Una tetrapléjica argentina, atrapada en el hospital de parapléjicos de Toledo
La paciente asegura que Aerolíneas Argentinas se niega a trasladarla de España a Córdoba
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María Laura Cisneros en una sala de espera del Hospital de Toledo. / Álvaro García
"Quiero volver a mi país, Argentina, pero no puedo. Aerolíneas Argentinas no me quiere llevar", se lamenta María Laura Cisneros, tetrapléjica de 34 años, a quien en enero pasado le implantaron un marcapasos diafragmático en el
Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo. La sudamericana recibió el alta médica el pasado 15 junio y ya puede viajar sin ningún riesgo —aunque acompañada por un fisioterapeuta—, pero la compañía aérea no le ha facilitado un billete, y su familia no cuenta con el dinero para pagarle un avión medicalizado.
El reglamento europeo sobre los derechos de los discapacitados en el transporte aéreo establece que cuando "una compañía aérea, su agente o el operador turístico" se niegue a trasladar a una persona con movilidad reducida, la empresa deberá comunicar al afectado los motivos por escrito, en un plazo de cinco días hábiles desde la fecha de la solicitud. Cisneros afirma que solicitó el billete de avión "el mismo día que me dieron el alta médica", y hasta el momento no ha obtenido una respuesta.
Aerolíneas Argentinas, afirma por correo electrónico que "la compañía está realizando todos los trámites correspondientes y solicitando los certificados médicos para poder efectuar el traslado". Sin embargo, Claudia Gambarrutta, neumóloga del Hospital de Parapléjicos y quien operó a Cisneros, asegura que ha enviado varios informes a la aerolínea en los que ha especificado que la paciente puede viajar sin ningún problema, aunque acompañada por un fisioterapeuta.
Cisneros informa además de que el Consulado argentino en Madrid ha enviado todos los documentos que la compañía ha pedido. Este diario intentó, sin éxito, conseguir la versión del Consulado y Embajada de Argentina.
"Yo asumo que la joven estará estable viajando con un cuidador directo, que se hará cargo del apagado, encendido, cargado de pilas y colocación del tratamiento del marcapasos", comenta Gambarruta. Esta persona deberá llevar además los medicamentos de la paciente, así como un aspirador portátil y un balón autoinflable de asistencia respiratoria, según Lilia Leguizamón, madre de Cisneros. Otra condición es que ella y el fisioterapeuta viajen en primera clase.
"Si la doctora ha dicho que puedo viajar sin riesgo, no entiendo porque la aerolínea se niega", resalta Cisneros, quien recuerda que para trasladarse a España tuvo también contratiempos. La sudamericana —profesora de danzas folclóricas y de educación física en Córdoba— demandó en 2012 al Estado argentino para que le pagara el viaje y estancia en Toledo, ya que en Argentina no hacen este tipo de cirugía, y en su condición de funcionaria pública tenía ese derecho. A la joven le detectaron en 2009 un tumor en la base del cerebro, lesión que la dejó casi inmovilizada y conectada a un respirador artificial, del que dependió hasta que le implantaron el marcapasos diafragmático.
La argentina relata que esperó más de un año para que el Estado argentino depositara el dinero y poder viajar a España, lo que hizo en noviembre pasado en un avión medicalizado. "Tengo miedo, me da un poco de dolor y tristeza pensar que todo va a volver a repetirse. No quiero pasar más de un año aquí", comenta la joven, que está acompañada en Toledo por sus padres.
La madre de Cisneros explica que en la resolución del juicio contra el Estado se estableció que este asumiría todos los gastos de traslado y estancia de su hija, lo que incluía la ida y regreso de España. Las afectadas han informado a sus abogados en Argentina de que hagan las gestiones judiciales para que el Ejecutivo argentino se encargue de enviar un avión medicalizado, o bien solicitar el billete con otra línea aérea, en caso de que Aerolíneas Argentinas mantengan la negativa de trasladar a la paciente. Aunque para Leguizamón, al ser una compañía estatal, "el Gobierno puede ordenarle que la acepte como pasajera".
Mientras se soluciona el tema del traslado, Cisneros aprovecha para visitar Toledo y preparar la presentación de su libro
Latidos de libertad, escrito con ayuda de amigos y familiares, a quienes "extraña mucho".
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