 3 de julio, y que enfrenta a las fuerzas de seguridad con grupos islamistas radicales.

De acuerdo con la agencia oficial de noticias egipcia, MENA, la explosión tuvo lugar sobre las 10,30 de la mañana, cuando Ibrahim se dirigía de su vivienda al Ministerio del Interior. El coche bomba estaba colocado en la calle Mustafa al-Nahas, por dónde suele transitar el ministro diariamente en su trayecto hacia su oficina. Curiosamente, no muy lejos de allí se encuentra la mezquita de Rabá al Audawiya, el epicentro de las protestas islamistas contra el golpe de Estado que depuso al presidente Mohamed Morsi.

Ibrahim, de 60 años, está considerado el principal responsable de la brutal operación de desalojo de los campamentos de protesta islamistas de Rabá al Audawiya y la plaza Nahda, que se saldó con la muerte de centenares de personas el pasado 14 de agosto, la mayoría de ellos simpatizantes de los Hermanos Musulmanes. Desde entonces, Egipto vive bajo el estado de emergencia, y 14 de sus 27 provincias también del toque de queda.

El atentado del jueves representa un salto de calidad en la campaña de ataques contra las fuerzas de seguridad que se ha registrado desde la asonada. La gran mayoría de los atentados han tenido lugar en la península del Sinaí, un territorio remoto e inhóspito convertido en un santuario para las organizaciones yihadistas tras la revolución egipcia de 2011. Según datos del gobierno, a causa de esta ofensiva, en los últimos dos meses han muerto cerca de un centenar de agentes.

Hasta el momento, no se había producido ningún atentado contra un dirigente político del país, y los únicos ataques con explosivos fuera de la península del Sinaí habían sido más bien rudimentarios. Por su potencia y precisión, el intento de asesinato del jueves revela un mayor grado sofisticación, y sugiere que los grupos extremistas islámicos podrían estar extendiendo su ámbito operativo más allá del Sinaí.

Las autoridades han acusado a los Hermanos Musulmanes, el grupo al que pertenece el ex presidente Morsi, de ser una organización “terrorista” y de estar detrás de los actos de violencia cometidos durante los últimos dos meses. No obstante, los portavoces de la organización islamista, cuya entera cúpula se encuentra entre rejas, siempre han insistido que su lucha por restituir a Morsi en la presidencia es pacífica y han condenado el uso de la violencia.
http://internacional.elpais.com/internacional/2013/09/05/actualidad/1378377664_234951.html
 

Sebastian

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Egipto tiembla ante el regreso de los matones ‘baltaguiya’

El surgimiento de “comités populares” amparados por la policía hacen temer la vuelta de una de las instituciones más odiadas de la era Mubarak

Ricard González El Cairo 6 SEP 2013 - 18:10 CET12


Un blindado del Ejército egipcio vigila a un grupo de manifestantes contrarios a los Hermanos Musulmanes en Alejandría. / AFP

El confuso panorama político egipcio se ha trasladado también al campo semántico. No existe hoy una definición clara del término “baltaguiya”, aunque el vocablo está bien presente en las conversaciones de los egipcios. A los baltaguiya es más fácil reconocerlos que definirlos. Rondan los veinte años, suelen moverse en grupos, y utilizan vaqueros gastados. Armados, normalmente con palos y cuchillos, y siempre con cara de pocos amigos, aparecen en momentos de tensión política para aportar su grano de intimidación y violencia.

Durante los últimos días, los baltaguiya han recuperado el protagonismo perdido después de la Revolución del 2011. Desde la aplicación del estado de emergencia y el toque de queda impuesto, sobre todo los primeros días, caminar de noche por las fantasmagóricas calles de la capital se convirtió en una experiencia peligrosa. Según los medios egipcios, se formaron “comités populares” para “ayudar” a la policía a confrontar los “terroristas” que se manifestaban. Grupos de jóvenes deambulaban por las calles arrestando periodistas extranjeros o acosando barbudos, y entregándolos a las autoridades. A menudo, todo ello ha ido acompañado del robo de los objetos de valor y alguna paliza.

“No está claro quién son esta gente. Quizás algunos sí están pagados por la policía, aunque no tenemos pruebas concluyentes. Otros pueden realmente ser vecinos que están preocupados por la seguridad del barrio, y que detestan las protestas de la Hermandad. Pero también hay simples criminales que aprovechan la situación para robar todo lo que pueden”, sostine Bassem Ujab, un activista laico pro-revolucionario. “En estos momentos, hay mucha confusión”, añade.

Ciertamente, antes, durante la era Mubarak, las cosas eran más claras. Entonces, no había duda de quiénes eran los baltaguiya: matones a sueldo del ministerio del Interior que se dedicaban a hacer la faena sucia a la policía. “Esta gente son profesionales, no son simples gamberros. La policía solía incluso adiestrarles con cursillos de formación. Luego, algunos se indenpendizaban de Interior, y montaban su propio negocio”, explica el periodista Mohamed Atef.

En la ola de activismo de 2005, las exiguas manifestaciones del grupo opositor Kifayah solían verse rodeadas por centenares de agentes de policía, pero solo se dispersaban cuando los baltaguiya entraban en acción. A base de palos, disolvían las concentraciones bajo la mirada impasible de los agentes. Su presencia se hacía sentir también los días de las elecciones amañadas que organizaba el antiguo régimen. Los matones aparecían en aquellos distritos considerados feudos de la oposición, sobre todo de la Hermandad, e intimidaban y agredían a los incautos que acudían a la cita con las urnas. Fueron ellos también los protagonistas de la célebre “batalla de los camellos”, en plena revuelta contra Mubarak.

Tras la Revolución, y a causa de la manipulación del lenguaje, el significado de baltaguiya se ha ampliado para incluir una nueva acepción: “adversario político involucrado en algún tipo de acción violenta”. Como baltaguiya definíeron los medios públicos, y también los afines a la Hermandad, a los activistas que batallaron en noviembre del 2011 con las fuerzas de seguridad en la plaza Tahrir al grito de “Que caiga el gobierno militar!”. Sin embargo, el mismo término era utilizado por los propios revolucionarios de Tahrir para referirse a los civiles que, protegidos tras las barricadas de la policía, y codo con codo con los agentes, les lanzaban piedras o les disparban perdigonadas.

En el extraño tiovivo del Egipto posrrevolucionario, pronto pasaron a ser los Hermanos Musulmanes quienes acusaron a sus enemigos de contratar matones. “En mi pueblo, en Zagazig, nuestras manifestaciones son atacadas por los baltaguiya. Ellos son quienes queman nuestras sedes. Es la prueba de que los contrarrevolucionarios, la gente de Mubarak, está detrás de esto”, confesaba Ehab, un joven estudiante islamista, en el campamento de Rabá al Audawiya, pocos días antes de su desalojo.

También en los últimos días, las manifestaciones de la Hermandad en El Cairo han sido regularmente atacadas por civiles y no por la policía. ¿Se trata de simples ciudadanos hostiles a los islamistas, o matones a sueldo del ministerio del Interior? Probablemente, habrá de todo. Sea como fuere, la reaparición con fuerza de los oscuros baltaguiya es un argumento más para los que temen el retorno del Estado policial que caracterízó la dictadura de Mubarak. Además del estado de emergencia, recientemente se ha vuelto a otorgar a las fuerzas de seguridad la capacidad de entrar en las universidades y arrestar a estudiantes.
http://internacional.elpais.com/internacional/2013/09/06/actualidad/1378483802_910549.html
 

Shandor

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Un ciudadano francés, asesinado en una comisaría de El Cairo
  • La misión diplomática francesa ha pedido explicaciones
Durante décadas las comisarías egipcias fueron el cuarto de atrás de un feroz estado policial. La muerte de un ciudadano francés, linchado hasta la muerte por sus compañeros de celda en una comisaría de El Cairo, ha desempolvado el macabro pasado de las fuerzas de seguridad.

El asesinato, con demasiados interrogantes sin respuesta, desvela la creciente xenofobia hacia el extranjero y la ineptitud de un aparato policial ajeno a cualquier reforma desde el ocaso de Hosni Mubarak.

Según la versión divulgada por las fuerzas del orden, el fallecido -un ciudadano francés residente en la capital egipcia- fue detenido la pasada semana en el acomodado barrio de Zamalek, ubicado en una isla próxima al centro de El Cairo y sede de una docena de embajadas extranjeras. Los agentes le arrestaron porque había quebrado el toque de queda -que, salvo los viernes, comienza a las 23.00 hora local y se extiende hasta las 06.00- y portaba un pasaporte con visado caducado.

La policía le trasladó a la céntrica comisaría de Kasr al Aini, donde fue confinado en una celda junto a varios egipcios. En un incidente cuyos detalles aún están por esclarecer, media docena de compañeros de celda le propinaron una brutal paliza. La víctima murió ayer tras sufrir hemorragias Internas y fracturas en el cráneo. Según el relato hecho público, sus verdugos creyeron que la víctima -quien llevaba algunos años residiendo en El Cairo- era un espía.

La paranoia de asociar al extranjero con sórdidos agentes del espionaje, tallada en aquella parte de la sociedad castigada por la pobreza y el analfabetismo, es alimentada desde hace años por un universo catódico rendido ahora al ejército.

"Un francés asesinado en una comisaría de policía. ¿Cuántos presentadores de televisión y sus invitados deberían ser arrestados con el cargo de instigarlo?", se preguntó ayer el periodista egipcio Hani Shukrallah vía Twitter.

La misión diplomática francesa ha pedido explicaciones y un informe detallado del homicidio a las autoridades egipcias.La prensa local apunta a que el altercado se originó cuando los compañeros de celda trataron de abusar sexualmente del fallecido.

Fuentes judiciales señalan que seis egipcios están siendo interrogados, acusados de causar "las lesiones que le condujeron a la muerte".

Su asesinato coincidió ayer con el inicio de la huelga de hambre de Tarek Loubani y John Greyson, dos canadienses que permanecen detenidos sin cargos desde el 16 de agosto en una prisión de El Cairo.

Los protagonistas del ayuno, un médico y un director de televisiónarrestados cuando se dirigían a la franja palestina de Gaza, protestan "contra la arbitrariedad de su detención". Conforme a la legislación egipcia, su arresto puede ser prolongado indefinidamente.

Tras el desalojo de las acampadas islamistas, que el 14 de agosto se saldaron con más de 600 muertos, las autoridades decretaron un estado de Emergencia en nombre de la seguridad del país. La medida, cuyo plazo fue prorrogado dos meses la pasada semana, estuvo en vigor en la tierra de los faraones desde 1981 hasta mayo de 2012.

En la práctica, es una carta blanca para las fuerzas de seguridad, que pueden allanar una vivienda y arrestar a cualquier persona indefinidamente y sin el requisito de comunicarlo a las autoridades judiciales. El estado de Emergencia suspende la mayoría de los derechos personales, civiles y políticos.
elmundo.es
 

Sebastian

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Un tribunal egipcio disuelve los Hermanos Musulmanes

Nuevo golpe al movimiento islámico en la campaña de acoso de las autoridades surgidas del golpe de Estado

Ricard González El Cairo 23 SEP 2013 - 15:29 CET35


Fotografía que muestra a simpatizantes de los Hermanos Musulmanes. / KHALED ELFIQI (EFE)

Las autoridades egipcias dieron el lunes un paso más en su campaña de acoso a los Hermanos Musulmanes, el histórico movimiento islamista que gobernó hasta el pasado 3 de julio. Un tribunal ordenó la disolución de la organización, la confiscación de sus bienes, y la prohibición de realizar cualquier tipo de actividad, según informó el diario oficialista Al Ahram. El fallo representa un duro golpe para un movimiento que tiene la práctica totalidad de su cúpula entre rejas, así como también varios centenares de sus cuadros medios y seguidores.

La demanda contra la Hermandad fue interpuesta por el partido Tagamu, de orientación comunista. En su intervención ante la corte, su abogado, Mohamed Abdalá, argumentó que la organización había participado en “actividades terroristas”, y había incitado a la violencia contra las instituciones estatales, incluida la policía. De acuerdo con los demandantes, la cofradía posee una brazo secreto armado, lo que contraviene la ley del 2002 sobre las organizaciones no gubernamentales.

Durante décadas, los Hermanos Musulmanes llevaron a cabo sus actividades en la clandestinidad, y no fue hasta el pasado mes de marzo que se registraron como una ONG en el Ministerio de la Solidaridad. Precisamente, aquella decisión ya estuvo motivada por el acoso judicial que padecían a causa de varios pleitos presentados por sus adversarios.

Tras la Revolución que depuso a Hosni Mubarak en 2011, la organización patrocinó también la creación de una fuerza política, el Partido de la Libertad y la Justicia (PLJ), que resultó vencendor en las elecciones tanto parlamentarios como presidenciales. Sin embargo, sobre el papel, no existe ningún vínculo orgánico entre el partido y la cofradía. Por lo tanto, al menos de momento, el partido podrá seguir funcionando. Ahora bien, el PLJ se encuentra muy debilitado, ya que tras el golpe de Estado contra el ex rais Morsi, casi todos sus líderes se encuentran arrestados o huidos.

Una vez emitido el fallo, habrá que ver hasta dónde llega el celo de las autoridades en su aplicación. Durante las últimas semanas, habían aflorado disensiones dentro del ejecutivo respecto a la conveniencia de ilegalizar la cofradía. El propio primer ministro, Hazem Beblawi, había apostado por esta medida inicialmente, pero luego se echó atrás, alimentando los rumores sobre unas hipotéticas negociaciones secretas entre el Ejército y la Hermandad.

Por otro lado, tampoco está clara cuál será la efectividad real de la decisión, pues los Hermanos Musulmanes han pasado la mayor parte de su historia en la clandestinidad, y conocen perfectamente los entresijos legales para poder continuar operando en las sombras a través de numerosas organizaciones caritativas y escuelas afiliadas indirectamente al movimiento.

Después del derrocamiento de Morsi, la Hermandad y varios partidos islamistas lanzaron una campaña de protestas con el objetivo de restituir en el poder al expresidente. Sin embargo, a causa de la imposición del toque de queda a mediados de agosto, y del endurecimiento de la represión, sus manifestaciones han ido perdiendo fuerza paulatinamente.

La confusión que reina en el movimiento islamista quedó patente la semana pasada, cuando uno de sus dirigentes en libertad publicó un artículo en la página web del PLJ en el que pedía perdón al pueblo egipcio por los errores cometidos durante el gobierno de Morsi. Tan sólo unas horas después, un comunicado de la organización reiteró que mantenía posición oficial, y calificó el texto de “opinión exclusivamente personal”.
http://internacional.elpais.com/internacional/2013/09/23/actualidad/1379939296_904002.html
 

Sebastian

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Nuevos enfrentamientos en Egipto dejan decenas de muertos

Redacción
BBC Mundo


Los hechos tuvieron lugar en el 40o aniversario de la Guerra de Octubre.

Al menos 34 personas han muerto en enfrentamientos en Egipto entre simpatizantes del derrocado presidente Mohamed Morsi y las fuerzas de seguridad.

En la capital, El Cairo, donde la mayoría de las muertes tuvieron lugar, soldados y policías utilizaron gases lacrimógenos y dispararon al aire para alejar a los manifestantes de la Plaza Tahrir donde tuvo lugar la celebración del 40° aniversario de la Guerra de Octubre de 1973 contra Israel.

Los simpatizantes de Morsi habían dicho que utilizarían el aniversario para salir en masa a las calles para denunciar lo que consideran fue un golpe militar.

También ha habido protestas y enfrentamientos en otras partes del país.

Se informó que más de 200 miembros del movimiento de los Hermanos Musulmanes, que fue prohibido recientemente, fueron arrestados en la capital.

Los simpatizantes de Morsi marcharon en varias ciudades, protestando por lo que dicen fue un golpe militar, mientras el gobierno apoyado por los militares festejaba el aniversario de la guerra.

Momento crítico
El corresponsal de la BBC en El Cairo, Quentin Sommerville, informó que en el lujoso distrito de Dokki, varios manifestantes fueron alcanzados por proyectiles, algunos de perdigones.


28 personas murieron en los enfrentamientos.

Los manifestantes respondieron lanzando piedras a la policía y soldados, agrega el corresponsal.

Las batallas en las calles se extendieron durante horas y en varias partes de la capital podia verse humo negro en el aire.

Cientos de personas se habían reunido en la Plaza Tahrir para conmemorar el aniversario millitar. Aviones y helicópteros de combate realizaron vuelos conmemorativos como parte de un gran despliegue de equipo militar organizado por el gobierno.

El ministerio del Interior había advertido anteriormente que "enfrentaría cualquier intento de alterar las celebraciones del 6 de cotubre".

En un discurso en la televisión, el primer ministro Hazem Beblawi, describió el día como "un momento crítico" para el país e instó a los egipcios a "mantenerse unidos y ser optimistas sobre el futuro".

Cientos de manifestantes islámicos han muerto en la violencia que comenzó cuando los militares depusieron al señor Morsi en julio, 13 meses después de que fuera electo presidente en elecciones generales.

Desde entonces sus simpatizantes continúan tomando las calles en protesta, aunque tal como informan los corresponsales, en números menores que antes.
http://www.bbc.co.uk/mundo/ultimas_...6_ultnot_egipto_protestas_violencia_men.shtml
 

Sebastian

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Una ola de ataques contra instalaciones del Gobierno dispara la tensión en Egipto

Al menos siete miembros de las fuerzas de seguridad han muerto en varios puntos del país
Varios heridos en otro ataque contra unas antenas de televisión en El Cairo

Ricard González El Cairo 7 OCT 2013 - 12:19 CET73


El presidente interino, Adli Mansur, habla en televisión por el Día de las Fuerzas Armadas. / EFE

La violencia parece no tener freno desde el derrocamiento del ex presidente Mohamed Morsi el pasado 3 de julio. El día después de que fallecieran más de 50 personas en disturbios callejeros, la mayoría de ellas en El Cairo, al menos nueve personas han muerto en dos atentados, uno cerca de la ciudad de Ismailiya, y el otro en la península del Sinaí. Una tercera acción, contra unas antenas de la televisión pública en El Cairo, no ha producido víctimas. Hasta el momento, se desconoce la autoría de los atentados, que sucedieron por la mañana.

Según informa el diario gubernamental Al Ahram, un grupo de encapuchados asaltó un puesto de control del ejército cerca de la ciudad de Ismailiya, situada en el borde del Canal de Suez. Los asaltantes abrieron fuego desde su vehículo contra los soldados, provocando la muerte de al menos cinco de ellos. Este tipo de ataques ha sido habitual durante los últimos tres meses en la península del Sinaí, pero empiezan a extenderse a otros puntos de la geografía egipcia. El pasado viernes, otros dos soldados murieron en un asalto parecido en la carretera que une El Cairo e Ismailiya.

El otro atentado tuvo lugar en una comisaria situada en el norte de la península del Sinaí, cerca de la frontera con Gaza. Tres personas fallecieron y 48 resultaron heridas como producto de una fuerte explosión, probablemente un coche bomba. De momento, los detalles de este suceso son aún confusos. El Sinaí es un territorio desértico donde varios grupos yihadistas tienen una fuerte implantación, y desde el golpe de Estado se ha registrado un continuo goteo de atentados. Sin embargo, estos normalmente tienen lugar en el norte de la península, cerca de la frontera con Gaza. Con la finalidad de ponerles fin, el Ejército lanzó el mes pasado su mayor ofensiva en la zona de los últimos años.

Un tercer atentado tuvo lugar en el barrio cairota de Maadi, donde una sede de la compañía de pública de telecomunicaciones recibió el impacto de dos cohetes. El ataque no produjo ninguna víctima, y causó solo daños menores a una de las antenas gigantes del complejo. La mayoría de canales de televisión privados en Egipto retransmite vía satélite, y esta podría ser la razón detrás de esta acción.

Así las cosas, la violencia política en Egipto no tiene visos de amainar. Tras la masacre en las calles de El Cairo del domingo, ambos bandos volvieron a enrocarse en sus posturas. La coalición anti-golpe, liderada por los Hermanos Musulmanes y que reúne a varios partidos islamistas, hizo una llamada a sus seguidores a continuar las movilizaciones, y fijó para el próximo martes la organización de nuevas protestas. Además, anunció que, al iguela que el domingo, el viernes volverá a intentar tomar la plaza Tahrir.

“La coalición atribuye la responsabilidad a los autoridades golpistas y al gobierno nombrado por el Ejército de toda la sangre de los egipcios derramada ahora, y por cada uno de los egipcios asesinados hoy”, reza el comunicado.

Por su parte, en la celebración oficial del 40 aniversario de la “victoria” de Egipto en la guerra de 1973 contra Israel, el ministro de Defensa y verdadero hombre fuerte del nuevo régimen, Abdelfatah al Sisi, reiteró que el Ejército está comprometido a defender el país del “terrorismo”. “Algunos quieren la quiebra del Ejército, pero éste es tan fuerte como una pirámide, y los es gracias al apoyo del pueblo egipcio”, dijo en su discurso. Por su parte, el primer ministro, Hazem Beblawi, llamó a sus conciudadanos a “unirse, y ser optimistas respecto al futuro”.
http://internacional.elpais.com/internacional/2013/10/07/actualidad/1381141153_200511.html
 

Sebastian

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EE UU baraja reducir la ayuda militar a Egipto

Fuentes gubernamentales señalan que se cortará la mayor parte de los capítulos, menos los relacionados con lucha al terrorismo y control de fronteras
La decisión será anunciada en "los próximos días"

Eva Saiz Washington 9 OCT 2013 - 14:52 CET7


Barack Obama, durante una conferencia de prensa, el martes 8 de octubre. / SHAWN THEW (EFE)

La espiral de violencia en la que se ha sumido Egipto tras el golpe militar que derrocó al Gobierno presidido por Mohamed Morsi el pasado 3 de julio, y que este fin de semana se ha recrudecido, cobrándose más de medio centenar de víctimas mortales, ha determinado a la Administración estadounidense a sopesar una reducción sustancial de la ayuda militar que cada año envía al país africano, según varios medios de comunicación estadounidenses que citan a fuentes gubernamentales. La Casa Blanca, sin embargo, emitió un comunicado a última hora del martes en el que su portavoz de Seguridad Nacional advertía de que no se iba a cortar la totalidad de la ayuda militar e insistía en que la presidencia anunciaría el futuro de la relación económica y militar en los próximos días.

“La información de que hemos suspendido toda nuestra ayuda militar a Egipto es falsa”, comenzaba el comunicado de Caitlin Hayden. “El presidente dejó claro en la Asamblea General de Naciones Unidas que la asistencia a ese país continuaría”. Egipto es uno de los principales receptores de fondos estadounidenses. El presupuesto de este año prevé el envío de 1.500 millones de dólares, de los que un 86% se destina a fines militares (1.300 millones de dólares) y el resto, 250 millones, a asistencia económica, de acuerdo con el informe de 2013 elaborado por el Servicio de Investigación del Congreso (CRS). Según la información adelantada el martes por la CNN, el recrudecimiento de la violencia ejercida por el Gobierno interino contra los manifestantes islamistas habría convencido a EE UU de la necesidad de poner fin a la provisión de fondos bélicos.

La destitución del poder de Morsi, impulsada por el Ejército egipcio, y la brutalidad que sus integrantes ejercieron después, puso a la Administración estadounidense en la encrucijada. El Gobierno presidido por Barack Obama se negó a calificar la salida del poder del líder de los Hermanos Musulmanes como un golpe de Estado para poder, así, salvaguardar en envío de ayuda militar a uno de sus principales aliados en Oriente Próximo -la descripción de un cambio de poder en un país como golpe de Estado invalida el envío de cualquier asistencia económica o militar por parte de EE UU, según su legislación-. Egipto, además, es un puntal para garantizar la observancia de los tratados de paz firmados con Israel en 1979. “Eliminar esa ayuda no entra dentro de los intereses de EE UU”, aseguró en agosto el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney.

La reducción de la ayuda militar, sin embargo, no perjudicará a la colaboración entre ambos países en materia antiterrorista en las fronteras egipcias, en especial en la península del Sinaí. Esta cooperación es esencial para los intereses de EE UU, máxime en un momento en el que la inestabilidad en otros países vecinos como Libia o Siria está favoreciendo el asentamiento de grupos extremistas. Las operaciones contra el terrorismo islámico se sufragan con la dotación de ayuda económica y no con la militar, y esa no está previsto que se altere, de acuerdo con las informaciones de los medios estadounidenses.

De la partida total de los presupuestos de 2012 destinada a la financiación militar extranjera, casi un tercio fue a parar a Egipto (el 60% recayó en Israel). El CRS estima que con esa cantidad se sufraga el 80% de las armas que compra el Ministerio de Defensa egipcio. La colaboración de Egipto también es importante para EE UU a efectos logísticos, ya que El Cairo franquea el paso de buques de la Armada estadounidense a través del canal de Suez. Con una ayuda de 71.600 millones obtenida entre 1946 y 2011, Egipto se ha convertido en el segundo mayor receptor de fondos bilaterales de EE UU, tras Israel, según el CRS.

La represión ejercida por el Gobierno interino con los manifestantes islamistas este fin de semana habría acelerado el cambio de opinión de la Administración estadounidense, que ya estaba sopesando una revisión de la ayuda desde finales del verano. El martes por la mañana, sin embargo, el Departamento de Estado no parecía haber tomado una decisión definitiva al respecto, “Estamos realmente preocupados por el tipo de violencia que se ha perpetrado en Egipto en los últimos días”, señaló su portavoz, Marie Harf en la rueda de prensa diaria. “Pero he de enfatizar que todavía no se ha adoptado ninguna decisión al respecto. Egipto recibe muchos tipos de ayuda, y lo que estamos haciendo ahora es estudiar cada una de ellas y determinar cuál es la mejor decisión que podemos adoptar para apoyar al pueblo egipcio y ayudarle a que retome el proceso democrático”.

El presidente Obama se vio obligado a interrumpir sus cortas vacaciones de verano para abordar la escalada de violencia en Egipto tras el derrocamiento de Morsi. Entonces, el mandatario procuró mantener la cautela que su Administración había demostrado respecto de la salida del poder del dirigente egipcio y distanciarse de la opresión ejercida por el Gobierno interino contra los simpatizantes islamistas. “EE UU no puede decidir el futuro de Egipto. Sé que es tentador culpar a EE UU por lo que está pasando allí pero eso no va a arreglar la situación”, defendió Obama.

En esa comparecencia el presidente estadounidense anunció la suspensión de las maniobras militares conjuntas anuales entre ambos países, que se han sucedido sin solución de continuidad desde 1980, salvo en 2011, cuando fueron suspendidas por el estallido de la Primavera Árabe, que se saldó con el derrocamiento de Hosni Mubarak. EE UU, sin embargo, pugnó durante todo este tiempo por garantizar el envío de ayuda militar, en la confianza de que esa asistencia garantizaba el mantenimiento de la mermada influencia de Washington en un país vital para sus intereses en la región. la decisión de cancelar las maniobras conjuntas se sumaba a la adoptada días antes por el Departamento de Defensa de paralizar el envío de varios F-16. Muchos senadores, con el republicano John McCain a la cabeza, cuestionaron el mantenimiento de esa ayuda, dado el cariz antidemocrático que rodeó al cambio de Gobierno en El Cairo.
http://internacional.elpais.com/internacional/2013/10/09/actualidad/1381307105_411818.html
 

Barbanegra

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Egipto considera un 'error' la decisión de EEUU de congelar parte de su ayuda
El Gobierno de Egipto considera "equivocado" que Estados Unidos congele parte de la ayuda militar y económica al país árabe, indicó hoy el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Badr Abdelati.

En un comunicado, Abdelati rechazó "el uso de las ayudas militares estadounidenses para presionar a Egipto" y dijo que su país "adoptará decisiones de manera independiente sin influencias extranjeras y trabajará para garantizar sus necesidades vitales de manera continua".

Además, señaló que la actitud estadounidense "plantea interrogantes serios sobre la disposición de Washington de respaldar de forma estratégica y estable el programa de seguridad egipcio, sobre todo en medio de los desafíos contra el terrorismo".

El portavoz mostró el interés de Egipto por mantener los "buenos lazos" con Estados Unidos y el compromiso de cumplir la hoja de ruta para el proceso de transición, que prevé la reforma constitucional y nuevas elecciones legislativas y presidenciales tras la destitución del presidente Mohamed Mursi por parte del Ejército el pasado 3 de julio.

Washington anunció ayer que ha decidido congelar parte de la ayuda militar y económica a Egipto, después de revisar la asistencia estadounidense, en lo que supone un giro drástico en la política hacia ese país aliado en Oriente Medio.

A la espera de un progreso creíble
De esta forma, EEUU suspenderá la entrega de "ciertos sistemas militares a gran escala y asistencia económica al Gobierno, a la espera de un progreso creíble" hacia elecciones "libres y justas", según un comunicado de la portavoz del Departamento de Estado, Jen Psaki.

Aunque Psaki no precisó el monto de la ayuda recortada, la cifra podría ascender a cientos de millones de dólares, principalmente en ayuda militar, dentro de un volumen global de 1.500 millones de dólares.

Fuentes allegadas a la Administración del presidente de EEUU, Barack Obama, indicaron a la prensa que el Gobierno prevé suspender una transferencia de 260 millones de dólares al contado y otros 300 millones de dólares en garantías de préstamo.

También suspenderá la entrega de helicópteros Apache y cazas F-16, además de misiles antinavíos Harpoon y repuestos de tanques, precisaron.

Estados Unidos "continuará revisando periódicamente las decisiones respecto a nuestra asistencia, y trabajando con el gobierno interino" para cumplir con las metas compartidas "en un ambiente libre de violencia e intimidación", agregó Psaki.

Desde el derrocamiento de Mursi, más de un millar de personas ha muerto en los disturbios en Egipto y los Hermanos Musulmanes, grupo al que pertenecía el presidente depuesto, han sido debilitados con el arresto de sus líderes, acusados de incitar a la violencia.

Ayer, las autoridades anunciaron que Mursi será juzgado a partir del próximo 4 de noviembre junto a varios dirigentes de la cofradía, que volvió a sufrir un nuevo revés al ordenar el gobierno su disolución como organización no gubernamental.

REUTERS
 

Sebastian

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El Sinaí, la "guerra contra el terror" egipcia que no distingue civiles de militantes

Louisa Loveluck
Sinaí
Lunes, 14 de octubre de 2013

El Sinaí se ha escurrido del control estatal desde la caída de Mubarak.

Vidrios crujen debajo de mis pies cuando entro de puntillas a una casa abandonada.

Este fue una vez el hogar de un comerciante beduino, pero ha permanecido vacío desde que fue blanco de un tanque.

Mi viaje a El Mehdiya, una pequeña villa en el norte del Sinaí, no fue fácil.

El gobierno de Egipto dice que está luchando una guerra contra el terror y ha declarado a la península una zona militar. Los periodistas son desalentados a viajar por este territorio.

Desde el colapso del aparato de seguridad de Hosni Mubarak, el Sinaí se escurrido del control del gobierno central y su desértico terreno ahora ofrece suelo fértil para grupos yihadistas que se han establecido aquí.

La insurgencia ha ganado terreno desde que los militares depusieron al presidente islámico Mohamed Morsi tres meses atrás.

En la actualidad, la policía y los soldados desplegados en el Sinaí sufren casi un ataque por día. Los yihadistas dicen que incluso han atacado en la capital, El Cairo.

Ahora, el Estado egipcio contraataca.

Pero en la tela de retazos que forman las poblaciones del norte del Sinaí, los habitantes dicen que no se hace distinción entre los militantes y los civiles.

Operativos

Durante el día, muchos abandonan sus casas por temor a un ataque.

En los vecinos El Mehdiya y El Muqataa, las casas están hechas añicos. La población local está enojada y confundida.

"Vi a un helicóptero sobrevolando mi casa. Un segundo después, vi el edificio derrumbarse. Mi hija de 9 años estaba adentro", cuenta Ibrahim, un granjero.

"Ellos lo llaman guerra contra el terror, pero ¿son mis hijos terroristas?", añade.

Durante las horas del día, la mayoría de los habitantes dejan sus casas por temor a un ataque por tierra o por aire.

La operación de hoy tuvo como blanco barriles que contenían combustible. Su destino era que fueran contrabandeados a través de túneles subterráneos a Gaza.

Estos túneles son un gran negocio tras décadas de abandono por parte del poder central.

Sin acceso a un empleo formal, muchos habitantes del Sinaí fueron atraidos por prácticas ilícitas.

Rodeados por ambos lados

Los habitantes del Sinaí se sienten castigados por vivir cerca de militantes.

Said es el hermano de un prominente jeque cuya casa también ha sido destruida.

"Somos castigados por vivir cerca de ellos", dice con enojo, refiriéndose a los militantes que han llegado al Sinaí.

"Cuando escuché por primera vez que soldados habían sido atacados, sentí pena, pero ya no. Los soldados no distinguen entre el culpable y el inocente, tiran contra todo".

La gente dice que en las casas de los alrededores viven yihadistas de Ansar Bayt al-Maqdis, un grupo que se adjudicó el intento de asesinato del ministro del Interior egipcio el mes pasado.

Pero en el lugar me encuentro con un anciano sentado en un viejo colchón sobre la arena que solía vivir en el vecindario. Su casa fue blanco de un ataque contra las propiedades que presuntamente pertenecen a los militantes.

"Mi mujer y mis hijas estaban en la casa cuando el ejército llegó. Les ordenaron que salieran, colocaron explosivos en las cuatro esquinas de la construcción y la volaron. No quedó nada".

Mientras habla, el anciano se aferra nerviosamente a su casaca arruinada. Todo lo que poseía fue destruido en la voladura. La ropa que viste es la única que le queda.

Le pregunto por qué los militares destruyeron su casa. "Querría poder entenderlo", suspira.

"Mi hijo ha sido arrestado. Quizás pensaron que era militante, pero él trabaja conmigo todos los días. Somos gente inocente, pero parece que nos quieren convertir en terroristas".

Los grupos yihadistas están capitalizando esta sensación de aislamiento e injusticia, haciendo llamados a la población local para unirse en contra del Estado.

Un comunicado aparecido en internet firmado por uno de estos grupos amenazaba a cualquiera que quisiera ayudar a los soldados: "Los agentes de la traición solo recibirán la espada".

Pero aunque el apoyo al ejército es muy bajo en El Mehdiya, algunos todavía parecen dispuestos a perdonar sus excesos.

Daños colaterales

Los grupos yihadistas están capitalizando esta sensación de aislamiento e injusticia.

Luego de que cae la noche encuentro en su casa al jeque Abdel Hadi, un líder local, quien dice que los daños colaterales en una campaña militar son entendibles.

"Ellos no conocen el territorio y, por supuesto, cometen errores", me dice y agrega: "Los hijos del Sinaí no trabajan en contra del ejército, de hecho, yo les he dado mi hijo para que cumpla servicio activo. Quiero que se una a la lucha contra el terrorismo".

Los militares egipcios dicen que están tratando de restaurar el orden en un país absolutamente polarizado.

Pero mientras manejo entre casas chamuscadas en El Mehdiya, me pregunto cuánto más podrán soportar sus habitantes.

Y si la campaña militar no está en realidad empujando a la población local directa a los brazos de los militantes.
http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2013/10/131013_sinai_guerra_terror_victimas_mz.shtml
 

Sebastian

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Amnistía pide a Egipto frenar la represión contra los refugiados sirios

Las autoridades han detenido a un millar de exiliados, menores incluidos, en las últimas semanas

La opinión pública les acusa de apoyar a los islamistas y de provocar enfrentamientos

Ismael Monzón El Cairo 16 OCT 2013 - 22:35 CET8


Varios refugiados intentan cruzar de Siria a Irak. / PINKY (AFP)

El pasado viernes, mientras otro naufragio de un bote cargado de inmigrantes que intentaban arribar a la costa de Lampedusa dejaba de nuevo decenas de cadáveres, 12 personas fallecieron ahogadas poco después de abandonar la costa de Alejandría. La nave transportaba 150 refugiados, entre sirios y palestinos, que intentaban salir de Egipto con destino a Europa.

En las últimas semanas las autoridades egipcias han interceptado 13 barcazas ilegales, repletas de exiliados sirios que buscan por todos los medios abandonar el país. Pagan aproximadamente unos 3.500 dólares por persona para enrolarse en un viaje de incierto final. Es la última salida a la campaña de represión que sufren por parte de las autoridades egipcias después de haber dejado atrás un país en guerra.

Según los datos de Naciones Unidas, citados por Amnistía Internacional (AI), 946 refugiados sirios han sido detenidos en Egipto en las últimas semanas, de los que 724 —entre ellos menores de edad— se encuentran todavía bajo arresto. En un informe que se publica este jueves, titulado No podemos vivir más aquí: Refugiados de Siria en Egipto, AI pide a El Cairo que termine con esta “abominable política de detenciones ilegales y con el retorno forzado de cientos de ellos”.

“Las autoridades egipcias tienen la obligación de proteger a cualquiera que haya abandonado el conflicto en Siria para encontrar un lugar seguro como refugiado. En estos momentos, Egipto está infringiendo radicalmente sus obligaciones internacionales para proteger incluso a los refugiados más vulnerables”, señala Sherif Elsayed Ali, máximo responsable para asuntos de inmigración de la ONG, con sede en Londres.

Según AI muchos de los detenidos permanecen bajo custodia policial incluso después de que la fiscalía haya ordenado su liberación. Denuncian que ni tan siquiera las organizaciones humanitarias tienen acceso a los refugiados y que las únicas alternativas son aceptar la deportación o permanecer detenidos de forma ilegal indefinidamente. Como resultado, decenas de familias han vuelto a separarse por la fuerza.

Las cifras de la Agencia para los Refugiados de Naciones Unidas (Acnur) establecen que en estos momentos hay unos 125.000 sirios registrados en Egipto, aunque cálculos no oficiales del Ministerio de Exteriores egipcio elevan la cifra hasta cerca de 300.000.

Durante el año que duró la presidencia de Mohamed Morsi, los islamistas promovieron una política de puertas abiertas para los sirios que decidían abandonar su país forzados por las circunstancias. Pero tras el derrocamiento del presidente elegido en las urnas por parte de los militares, el Gobierno endureció las condiciones de entrada cortando de raíz el flujo migratorio.

Las nuevas autoridades dictaron que los sirios que llegaran a las tierras del Nilo debían presentar un visado que antes no se requería y una autorización especial emitida por el régimen de Bachar el Asad. La campaña contra los sirios se había extendido ya a las calles, donde eran acusados de apoyar a los islamistas e incluso de provocar enfrentamientos con las fuerzas de seguridad en las últimas manifestaciones previas al golpe.

Amnistía Internacional no es la única ONG que condena los malos tratos a los que se ven sometidos estos ciudadanos, sino que otras asociaciones locales como la Red Árabe para la Información de los Derechos Humanos también alertan de la situación. El ministro de Exteriores, Nabil Fahmi, negaba en un reciente entrevista con los medios de habla hispana en El Cairo que el problema se hubiera acentuado bajo los auspicios del actual Gobierno interino. “Nosotros no estamos obligando a nadie a salir del país”, justificaba el canciller egipcio.
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Sebastian

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Tres muertos en un ataque contra cristianos en una iglesia de El Cairo

El atentado se produjo cuando un grupo de coptos celebraba una boda

Una niña de ocho años, entre las víctimas

Ricard González El Cairo 21 OCT 2013 - 16:11 CET


Las ambulancias se abren paso junto a la iglesia cairota. / ALAA ELKAMHAWY (EFE)

La violencia sectaria se extendió el domingo por la noche al corazón de El Cairo. Cuatro personas murieron y cerca de una veintena resultaron heridas en un ataque contra un grupo de cristianos que celebraba una boda frente a una iglesia en el barrio de Waraq, al norte de la capital. Entre las víctimas mortales hay dos niñas, Miriam Ashraf, de solo ocho años, y Miriam Nabil de 12. De momento, se desconoce la autoría del atentado, pues los criminales pudieron huir del lugar de los hechos.

“Después de oficiar el matrimonio, los familiares y amigos de los novios estaban celebrándolo delante de la iglesia. De repente, un par de encapuchados abrieron fuego contra la multitud desde una motocicleta, y luego escaparon”, explicó Bishoy Lofty, el cura de la iglesia de Waraq, en declaraciones a la cadena de televisión egipcia CBC. “En este barrio no ha habido nunca tensiones sectarias. Ni tan siquiera en la época de Mubarak. Las relaciones entre cristianos y musulmanes son buenas”, añadió el religioso.

Además de las dos niñas, fallecieron un hombre y una mujer, que era la madre del novio. El atentado suscitó declaraciones de condena por parte de la mayoría de fuerzas políticas, incluidas las de ideología islamista. “Este es un ataque contra la religión así como la moral”, dijo a través de un comunicado público Ahmed Tayyeb, el gran jeque de Al Azhar, la más prestigiosa institución del Islam sunnita. Algunos grupos cristianos han criticado al ministerio del Interior por su incacacidad de proteger a la comunidad.

Durante las últimas semanas se han producido diversos ataques contra iglesias y propiedades de egipcios cristianos coptos, que representan cerca de un 10% de la población egipcia. La mayoría de estos actos violentos de naturaleza sectaria tuvieron lugar a mediados de agosto, inmediatamente después del desalojo de los campamentos de protesta islamistas de Rabá al-Audawiya, en el que murieron decenas de simpatizantes islamistas.

La organización de Derechos Humanos Amnistía Internacional publicó recientemente un informe en el que denunciaba que los cristianos se han convertido en los chivos expiatorios por la represión de las sentadas a favor de Morsi. En concreto, Amnistía asegura que 43 iglesias fueron asaltadas, así como 200 propiedades de cristianos.

El texto denuncia la pasividad de las fuerzas de seguridad frente a estos ataques. “No impidieron los ataques de la muchedumbre enfurecida que incendió y en ocasiones arrasó iglesias, escuelas y centros de beneficencia cristianos”, apunta el texto. La mayoría de los ataques tuvieron lugar en el sur del país, sobre todo en la provincia de Minia, donde existe una importante minoría cristiana.

Por otro lado, la tarde del domingo se registraron disturbios en los aledaños de la Universidad de Al Azhar, uno de los centros teológicos más prestigiosos del Islam sunnita. Las fuerzas de seguridad dispersaron por la fuerza una concentración de estudiantes de Al Azhar partidarios del presidente islamista Mohamed Morsi, depuesto el pasado 3 de julio en un golpe de Estado. Desde entonces, la nación árabe ha caído en una espiral de violencia que no parece tener final.
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Sebastian

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El incierto retorno a la clandestinidad de los Hermanos Musulmanes

La cofradía islamista se adapta de nuevo a la ilegalidad como en época de Mubarak

Esta vez el Gobierno amenaza a las organizaciones sociales en las que se apoya

R. G. El Cairo 21 OCT 2013 - 20:14 CET2


Manifestación de partidarios de Morsi, el 18 de octubre. / KHALED ELFIQI (EFE)

Inaugurada tras la Revolución egipcia, la que fuera flamante sede de los Hermanos Musulmanes en el distinguido barrio de la Moqattam es hoy un edificio abandonado, con las ventanas rotas y la fachada ennegrecida por el fuego. Sin embargo, sigue aún en pie, toda una metáfora del estado de la histórica organización islamista. Descabezada y diezmada, la Hermandad aún fue capaz de una demostración de fuerza el pasado viernes, sacando a la calle a decenas de miles de personas en El Cairo.

“Hemos vuelto a la clandestinidad, como en la era Mubarak. Estamos acostumbrados a funcionar así. No nos amedrenta”, dice Hassan al-Banna, un joven y comprometido miembro de la cofradía. Quizás ese era su destino desde que su padre lo bautizó con el mismo nombre que el fundador de la Hermandad como homenaje. Ilegalizada por Násser en 1954, la organización no salió de la sombras hasta el pasado mes de marzo, cuando se registró oficialmente como ONG. Por el camino, su brazo político ganó las elecciones legislativas de 2011 y las presidenciales de 2012, las primeras elecciones libres en Egipto.

“Nos arrestan arbitrariamente, nos golpean, nos disparan. Ya no sé qué más pueden hacernos”, añade​

Sin embargo, su nuevo estatus fue de muy corta duración. El pasado 23 de septiembre, un desconocido tribunal ordenó su disolución y la confiscación de sus bienes. Ahora bien, el Gobierno solo ha empezado a aplicarla recientemente, al ser ya considerada una sentencia firme. Además de retirar su nombre del registro de ONGs, ha creado un comité encargado de investigar sus activos, y gestionarlos una vez confiscados.

“Tras la sentencia, no ha cambiado nada. Fue a raíz del golpe que nuestras sedes fueron destruidas o las cerramos por miedo a que nos arresten. Las reuniones ahora se hacen en casas privadas”, explica Hassan, que se pasó 40 días en el campamento de Rabá al-Audawiya, y que aún conserva en su cabeza un bulto por una perdigonada recibida el día de su desalojo. “Nos arrestan arbitrariamente, nos golpean, nos disparan. Ya no sé qué más pueden hacernos”, añade.

No obstante, la Hermandad podría recibir un golpe inédito y durísimo si el Gobierno aplica el fallo judicial a la tupida red de organizaciones vinculadas indirectamente a la Hermandad, como hospitales, escuelas, y asociaciones caritativas. Son estas actividades sociales, realizadas durante décadas, las que le granjeraon su popularidad entre las clases más humildes, desamparadas por el Estado. Mubarak arrestaba de forma periódica a los líderes de la cofradía, pero nunca tocó unas organizaciones que descargaban al Gobierno de unos servicios que no asumía. Las anteriores olas de detenciones se solían limitar a unas pocas decenas de líderes, pero en la actual la cifra de arrestados podría superar los 6.000.

La Hermandad recibiría un golpe durísimo si el Gobierno aplica el fallo judicial a organizaciones como hospitales, escuelas, y asociaciones caritativas

En sus declaraciones públicas, varios ministros se han mostrado dispuestos a meter mano a estas organizaciones. No obstante, numerosos juristas han advertido de los enormes obstáculos legales que afrontaría tal empresa. “Los miembros de la Hermandad [que poseen estas instituciones] tienen una personalidad jurídica diferente de la organización, y no se pueden confiscar sus activos sin una orden judicial concreta, se violaría la Constitución”, declaró el juez retirado Adel Faragaly al periódico al Shorouk.

Además, no existe un registro con los nombres de todos los miembros de la Hermandad. Por eso, no siempre es fácil identificar qué instituciones están asociadas a ella. La escuela Dar al-Hanan, en el barrio cairota de Faysal, es un buen ejemplo. “Muchos de alumnos no saben que pertenece a la cofradía. Yo me enteré cuando ya había inscrito mi hijo porque me lo dijo a una amiga de la Hermandad que estudió allí”, comenta Bássem Ejra. Cristiano y hostil al islamismo, escogió Dar al-Hanan por su calidad y cercanía de casa. “No creo que la cierren. Proporcionar educación es algo positivo. No tendría sentido”, añade.

Las oficinas del partido, como su periódico, fueron selladas hace tiempo. “Estamos como en la España de Franco”, dice un portavoz​

Otra organización bajo la amenaza de la prohibición el Partido de la Libertad y la Justicia (PLJ), el brazo político de la cofradía, fundado en 2011. “El partido y la Hermandad somos dos cosas distintas. No tenemos miedo que nos ilegalicen porque somos el partido más votado”, asegura un portavoz. Sus oficinas, como su periódico, fueron selladas hace tiempo. “No hubo una orden judicial de clausura. No vivimos en un Estado de Derecho. Estamos como en la España de Franco”, asevera.

Los representantes del PLJ son reacios a revelar demasiadas informaciones sobre su funcionamiento interno actual, más allá de que sus cuadros medios evitan dormir en sus casas para evitar arrestos. Pero es indudable que el encarcelamiento de la cúpula ha perturbado seriamente el funcionamiento de una organización muy jerárquica. Como prueba de ello, el hecho de que dos líderes moderados publicado en su página web sendos artículos en los que pedían disculpas a la sociedad por los errores cometidos durante la presidencia Morsi, y apuntaban hacia una actitud más flexible. Unas horas después, un comunicado atribuía los textos a “opiniones personales”.

“Ahora, todas nuestras energías están puestas en la organización de manifestaciones, cuyo lugar de inicio sólo sabemos unas horas antes por cuestiones de seguridad”, afirma al-Banna. Ya hace años que la actividad política fue desplazando la prédica religiosa como prioridad de la organización, a diferencia de lo que sucedía en sus primeros años de existencia. Algunos expertos consideran que, a causa de la actual ola represiva, la Hermandad podría acabar optando por recluirse en sus actividades religiosas. Su futuro es más incierto que nunca.
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Sebastian

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El Gobierno interino egipcio recorta libertades conquistadas en Tahrir

Un nuevo proyecto de ley limita al máximo el derecho de manifestación

Ricard González El Cairo 21 OCT 2013 - 19:50 CET20
La estructura de la coalición de partidos políticos, movimientos sociales e instituciones públicas que se forjó contra el presidente islamista Mohamed Morsi, que fue derrocado por un golpe de Estado militar en julio, empieza a exhibir grietas gruesas. La reciente aprobación de una propuesta de ley muy restrictiva con el derecho a manifestarse ha hecho aflorar las tensiones en una alianza muy heterogénea, pues reúne tanto a movimientos liberales como a figuras y estamentos vinculados al antiguo régimen de Mubarak que apuestan por diseñar un nuevo sistema político de marcado carácter autoritario.

La proposición, presentada por el ministerio del Interior, ha suscitado fundados temores sobre un retroceso en las libertades conseguidas tras la revolución del 2011. El proyecto de ley introduce estrictos límites al derecho de manifestación, e incluso prohíbe las sentadas y la ocupación de espacios públicos. Por ejemplo, según el artículo 8, se deberá informar sobre el recorrido de la marcha con cinco días de antelación a las autoridades públicas, que tendrán la potestad de prohibirla. Además, se suprimirán las manifestaciones en las cercanías de los edificios oficiales, lo que podría vedar cualquier tipo de protesta en la simbólica plaza Tahrir.

No solo las organizaciones de derechos humanos han censurado la ley, sino también algunos partidos y movimientos que apoyaron con entusiasmo el golpe de Estado del pasado 3 de julio. “Cualquier ley que limite el derecho a manifestarse pacíficamente... es una ley injusta”, declaró en su página de Facebook Mohamed Abdel Aziz, uno de los fundadores de Tamarrud, la organización juvenil que lideró las movilizaciones contra Morsi.

El Consejo de Ministros aprobó la propuesta de ley el pasado 10 de octubre, y solo falta la firma del presidente interino Adli Mansur para que entre en vigor. No obstante, la cascada de críticas recibidas los días siguientes llevó al primer ministro, Hazem Beblawi, a declarar su disposición a enmendarla y a abrir un periodo de una semana de “debate social”. Y es que ni tan siquiera su Gabinete se ha librado de la profunda división que ha provocado la medida.

Según publicó un periódico local, el ministro del Interior, Mohamed Ibrahim, y el vice primer ministro, Ziad Bahaa el Din, mantuvieron una acalorada discusión al respecto. “Cada uno de nosotros debe recordar este día porque es el día que la opinión de la gente sobre nuestro Gobierno empezará a cambiar”, dijo el socialdemócrata Bahae el Din, contrario a la exclusión de los Hermanos Musulmanes de la vida política del país.

Las discrepancias dentro del gabinete entre “halcones” y “palomas” no son nuevas, y ya provocaron la renuncia del vice presidente Mohamed el Baradei a mediados de agosto, después del brutal desalojo del campamento islamista de Rabá al Audawiya.Estas diferencias suelen versar sobre cómo abordar el desafío que representa la sostenida ola de protestas lanzada por una coalición de partidos islamistas liderada por la Hermandad y que exige el retorno de Morsi. Desde el pasado 3 de julio, la represión policial se ha cobrado la vida de unas mil personas y otras 200 han muerto en ataques islamistas o terroristas.

El otro asunto que ha provocado turbulencias en la coalición favorable al golpe es el rol del Ejército en la nueva Constitución, que se encuentra en pleno proceso de redacción. Mientras los representantes de los militares quieren ampliar las prerrogativas que ofrecía a la institución la Carta Magna aprobada por los islamistas el año pasado, los grupos liberales pretenden restringirlas. En el ojo del huracán, la existencia de juicios militares para civiles, y el derecho de veto por parte de la Junta Militar al nombramiento del ministro de Defensa.

“Cuando hablamos con los representantes de la Asamblea Constituyente, nos sentimos bastante optimistas. Sin embargo, luego leemos en los periódicos que el borrador provisional dice otra cosa. Nos consta que el Ejército está ejerciendo unas presiones muy muy fuertes”, sostiene la conocida activista Mona Seif, fundadora de la asociación No a los juicios militares para civiles.

“Desde el principio se veía venir que la coalición entre mubarakistas y liberales no sería de muy larga duración. Sus intereses e ideología son contrapuestos”, sostiene el analista Mustafá Khalil, que no duda de que el llamado “Estado profundo” se impondrá en el pulso actual. “La narrativa de la “guerra contra el terrorismo” ha calado en buena parte de la población por lo que creo que se acabará imponiendo la política de mano dura. Ahora bien, al Ejército no le interesa acaparar todo el poder, necesita socios civiles y una fachada de apariencia democrática”, añade.

Así las cosas, la gran duda es durante cuánto tiempo se mantendrá unida la actual coalición en el poder, cementada sobre todo en su oposición visceral a los Hermanos Musulmanes. En los próximos días podría abrirse un nuevo capítulo de desavenencias con la presentación oficial de un proyecto de ley para luchar contra el terrorismo que endurece las penas contra los actos violentos, y amplia los delitos castigados con la pena de muerte y la cadena perpetua.

Por otra parte, el domingo por la noche la violencia sectaria llegó al corazón de El Cairo. Dos encapuchados subidos a una motocicleta abrieron fuego contra una multitud que salía de una iglesia después de celebrar una boda. El atentado se cobró la vida de cuatro cristianos y provocó heridas a cerca de 20 personas. Entre las víctimas figuran dos niñas, una de ocho años y otra de doce.
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