(...)O que tentei dizer e talvez não tenha sido claro com as palavras é que o uso do U3Si2 como combustivel para reatores já é de conhecimento de muitos centros de pesquisa, o que conclui-se então não ser um "combustivel novo", não levando em conta o número de usuários do mesmo, dentre outros fatores.(...)
Ahora estamos más de acuerdo :cheers2:
El tema, es que como ya he expresado, para la implementación de estos combustibles es necesario realizar cambios mayores en los núcleos de los reactores, y ahí radica el principal "know-how" desarrollado en la Argentina:
cómo adaptar estos combustibles a una generación ya existente de reactores, mientras se desarrollan nuevos núcleos para la generación futura.
Nadie que no tenga la suficiente escala, se atrevió a financiar el cambio tecnológico.
El OPAL fue el primero diseñado específicamente para ese tipo de núcleos. El RA6 (y por eso implicó un programa en sí mismo), fue el primero de vieja tecnología adaptado a LEU.
Los prototipos están y son funcionales.
(...)Isso é primordial! É necessário ampliar a demanda, para que se justifique uma produção continuada e garanta provimento de combustivel aos usuários que aceitem a conversão para o mesmo.
Coincidimos, aunque históricamente en la Argentina el "negocio" vino por el lado de la provisión de tecnología, servicios conexos y desarrollo de la obra civil, y no por el lado del combustible propiamente dicho, por las restricciones existentes a la exportación (no así al reprocesamiento de materiales de terceros ingresados en forma transitoria).
En el caso del OPAL, representaron estos ítems U$S 250 millones, siendo el del combustible una parte muy menor de la ecuación total.
Con respecto al tema de la ampliación de la demanda de los nuevos núcleos LEU, creo que va a crecer, en especial en el Tercer Mundo, ya que son los EEUU por razones de seguridad nacional los que están impulsando dicho programa, financiando las conversiones de los núcleos y el retiro del material de alta actividad.
Saludos.