Lo trasladan en una moto? Si. Lo custodiaron? No. Eso fue actividad de personal de la FT "Yapeyú". La única custodia fue la de Llanos en el cruce, que por cierto no fue muy exitosa porque la FAA se hizo del prisionero.
PUERTO YAPEYÚ 1982
El teniente Glover llegó a la instalación sanitaria, operada por el personal de la Compañía de Sanidad 3, con diversas heridas. Relata el teniente primero médico Quirós Taua: “El aviador británico ingresó lúcido y caminando. Le cortamos el equipo de vuelo para poder evaluar su condición médica. Ahí detectamos que tenía una fractura y luxación de hombro derecho y una herida cortante en el labio superior. Lo anestesiamos y le acomodamos los huesos, a la vez que le suturamos el labio. Luego de eso quedó internado para evaluar su evolución. Al día siguiente, cuando se lo llevaron, se despidió cortésmente de todos”. Al momento varios se congregaron en la instalación sanitaria. Algunos con misiones específicas, otros por simple curiosidad. Recuerda el sargento primero Carlos Sánchez. “Escuché desde mi posición los tiros de todo el personal. Yo estaba redactando un pedido de carne de oveja y material para construcción cuando escuché el derribo del avión. (...) Salimos con el capitán Zarabozo rumbo al hospital para interrogar al prisionero. Como traductor me puse a hablar con Glover, que estaba acostado en un catre. Recuerdo que me preguntó por el jugador de fútbol Osvaldo Ardiles –que por ese entonces jugaba en Inglaterra-. También me preguntó por la provincia de Córdoba, no sé porque. Luego le ofrecimos si quería comer o tomar algo y nos dijo que sí. Le dimos un té y un sándwich. Yo quería que dejara algo, para comerme las sobras, pero se comió todo. En ese interín pasó otro avión y el tipo se tiró al suelo. Ahí el inglés me dijo -ese es un compañero que me está buscando-”.Mientras estos eventos acontecían, los restos de la aeronave británica seguían ardiendo. La misma se había precipitado entre el límite este de la posición de la Compañía “C” y la lengua de tierra al norte. Éstos, en su vertiginoso desplazamiento, arrastraron todo a su paso, incluido a un caballo, al que se pudo observar cortado a la mitad, como con una sierra.
El gesto
La gran cantidad de disparos ejecutados sobre el avión británico produjo una baja por el llamado “fuego amigo”. El volumen de proyectiles, siguiendo la trayectoria de la aeronave, cayó sobre las posiciones próximas a la costa. Allí el soldado Eduardo Rubiolo recibió un disparo que le atravesó ambas piernas.
El jefe de sección, subteniente Atozqui Puel, recorrió su sector de responsabilidad apenas detenido el fuego, donde localizó al soldado herido. Ordenó su inmediata evacuación al puesto socorro principal, donde fue atendido. Al anochecer lo visitó en la instalación sanitaria, para constatar su estado. Recuerda Atozqui Puel: “Cuando fui a visitar a Rubiolo los médicos me pidieron dadores de sangre. Entonces saqué mi libreta y seleccioné a los que tenían el mismo grupo sanguíneo (los tenía registrados). Parece que alguien le traducía al piloto inglés, que estaba ahí mismo. El tipo, demostrando una gran humanidad, ofreció la suya para el soldado, lo cual no fue aceptado. Pero me quedó grabado su gesto de caballerosidad”. Rubiolo y Glover serían evacuados en un helicóptero de la Fuerza Aérea al día siguiente.