A mi me parece que continúan siendo más interesante los misiles antitanque lanzados desde su propio lanzador que desde un cañón. Lanzador que puede instalarse en el techo o lateral de muchos blindados.
Por un lado, un cañón pone límites muy estrictos al tamaño de la cabeza explosiva y, también, dimensiones y diseños del misil.
Un misil desde su propio lanzador puede disfrutar de una cabeza de guerra más grande, cabeza en tandem, etc., ademas de que existe más libertades en el diseño de propulsion, aerodinámica y esas cosas. El resultado, tenderá a tener mayor alcance, mayor velocidad y mayor capacidad destructiva.
Por otro lado, entiendo que es un poco más barato.
Ademas, un misil con su propio lanzador se suele poder montar sobre una gran variedad de plataformas (vehículos ligeros, blindados, tropas a pie, etc.), lo que facilita la economía en escala y la reasignación de recursos entre los distintos medios (si un tanque es averiado, puede utilizarse el misil en un lanzador de infantería, por ejemplo).
Así que en el caso del TAM, antes que LAHAT preferiría que comprar muchos proyectiles de última generación y, con suerte, evaluar la instalación de un lanzador de misiles externos en alguno de sus laterales o el techo (me parece que los peruanos han hecho algo así).
Independientemente del debate de pros y contras del LAHAT, me parece que hay cosas mucho más prioritarias en el arma de caballería, como la modernización representada por el TAM IIC y el blindaje.
Por un lado, un cañón pone límites muy estrictos al tamaño de la cabeza explosiva y, también, dimensiones y diseños del misil.
Un misil desde su propio lanzador puede disfrutar de una cabeza de guerra más grande, cabeza en tandem, etc., ademas de que existe más libertades en el diseño de propulsion, aerodinámica y esas cosas. El resultado, tenderá a tener mayor alcance, mayor velocidad y mayor capacidad destructiva.
Por otro lado, entiendo que es un poco más barato.
Ademas, un misil con su propio lanzador se suele poder montar sobre una gran variedad de plataformas (vehículos ligeros, blindados, tropas a pie, etc.), lo que facilita la economía en escala y la reasignación de recursos entre los distintos medios (si un tanque es averiado, puede utilizarse el misil en un lanzador de infantería, por ejemplo).
Así que en el caso del TAM, antes que LAHAT preferiría que comprar muchos proyectiles de última generación y, con suerte, evaluar la instalación de un lanzador de misiles externos en alguno de sus laterales o el techo (me parece que los peruanos han hecho algo así).
Independientemente del debate de pros y contras del LAHAT, me parece que hay cosas mucho más prioritarias en el arma de caballería, como la modernización representada por el TAM IIC y el blindaje.
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