Personal Argentino en zona de combate

un grupo del RI5 en Dos Hermanas
de un relato del entonces suboficial del RI 5
ANTIVERO PEDRO OMAR-S/Of Pr-INF

menciona que fue herido en ese cerro el 10 de junio

ya sabíamos que:

"agregar al RI 25 personal de la compañía comando del RI 5 (capitán VLCEK con 20 hombres y un cañón SR)"


Tte 1ro STELLA, Daniel Eduardo, se hace cargo de la compañía A, ya estando n MLV.
Subt MIÑONES CARRION, Jose Alberto (H, pierde pierna, primeros dias mayo) A/RI5


la compani tenia dos amet 12.7
 
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Martín Alejandro Scala hizo el servicio militar obligatorio en 1981 y fue convocado como soldado a Malvinas en 1982. En tanto, Ricardo Granata estaba de conscripto en la base aérea de Mar del Plata de la Fuerza Aérea, cuando fue trasladado al desierto de Río Gallegos y, posteriormente, a las islas. Tenían 20 y 19 años, respectivamente.
"Nos estábamos bañando para salir de franco para Semana Santa y no pudimos. Después nos enteramos de la toma de Malvinas”, contó Ricardo Granata.
Con la Compañía de Ingenieros Mecanizada N° 10, que pertenecía al Regimiento 7 de La Plata, Martín Scala tenía la función de hacer los campos minados en Malvinas.
Scala hizo el servicio militar en una compañía de ingenieros con base en Pablo Podestá, que pertenecía al Regimiento de La Plata.
El martes 13 de abril llegó a las Islas. Se rindió el 14 de junio. Dejó Malvinas el 21 de ese mes, luego de estar prisionero de las fuerzas británicas. Pasó 76 días en las Islas.
Granata era conscripto pero aclaró que en la Fuerza Aérea se contaba con un grado de instrucción importante. Había entrado al servicio militar el 4 de enero. "Para el 2 de abril-relató- ya contábamos con toda la instrucción militar personal. Y un mes de instrucción con cañón”.
Su unidad era la de artillería antiaérea de la Fuerza Aérea que tuvo que defender la pista de aterrizaje de Malvinas, que fue bombardeada por los ingleses para que los aviones de carga Hércules no pudieran seguir abasteciendo, desde el continente, a las tropas argentinas.
"No éramos muchos en la Isla, unos 300 distribuidos entre la base militar Malvinas y la Cóndor, porque era como una unidad especial de la Fuerza Aérea, que es más recordada por la tarea que desplegaron los pilotos”, marcó Granata. La mayoría de la artillería antiaérea pertenecía al Ejército.
Desde Mar del Plata, trasladaron a Granata y sus compañeros el 10 abril, hasta mediados de mayo, a Río Gallegos donde se desplegó artillería antiaérea.
En cambio, en las islas estuvo desde el 26 de mayo, cuando fue en reemplazo de la unidad de artillería de la Fuerza Aérea, hasta la rendición. El 27 de junio dejó Malvinas en el buque Almirante Irízar, luego de ser prisionero de las tropas inglesas.
La unidad de 300 soldados en la que participó Martín Scala se dedicó a hacer los campos minados. "Estábamos al lado de la elevación de Monte Longdon. Allí, se libró una cruenta batalla la noche del 11 de junio, justo cuando el Papa llegó a la Argentina”, recordó Martín.
El monte donde estaba apostado Martín y sus compañeros cayó la noche del domingo 13 de junio. El combate final, con el repliegue a la ciudad, y la posterior rendición, fue el lunes 14. Scala pasó una semana prisionero con los ingleses para luego arribar al continente.

Todos los días iguales
"Los días eran todos iguales en Malvinas”, recordó Ricardo Granata y agregó que "estábamos para defender la pista de los ataques aéreos pero desde el 1º de mayo los ataques británicos se hacían a mucha altura porque habían perdido dos aviones. Era muy difícil pasar a baja altura”.
En la base aérea de Malvinas se desplegaron artilleros de la Fuerza Aérea y del Ejército con el objetivo de defender la pista de los bombardeos.
"Todo el día el clima cambiaba constantemente, nevaba, salía el sol, viento, volvía a nevar, granizaba”, recordó y agregó que "nos acostumbramos a vivir con el frío, a estar en los pozos con agua en el piso, porque al cavar 20 centímetros ya brotaba el agua”.
Su llegada a las islas fue bajo un intenso bombardeo. Granata contó que su unidad tuvo que arrojarse del avión Hércules que los trasladaba debido a que los bombardeos nocturnos no dejaron aterrizar la máquina en la pista de Malvinas. Relató que el avión volaba a escasos metros del agua para no ser detectado por los radares.
"Se sentían los impactos en la panza del avión y cuando tomamos altura y estábamos por llegar a la pista nos tiraban de todos lados”, contó.
"Una vez en tierra no sabíamos para donde correr con el equipo, hasta que nos tiramos dentro de una trinchera que estaba a cien metros de la pista”, narró. Después un camión los recogió y los llevaron al pueblo. Fue el único día que visitaron el pueblo a 12 kilómetros de la pista.
En su puesto cayó una bomba que no explotó. Al otro día, con un helicóptero cambiaron la posición del cañón a unos doscientos metros.
Otra noche, en el pozo que ocupaban, cayó una bomba a 10 metros, durante uno de los tantos bombardeos navales.
"Sentimos cómo vibraba la tierra y el impacto de las esquirlas en los tambores de 200 litros que estaban llenos de tierra. Si caía a dos metros no quedaba nada”, recordó Granata y detalló que "las bombas aéreas de 500 kilos hacían pozos gigantescos de 8 metros de profundidad y 16 metros de radio”.
La pista no sufrió ningún impacto de lleno que la dejara inactiva y las trincheras, donde estaban los cañones y los soldados, tampoco fueron alcanzados.
El sitio fue bombardeado desde el primer día, mientras los combates de tropas en tierra se deban a 8 y 10 kilómetros detrás de los montes.
Granata se encargaba de abastecer, junto a un compañero, el cañón antiaéreo de 35 Mm. de última generación de la Fuerza Aérea, que era electrónico y giraba de forma automática.

El retorno
"Me sigo viendo con algún compañero de allá pero la vida llevó a cada uno por sus caminos. Yo me instalé en Necochea hace 17 años y encontré ex combatientes, que no conocía, pero que estuvieron allá en otras unidades y en otras armas”, contó Martín Scala.
"La sociedad argentina está identificada con Malvinas y con quienes fuimos. Me siento reconocido y alagado en lo personal, creo que socialmente hay un reconocimiento hacia nosotros”, sostuvo.
No obstante, las dificultades tras el final de la guerra estuvieron muy presentes en las vidas de los que estuvieron en las islas.
"De todo lo que nos pasó, el hambre o morirte de frío que parece que te perfora, lo más duro fue cuando los ingleses bajaron la bandera argentina. Sabíamos que podíamos perder pero eso fue doloroso”, relató Granata.
"Hasta la mañana del 14 de junio se seguía luchando pero a la 13.15 empezó a bajar la intensidad. Después, silencio”, contó Granata. Luego, les informaron de la rendición y que había que entregar el armamento a los ingleses. Las tropas enemigas llegaron a la pista cuando estaba anocheciendo.
Granata volvió al continente en el buque Almirante Irízar y regresó a completar el año del servicio militar en Mar del Plata.
"Nos dijeron que no nos podíamos ir y que no podíamos contar nada de lo que había pasado”, indicó. Hasta la baja que, se produjo en noviembre, los jefes de la base les hacían cortar el pasto a los soldados de Malvinas. "Al final ya no hacíamos nada, los jefes no sabían que hacer con nosotros”, recordó.
"Conseguir un trabajo fue complicado”, sostuvo. En un ingreso a la empresa ENTEL en Necochea rebotaron a los 12 ex combatientes que se habían presentado. A todos les encontraron una enfermedad.
"No conseguías trabajo en ningún lado y si obtenías uno y se enteraban que eras veterano, al final, buscaban una excusa para echarte”, relató.
No obstante, Granata se recibió de arquitecto y trabajó como docente para luego recibirse de profesor de geografía.

Una reivindicación
Martín Scala nunca más volvió a Malvinas. "Para mi la fecha es la reivindicación de la soberanía, la memoria y la libertad. Recordamos a quienes fueron y quedaron y a los compañeros que volvieron pero que les ha costado reinsertarse en la sociedad”, dijo.
"A quienes nos tocó vivir esos momentos, considero que la guerra no es la mejor forma de imponer la razón, no creo en la guerra como forma de comunicarse. El diálogo siempre es lo mejor y tras 32 años de democracia la mejor forma de salvaguardar la paz es vivir en un Estado de derecho, democrático y republicano, donde los tres poderes puedan ejercerse libremente. Mientras exista un estado de este tipo difícilmente podamos tener una guerra”, opinó.
"El hecho de que haya habido muertes y que se siga hablando de Malvinas me hace sentir bien y es como que me da fuerzas, que no fue en vano. Más allá de las formas y cómo se hizo, el derecho nos ampara. Las Islas son nuestras por derecho aunque quizá de hecho no lo sean”, sostuvo.
Por último, consideró que "con el tiempo y si impera la razón, las islas van a ser argentinas, pero eso tiene que seguir una forma lógica y en los foros que correspondan”. Para Granata, en cambio, "los gobiernos de la democracia no supieron manejar las relaciones internacionales por Malvinas”.
Agregó que "los gobiernos son muy cipayos y los políticos no saben qué hacer con Malvinas. Los reclamos son muy livianos y cada tanto”.
 
Del libro AVA ÑARO

Pablo Vicente Córdoba

RI4/A

Grupo apoyo tercera sección compañía A

Apuntador de instalaza

Grupo del cabo primero avalos

Omar López, cargador de cohetes

Cabo Gonzales, a cargo de cañon de 105

Martin Aparicio, encargado de compañía





Otros soldados de la CCom/RI4

SC Peña ------------SecAtan

SC ACEVEY, Ramon Alberto------------ SecAtan

SC ROJAS, Daniel Enrique

Cabo 1ero ARRIOLA, Sabino Alejo (figura en la CSer, post 998)

SC MIÑO------------SecAtan
 
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El 5 de abril llegó a Puerto Argentino en la isla Gran Malvina el grupo Conejo Alado en Operaciones (CAEO) de la Fuerza Aérea Argentina con el propósito de armar un puesto sanitario. Estaba a cargo de Fernando Espinella, médico mayor e integrado por el mayor Roberto Estultequi, odontólogo, el primer teniente Alberto Fernández, bioquímico, el mayor Juan Martín, médico, los suboficiales enfermeros: el auxiliar Carlos Ortiz, el cabo principal Daniel Quiroga y el cabo principal Miguel Lucarelli quien se encontraba en la isla con anterioridad. Se organizaron rápidamente y a quinientos metros del aeropuerto levantaron una carpa sanitaria para atender a 50 heridos, con 50 camillas, medicamentos, dos consultorios y dos ambulancias Ford Houston. “Era la primera vez que armaba una carpa, nos dimos maña y duró toda la guerra”, recuerda Daniel Quiroga. Al lado de la carpa también construyeron un refugio ante la posibilidad de tener un ataque aéreo. Carlos Ortiz explicaba que realizaron una excavación de un metro y medio de profundidad, le cruzaron planchas de aluminio de 70 centímetros de ancho por 5 metros de largo y le pusieron pedazos de tierra con pasto llamados turba. Además, el refugio sirvió de protección contra las esquirlas y la onda expansiva. Entraban de 15 a 20 personas. “Cuando sonaba la alarma por bombardeos aéreos o de fragatas corríamos hacia él”, dice Quiroga.


Carlos Ortiz izq. cuando cayeron prisioneros de los Ingleses.

El objetivo del grupo de sanidad era ir en busca de los heridos en combate, cuya ubicación era informada a través de la radio, les brindaban los primeros auxilios para luego trasladarlos a la carpa sanitaria y desde allí al hospital que se encontraba a 7 kilómetros del lugar. Quiroga cuenta que salían a toda hora, aún en pleno bombardeo, y que atendieron a muchas personas ya que fue allí donde más se combatió porque el objetivo principal de los ingleses era romper la pista de aterrizaje para cortar el puente aéreo donde bajaban los aviones Hércules en Malvinas. Por las noches, con un mate en la mano, esperaban al avión Vulcan que dejaba caer un reguero de doce a diecisiete bombas perfectamente alineadas; parecía un terremoto. A esto se agregaba el concierto de las fragatas, que duraba cerca de cuatro horas, las que tenían como objetivo principal el aeropuerto. Las bombas no destruyeron las pistas, pero sí dieron grandes sustos. Una semana después de instalada la carpa sanitaria, los integrantes del equipo de sanidad se enteraron que en las proximidades de Puerto Argentino se encontraba otra unidad perteneciente al Ejército Argentino que, afirman, no tenía el equipamiento necesario. “Una noche habíamos salido a rescatar a los heridos, cuando nos vimos sorprendidos una luz roja que titilaba sobre la ambulancia en la que íbamos. Era un avión Harrier, Dios sólo sabe por qué en ese momento no perdimos la vida”, Quiroga recuerda y cuenta lo sucedido con un mate en la mano.

“Cierto día llegó un Hércules a buscar heridos, el capitán Dovichi fue llevado por otros para ser embarcado. Cuando estaban por subirlo, sonó la alarma roja y súbitamente quedó solo. Dejó caer la cabeza hacia atrás en la camilla y vio a un Harrier entrando. Se encomendó a Dios. En ese instante escuchó la voz del suboficial auxiliar Ortiz que le decía: ´Jefe, no se haga problemas que a ésta la vamos a aguantar juntos. A su alrededor explotaban las bombas, pasaban junto a ellos sin tocarlos. Una vez pasado el bombardeo cargaron y despegó el avión. Sin palabras”, el capitán Carvallo relata de está forma el accionar de Ortiz.


Monumento a los caidos en la Guerra de Malvinas. Plaza de Mayo.

La noche del 11 y el 12 junio de 1982 fueron sobrepasadas por la acción ofensiva del enemigo y a la misma hora en que el Papa llegaba a Ezeiza arrojaban un misil que impactó sobre Puerto Argentino: “Fue escalofriante descubrir que teníamos al enemigo a nuestras espaldas”, recuerda Quiroga pensativo. Todo finalizó el 14 de junio cuando los ingleses entraron en Puerto Argentino y estos combatientes cayeron prisioneros durante 7 días, en los cuales padecieron sed y hambre hasta ser trasladados junto a los heridos al buque hospital argentino Bahía Paraíso rumbo a Punta Quilla, provincia de Santa Cruz. Allí embarcaron en un Boing hasta llegar a la Base Aérea del Palomar. Luego fueron asistidos en la Escuela de Suboficiales de Ezeiza. Este acontecimiento marcó el paso no solo de la isla al continente, sino también, un antes y un después en la vida de cada uno de los protagonistas de este hecho histórico que cobra actualidad a más de treinta años de su inicio.
 
En referencia al post 1006.

Agrego más información sacada del libro “relatos de guerra de los ava ñaro”

Del relato del soldado VARGAS, Ramón Feliciano

El día 30/04/82 cruzan a gran Malvinas en dos helicópteros dos cañones SR de 105

El pequeño grupo del RI4 /CCom /sec atan

que se traslada a Pto HOWARD estaba integrado por:

Sbt LAFUENTE José Francisco

Cabo AMAYA, José Luis

SC VARGAS, Ramón Feliciano

SC---?

SC---?

SC---?
 
RI4 grupo apoyo 3/A
del libro relato de los Ava Ñaro


Cabo 1 AVALOS, Roberto RI4 jefe grupo apoyo 3/A
Cabo AYALA, Alfredo Horacio RI 4 grupo apoyo 3/A
Cabo BAZAN, Enrique Daniel RI 4 grupo apoyo 3/A
##Cabo MUÑOZ Roque Rubén RI4 grupo apoyo 3/A, apuntador MAG 1

MACHADO, Luis Alberto RI 4 grupo apoyo 3/A, ayudante MAG1
POLICH, Rodolfo Luis RI 4 grupo apoyo 3/A, abastecedor MAG 1
CORDOBA, Pablo Vicente RI 4 grupo apoyo 3/A, apuntador LZC 1
LOPEZ, Omar Antonio RI 4 grupo apoyo 3/A, ayudante LZC 1
AGUILERA Luis Orlando RI 4 grupo apoyo 3/A, abastecedor LZC 1 (+)
INSAURRALDE, Abel RI 4 grupo apoyo 3/A, apuntador MAG 2 (H)
GOMEZ, Pedro Miguel RI 4 grupo apoyo 3/A, ayudante MAG 2 (H)

AMARILLA, Dalmacio RI 4 grupo apoyo 3/A, abastecedor MAG 2
PORTILLO, Antonio Lujan RI 4 grupo apoyo 3/A, apuntador LZC 2
PEREYRA, Felix Estanislao RI 4 grupo apoyo 3/A, ayudante LZC 2
PIRIS, Valentin RI 4 grupo apoyo 3/A, abastecedor LZC 2
DELGADO, Miguel Angel RI 4 grupo apoyo 3/A, abastecedor LZC 2
 
pregunta, en relacion al cabo MUÑOZ Roque Rubén RI4 grupo apoyo 3/A, apuntador MAG 1
del post anterior.
en el libro y el listado posteado por ulugali (#1021) figura como cabo reserva, y dentro del listado de soldados.

Cual es el status de un "cabo de reserva"?
porque e lo incluye en el listado de soldados?
 
CA ING 3
del libro relatos de los ava ñaro
llegan el 24/04 y el 30/04 llegan a howard
solo cruzaron dos secciones de la CA ING 3. Nada del material de esta compañía cruzo a MLV
plantaron unas 8000 minas.
construyeron dispositivo para bañar la tropa
comieron mejillones del puerto
la compañia contaba con dos ametralladoras 12.7

panel minada 15*30m, se ponen 48 minas por panel

BENITEZ, Carlos Alberto CA ING 3 ----- sec combate

FLORES, Hugo Alberto CA ING 3 -----sec combate

LEDESMA, José Manuel CA ING 3 -----sec Serv, grupo tiradores

NIVEIRO, Jose Esteban CA ING 3 -----sec Serv, grupo tiradores

PONCE, Fernando Daniel CA ING 3 -----2da sec tiradores

REVIDATTI, Jorge Alberto CA ING 3 -----3era sec, tirador equipo A



cabo primero Garcia, cruza con un camión, pero queda en isla Soledad.

cabo Francisco Lino Martínez - Cia Ing 3​



compaia servisios
compañia combte

 
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oscarteves

Colaborador
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un grupo del RI5 en Dos Hermanas
de un relato del entonces suboficial del RI 5
ANTIVERO PEDRO OMAR-S/Of Pr-INF

menciona que fue herido en ese cerro el 10 de junio

ya sabíamos que:

"agregar al RI 25 personal de la compañía comando del RI 5 (capitán VLCEK con 20 hombres y un cañón SR)"

Hemos hablado de este tema, hace unos días, con Infante Argentino. La información de este suboficial del RI 5 y algunos soldados (entre ellos el caído Alegre) me fue aportado para mi trabajo sobre Pradera del Ganso por el S/C Egidio Aquino (RI 12) ya que estuvo con ellos en Monte Dos Hermanas. No conocía el nombre de este suboficial, el que ya ha sido agregado para la nueva edición. Copio el párrafo pertinente:

"Luego de la pérdida de la Fuerza de Tareas “Mercedes” surgió la necesidad de reubicar al personal del Regimiento de Infantería 12 que aún quedaba en Puerto Argentino y sus inmediaciones. En la misma ciudad, más precisamente en el hipódromo y viviendo en carpas de campaña, permanecía un escalón retrasado compuesto por un grupo de suboficiales y soldados de las compañías Comando y Servicios, a cargo del capitán Arnaldo Buompadre; el grupo no había podido ser trasladado a Pradera del Ganso en el movimiento helitransportado del 27 de mayo.

"Con parte de esa reducida fracción, el 3 de junio el mayor Bettolli conformó un grupo de efectivos que quedó a cargo del subteniente Dorigón. Proveído con fusiles FAL, escopetas Batán y pistolas ametralladoras PAM, era evidente que el heterogéneo conglomerado (que contaba con un cabo sastre, un cabo primero mecánico armero y una dotación de no más de veinte soldados, a los que se agregaban un suboficial y varios soldados del Regimiento de Infantería 5) no estaba preparado para el combate de infantería.

"Si bien la intención del general Parada había sido la de reforzar con este personal al regimiento del teniente coronel Soria, en Monte Harriet el general Jofré dispuso que el pelotón fuera asignado a la Compañía B del Regimiento de Infantería 6 que, como reserva en la posición de defensa del Regimiento 4 en la zona de Monte Dos Hermanas, estaba conducida por el mayor Oscar Jaimet. El subteniente Dorigón, un ferviente devoto de la Virgen María, se encomendó a ella esa misma noche y se dispuso a cumplir con su misión."
 
Perdon Oscar, pero no me quedó claro....
Ud. confirma que Ontivero estuvo en Dos Hermanas?
Tiene algun nombre más de soldados del RI5 que formó parte de este grupo?
gracias
 

oscarteves

Colaborador
Colaborador
Perdon Oscar, pero no me quedó claro....
Ud. confirma que Ontivero estuvo en Dos Hermanas?
Tiene algun nombre más de soldados del RI5 que formó parte de este grupo?
gracias
Sí, estuvo; yo tenía este dato (sin saber el apellido) y me lo ha confirmado Infante Argentino pues ha conversado con él hace muy poco tiempo.
También tenía el dato de un soldado del RI 5 muerto Dos Hermanas (facilitado por el soldado Egidio Aquino, del RI 12, que también estuvo en Dos Hermanas). Este soldado fallecido era el S/C 59 Raúl Alegre.
 
Cuando uno nombra Héroes en la Fuerza Aérea Argentina, a su mente enseguida llegan los nombres de los pilotos, quienes tuvieron una activa participación, pero también en silencio hubo un grupo de personas que desde tierra tuvo mucho que ver para que esos pilotos pudieran realizar sus hazañas.

Allí entra a escena el personal de tierra (mecánicos, armeros, auxiliares), estos soldados de la Patria sin distinción de grados, dio sobradas muestras de valor.
Y un claro ejemplo es el Suboficial Principal (RE) Pedro Prudencio Miranda, quien estando como Encargado de Armamento de los MV Daggers de la VI Brigada Aérea, participó en 3 hechos fundamentales durante la guerra de Malvinas como Mecánico Armero de Las Avutardas Salvajes.
Antes de continuar con el relato, les dejo unas aclaraciones para entender mejor el tema de las bombas.
Tengamos presente que en las ejercitaciones, cuando se lanzan bombas de guerra, si por alguna causa no explota, no se las desactiva, sino que se las hace explotar con trotyl que se le coloca a un costado del artefacto.
Y que una espoleta es el mecanismo, electrónico o mecánico, que las hace explotar y que puede graduarse el tiempo de “armado”, es decir el momento en que la bomba al frenarse por el impacto esta lista para explotar.
Ahora bien el 1 de Mayo el buque argentino ELMA Formosa es atacado, por error, por tres A-4B de la FAA sin que haya victimas y quedando una bomba de 250 kilos en la bodega. Miranda se ofrece como voluntario para inspeccionarla y con la tripulación a bordo, que se quedo por su propia voluntad, logra sacar los restos de espoleta que quedaron en la bomba.
El 23 de Mayo, en Rio Grande, el A4-Q (3-A-306) de la Aviación Naval piloteado por el Cap. Zubizarreta regresa a la base por un desperfecto cargando sus 4 bombas con espoletas activadas y al aterrizar revienta las cubiertas, desesperado el piloto desprende las bombas sobre la pista y se eyecta con la desgracia de morir en la acción al no desplegársele el paracaídas.
A este escenario se le sumaba que una escuadrilla de Daggers iba a aterrizar en 10 minutos y no tenían más combustible para ir a otra base.
Otra vez acude Miranda y logra retirar las espoletas de 3 de las 4 bombas, personal de la Armada se encarga de la restante despejando la pista a tiempo para el aterrizaje de los Daggers que volvían “secos” de combustible.

Días más tarde Suboficiales de la Armada reconocen su arrojo entregándole el seguro (PIN) del último Exocet lanzado el 30 de Mayo por un Súper Etendard.

El 13 de junio se preparaba al Dagger C-418 para una salida, su piloto era en ese entonces el Cap. Roberto “Huemul” Janet, llega la orden y un cambio a último momento, en vez de un trio rasante, era una misión de altura, por lo que había que cambiar el sistema de espoleta. En ese trabajo minucioso esta Miranda cuando accidentalmente se le arma la bomba que cargaba su avión, pero la “fortuna” quiso que Pedro lograra retirar velozmente la espoleta, que finalizando se inició el tren de fuego, evitando lo que hubiese sido un gran desastre en la Base de Río Grande, ya que estaban todos los aviones cargados, los pilotos en sus asientos y todo el personal de mecánicos.
Además a solo 60 metros aproximadamente había un polvorín de campaña, la torre de vuelo y la planta de Aero-combustible.
Terminado el conflicto, recordaba Miranda: “Si me hubiesen mandado a Malvinas, quizás hubiera tomado un fusil y habría combatido, pero yo fui preparado para armar los aviones con armamento, que son mucho más poderosos que un fusil”. Es la figura más representativa de los Magos de la VI Brigada: componentes técnicos (mecánicos, armeros, electrónicos, etc) tanto militares como civiles que formaron parte de esa letal triada que es Avión, Piloto y Mecánico.
Por todo lo actuado, al Suboficial Principal Pedro Miranda, se le fue otorgada la “Cruz La Nación Argentina al Heroico Valor en Combate” que es la máxima distinción militar que otorga nuestro País.

Solo 20 Combatientes de Malvinas la han recibido.


Biguá

Sirva esta historia para recordar a todo el personal de tierra, aunque en lo posible seguiremos poniendo más testimonios que nos acercan nuestros amigos.
 
Me olvidé,
el Sr. MIRANDA es VGM
Esto me lleva a pensar que pede haber un importante número de personal que estuvo en el continente y es VGM.
Del listado de VGM de la FAA aun me resta conocer el destino de un 25%.
 

BIGUA82

VETERANO DE GUERRA DE MALVINAS
Colaborador
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