Escocia, abocada a un referéndum de independencia

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La consulta independentista complica la «soberanía» escocesa en renovables
Escocia depende de la interconexión eléctrica con el resto del Reino Unido y de los subsidios británicos para mantener la industria de las renovables, un sector «icónico» de su economía

En el campo de Whitelee, 215 turbinas de generación de energía eólica cortan el aire de este antiguo páramo yermo al sur de Glasgow. Miden el equivalente a un edificio de 36 pisos, y generan la electricidad necesaria para garantizar el consumo de 300.000 hogares. Al igual que la riqueza de las naciones, estos mastodontes de 110 metros de altura máxima solo aguantan el paso del tiempo si han sido levantados sobre una base sólida: 750 toneladas de cemento inyectadas a los pies de cada turbina en el caso de esta plantación de generación eléctrica. Y como el desarrollo de los países también, lleva su tiempo que den frutos.
Escocia quiere generar el 100% de su demanda eléctrica con renovables en 2020
En el caso de esta «granja» de energía eólica de Scottish Power, la filial británica de Iberdrola, se necesitaron diez años de planificación, permisos y construcción para poner en funcionamiento la mayor instalación de este tipo de Europa, inaugurada en mayo de 2009. La industria de las renovables es uno de los grandes motivos de orgullo económico para los escoceses. Situada a la vanguardia europea de la lucha contra el cambio climático, Escocia se ha propuesto generar el equivalente al 100% de su consumo energético mediante fuentes renovables para 2020.
Un esfuerzo de reducción de emisiones de carbono muy superior al exigido a sus Estados miembros por la UE, que quiere que el 20% de la demanda energética provenga de fuentes renovables en 2020 (el objetivo a nivel nacional es del 15% en Reino Unido y del 20% en España). En la actualidad, Escocia produce el 14% de la electricidad en Gran Bretaña y exporta al resto del Reino Unido el 25% de los más de seis gigavatios de potencia que producen las renovables en Escocia, y que suponen el 40% de la producción de renovables del Reino Unido en su conjunto.
Renovables, «la nueva narrativa»
Una proeza industrial para un territorio que apenas concentra el 8,5% de la población británica, que ha sabido aprovechar la escasa densidad del hábitat y las posibilidades de su clima y de la naturaleza para convertirse en un referente mundial del sector. «La industria de las renovables escocesa se ha convertido en algo icónico, Escocia es conocida de forma global por su ambición en la lucha contra el cambio climático y en el campo de las renovables, que es la nueva narrativa energética en el mundo», explica a ABC Niall Stuart, consejero delegado de Scottish Renewables, el organismo empresarial que representa a la industria.
Stuart, al igual que Ignacio Galán, el presidente de Iberdrola, y que los principales actores del sector, no se aventura a opinar sobre el impacto que podría tener el referéndum de independencia convocado por el gobierno nacionalista escocés para el próximo 18 de septiembre, dentro de seis meses. Pero sí anticipa los elementos fundamentales que la industria necesita para poder alcanzar el objetivo del 100% para 2020, «sea cual sea el resultado del referéndum». Y cita dos: la interconexión con el mercado eléctrico del resto del Reino Unido, y los subsidios a la industria.
«Dependemos totalmente de la interconexión con Inglaterra», explica. Una realidad de la que es muy consciente el gobierno nacionalista que dirige Alex Salmond, que pregona en su hoja de ruta hacia la independencia el mantenimiento de un mercado energético único. Pero, al otro lado de la «frontera», el gobierno de Londres no lo ve así. Según sus cifras, el sector escocés se beneficia del 37% de las ayudas públicas a las renovables, con un montante superior a los 600 millones de euros hasta la fecha. Un esfuerzo financiero que difícilmente podría mantener una hipotética Escocia independiente, con solo el 10% de la población, y el 9% de la demanda eléctrica.
«La industria escocesa de las renovables se beneficia de la posibilidad de repartir los costes de la inversión sobre todos los consumidores del Reino Unido», ha advertido Ed Davey, el ministro de Energía de David Cameron. «Las renovables en Escocia han florecido precisamente porque Escocia es parte del Reino Unido, es nuestro sistema energético colectivo el que ha apuntalado el éxito [de las renovables] hasta la fecha», explicó hace unos meses en un discurso en Aberdeen, la «capital» del petróleo del Mar del Norte.
Energía eólica «onshore», 67% del total
El éxito es incontestable. Escocia duplicó su capacidad instalada de fuentes renovables entre 2007 y 2012, pasando de 2,6 gigavatios a 5,8. La capacidad instalada en la actualidad es de 6,5 gigavatios, de los cuales la energía eólica «onshore» proporciona el 67%, según las cifras de Scottish Renewables. Para muchos observadores, el escenario del referéndum plantea, además de la posibilidad de perder este suculento flujo de subsidios, una probable subida de la factura eléctrica en Escocia si se separa, debido en gran parte a los mayores costes de distribución en un territorio extenso con poca densidad de población.
Así lo teme Bob Dudley, consejero delegado de la petrolera BP, y uno de los pocos líderes empresariales del sector energético que ha manifestado expresamente su «preocupación» por las «grandes dudas» que genera la consulta para un sector que necesita un marco regulatorio, político y económico estable y predecible. Sin embargo, el nacionalismo gobernante se muestra tranquilo. Consideran que el Reino Unido depende de la producción eléctrica escocesa para satisfacer su demanda y para alcanzar los objetivos de reducción de emisiones.
Si se rompe la unidad del mercado, «habrá apagones en Inglaterra», dice Salmond
El 42% de la capacidad británica de generación de energía eólica, por ejemplo, está en Escocia. Salmond prefiere, como hacen los políticos a menudo, ubicar su argumento en un contexto futbolístico. Según advertía el mes pasado, la posibilidad de una final Inglaterra-Escocia en la Eurocopa que se celebrará en Francia en junio de 2016 podría convertirse en un escenario de pesadilla si se rompe la unidad del mercado energético en las islas. Salmond sitúa el «Día D» de la secesión –si el «Sí» a la independencia gana el referéndum dentro de seis meses- en marzo de 2016. «Cuando todo el mundo vaya a encender sus teteras en el descanso, habrá apagones», advierte Salmond.
El gobierno escocés mantiene una estrategia constante de cara a la consulta. Frente a las advertencias y riesgos que manifiestan lo que ellos denominan como «discurso del miedo», el Partido Nacionalista Escocés defiende que no ocurrirá nada, porque nadie querrá líos. Ni Bruselas se atreverá a expulsar a una hipotética Escocia independiente (a pesar de que la UE ha dejado claro que se quedarían fuera), ni Londres se atreverá a negarles el uso compartido de la libra esterlina (a pesar de que los tres grandes partidos británicos han dicho que se oponen a una unión monetaria), ni se romperá el mercado energético.
La mutua dependencia entre ambos lados de la frontera entre Escocia e Inglaterra en este campo es compartida por todos los expertos. «Es difícil ver cómo el Reino Unido podría cumplir con sus compromisos europeos en materia de renovables sin la producción escocesa de renovables, porque Inglaterra y Gales no tienen los activos necesarios», explica Stuart. Pero, en un marco europeo con una red eléctrica cada vez más interconectada, otros señalan que el Reino Unido podría fácilmente sustituir la producción escocesa con electricidad de Francia, Holanda, Irlanda o Islandia.
abc.es
 

Barbanegra

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Osborne dice que una Escocia independiente no tendrá la libra
El ministro británico de Finanzas, George Osborne, negó el sábado la información de un periódico que señalaba que Escocia podría mantener la libra aunque vote a favor de la independencia a finales de este año, un tema crucial del debate sobre la secesión escocesa.

Los sondeos muestran que el tema de qué moneda usaría una Escocia independiente ha estado presente en las mentes de los votantes escoceses que participarán en el referéndum el 18 de septiembre, estando muchos preocupados por la incertidumbre económica que una nueva moneda traería si optan por poner fin a una unión de 300 años con Inglaterra.

"Salir de Reino Unido significa salir de la libra", dijo el sábado en un comunicado conjunto con el ministro del Tesoro, Danny Alexander.

Los nacionalistas escoceses quieren compartir la libra en una unión monetaria con Reino Unido y conservar los servicios del Banco de Inglaterra. Pero los tres principales partidos británicos se han unido para rechazar el plan.

El sábado, sin embargo, en un impulso para el grupo proindependencia, el periódico The Guardian citó a un ministro del Gobierno británico cuyo nombre no dio que afirmó que se acordaría finalmente una unión monetaria entre una Escocia independiente y el resto de Reino Unido, con el objetivo de asegurar la estabilidad económica a ambos lados de la frontera.

"Por supuesto que habría una unión monetaria", dijo el ministro al periódico.

"Habría una serie de negociaciones muy complicadas tras un 'sí', con muchas piezas en movimiento", afirmó.

Osborne dijo en el comunicado: "El Gobierno escocés está proponiendo el divorcio del resto de Reino Unido, pero quiere mantener la cuenta bancaria conjunta y la tarjeta de crédito".

"Reino Unido no pondría a sus contribuyentes en riesgo de rescatar a un país extranjero y a sus bancos. El Parlamento no lo aprobaría, y la ciudadanía no lo aceptaría", añadió.

"Cualquier otra sugerencia es equivocada", dijo.

Los sondeos de opinión colocan a los separatistas por detrás con aproximadamente un tercio de los apoyos, mientras que aproximadamente la mitad de los escoceses se oponen a una separación. Sin embargo, las encuestas se han estrechado este año y aún hay hasta un 15 por ciento de indecisos.

http://es.reuters.com/article/topNews/idESMAEA2S00N20140329
 

Sebastian

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La industria del whiskey preocupada por la independencia de Escocia

Hace 4 min

Alex Salmond, Ministro Principal de Escocia, ha promovido el referendum que se celebrará en septiembre.

La lucrativa industria del whiskey escocés expresó por primera vez su preocupación por las consecuencias de una posible independencia.
La Asociación del whiskey Escocés dijo que está tratando de comprender qué implicaciones tendría para el sector la escisión de Escocia de Reino Unido.
El pueblo escocés votará el 18 de septiembre en un referendo vinculante si quiere seguir perteneciendo a ese país.
Esta asociación aseguró que la industria necesitará un esfuerzo diplomático por parte del gobierno tanto si gana el sí como si gana el no.
El whiskey es el tercer producto más exportado de Escocia, después del gas y el petróleo.
http://www.bbc.co.uk/mundo/ultimas_...ltnot_industria_wisky_independencia_mxa.shtml
 

Sebastian

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Los independentistas escoceses buscan el voto laborista en el referéndum

El avance del nacionalismo en los sondeos augura un resultado muy ajustado

Walter Oppenheimer Aberdeen 11 ABR 2014 - 19:23 CET1


El primer ministro escocés, Alex Salmond, saluda este viernes a Nicola Sturgeon, la número dos del SNP. / R. C. (REUTERS)

Hace tiempo que se sabe que el referéndum del 18 de septiembre sobre la independencia de Escocia está en manos de decenas de miles de trabajadores industriales que aún no saben qué votar. La número dos del independentista Partido Nacional Escocés (SNP) y futura líder, Nicola Sturgeon, lo ha dejado más claro que nunca al apelar directamente a los votantes laboristas. “No votéis no para parar al SNP. Votad sí para reivindicar al Partido Laborista”, les ha dicho en si intervención ante las bases independentistas en Aberdeen.

El congreso de primavera del SNP es el último antes del referéndum y se celebra en un clima de expectante euforia. “Hace un mes le hubiera dicho que íbamos a perder.

Ahora estoy convencida de que ganaremos”, comentaba una delegada del partido en un descanso entre los debates. El optimismo independentista se basa en el lento pero constante avance del sí en los sondeos, que hace prever un resultado muy apretado en septiembre. Según el SNP, la media de los sondeos arroja un 46% a favor de la independencia y un 54% en contra una vez descontados a los indecisos. En noviembre, la diferencia era de 38% a 62%.

El avance del sí coincide con el endurecimiento de la campaña del no. La entrada en campaña del primer ministro David Cameron y de su ministro del Tesoro, George Osborne, está resultando el arma de doble filo que algunos pronosticaban. Cameron se enfrentaba al dilema de seguir ausente y ser acusado de pasividad o implicarse en ella: algo quizás contraproducente dado el rechazo que provocan los conservadores en Escocia desde tiempos de Margaret Thatcher.

El caso es que los tories han tensionado la campaña, sobre todo al afirmar con rotundidad que no compartirán la libra con una Escocia independiente. Un mensaje negativo que coincide con otros. El presidente de la Comisión Europea. José Manuel Durão Barroso, fue hace unas semanas más allá de lo razonable al afirmar no solo que una Escocia independiente quedaría fuera de la UE sino al opinar que países como España podrían vetar su reingreso.

La última amenaza del campo del no ha llegado esta semana en boca del exministro de Defensa laborista y ex secretario general de la OTAN, George Robertson, que ha pronosticado que la independencia de Escocia sería “un cataclismo” y que daría aliento “a las fuerzas del mal”. “Con amigos como lord George, no es extraño que la campaña del no tenga tantos problemas”, se congratuló Nicola Sturgeon.

Los efectos negativos de la nueva manera de hacer campaña del campo del no son compartidos por diplomáticos extranjeros destacados en Edimburgo y citados por el diario The Guardian. Uno de ellos asegura que hace un año pensaba que el triunfo de los independentistas era improbable. “Ahora pienso que es probable, pero no seguro”, puntualiza. Otro asegura que la mayoría de los diplomáticos no creen que Londres se niegue a compartir la libra con Escocia y opina que las políticas del Gobierno británico “están echando a Escocia fuera; están perdiendo el debate”.

Los independentistas se sienten como pez en el agua haciendo campaña.

En cambio, los independentistas se sienten como pez en el agua haciendo campaña. Son un partido de activistas, de militantes, que han levantado a menudo pronósticos adversos en el tramo final de la campaña. Por eso la carismática número dos del SNP llamó a los militantes “a redoblar esfuerzos en los próximos meses”. “Porque el premio no es el final del camino, sino el principio de un futuro mejor”, aseguró.

Pero el SNP no puede ganar el referéndum por si solo: no tiene tantos votos. Su principal granero está en el laborismo, el tradicional partido dominante en Escocia. Según sus cálculos, uno de cada cuatro votantes laboristas apoya la independencia. Su objetivo ahora es convencer a más de ellos de que en una Escocia independiente es más fácil que vuelvan al poder.

Pero esa es solo una verdad a medias. Si Escocia se independiza, el laborismo difícilmente podrá ganar unas elecciones en el resto del país. Lo que les viene a decir Sturgeon es que eso es igual porque, en una Escocia independiente podrían ser hegemónicos. Eso es tanto como admitir que el SNP tiene más fácil gobernar en una Escocia dentro que fuera de Reino Unido. Y seguramente tiene razón.
http://internacional.elpais.com/internacional/2014/04/11/actualidad/1397237035_186916.html
 

Sebastian

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Escocia habría convocado un referéndum aunque Londres se hubiera opuesto

Los independentistas del SNP eluden abordar asuntos relacionados con el debate sobre Cataluña

Walter Oppenheimer Aberdeen 12 ABR 2014 - 22:18 CET145


La dirigente del SNP Sturgeon el viernes en el congreso del partido. / RUSSELL CHEYNE (REUTERS)

Los independentistas escoceses cerraron este sábado su último congreso antes del referéndum del 18 de septiembre presentándose como la fuerza del optimismo y la inclusión frente al negativismo de la campaña del no. Pero también como una fuerza que estaba absolutamente decidida a convocar la consulta aunque no hubieran tenido la aquiescencia de Londres.

El primer mensaje lo lanzó el líder del Partido Nacional Escocés (SNP en sus siglas inglés) y ministro principal del Gobierno autónomo, Alex Salmond, al cerrar el congreso de primavera del partido, en Aberdeen, capital petrolera de Escocia. Lo segundo lo había asegurado horas antes su número dos, Nicola Sturgeon, en un encuentro con la prensa extranjera en el que declaró: “Creemos que el Parlamento escocés tenía los poderes legales para convocar un referéndum hubiera o no habido acuerdo con el Gobierno británico”.

Como es habitual en el SNP, eludió entrar a fondo en las cuestiones directamente relacionadas con el debate sobre la independencia de Cataluña y la influencia que este puede tener en el proceso escocés y su pertenencia a la Unión Europea.

Sin embargo, cuando le preguntaron, sin mencionar Cataluña, si Escocia habría convocado un referéndum sin el acuerdo de Londres, respondió que sí por entender que el Parlamento escocés tiene poder para ello. Sin embargo, añadió: “Era indudablemente mejor unirnos y firmar los Acuerdos de Edimburgo, para poner las bases legales del referéndum sin ningún género de dudas y poder así entrar en el debate más sustancial de por qué queremos la independencia”. Como ocurrió.

Sturgeon elogió al Gobierno del conservador británico David Cameron “porque reconoció que el pueblo escocés tenía derecho a tomar la decisión y que tenía que dar permiso para que esa decisión se tomara de forma ordenada”. “No hay duda de que esa era la mejor opción”, remachó.

Sobre el efecto negativo que puede tener en Escocia, y en particular en relación a la pertenencia a la UE, el hecho de que también Cataluña quiera celebrar una consulta, respondió: “No, no creo que esté teniendo ningún efecto en absoluto. Esa es una decisión que ha de tomar Escocia y la decisión en Cataluña es una decisión que han de tomar los catalanes. Está claro que, como los dos debates se están dando al mismo tiempo, hay interés en cada parte por saber qué ocurre en la otra nación, pero no creo que eso esté teniendo esa influencia en absoluto”.

¿Pero no puede la cuestión catalana condicionar la postura del Gobierno de Madrid y otros respecto a la pertenencia a la UE de una Escocia independiente? “Bah... No lo creo”, espetó, algo molesta. “Escocia es una nación europea, ha estado en la UE desde hace 40 años, podemos hacer una contribución enorme a la UE de muchas, muchas maneras.

Creo que sería totalmente contrario a los intereses de la UE como institución y a los intereses de los Estados miembros que Escocia sea algo distinto de la continuada pertenencia de Escocia como Estado miembro”, dijo Sturgeon.

Y añadió: “Me parece interesante que el ministro español de Asuntos Exteriores [José Manuel García-Margallo] dijera recientemente que mientras el proceso escocés sea democrático y consensuado, España no tiene nada que decir”. Unas palabras que rozan la contradicción con su aseveración anterior de que Edimburgo habría convocado la consulta incluso sin el consenso con Londres.

Horas después, en su discurso de clausura del congreso, Alex Salmond destacó el espíritu de consenso del proceso referendario escocés. “Estamos embarcados de mutuo acuerdo en un proceso constitucional que se decidirá en las urnas. No es un proceso único, pero es poco habitual en este mundo, algo que tendríamos que apreciar. El referéndum escocés es destacado en el mundo como un ejemplo a seguir”, se congratuló.

Y, en esa línea de consenso y de inclusión, anunció que si la independencia gana el referéndum del 18 de septiembre se formará de inmediato “un equipo Escocia”, un grupo negociador con miembros “de todo el espectro político” para cerrar cuanto antes el proceso de transición y pactar las numerosas y delicadas cuestiones pendientes, desde la moneda al reparto de la deuda, las extracciones de gas y petróleo, etcétera.

Eso sí, dio la “garantía a hierro y fuego” de que, si gana el sí, nunca pactará que siga habiendo armas nucleares en suelo escocés.

En la recta final de la campaña, a poco más de cinco meses de la votación, la táctica del SNP es la de presentarse como adalides del optimismo, como creadores y no como destructores, un papel acaparado por campaña del no. No solo porque lo diga la campaña del sí, sino porque, obligados en parte al negativismo porque a fin de cuentas defienden el no, desde hace unos meses los unionistas se han ido decantando cada vez más hacia el catastrofismo. “Están haciendo la campaña más miserable, negativa, deprimente y absolutamente aburrida de la historia política moderna”, celebró el líder independentista.

Si Nicola Sturgeon había apelado la víspera a los votantes laboristas a que apoyaran el sí como la mejor forma de que el laborismo pueda ejercer el poder en Escocia, Alex Salmond insistió en ese llamamiento añadiéndole un doble argumento ideológico. Por un lado, acabar con la paradoja de que los escoceses rara vez eligen a diputados conservadores en Westminster (ahora mismo solo hay uno) pero no es raro que se vean gobernados por los tories en la medida en que estos son a menudo el primer partido británico.

Por otro lado, y consecuencia de lo anterior, la independencia permitiría tener “un Gobierno con el control sobre fiscalidad, economía, Seguridad Social, empleo, inmigración, los ingresos del petróleo y el gas, política europea y otra serie de áreas que ahora están bajo el control de Westminster”. Un Gobierno, aseguró, del SNP, o laborista, o los dos juntos. Pero nunca conservador. Es su manera de pedir el apoyo a la independencia de los votantes laboristas.
http://internacional.elpais.com/internacional/2014/04/12/actualidad/1397306614_654995.html
 

Sebastian

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El líder independentista escocés elude las comparaciones con Cataluña

Salmond destaca el espíritu de consenso del proceso para el referéndum

Walter Oppenheimer Aberdeen 12 ABR 2014 - 22:18 CET341


La dirigente del SNP Sturgeon el viernes en el congreso del partido. / RUSSELL CHEYNE (REUTERS)

Los independentistas escoceses cerraron este sábado su último congreso antes del referéndum del 18 de septiembre presentándose como la fuerza del optimismo y la inclusión frente al negativismo de la campaña del no. Pero también como una fuerza que estaba absolutamente decidida a convocar la consulta aunque no hubieran tenido la aquiescencia de Londres.

El primer mensaje lo lanzó el líder del Partido Nacional Escocés (SNP en sus siglas inglés) y ministro principal del Gobierno autónomo, Alex Salmond, al cerrar el congreso de primavera del partido, en Aberdeen, capital petrolera de Escocia. Lo segundo lo había asegurado horas antes su número dos, Nicola Sturgeon, en un encuentro con la prensa extranjera en el que declaró: “Creemos que el Parlamento escocés tenía los poderes legales para convocar un referéndum hubiera o no habido acuerdo con el Gobierno británico”.

Como es habitual en el SNP, eludió entrar a fondo en las cuestiones directamente relacionadas con el debate sobre la independencia de Cataluña y la influencia que este puede tener en el proceso escocés y su pertenencia a la Unión Europea.

Sin embargo, cuando le preguntaron, sin mencionar Cataluña, si Escocia habría convocado un referéndum sin el acuerdo de Londres, respondió que sí por entender que el Parlamento escocés tiene poder para ello. Sin embargo, añadió: “Era indudablemente mejor unirnos y firmar los Acuerdos de Edimburgo, para poner las bases legales del referéndum sin ningún género de dudas y poder así entrar en el debate más sustancial de por qué queremos la independencia”. Como ocurrió.

Sturgeon elogió al Gobierno del conservador británico David Cameron “porque reconoció que el pueblo escocés tenía derecho a tomar la decisión y que tenía que dar permiso para que esa decisión se tomara de forma ordenada”. “No hay duda de que esa era la mejor opción”, remachó.

Sobre el efecto negativo que puede tener en Escocia, y en particular en relación a la pertenencia a la UE, el hecho de que también Cataluña quiera celebrar una consulta, respondió: “No, no creo que esté teniendo ningún efecto en absoluto. Esa es una decisión que ha de tomar Escocia y la decisión en Cataluña es una decisión que han de tomar los catalanes. Está claro que, como los dos debates se están dando al mismo tiempo, hay interés en cada parte por saber qué ocurre en la otra nación, pero no creo que eso esté teniendo esa influencia en absoluto”.

¿Pero no puede la cuestión catalana condicionar la postura del Gobierno de Madrid y otros respecto a la pertenencia a la UE de una Escocia independiente? “Bah... No lo creo”, espetó, algo molesta. “Escocia es una nación europea, ha estado en la UE desde hace 40 años, podemos hacer una contribución enorme a la UE de muchas, muchas maneras. Creo que sería totalmente contrario a los intereses de la UE como institución y a los intereses de los Estados miembros que Escocia sea algo distinto de la continuada pertenencia de Escocia como Estado miembro”, dijo Sturgeon.

Y añadió: “Me parece interesante que el ministro español de Asuntos Exteriores [José Manuel García-Margallo] dijera recientemente que mientras el proceso escocés sea democrático y consensuado, España no tiene nada que decir”. Unas palabras que rozan la contradicción con su aseveración anterior de que Edimburgo habría convocado la consulta incluso sin el consenso con Londres.

Horas después, en su discurso de clausura del congreso, Alex Salmond destacó el espíritu de consenso del proceso referendario escocés. “Estamos embarcados de mutuo acuerdo en un proceso constitucional que se decidirá en las urnas. No es un proceso único, pero es poco habitual en este mundo, algo que tendríamos que apreciar. El referéndum escocés es destacado en el mundo como un ejemplo a seguir”, se congratuló.

Y, en esa línea de consenso y de inclusión, anunció que si la independencia gana el referéndum del 18 de septiembre se formará de inmediato “un equipo Escocia”, un grupo negociador con miembros “de todo el espectro político” para cerrar cuanto antes el proceso de transición y pactar las numerosas y delicadas cuestiones pendientes, desde la moneda al reparto de la deuda, las extracciones de gas y petróleo, etcétera. Eso sí, dio la “garantía a hierro y fuego” de que, si gana el sí, nunca pactará que siga habiendo armas nucleares en suelo escocés.

En la recta final de la campaña, a poco más de cinco meses de la votación, la táctica del SNP es la de presentarse como adalides del optimismo, como creadores y no como destructores, un papel acaparado por campaña del no. No solo porque lo diga la campaña del sí, sino porque, obligados en parte al negativismo porque a fin de cuentas defienden el no, desde hace unos meses los unionistas se han ido decantando cada vez más hacia el catastrofismo. “Están haciendo la campaña más miserable, negativa, deprimente y absolutamente aburrida de la historia política moderna”, celebró el líder independentista.

Si Nicola Sturgeon había apelado la víspera a los votantes laboristas a que apoyaran el sí como la mejor forma de que el laborismo pueda ejercer el poder en Escocia, Alex Salmond insistió en ese llamamiento añadiéndole un doble argumento ideológico. Por un lado, acabar con la paradoja de que los escoceses rara vez eligen a diputados conservadores en Westminster (ahora mismo solo hay uno) pero no es raro que se vean gobernados por los tories en la medida en que estos son a menudo el primer partido británico.

Por otro lado, y consecuencia de lo anterior, la independencia permitiría tener “un Gobierno con el control sobre fiscalidad, economía, Seguridad Social, empleo, inmigración, los ingresos del petróleo y el gas, política europea y otra serie de áreas que ahora están bajo el control de Westminster”. Un Gobierno, aseguró, del SNP, o laborista, o los dos juntos. Pero nunca conservador. Es su manera de pedir el apoyo a la independencia de los votantes laboristas.
http://internacional.elpais.com/internacional/2014/04/12/actualidad/1397306614_654995.html
 

Shandor

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La independencia «debilitaría» la seguridad naval de Escocia

La Royal Navy tiene la base para sus submarinos nucleares en aguas escocesas y hay dudas sobre su futuro en caso de que el 18 de septiembre, día de la consulta, se separe la nación

AFP
El ministro de Defensa británico, Philip Hammond, destacó que la Armada sostiene miles de empleos en Escocia

Los promotores del referéndum de independencia escocés, como los entusiastas del llamado derecho a decidir en otras latitudes, suelen poner el acento de su literatura política en la épica del victimismo y la lírica de un nuevo amanecer. Pero en los astilleros de Govan, situados sobre el río Clyde que baña Glasgow, y en los de Rosythenfrente de Edimburgo, la consulta prevista para el 18 de septiembre genera miedo e incertidumbre. Ambas instalaciones son de las pocas que construyen barcos todavía, gracias a un único cliente: la Armada británica.

Lo recordaba ayer el ministro de Defensa británico, Philip Hammond, en su alocución a los empleados de una planta escocesa de Thales, otra empresa de defensa que fabrica todos los periscopios de la Royal Navy. Con la excepción de las guerras mundiales, todos los buques de la Armada británica han sido construidos en Reino Unido. Muchos de ellos, en Escocia. «Esa política supone hoy miles de millones de libras en inversiones y sostiene miles de puestos de trabajo directos e indirectos en Escocia», dijo el titular de Defensa.

«Nuestras Fuerzas Armadas, provenientes de las cuatro naciones de nuestra Unión, han demostrado una y otra vez ser las mejores del mundo», reivindicó Hammond, que se sumaba así a la estrategia del Gobierno de predicar las bondades de permanecer unidos. Un portavoz del partido nacionalista escocés (SNP) le acusó, por su parte, de propasarse en el «nacionalismo británico». Sin embargo, Escocia ha mantenido históricamente una participación en la Defensa del Reino Unido superior a su peso demográfico.

Insularidad
Un compromiso visible, especialmente, en el caso de la Armada. Escocia supone el 9% de la población pero casi un tercio del territorio de unas islas que tienen en la seguridad naval uno de los ejes clave de su defensa. «Como país insular, el Reino Unido depende de la Marina Real para mantener una fuerza creíble en el mar, proteger nuestros intereses y apoyar el comercio», recordaba ayer en «The Daily Telegraph» el almirante Sir George Zambellas, jefe de la Armada, otra de las voces que advierte estos días de las implicaciones estratégicas de la secesión.

El próximo 4 de julio, la Reina Isabel II presidirá la botadura enRosyth del nuevo buque insignia de la marina británica, el portaviones que lleva su nombre. Una poderosa imagen, que tendrá lugar a diez semanas de la consulta convocada por el gobierno que preside Alex Salmond.

En la actualidad tienen su base en aguas escocesas 16 buques y submarinos, además de dos unidades de marines. Pero, sin duda, el aspecto más sensible de esa presencia naval es la base de aguas profundas en Faslane, al oeste de Glasgow. Estas instalaciones sirven de guarida para los cuatro submarinos nucleares «Vanguard» que forman el eje del «paraguas» nuclear británico. El SNP ha aclarado que, en el caso de una victoria del «Sí», las bases militares seguirían abiertas. Pero los submarinos nucleares tendrían que buscar otro refugio porque la Escocia de Salmond está «libre de nucleares». Un escenario que, según Zambellas, «dañaría el núcleo de las capacidades» de la Armada y «debilitaría la seguridad» de Escocia y del resto del Reino Unido.
abc.es
 

Sebastian

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El Gobierno escocés corteja a Europa

Alex Salmond avisa de que el peligro real es la salida de Reino Unido de la UE
El ministro principal escocés promete su reintegración en el club comunitario antes de 2016

I. Fariza Brujas 28 ABR 2014 - 21:08 CET


El ministro principal escocés, Alex Salmond, durante su conferencia en Brujas. / F. L. (reuters)

Escocia intenta hacerse querer en el corazón de la Unión Europea (UE). Tras varios desencuentros sobre el encaje legal de una Escocia potencialmente independiente, el ministro principal escocés, Alex Salmond, trató ayer de limar asperezas entre Edimburgo y Bruselas ante el próximo referéndum de septiembre, en el que se votará su emancipación del Reino Unido.

La elección del lugar de la conferencia —el prestigioso Colegio de Europa de la Universidad de Brujas (Bélgica) del que han salido varias generaciones de altos funcionarios comunitarios— y del momento —a menos de cinco meses de la consulta y en pleno auge de UKIP, el partido populista y antieuropeo que lidera con holgura los sondeos británicos para las elecciones europeas— no es casual: Salmond trata de que cale la idea de que, con su posible independencia, la UE ganaría un socio “entusiasta” en Escocia, frente a la “amenaza” que representa una potencial salida de Reino Unido del club comunitario.

El ministro principal escocés también se esforzó en trazar una gruesa línea separatoria entre el proceso de autodeterminación que lidera y los intentos de otras regiones del continente, incluida Cataluña. Pese a las advertencias de Bruselas, Salmond dice tenerlo claro: si la consulta prospera, Escocia será uno más en el club comunitario antes de marzo de 2016.

“A diferencia de otras, nuestra campaña por la independencia es pacífica, inclusiva, cívica y constitucional”, comenzó Salmond ante cerca de 200 estudiantes de posgrado.
El primer ministro escocés quiso así, poner negro sobre blanco las diferencias entre la forma elegida por Escocia para afrontar su salida del Reino Unido y el camino seguido por otros pueblos del Viejo Continente.
Salmond tampoco hizo mención explícita al proceso de autodeterminación de Cataluña. Pese al intento de los sectores nacionalistas catalanes de asociar el curso de los acontecimientos en ambas regiones, el jefe del Gobierno escocés siguió el mismo camino por el que ha optado su partido (el Partido Nacional Escocés) y prefirió eludir cualquier asociación directa que se prestara a equívoco.

Sabedor de que el actual Ejecutivo comunitario cesará en sus funciones en octubre y no le corresponderá decidir sobre su anhelada adhesión a la UE, Salmond cargó las tintas sobre el presidente de la Comisión, José Manuel Barroso, por su comparativa entre el proceso de independencia de Escocia y el de Kosovo. “Despertó la sorpresa e incluso el ridículo: la de Kosovo fue una declaración unilateral, mientras el proceso escocés es plenamente constitucional”, afirmó con vehemencia en el único momento en el que elevó el tono sobre las instituciones comunitarias.

Más allá de ese toque de atención, propio de fin de legislatura, el mandatario escocés se envolvió en la bandera comunitaria y aprovechó su presencia en un escenario tan simbólico (el mismo en el que la exprimera ministra de Reino Unido Margaret Thatcher pronunció hace 25 años uno de sus más severos discursos frente a la intromisión europea) para lanzar un alegato fervientemente europeísta. Salmond también recordó que las últimas encuestas muestran una mayoría de escoceses a favor de la continuidad en la Unión.

Salmond trazó una línea gruesa entre la situación de escocia y la de Cataluña​

Por espacio de media hora, el primer espada del Ejecutivo escocés fue desgranando una a una las bondades de Escocia en el plano fiscal —“sería contribuyente neto”—, energético —“Escocia tiene más del 60% de las reservas de petróleo de la UE”— y de organización interna —“como Estado miembro, Escocia aportará una voz de cooperación ”— y se empleó a fondo para tratar de seducir a la Comisión y al Parlamento Europeo que saldrán de las urnas el próximo 25 de mayo, que serían los encargados de negociar una potencial adhesión si los escoceses votan por la independencia en septiembre. “Las negociaciones se completarán en los 18 meses que transcurrirán entre el ‘sí’ y el logro de la independencia, en marzo de 2016”.

Esta visión optimista del jefe del Ejecutivo escocés choca frontalmente con los Tratados de la Unión, según los cuales tanto Cataluña como Escocia quedarían automáticamente fuera del club comunitario en caso de independencia y requerirían del voto unánime de todos los Estados miembros para reintegrarse en la UE, algo bastante complicado habida cuenta de que el veto de un solo país daría al traste con su proceso de entrada.

La lectura que hace el Gobierno escocés de los Tratados es radicalmente opuesta a la que la Comisión ha reiterado en las últimas semanas. “Es absurdo, no hay base legal y va contra los principios fundadores de la UE. No hay ninguna definición de solidaridad que pueda provocar que Escocia vea denegada su inclusión por seguir un proceso libre, democrático y legítimo de autodeterminación”. El ministro principal escocés intentó así enviar un mensaje tranquilizador para advertir a continuación de que el peligro “real” para Bruselas proviene, a su juicio, de una potencial salida de Reino Unido. “La amenaza para la UE es el referéndum que Westminster propone para salir de la UE, no la independencia de Escocia”, concluyó Salmond.
http://internacional.elpais.com/internacional/2014/04/28/actualidad/1398708076_105376.html
 

Sebastian

Colaborador
Una Escocia independiente desearía formar parte de la UE

Lunes, 28 de abril de 2014

El referéndum sobre la independencia escocesa, promovido por Alex Salmond tendrá lugar el 18 de septiembre.

El ministro principal escocés, Alex Salmond, dijo que una Escocia independiente se convertiría en un "contribuyente comprometido y entusiasta" de la Unión Europea (UE).

Durante una charla ante académicos en Brujas, Bélgica, Salmond dijo que sus recursos naturales y humanos hacen de Escocia un buen aliado para el futuro de la UE.

Según Salmond, el país podría jugar un rol crucial como proveedor de energía.
El político advirtió que si Escocia permanece en Reino Unido podría ser obligado a salir de la Unión Europea contra su voluntad.
Existe la posibilidad de que el Reino Unido celebre un referéndum sobre su propia permanencia en la unión en 2017.

Si Escocia vota a favor de su separación del Reino Unido en el referendo del 18 de septiembre, los 28 estados de la Unión Europea deberán analizar si podrá volver a ser miembro en su nueva forma de estado independiente.
http://www.bbc.co.uk/mundo/ultimas_...ltnot_escocia_miembro_union_europea_mxa.shtml
 

panZZer

Peso Pesado
¿Cuando eran imperios no eran importantes?

¿Gran Bretania es un país de segunda?, ¿Holanda, Noruega?

¿Y Grecia, Portugal, Rumania, Italia, Ucrania... por qué tienen crisis políticas/económicas si son repúblicas?

A mi me gusta la idea de una Casa Real Escocesa.
A mi me gusta el wisky escoces, el Jony Walker y Glenfiddich, y hasta esto están estropeando los piratas.
No se si los escoceses van a aceptar que "dios" elija a un nuevo rey para ellos.....
 
S

SnAkE_OnE

No se si se ha tratado en el foro sobre esta parte de la historia de Escocia (La Subyugacion de Escocia). Inglaterra supuestamente mantuvo a Escocia sometida bajo subyugacion sexual, dictando su monarquia increibles leyes como que las novias escocesas debian pasar la noche de boda con soldados ingleses, antes que con el novio. La violacion sexual es un acto para humillar al enemigo y a los pueblos. Un ejemplo reciente fue la Union Sovietica llevo a cabo violaciones sistematicas en la Europa del Este, como botín de guerra para aterrorizar al enemigo

"La violación de mujeres del bando perdedor por los soldados vencedores tiene una larga tradición. En el siglo XII los Cruzados violaban a las mujeres en nombre de la religión. Quinientos años después los soldados ingleses violaban sistemáticamente a mujeres escocesas durante la subyugación de Escocia" http://www.cimacnoticias.com.mx/node/49145

Quizas esto podriamos ampliarlo en la parte de historia.

Saludos

De aca sale la palabra Fuck, no es chiste, Fornicate under consent of the King.
 

Nocturno Culto

Colaboracionista
Colaborador
Me parece que tiene raices germánicas.

La palabra en alemán actual es Fick.

Lo de Fornicate under consent of the King creo que es medio mitológico, igual que el derecho de Prima Notte.
 

Armisael

Forista Borgeano
Colaborador
Lo de F**ck siempre me pareció una leyenda (aunque se que en alemán usan el término "bunsen").

Con respecto al "Derecho de Pernada" o "Prima Notte", tengo entendido que sí, que existió (y que fue un derecho otorgado a los barones ingleses por el rey tras la invasion a Escocia).

No fue el único caso. Por ejemplo, los normandos (de donde los ingleses Plantagenet tomaron la costumbre) también lo aplicaron . . . y también los antecesores vikingos de ambos dos . . .

Y existen documentos que lo demostrarían, a pesar que muchos trasnochados los niegan.

Acá va un estudio muy bien documentado al respecto:

http://www.google.com.ar/url?sa=t&r...ljp8TRw-lLrKI0LQUrOkpJg&bvm=bv.66111022,d.cWc

Como verás, hasta leyes españolas prohibiendo dicha práctica se enumeran en este estudio.
 
Última edición:

Rena

Colaborador
No se si se ha tratado en el foro sobre esta parte de la historia de Escocia (La Subyugacion de Escocia). Inglaterra supuestamente mantuvo a Escocia sometida bajo subyugacion sexual, dictando su monarquia increibles leyes como que las novias escocesas debian pasar la noche de boda con soldados ingleses, antes que con el novio. La violacion sexual es un acto para humillar al enemigo y a los pueblos. Un ejemplo reciente fue la Union Sovietica llevo a cabo violaciones sistematicas en la Europa del Este, como botín de guerra para aterrorizar al enemigo

"La violación de mujeres del bando perdedor por los soldados vencedores tiene una larga tradición. En el siglo XII los Cruzados violaban a las mujeres en nombre de la religión. Quinientos años después los soldados ingleses violaban sistemáticamente a mujeres escocesas durante la subyugación de Escocia" http://www.cimacnoticias.com.mx/node/49145

Quizas esto podriamos ampliarlo en la parte de historia.

Saludos

Costumbre muy "normanda", inicialmente instrumentada con los sajones ingleses conquistados a partir del 1066, y luego extendida a Escocia. En Irlanda aparentemente no fue muy utilizada ya que allí los Normandos optaron por los casamientos con mujeres de los principales clanes celtas gobernantes, reemplazándolos de a poco en el gobierno de sus condados. Fueron los que luego los ingleses llamaron despectivamente "más irlandeses que los irlandeses"
De allí que muchos vasallos de esos nuevos señores feudales de origen normando comenzaron a usar los apellidos de sus lores para identificar su procedencia, y al día de hoy muchos apellidos irlandeses típicos son normandos (Todos los que empiezan con "Fitz", por ejemplo).
Saludos
 

Rena

Colaborador
Lo de F**ck siempre me pareció una leyenda (aunque se que en alemán usan el término "bunsen").

Con respecto al "Derecho de Pernada" o "Prima Notte", tengo entendido que sí, que existió (y que fue un derecho otorgado a los barones ingleses por el rey tras la invasion a Escocia).

No fue el único caso. Por ejemplo, los normandos (de donde los ingleses Plantagenet tomaron la costumbre) también lo aplicaron . . . y también los antecesores vikingos de ambos dos . . .

Y existen documentos que lo demostrarían, a pesar que muchos trasnochados los niegan.

Acá va un estudio muy bien documentado al respecto:

http://www.google.com.ar/url?sa=t&rct=j&q=&esrc=s&source=web&cd=3&ved=0CDcQFjAC&url=http://cmapspublic3.ihmc.us/rid=1298687434645_1875716518_656/Derecho%20de%20pernada.docx&ei=RbJuU7WDA-issASfuIAw&usg=AFQjCNFez23ljp8TRw-lLrKI0LQUrOkpJg&bvm=bv.66111022,d.cWc

Como verás, hasta leyes españolas prohibiendo dicha práctica se enumeran en este estudio.
Así es Armi, los normandos no eran otra cosa que Vikingos o "northmen" (norsmen- hombres del norte) que dejaron de ser meros saqueadores circunstanciales de poblados y abadías de las Islas Británicas para asentarse en el norte de Francia, donde aprendieron los usos y costumbres feudales, perfeccionándolos en uso propio.
Dicen algunos (a lo mejor exageradamente) que media población europea occidental tiene genes escandinavos.
Si me atengo a uno de mis apellidos irlandeses, uno de ellos debo ser yo :D
Abrazo
 
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