Personal Argentino en zona de combate

Por la cabeza del entonces capitán Horacio Mir González jamás se cruzó la idea de participar en la primera batalla aeronaval desde la Segunda Guerra Mundial, ni que iba a hundir barcos de la potencia naval británica, en la Guerra de las Malvinas.
Sin posibilidad de abastecimiento, volando al ras de las olas, los vidrios tapados por la sal, con escasos minutos para atacar y picar hacia el cielo, contando los segundos para llegar a la base antes de que se acabara el combustible y con bombas adaptadas que habían sido hechas para otros blancos, Mir González y sus compañeros realizaron heroicas misiones de combate a través de los casi 700 kilómetros que separan a las Malvinas del continente, y ocasionaron graves daños a los barcos ingleses.



El brigadier retirado Horacio Mir González, condecorado con la Medalla 'La Nación Argentina al Valor en Combate', era por entonces capitán y estaba asignado como jefe de cuadrilla en la VI Brigada aérea de Tandil, 300 kilómetros al sur de la ciudad de Buenos Aires. La Brigada contaba con 36 aviones de combate Mirage 5 Dagger, una versión israelí del avión francés, y era una fuerza muy profesional, recuerda Mir.


Los dos intensos meses de la Guerra de las Malvinas, que duró del 2 de abril al 14 de junio de 1982, fueron para los pilotos argentinos el desafío de sus vidas. Ya no se trataba de vigilar la cordillera de los Andes por una eventual escaramuza con Chile, donde la disputa por el Canal del Beagle casi termina en un enfrentamiento armado en 1978. Ahora era Guerra de verdad y en mayúsculas, no contra un enemigo parejo, sino contra la flota naval y aérea de Su Majestad, que atravesó todo el Atlántico a lo largo de 12.700 kilómetros para defender 150 años de ocupación. Era David contra Goliat.


El valor de los pilotos argentinos produjo como resultado los peores daños a la Armada británica en la posguerra: los barcos Sheffield, Coventry, Ardent, Antelope, Sir Galahan, Tristam, Atlantic Conveyor, hundidos, otros 15 averiados, sin hablar del portaaviones Invincible, del cual Gran Bretaña nunca reconoció sus daños.


Días antes del comienzo del conflicto, en el apacible ambiente rural y ganadero de Tandil, los pilotos de la Brigada no tenían idea de la prueba que les iba a poner el destino. "Nosotros ni siquiera estábamos enterados ni habíamos hecho ningún preparativo para el conflicto. Llegamos a la base y nos encontramos con la novedad de que se habían tomado las Malvinas", recuerda.


A partir del desembarco en las islas el 2 de abril, "hubo una excitación muy grande y se empezaron a recibir directivas. El 6 de abril recibimos la orden de desplegarnos al sur, a Comodoro Rivadavia, donde se organizó el comando de la Fuerza Aérea Sur, y a Río Grande, Tierra del Fuego, donde fui desginado como jefe de una escuadrilla de 12 aviones, la ubicación más austral de todas".


"Estábamos en una base de la Armada y todo estaba tan improvisado, que los pilotos no tenían dónde dormir: era lo que se llamaba 'cama caliente', porque había menos camas que gente. A lo largo de la guerra, empezaron a sobrar las camas".

"Uno de los tantos errores de la guerra fue que no hubo coordinación: la Fuerza Aérea manejó sus operaciones, la Armada manejó las suyas y el Ejército hizo lo mismo", recapacita Mir.


Y tambien piensa que alcanzaron al Invencible...¿?

Saludos::)
 
A Javier Videla, de niño, le gustaba jugar con sus amigos a los soldados. Quizás en uno de sus juegos favoritos selló el destino que lo marcaría de grande. Hoy tiene 61 años, pero cuando estalló el conflicto de Malvinas, tenía apenas 26. Nació en el campo, en el departamento Rivadavia, provincia de Mendoza, el 22 de agosto de 1955. Hizo el Servicio Militar Obligatorio, siguió la carrera militar y ascendió a suboficial. Ahora vive en Zapala, Neuquén; pero el azar lo encontró en 1982 en Paso de los Libres, Corrientes.

El viaje para llegar a ellas fue largo: salió de Paso de los Libres en tren hasta Olavarría, desde allí en un Hércules hasta Río Gallegos. Luego, partieron a Malvinas en otro avión. Javier comenta: “Iba lleno de cajones de municiones y bombas hasta el techo. Habría un metro de espacio entre el techo y la munición. Ahí entramos todos los soldados, los oficiales y los suboficiales que íbamos, acostados, metidos entre el techo del avión y la munición. Llegué a Malvinas el 13 de abril de 1982”.

A Javier le tocó tomar posición a 200 metros de Puerto Argentino, y el primer día cavaron trincheras y armaron las carpas. Pero a las dos horas, las carpas ya se las había llevado el viento. “Con las puertas de un gallinero hicimos una casamata y ahí podíamos dormir, más o menos, las veces que podíamos descansar. Y así pasaron los días, hasta que llegó el primer día de bombardeo”, dice.

Ese día fue el 1° de mayo. A las cuatro de la mañana pasó un avión Vulcan, un bombardero inglés. Arrojaba bombas de mil kilos. Cayeron unas tres o cuatro bombas en la isla que estremecieron todo. A las cinco y media empezaron a pasar los Harrier, bombardeando y ametrallando.


“Estaba oscuro y se iluminaba el cielo de rojo, con bengalas, con bombas, proyectiles, con tiros que tiraba todo el mundo. Ese día fue nuestro bautismo de fuego. Tenía varios soldados que tenían 18, 21 años, unos gritaban, otros lloraban”. De noche, las fragatas inglesas también bombardeaban sus posiciones. No los dejaban descansar. Para Javier, fue lo más atormentador de toda la guerra.


Las posiciones de artillería, donde estaba Javier, recibían fuego todos los días. Pasaban días sin comer, no porque no hubiera comida, sino porque los proyectiles caían sobre la cocina y había días que no podían cocinar. “Un día –recuerda– pasé por ahí cerca de donde estaban bombardeando y pude levantar unas latas de peras, una fruta que me gusta. Y pensaba: que bombardeen nomás, yo tengo dos latas de peras”.

Tampoco se podían bañar muy seguido, y los 74 días que estuvieron en las islas Javier pudo bañarse tres veces. El primer día que llegaron, en duchas que habían organizado cerca del puerto. Eran duchas tapadas con nailon, y se bañaban con agua de mar. “No podías ponerte jabón ni champú en el pelo, porque te quedaba duro. El que lo hacía se quedaba tres días con el champú en el pelo”. La segunda vez fueron a casa de su jefe, que era el teniente coronel Martín Balza. Vivía en una casa que habían tomado en Puerto Argentino. “Tenía provisiones hasta el techo: queso, café, mortadela… Y nos dio permiso para que nos fuéramos a bañar. Alguien le robó un jamón. A partir de eso, no nos pudimos bañar más ahí.”

El trato con los kelpers era a los tiros. “Tiro va, tiro viene”, con una sola excepción. Había una mujer cerca de las posiciones que Javier y sus soldados habían tomado. El relato continúa: “Un día, un soldado se escapó y habló con esa mujer. Nosotros le preguntamos: ‘¿Cómo, vos sabés inglés? ¿Cómo, por señas?’, y él respondió: ‘No, es argentina, es cordobesa, está viviendo acá’”.

La mujer vendía empanadas, pero a un precio exorbitante. Así que el poco dinero que tenía cada uno lo juntaron y pudieron comprar una docena de empanadas. Fue un festín en medio de la guerra.

Pasaron los días, y llegó el momento de la rendición. “Ese día había nevado, y se había congelado la isla. Las tropas inglesas habían sobrepasado las primeras líneas argentinas. Pasaban muchos soldados alrededor nuestro, en dirección a Puerto Argentino. Habían depuesto las armas y llegaban caminando.” Javier estaba con uno de sus compañeros de combate, el cabo Luna. “Nos abrazamos y nos pusimos a llorar. Sabíamos que nos estábamos rindiendo, pero no queríamos rendirnos. Nos quedamos así hasta que nos separaron y nos dijeron que dejáramos todo para ir camino a la ciudad. Ya no había nada más que hacer”.

La vuelta al continente fue en un barco comercial, el Gran Canberra. Allí pudieron comer y bañarse. Iban sentados en el piso hasta que llegaron a Puerto Madryn. Estuvieron una noche ahí, fueron a Buenos Aires en avión y cuando llegaron fueron a la escuela Sargento Cabral, en Campo de Mayo. Allí estuvieron incomunicados cuatro días. Cuando le preguntan por qué, Javier dice que no sabe. “Pienso, después de treinta y cinco años, que no podíamos hablar a la prensa y contestar ciertas preguntas. Porque tendrían que dar la voz oficial. Un soldado insignificante como yo, hablar a la población y decir, qué se yo, ¿lo que uno quisiera decir?” En ese momento Javier no pudo. Con el transcurso de los años fue capaz de contar su verdad.

Cuando salieron de Buenos Aires, enfilaron hacia Paso de los Libres. Cada lugar en donde paraban era lo mismo: la gente se amontonaba, y les llevaba tiras de pan, porque en la guerra habían pasado hambre. Lo mismo pasó cuando fueron hacia las islas. “Parecíamos héroes de Malvinas. Y veníamos de una derrota. Cuando llegamos allá, a la estación donde Paso de los Libres donde estaba mi cuartel, estaba tan lleno de gente que cuando me tiré para llegar al último escalón no pude tocar el piso. La gente te agarraba, te alzaba, te abrazaba, te besaba… Fue un recibimiento hermoso el de la población.”

A pesar de todo, recuerda su paso por las islas de la mejor manera. “Para mí lo que pasó allá” -dice- “son recuerdos hermosos porque tuve la oportunidad de poder llegar ahí, plantarme y decir: ‘esto es por mi patria’”. Javier relata que se siente bien consigo mismo, porque en la trayectoria de su vida pudo hacer algo que no sólo lo marcó a él, sino que quedó escrito en las páginas de nuestra historia. “Tengo muy buenos recuerdos a pesar de las cosas feas que hayan pasado, son cosas que tenían que suceder, porque esto era una guerra, no era un picnic”, comenta.

Es por eso que Javier interpela a los argentinos, y pide que se interesen por los hechos que fueron parte de nuestro pasado. “Fuimos a pelear por un pedazo de tierra argentina. Hay 649 hombres que están sembrados allá en las islas, y están reclamando con su sangre. Es muy importante que se recuerde porque están muriendo muchos veteranos por enfermedades, por la edad.” En este punto del relato Javier deja su mensaje final: no hay que olvidar. “La causa de Malvinas para los veteranos de guerra fue una cosa muy grande, nos pusimos al servicio de la patria, y queremos que se recuerde. Necesitamos gente que recuerde”.
 
anoche comí un asado en el centro de VGM de Córdoba.
Con uno de los tantos que hablé, fue tripulante del Cabo San Antonio.
Me cuenta que durante el tiempo que estuvieron anclados en Puerto Deseado, desde los primeros día de mayo hasta el fin de la guerra,
pesquero de poca envergadura (tripulado por personal de la ARA) embarcaban provisiones desde la pluma Cabo San Antonio.
De acuerdo al que me relata la anécdota anoche, estos pequeros iban a MLV. Yo se lo negué.
Me decía que a el no le constaba, pero eso era lo que se decía.

Alguien puede ampliar el tema.
 
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Operación relampago


Ante el grave problema de la escasez de víveres en las Islas MLV, se dispone el envío de los mismos mediante pesqueros tripulados por personal naval. Esta es una operación muy riesgosa con altas probabilidades de ser interceptadas por los británicos y con suerte el personal podría ser tomado prisionero y lo más probable es que fueran hundidos con la perdida de su tripulación.

El 17 mayo se le encarga al Cte Naval de Tránsito Marítimo (CONATRAN) CN Emilio José Gregorio OSSES que planifique una operación de reabastecimiento a MLV mediante pesqueros. Es así que toma el nombre de “Operación Relámpago” y mediante dos pesqueros “MARGOT” y “MARIA ALEJANDRA” tripulados con personal militar de la Armada en Pto DESEADO cargados con los víveres esperan la orden de zarpada.

El 29 de mayo zarpa de USHUAIA el Buque Hospital “BAHIA PARAISO” (CF Ismael Jorge GARCIA) hacia ISLA de LOS ESTADOS adonde llega a las 0340 Hs y fondea en Bahía SAN ANTONIO y a las 2020 Hs zarpa hacia MLV.

El 30 Mayo zarpan de Pto DESEADO los pesqueros “MARGOT” y “MARIA ALEJANDRA” hacia la ISLA DE LOS ESTADOS y el 31 Mayo fondean en SAN JUAN DE SALVAMENTO a espera de órdenes para el cruce a MLV.

El 31 Mayo a 1245 Hs aterriza en el “B: PARAISO” un Helo SEA LYNX británico con una comisión inspectora de la Cruz Roja Internacional (Philip EBERLIN y Martin FÜHRER suizos). A 1335 despega el Helo británico y a 1540 Hs fondea en Bahía DE LOS ABRIGOS.

El 1 de Junio a 0630 el “PARAISO” es guiado por el “FORREST” (TN Rafael Gustavo MOLINI) para transitar por el sector minado y a 0900 Hs fondea en la Bahía Iinterior de Pto ARGENTINO. De inmediato se le atraca el “YEHUIN” (CC Eduardo Rodolfo LLAMBI), el cual hasta las 12 horas del día siguiente (2 de Junio) trabajó ininterrumpidamente descargando 260 toneladas de víveres a granel y 30.000 litros de JP1 en tanques de 4.000 Litros. El FORREST y una EDPV participan del alije. Se embarcan 26 heridos (16 del EA, 6 de ARA, 2 FAA y 2 médicos).

Habiéndose cumplido con el reabastecimiento el cruce de los dos pesqueros queda suspendido pero los mismos permanecen fondeados en la ISLA DE LOS ESTADOS..

El 16 de Junio el Cte de la FT 79 (CL Gualter Oscar ALLARA) ordena el regreso a Pto DESEADO de ambos pesqueros, los cuales recién al día siguiente inician la navegación y llegaran el 19 de Junio.

ACLARACION: Este personal no es VGM por cuanto la ISLA DE LOS ESTADOS estaba fuera de la zona geográfica para ser VGM.

Respecto a esta Operación por el hecho de no haberse efectuado no hay mayor información y tampoco tengo un listado de personal que embarcó.
 
Me es muy grato poder compartir esta información. Lo cual fue posible gracias a DRUPI
Se ha hablado poco de esta compañía, a pesar de la cantidad de personal que la formaba.



Un Escuadrón Tropas, está conformado con tres Compañías, en esos años los Escuadrones Tropas, tenían las Compañía Policía Militar, la Compañía Servicios y compañía defensa.
Cuando desplegaban los Escuadrones Aeromoviles se conformaba una Compañía de Defensa.
Las Compañías PM hacían guardia, la Compañía Servicios brindaban servicios: bomberos, cocineros,mozos, sastres, conservación de instalaciones, conductores, tractoristas, mecánicos etc
CREDITOS BIGUA

lLa compañia llega el 10/04.
Se dividen en tres grupos.

Compañía de defensa de la I Br. Aérea

1 Capitán MENA NELDO PEDRO

2 Capitán RIVAROLA ALFREDO OSVALDO

3 1er. Teniente FELICI TULIO CESAR LUIS

4 1er. Teniente GUERRA JOSE ANDRES

5 Alférez ALONSO ALEJANDRO ALBERTO



1er teniente DIDZUILIS CARLOS ALEJANDRO _____ no estoy seguro



1 Suboficial Auxiliar BORGOBELLO RAMON ALBERTO_________ encardado de la compañía

2 Suboficial Auxiliar HEREDIA CELSO ROLANDO

3 Suboficial Auxiliar MURE EDUARDO

4 Cabo 1ro. BURGUEÑO FERNANDO CARLOS

5 Cabo 1ro. CENTURION JORGE ARSENIO

6 Cabo 1ro. LEIVA CARLOS SERAFIN

7 Cabo 1ro. LOPEZ AMBROSIO VICTOR

8 Cabo 1ro. OTEO HUGO CESAR ____________enfermero

9 Cabo 1ro. ROJO WALTER ANTONIO

10 cabo BRUGNONI OSCAR PABLO

11 cabo CHARCONET JUAN CARLOS

12 cabo DA FONSECA JORGE LUIS

13 cabo FERREYRA HECTOR

14 Cabo IRIARTE RAFAEL CARLOS

15 cabo TAGLE GUSTAVO EDUARDO

16 cabo TOLEDO HECTOR BENJAMIN











1 Soldado ALMEIDA ALBINO ROQUE ___________ ROA

2 Soldado ALMEIDA JULIO GUSTAVO

3 Soldado ALOMAR JUAN CARLOS

4 Soldado ALVARENGA RAMON

5 Soldado ANDRADE LUIS ARTURO

6 Soldado AQUINO DANIEL

7 Soldado BARTOLI CARLOS ANIBAL

8 Soldado BATTISTA ARNALDO ANACLETO

9 Soldado BENITEZ BENITO

10 Soldado BENITEZ FRANCISCO IDILIO

11 Soldado BENITEZ RAMON ANTONIO

12 Soldado BOGADO LUIS ALBERTO

13 Soldado CABALES VALDIR

14 Soldado CAMAÑO MIGUEL ANGEL

15 Soldado CARDOZO MAGNO DIONEL

16 Soldado CASAFUS RITO GUSTAVO

17 Soldado CHIVEL MARIO RODOLFO

18 Soldado DE SOUSA BASILIO

19 Soldado DELMONACO DIEGO

20 Soldado DI ROCCO JUAN CARLOS

21 Soldado DIAZ JUAN RAMON

22 Soldado DUARTE ASUNCION _____medico, enfermero?

23 Soldado ESPINDOLA ALBERTO RICARDO

24 Soldado ESPINDOLA ELVIO

25 Soldado ESPINDOLA JUAN RAMON

26 Soldado ESPINDOLA RAMON MARTIN

27 Soldado FACHINELLO PEDRO LUIS

28 Soldado FERNANDEZ PABLO

29 Soldado FERNANDEZ RODOLFO OMAR - FAP

30 Soldado FLORENTIN ALEJANDRO

31 Soldado FRANCO CARLOS ALBERTO

32 Soldado FRANCO OSCAR RAMON

33 Soldado FRESCO JUAN CARLOS

34 Soldado FURNEL JOSE

35 Soldado GARCETE JUAN PIO

36 Soldado GARCIA EDUARDO RUBEN_______ muere el 01/05/1982

37 Soldado GARCIA GUILLERMO UBALDO____ muere el 01/05/1982


38 Soldado GAUNA AMADO ALBERTO

39 Soldado GIMENEZ OSCAR RICARDO

40 Soldado GLUGE ADEMAR

41 Soldado GODOY JUAN SIXTO

42 Soldado GOGOLIN DARIO ERNESTO

43 Soldado GOMEZ RAUL ALBERTO

44 Soldado GUGLIELMI JORGE BAUTISTA

45 Soldado JACQUE JOSE ALBERTO

46 Soldado KUHN HECTOR RICARDO

47 Soldado LEDESMA ANIBAL

48 Soldado LEZICA JUAN CARLOS

49 Soldado LOPEZ FRANCISCO ATILIO

50 Soldado LUGO RUBEN ORLANDO

51 Soldado LUNA JORGE ALFREDO

52 Soldado MAIDANA RAMON ROQUE

53 Soldado MARTINEZ CAYETANO

54 Soldado MARTINEZ HIGINIO RAMON

55 Soldado MARTINEZ JULIAN

56 Soldado MEDINA JORGE RAMON

57 Soldado MEDINA JUAN CARLOS

58 Soldado MERA AVELINO

59 Soldado MOREL LUIS ANTONIO

60 Soldado NUÑEZ ENRIQUE JOSE

61 Soldado ORTIZ RICARDO AGUSTIN

62 Soldado PAIVA JUAN DOMINGO

63 Soldado PANSERI ANGEL DARIO

64 Soldado PAREDES CARLOS FLORENCIO

65 Soldado PERALTA MARTINIANO

66 Soldado RECALDE CELSO RAUL

67 Soldado RIBLES MIGUEL ANGEL

68 Soldado RIVAROLA CARLOS ANGEL

69 Soldado RODRIGUEZ HECTOR JOEL

70 Soldado ROJAS ALFONSO SOLANO

71 Soldado ROLON FIDEL

72 Soldado ROSAS REGALADO INDALECIO ________ ROA

73 Soldado SALZWEDEL HECTOR EDMUNDO

74 Soldado SANCHEZ MARIO ALEJANDRO

75 Soldado SANTA CRUZ ANTONIO ENRIQUE

76 Soldado SANTA CRUZ MARIO ALBERTO

77 Soldado SCHACHTNER ARMANDO ANGEL _______ ROA

78 Soldado SCORTIO GUILLERMO _______________ ROA

79 Soldado SOSA CIRILO

80 Soldado SOSA JOSE DIONISIO _______________ ROA

81 Soldado SOSA ROBERTO DANIEL

82 Soldado TAMBURRINI WALTER ADOLFO

83 Soldado TIBULO JORGE

84 Soldado TOLEDO CELSO

85 Soldado TORRES ROBERTO

86 Soldado ULRICH CARLOS

87 Soldado VASCO RAMON CLODOMIRO

88 Soldado VELASQUEZ RAMON

89 Soldado VILLALBA CARLOS ALBERTO

90 Soldado VILLALBA JULIAN ERNESTO

91 Soldado YEDRO SERGIO MIGUEL

92 Soldado ZAPATA RAUL ALBERTO

93 soldado ZOBORROSKI HECTOR







cia. Policía militar

1 Soldado ESCOLA PEDRO

2 Soldado FALCON HECTOR OMAR

3 Soldado FERNANDEZ ALBERTO ISMAEL

4 Soldado FERNANDEZ LUIS RODOLFO

5 Soldado GAUNA ANGEL ALBERTO

6 Soldado GOMEZ OSCAR OSVALDO

7 Soldado GONZALEZ JUAN RAFAEL

8 Soldado LOPEZ RAUL FERNANDO

9 Soldado MORENO OMAR EDUARDO

10 Soldado MORESI LUIS JOSE DARIO

11 Soldado MUJICA JORGE ARIEL

12 Soldado OLIVERA CECILIO MARTIN

13 Soldado OVIEDO HUMBERTO JACINTO

14 Soldado PAREDES RAMON OSCAR

15 Soldado REYES JULIO CESAR

16 Soldado SOLIS JOSE ANTONIO

17 Soldado SOSA JOSE LUIS

18 Soldado VRECH JUAN ARIEL





 
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Corbeta Clase A-69 ARA Drummond (P-31)

Para la reconquista de las Islas, el buque formó parte de la FT.40 fue comandada por el Contraalmirante Gualter O. Allara, y su misión fue: "capturar las instalaciones y personal de Royal Marines, localidad de Puerto Argentino y Faro San Felipe. Colaborar en la captura del aeródromo de Puerto Argentino y en el control inicial de la población a fin de contribuir a ocupar y mantener las Islas Malvinas, ejerciendo simultaneámente el Gobierno Militar de las islas", que fue dividida en 4 grupos de tarea. La P-31 fue asignada al GT.40.3 (Grupo de Esolta y Desembarco) cuyo Comandante fue el (CN Julio Chaluleu, junto a los los siguiente buques: destructor ARA Santísima Trinidad (D-2) (CF José Luis Tejo) y a la ARA Granville (P-3) (actual (P-33) (CF Eduardo Pelayo). El 2 de abril, entre las 4:15 y las 16:30 cumplió la misión de reconocer todas las caletas interiores de Puerto Groussac y batir todo tipo de blancos que interfirieran u obstaculizaran el desembarco.
-Luego del desembarco, continuó patrullando la zona del Cabo San Felipe, más tarde se dirigió a Bahía Asunción para efectuar una maniobra de reaprovisionamiento del buque tanque ARA Punta Médanos (B-18), que llevó a cabo el 3 de abril entre las 9:00 y las 13:00, finalmente el buque fue fondeado en Punta Celedoña.
-Para el 4 de abril dio protección y escolta al buque de transporte ARA Islas de los Estados (B-8) que debía desembarcar personal de la Armada Argentina en Puerto Darwin, Pradera del Ganso (Goose Green) y Bahía Fox, para luego dirigirse a su apostadero, la Base Naval de Puerto Belgrano, a la que arribo el 8 de abril.
-Entre el 16 de abril y el 5 de mayo patrulló la zona de del Golfo de San Jorge y Bahía de Camarones.
-Entre el 6 de mayo y 17 de mayo cubrió la zona asignada, en patrulla, en la zona de Segunda Barranca y el Golfo de San Matías, que cubrió nuevamente, entre el 24 de mayo y 4 de junio, a la que regresó entre el 8 y 14 de junio.


http://fdra.blogspot.com.ar/2017/06...Fuerzas+de+Defensa+de+la+República+Argentina)
 
Última edición:

Daniel G. Gionco

Veterano Guerra de Malvinas
Amigos:

Estoy "ajustando" un artículo, y necesitaría que me hagan una gauchada.

Les pido que me confirmen si los siguientes héroes de la Armada pertenecían a las unidades que se indican en cada caso:

1) Pedro Edgardo Giachino => Agrupación Comandos Anfibios

2) Guillermo Owen Crippa => Escuadrilla Aeronaval 4

3) Héctor Omar Miño => Compañía de Comandos Anfibios

4) Julio Saturnino Castillo => BIM 5​

Desde ya, muchas gracias...
 
Para GIONCO:
1. GIACHINO:Era el 2° Jefe del BIM 1 y para la Operación ROSARIO estaba a cargo de la UT40.1.5
2. GRIPPA: 1ra Escuadrilla Aeronaval de Ataque. El 15 Mayo arriba a MLV en el MC 33(4-A-112)
junto con el 4-A-115 (TN TALARICO)
3: MIÑO: CKIA Jefe 1ra Sección de Ingenieros
4: CASTILLO BIM 5
 

Daniel G. Gionco

Veterano Guerra de Malvinas
Para GIONCO:
1. GIACHINO:Era el 2° Jefe del BIM 1 y para la Operación ROSARIO estaba a cargo de la UT40.1.5
2. GRIPPA: 1ra Escuadrilla Aeronaval de Ataque. El 15 Mayo arriba a MLV en el MC 33(4-A-112)
junto con el 4-A-115 (TN TALARICO)
3: MIÑO: CKIA Jefe 1ra Sección de Ingenieros
4: CASTILLO BIM 5

Muchas gracias... Tenía información "dudosa"...
 
más sobre el operativo relámpago

del libro del apostadero

El plan comienza el 27 de mayo y el primero de junio los barcos ya estaban en la isla de los estados.
Los barcos eran Margot, María Alejandra y Capitán Canepa.
El capitán de la escuadrilla fue el capitán de navío Guillermo Enrique Estrada.
 
Guerra por Malvinas. Pesquero María Alejandra. Misión cumplida

Jorge Muñoz

Juntamente con el Narwal y el Constanza, el pesquero María Alejandra, resultó ser uno de los barcos que mayor actividad desarrolló en las tareas de inteligencia durante el conflicto malvinense dentro del marco del operativo ordenado por la Jefatura de Inteligencia de la Armada al Comando Naval de Transito Marítimo (COLCO). Su mérito quizá no esté basado en haber emprendido alguna acción temeraria o efectuado un acto más allá del deber. Pero sin duda alguna el cumplimiento estoico de las tareas encomendadas, permaneciendo tras muchos y penosos días de navegación hasta el final de su misión en la peligrosa área infectada de naves y aviones enemigos, próxima a donde fuera atacado el Aviso Alférez Sobral y hundido el pesquero Narwal, acreditan suficientemente el mérito por el cual, al finalizar la guerra, la Armada y el Congreso Nacional otorgaron a sus tripulantes el Diploma de Honor y Botón Solapa “EN RECONOCIMIENTO DE LOS SERVICIOS PRESTADOS A LA PATRIA ”, y el Diploma y Condecoración “A LOS COMBATIENTES”. Ley 23.118, respectivamente.



El pesquero de altura María Alejandra de 55 metros de eslora y un porte de 669 toneladas, propiedad de la Armadora Marplatense ARGENBEL S.A., fue elegido para la misión por tratarse de un barco moderno, construido y botado, hacía poco tiempo, en el astillero Freire de España, el cual contaba, entre otros elementos propios de este tipo de buque, con piloto automático; dos equipos de sonda de profundidad, uno con expansor visual; un sonar; dos radios VHF Sailor RT 144; dos equipos de radio de frecuencia BLU Sailor de 100 y 750 watts de salida respectivamente; dos radares de rango de 96 millas ; un equipo de navegación y posicionamiento satelital; un radiogoniómetro; un equipo receptor facsímil meteorológico, y además un equipo de radio para balsas salvavidas. En el momento de ser designado, su tripulación, un total de veinte hombres, todos argentinos, decidieron voluntariamente permanecer a bordo para cumplir la misión. Su patrón de Pesca era Luis Alberto Quagliarella, un marplatense egresado hacía casi diez años de la Escuela Nacional de Pesca “Luis Piedra Buena”.

El 12 de abril de 1982, el María Alejandra había partido del Puerto de Mar del Plata con su dotación completa para efectuar tareas de pesca de altura y escalas en una amplia área de nuestro mar Atlántico. Llevaba más de una semana pescando en alta mar cuando recibieron por radio la orden, de la Empresa Armadora, de regresar inmediatamente a puerto. Cuando llegaron, poco después del mediodía del día 22, se les comunicó la novedad que su barco iba a pasar a cumplir funciones en una zona cercana a Malvinas a órdenes de la Inteligencia Naval de la Armada.

Enterado el Capitán, de los pormenores de la misión, reunió al resto de los tripulantes para anunciarles la decisión personal de ir y otorgándoles a los mismos la opción de poder desembarcar si no estaban de acuerdo. La respuesta afirmativa fue unánime y todos aceptaron integrar la dotación que quedó confirmada.

Por: Luis Alberto QUAGLIARELLA, Capitán; Juan María ALSINA, 1er Oficial de Cubierta; Néstor H. ORTIZ, Jefe de Máquinas; Fredi A. PEREZ, 1er Oficial de Máquinas; Norberto Francisco ALVAREZ, 2do Oficial de Máquinas; Carlos E. MÁRMOL, Electricista; José L. ACURSO, Motorista; Rodolfo JUÁREZ, Contramaestre; Alfredo NADEO, Cocinero y los Marineros Julio D. DI GERÓNIMO; Cirilo BENITEZ; Nicolás AGUILAR; Eugenio FLORES; Julio MEANA; Rodolfo H. ALVAREZ; Tomás PARRA; Rubén FITTIPALDI; Juan Carlos FRATE; Sergio TRILLO y Juan D. TORRES.

Mientras a bordo se cumplían los aprestos para la salida, el Capitán Quagliarella se dispuso a recibir las instrucciones y elementos provistos por personal de Inteligencia Naval.

Junto con un sobre de órdenes secretas que debía abrir a partir de los 43 grados de latitud Sur, le fue entregada una máquina fotográfica Asahi Pentax K 1000, con varios teleobjetivos con zoom. La técnica indicada para fotografiar unidades era: tomar a los buques en tres segmentos; primero un 30% de proa, luego un 30 % del centro del casillaje y luego la porción restante de la popa. De esta manera se obtenía la eslora del buque y por los contrastes de la superestructura, después en laboratorio, se estimaba la manga. Junto con ese material también recibió un manual con las claves de identificación para reconocer a las naves enemigas según sus características estructurales (grúas, directores de tiro, antenas, chimeneas, mástiles, cañones o torres de artillería, columnas, lanzadores de mísiles, torpedos bombas, etc.). así también estaban detalladas en esa guía todas las naves inglesas de guerra y mercante que podían llegar a operar en cercanías de Malvinas, clasificadas por su nombre, tipo, función, características, velocidad, armamento, tripulación, etc. como anexo tenía además de la silueta, una fotografía de cada una de las naves.

El Grupo de Tareas, organizado por el Comando Local de Control (COLCO) estaría formado además del María Alejandra, por los pesqueros Constanza y Narwal, junto a los cuales debía partir ese mismo día. A cargo del grupo, con asiento en el Narwal en calidad de Oficial Enlace, se encontraba el Capitán de Corbeta Carlos Gonzalez Llanos. De acuerdo a una grilla que les fue facilitada, los tres barcos ocuparían tres estaciones yuxtapuestas, ubicadas a unas 300 millas al noroeste de Malvinas, con puntos de reunión predeterminados. Esta posición los situaba dentro de lo que se definió por parte de las Fuerzas armadas Argentinas como el Teatro de Operaciones del Atlántico Sur (T.O.A.S.) y en este caso no solo al borde de la zona de exclusión, impuesta por los británicos de 200 millas alrededor de Malvinas, sino también en un lugar estratégico que los dejaba a medio camino entre las islas y la Flota británica. Estimativamente y en razón de la apreciación de la derrota enemiga, por allí iban a pasar casi obligatoriamente los barcos británicos en su desplazamiento hacia Malvinas y el criterio resultó acertado.

Los atrevidos pesqueros iban a ser testigos de los movimientos de numerosos barcos de guerra enemigos y esa vital información iría a manos de la inteligencia naval para su elaboración táctica. Fundamentalmente la misión consistía en vigilar la zona marítima asignada a fin de detectar e informar la presencia y movimiento de unidades, aéreas, de superficie y submarinas británicas.

Las instrucciones generales para el G.T. indicaban que una vez en las Estaciones asignadas, deberían simular estar cumpliendo tareas de pesca, sin “largar” los equipos de pesca al mar y permitirse desplazamientos de hasta 30 millas de sus respectivas posiciones a velocidad de arrastre. Si se lograba una detección, informarían de acuerdo con las tablas y grillas indicadas en el Plan de Comunicaciones. En el caso que las unidades británicas superaran la línea de su zona de observación, deberían tratar de navegar con un rumbo que permitiera mantener el contacto de radar con las naves enemigas.

De no tenerse contacto alguno con las embarcaciones enemigas inglesas, se dirigirían en forma independiente a los puntos de reunión, pre-acordados y una vez allí regresarían a sus Estaciones iniciales. Este procedimiento deberían repetirlo si no surgían detecciones y si no se producía ningún contacto regresarían al puerto más cercano el día 6 de mayo. Cualquier cambio imprevisto lo recibirían por órdenes radiales.

Se dejó bien aclarado que de producirse alguna visita o registro a bordo por parte de Fuerzas británicas, no debían presentar ninguna resistencia y por el contrario deberían mostrar sus certificados de pesca en prueba de que estaban ejerciendo una actividad comercial y lícita.

Todos los mensajes debían enviarse en código, aparentando estar dando cuenta de las operaciones de pesca a una supuesta Empresa Armadora, que operaba bajo la denominación de Pesquera Campana y que en realidad se trataba de la Estación de Comunicaciones de la Armada en Río Grande.

Dentro de las pautas marcadas por un nomenclador de sustantivos y verbos en clave, donde por ejemplo “abadejo” era un buque de guerra inglés y “brótola” un submarino. Como así “completar” era “avistar” y “seguir” significaba “comunicar”, se estableció una comunicación diaria y permanente con la Base en tierra por ondas HF Simplex y Duplex alternando las frecuencias de sintonía. De tal manera un mensaje que se transmitía y que luego de los saludos de práctica decía “INFORMO ACTIVIDAD PESCA HASTA 151600 COMPLETE TRES DE ABADEJO”; en realidad quería decir “AVISTE TRES BUQUES DE GUERRA BRITANICOS EL DÍA 15 A LAS 16:00 HORAS”.

Las demás comunicaciones de buque a buque se cursaron por las ondas VHF/ HF, en las frecuencias habituales de trabajo.

Quedó por otra parte bien claro que no se llevaría armas a bordo y que la misión jamás podría ser considerada como un acto de espionaje, ya que solo se trataba de un buque civil con bandera nacional que navegando en una zona de jurisdicción nacional cumplía con informar la actividad de naves y aeronaves hostiles a nuestro país.

Finalmente a las 20:15 hs. del día 23 de abril, los tres pesqueros partieron rumbo a sus respectivas Estaciones.

A medida que se acercaron a la zona de exploración en el Atlántico Sur, fueron sintiendo cada vez más los efectos de una furiosa tormenta. El mar embravecido, la lluvia y el viento parecían conspirar para hacer más lento el avance, pero también la mala visibilidad y esas grandes olas de espumosas crestas que barrían las cubiertas fueron sus cómplices para ocultar su desplazamiento.

La Flota británica, cuyo núcleo principal se dirigía hacia Malvinas, había partido el día 18 de abril de Ascensión, situada a unas 3.500 millas y se calculaba que iba a arribar a la zona de exclusión alrededor del 30 de abril; por eso resultó oportuna la llegada de los pesqueros el día 26, al lugar designado.

Durante los tres primeros días no se registraron mayores novedades, pues la Task Force aún no había arribado a la zona, y los partes diarios solo daban cuenta del cielo cubierto, con lluvias y el mar con fuerza 7.

Para ese tiempo también comenzaron a registrarse las primeras dificultades técnicas en el pesquero Constanza que denunció tener una avería importante en los cojinetes y falta de agua en el servicio general y aunque el María Alejandra acudió en su auxilio la reparación no pudo ser completada.

Analizada la situación del Constanza, por el Oficial de Enlace, la Base de Tierra y el Comando de Operaciones Navales, se le ordenó que abandonara la zona de patrulla y regresara a mínima velocidad y aguardara órdenes en Cabo Blanco. En tanto se consideraba la posibilidad de enviar una unidad reemplazante, el María Alejandra y el Narwal cubrirían la zona asignada al pesquero averiado.

Pero fue a partir del día 29 en que se produjeron las primeras detecciones y éstas no solo correspondieron a naves británicas, sino que también el enemigo se percató de que estaban siendo observados por los “molestos” pesqueros.

Los barcos de guerra, submarinos, aviones y helicópteros de combate británicos trataron por diversos medios de mantener alejados a los pescadores hostigándolos de diversas formas. La impresionante aparición de naves inglesas delante de su derrota y las evoluciones de aeronaves enemigas sobre los pesqueros que buscaban acercarse más allá de los permitido, eran avisos muy serios que mantuvieron en tensión a los tripulantes argentinos, quienes vieron en esas actitudes una clara advertencia de que serían atacados si persistían en su actitud.

Con el inicio de las hostilidades, el día 1 de mayo, por parte de las Fuerzas británicas en procura de recuperar las Islas Malvinas, se generalizó un clima de violencia bélica el cual traería aparejado una serie de ataques a naves indefensas que se encontraban en esa zona. Las principales víctimas iban a resultar cargueros y pesqueros, pero ello no arredró a nuestros marinos.

Sin embargo, según se producían las diversas detecciones y pasaban los días en ese mar tormentoso y agitado, comenzaron a registrarse dificultades a bordo de los dos pesqueros que habían quedado para cubrir la tarea.

El Narwal advirtió sobre inconvenientes en sus motores principales y el María Alejandra, debido al incremento de los desplazamientos a que estaba sometido, hizo notar la falta de combustible y aceite que no había llegado a completar en toda su carga por la premura de su partida. En el caso del Narwal, el mismo siguió operando a media máquina.
El 3 de mayo, el Constanza, que regresaba a puerto navegando a mínima velocidad con rumbo norte, fue requerido por el Comando de Operaciones Navales para que se desplazara en ayuda del ARA Aviso Sobral, el cual había sido atacado por helicópteros enemigos, cuando se encontraba buscando pilotos derribados dentro de la zona de exclusión. Lamentablemente esta solicitud de auxilio no pudo ser cumplimentada por problemas mecánicos y el pesquero continuó navegando hacia puerto.

Ese mismo día y poco antes de que se dirigiera al puerto más cercano para reabastecerse de combustible, aceite y víveres, el María Alejandra fue llamado también por el Comando del Atlántico Sur para ir en socorro del Aviso Sobral – que se dirigía lentamente hacia Puerto Deseado – Dando cumplimiento a lo solicitado, el pesquero navegó a toda máquina con rumbo de encuentro al buque siniestrado sin saber que a muy pocas millas de su derrota se encontraba uno de los sumergibles enemigos en busca de alguna presa fácil.

En esta oportunidad, según consta en fuentes Navales, el María Alejandra habría contado con ayuda providencial, pues el día 5 hora 10:06, en latitud 44° 33´ (S), longitud 64° 16´ (W), un avión “Tracker” de la Escuadrilla Naval Antisubmarina de nuestra Armada, aseguró haber atacado y averiado a un submarino que merodeaba por la zona.

Cuando ya finalizaba ese agitado día, hora 21:15, el pesquero alcanzó al maltrecho Sobral en la rada exterior de Deseado y ambas naves entraron casi simultáneamente a puerto.

Poco antes de arribar, el María Alejandra recibió un último mensaje del Narwal para ser retransmitido a la base. El mismo decía: “COMPLETE BRÓTOLA Y ABADEJO EN EL ULTIMO LANCE”, que en realidad quería decir: “AVISTE SUBMARINO Y BUQUE DE GUERRA INGLES”. Quagliarella quedó intrigado con esta comunicación, que marcaba un lugar muy adentro en la zona de exclusión, (52° 45´(S) 58° 02´(W) 66 millas al sur de Puerto Argentino) pues nada se había comentado respecto a un cambio de posición en la grilla que tenían fijada y supuso que ese movimiento había sido una decisión del Oficial de Enlace, Capitán de Corbeta, Carlos González Llanos.

Al entrar en puerto la tripulación tomó mayor conciencia de los graves acontecimientos bélicos ocurridos hasta ese momento y quedaron azorados. Sin perjuicio de ello la tripulación continuó con el alistamiento del buque para una inminente salida hacia su zona de exploración pero un nuevo suceso los impactó aún más.

En ese ínterin tuvieron conocimiento que el pesquero de altura Invierno convocado por los Mandos Navales, bajo instrucciones secretas, había partido el 8 de mayo del puerto de Mar del Plata y se dirigía al mando del Capitán, Carlos Alberto Ballestero, llevando como asesor Naval al Teniente de Navío Oscar Humberto Martínez, hacia una zona de operaciones ubicada al Este de la Isla Soledad en Malvinas. Sin embargo, este barco no iba a llegar a integrarse al Grupo de Tareas, en reemplazo del Constanza, pues al producirse, el día 9, el ataque y hundimiento del Narwal con el resultado de una baja mortal y varios de sus tripulantes heridos y prisioneros, recibieron a través del servicio de comunicaciones navales la orden de levantar el operativo y regresar a puerto. Esta orden fue emitida también para el resto de pesqueros que estaban integrados a las operaciones de inteligencia entre ellos el Margot que estaba cumpliendo con la misión ordenada desde el 6 de mayo y en ese momento se encontraba al norte de Malvinas en posición estimada de 45° de Latitud Sur y 59° 40´ de Longitud Oeste.

A esta altura de los acontecimientos y ante la envergadura y gravedad de los sucesos, la Armada Argentina se vio obligada a confiscar al María Alejandra, junto con otros barcos civiles (entre ellos el Margot) que se hallaban en la zona para disponerlos a operar con personal naval militar. El pesquero fue entregado el día 26 de mayo mediante acta rubricada por el Capitán, Quagliarella y el Capitán de Fragata, Carlos Enrique Debento, quién en su carácter de Jefe del Estado Mayor del Comando Naval de Tránsito Marítimo en representación del Comando en Jefe de la Armada, efectuó la requisición conforme a los términos del artículo 37 de la Ley 16.970.

En un clima de franca camaradería y aptitud de servicio se acordó que después de la entrega formal del barco, la dotación civil adiestrara en el manejo y uso de la nave a la dotación militar que iba a hacerse cargo de la misma. Simultáneamente a la instrucción de ese personal se fue completando la carga en las bodegas del barco con materiales y víveres destinados a nuestras tropas en Malvinas.

Cumplida la adaptación y completada la carga, ambas tripulaciones se despidieron con no poca emoción. El día 27 mientras los hombres de la Armada se preparaban para zarpar, los marinos del pesquero abordaron un colectivo de la Empresa Costera Criolla que estaba a disposición de las Fuerzas Armadas y emprendieron el regreso a Mar del Plata donde arribaron dos días después.

De allí en más el María Alejandra pasó a integrar, junto al Margot y otros pesqueros convocados, una pequeña flotilla, con tripulaciones de la Armada, a los efectos de dar cumplimiento a un operativo logístico denominado “Relámpago”, organizado para llevar munición, víveres, medicamentos y otros abastecimientos a Malvinas. En una primera etapa los pesqueros debían ir navegando costa a costa hasta la Isla de los Estados, desde donde, en un segundo momento, se intentaría cruzar al archipiélago. La flotilla a cargo del Capitán de Navío Guillermo E. Estrada, arribó a San Juan de Salvamento en la Isla de los Estados, el 1 de mayo, donde aguardó la orden para iniciar el cruce.

Una meteorología adversa y la acción abrumadora del enemigo en torno a las islas impidieron la decisión de enviarla en tiempo. Finalmente cuando se encontraban en espera del momento propicio para cruzar y tratar de descomprimir la necesidad de aprovisionamiento de las tropas combatientes, fueron sorprendidos por el cese de fuego que dio fin a la guerra y tuvieron que regresar a Puerto Dorado.

Al arribar al Puerto Deseado, el María Alejandra fue descargado y acondicionado para ser devuelto a su legítimo propietario, la Empresa Armadora ARGENBEL S.A., la que fue informada de tal decisión el día 21 de junio. Con inocultable alegría por parte de la empresa y de los tripulantes, rápidamente se nombró una dotación reducida para que se trasladara con la mayor brevedad, a Puerto Deseado a efectos de recibir al barco y proceder a trasladarlo, al Puerto de Mar del Plata.

El día 23 viajaron por tierra los tripulantes designados quienes llegaron a Deseado dos días después. Sin demora se embarcaron, procediendo a chequear los sistemas operativos del barco. Una vez comprobado que todo se hallaba en orden y funcionando, el Capitán designado, Juan María Alsina, que se había desempeñado como 1er Oficial de Cubierta, recibió conforme el buque en representación de la Armadora y se hizo cargo del mismo.


Finalizando el alistamiento zarparon en la mañana del día 26 rumbo al Puerto de Mar del Plata donde arribaron tres días más tarde. Un cielo despejado y radiante sol, dieron su bienvenida al pesquero cuya tripulación había dado cumplimiento, sobradamente, a la misión asignada.
 
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