Yo de fierros marinos conozco poco y a través de lo que leo, que de repetido ya no aporta nada. Lo que noto es que, en general, se está intentando enfocar la hipótesis del hundimiento en un accidente y/o percance interno del buque, dando vueltas y más vueltas sobre la avería que informó el submarino pero que, según ellos mismos, fue subsanada. Si creo lo de la avería creo que fue subsanada, no sólo lo que me parece más afín con mis elucubraciones pseudo-técnicas.
Todos o casi todos, buscamos la verdad, por los pocos caminos que la situación nos brinda pero sin desprendernos del todo de los prejuicios adquiridos por inducción o deducción en el mejor de los casos.
El vocero Balbi respondió que no hay evidencia de un ataque externo al buque. De todo lo demás tampoco hay evidencia, por lo tanto cada cual tiene la libertad y el derecho de adherir a la hipótesis que más lo conforme. Lo que implica que no debiéramos descartar de cuajo ninguna hipótesis, y eso también lo dijo Balbi.
Noto cierta tendencia a cargarle a los marinos toda la responsabilidad en el hecho y el presunto ocultamiento de información a la sociedad, amén de los no demostrados defectos de reparación que, ya se verá, serían responsabilidades compartidas.
Conociendo la situación geopolítica de nuestro país y del mundo todo, es sencillo ver las tensiones, intereses y manejos espurios que las potencias ejercen sobre los demás. Han actuado y actuarán según sus intereses y conveniencias y no según los nuestros. Un país desarmado como el nuestro, con culpables sin duda, es una cruel invitación a que los demás, bien armados, hagan con él y con los que estamos dentro, lo que les plazca.
Si lo desarmaron para manejarnos o lo manejaron para desarmarnos es una retroalimentación para otro hilo.
Por eso creo importante para arrimar, aunque más no sea, a la verdad, que no se tilde de conspiranoicos a los que alentamos hipótesis diferentes, ya que soslayar sistemáticamente las opiniones que no compartimos, no hará que lo nuestro sea más cierto. Hay un antiguo dicho: Piensa mal y acertarás. Conociendo a los bueyes con los que aramos, puede aplicarse. Lo contrario sería loable si estuviéramos en un mundo ideal. En este es pura ingenuidad y complacencia con el enemigo.