Se esta alavando mucho a los UAV turcos Bairaktar TB2 armados pero muchas de las imagenes tomadas
que han sido publicadas han sido los propios TB2 o los UAV Israelies Searcher Mk2 en modo designación
para los ampliamente utilizados SPIKE NLOS disparados desde plataformas terrestres.
No fue una buena idea acercar demasiado a los Osa-AKM SAM a la linea de frente.
Yo diría que lo más relevante del uso de UAV´s en Nagorno y Karabaj, es el echo de que Turquía se ha codeado con Drones Israelíes, que son de los mejores del mundo, y eso es una gran noticia, porque significa que Turquía y su cada vez mas flamente industria armamentística, es capaz de alcanzar una autonomía propia en el diseño y producción de UAV´s propios, algo de lo que no todos podemos presumir precisamente, ya que el Bairaktar, es mucho Bairaktar para el precio que tiene.
Por otro lado, el uso de Spike-NLOS ha sido despreciable, al final del día, los UAV´s, empleadas como plataformas de apoyo de fuego y enlace, han ayudado a la artillería Azerí a ajustar y concentrar su fuego con mayor precisión, que son quienes han echo la mayor parte del trabajo junto a las unidades blindadas y mecanizadas en tierra.
La impunidad del Dron Azerí de todas formas, vino marcada no solo a un buen asesoramiento turco, si no al echo de que Armenia contaba con sistemas antiaéreos de los años 80. Si hubiera contado con plataformas de intercepción aérea de pequeño perfil, la cosa hubiera cambiado, por eso nunca veremos un uso indiscriminado y al mismo tiempo exitoso, entre países del primer mundo, por lo que el UAV es importante, pero nunca será decisivo mientras se siga puliendo la doctrina de defensa aérea. Azerbaiján además contaba con el S-300 modernizado, por lo que cuenta con una ventaja tecnológica en intercepción y derribo aéreo de 15 años.
En síntesis;
Turquía tiene una industria aeronaútica muy joven, y que haya conseguido exportar en tiempo récord un modelo propio ¿6 años?, y haber tenido la capacidad de operar en un escenario bélico real con tanto éxito, dice mucho de la industria turca, y eso, es motivo de elogio. Turquía no me apasiona, pero cuando hace las cosas bien, soy el primero en aplaudirle.