Una vez más: la ley fundamental era la misma, lo que muestra que el sufragio universal no es lo que define un orden jurídico. Tampoco había sufragio universal en Gran Bretaña cuando se convirtió en la potencia dominante del mundo y en un país industrial.
Si no hay sufragio universal no hay democracia, en la generaciòn del ochenta habia plutocracia, por lo tanto el orden juridico lo imponian los ricos, los dueños de la tierra o sea los terratenientes según sus intereses y privilegios, por màs que existia una Constituciòn, èsta no se respetaba.Era tanta la explotaciòn de los inmigrantes que alquilaban tierras que se produjo el grito de Alcorta , era tanto el fraude electoral que Leandro N. Alem protagonizó dos fallidas revoluciones armadas en
1890 y
1893. El sistema de
"voto cantado" instalaba un mecanismo electoral en el que era imposible garantizar elecciones libres.Sin democracia tampoco funciona una repùblica representativa que es lo que proclama la Constitucion , en la generacion del ochenta no existia nada de eso, asì que no se respetaba el orden jurìdico ni la Constituciòn. Puede cansarse de repetir sus premisas ideològicas eso no las transforma en verdad històrica.
Para mi Gran Bretaña no es ningùn ejemplo a seguir,
es el enemigo secular a combatir.
Es relato que la industria nace en 1920. Ocurre que en todo un arco político argentino hay una manía con el agro y por ende con el modelo pre radicalismo/peronismo. Y con más que eso:
La agricultura para exportar nace en 1920 porque se llega a producir màs de 10 tn .Ledesma se fundò en 1908, SIAM se fundò en 1911 y Ford vino al pais en 1913 ,
al final de lo que se llama la generacion del ochenta que ocurriò en 1912 -1916 con la ley Saenz Peña, lo que es cierto es que la industria argentina llega a sustituir importaciones durante los 30 y los 40 y se desarrolla en plenitud en los cincuenta.
El objeto del horror: un gaucho con vaca:
Bueno; ese no es un gaucho, y esa no es una escena de la pcia de Bs As.
Es Durham, Inglaterra, en 1811. Misma época en que nace Argentina.
En la Gran Bretaña del siglo XIX, el símbolo de estatus más popular era una pintura de su vaca.
The livestock looked surprisingly geometric.
www.atlasobscura.com
En el país que dominaba el mundo las vaquitas eran el símbolo de riqueza, como lo fueron acá. Y jactancia nacional ante el resto de Europa, cosa manifestada en el arte y la música popular:
en.wikipedia.org
en.wikipedia.org
Y es el modelo que se impone en Argentina. No es el modelo estadounidense de un reparto más equitativo de la tierra, sino una réplica de los grandes terratenientes nobiliarios británicos. Anchorena es la versión sin título de nobleza del duque de Devonshire. No es lo óptimo, pero el ejemplo inglés muestra que no es un modelo reñido con un desarrollo industrial. Las grandes fortunas agrarias británicas se transformaron en capital industrial y financiero.
Si tambièn se basaron en la conquista del mundo por las armas, el colonialismo que abastecia a la metropoli de insumos bàsicos (por ejemplo lanas y cueros de Argentina) que una isla no producia, y exportaban manufactura con alto valor agregado a sus colonias y a otras partes del mundo , los ricos de Argentina lo eran porque exportaban ganado en pie y cueros al imperio britanico.
En otro tema se comentaba la relación Australia-Nueva Zelanda, que podría ampliarse al resto de la anglosfera, todos juntitos en sus chanchurrios. Bueno, muestra un dato geopolítico de primer orden: el modelo que Inglaterra exportó al mundo, incluso dentro de un orden colonial, era, increíblemente, no-colonial; o poco colonial. No mantuvo el esquema de expolio de riqueza a ultranza Entonces permitió discutir el reparto de poder, incluso bélicamente, como la independencia de los EEUU, manteniendo un alto grado de unidad y sin salir del modelo básico. Y el reparto de poder se sigue discutiendo, pero no se sale del equipo por así decirlo, porque les sigue conviniendo a todos. Que se doble y se estire, pero no se rompa.
Acá operó el caso contrario. Se rechazó ese modelo, abjurando de todo lo que lo representó, con la generación del 80 a la cabeza. No se entendió discutir el reparto de poder sin discutir el modelo. Lo que se hizo fue reimplantar el modelo colonial de esquilar riqueza no producida. Y se da una paradoja: los que viven criticando el modelo agroexportador son sus más férreos defensores, y lo último que harían sería impulsar una reforma agraria. Sin grandes latifundios con una eficiencia productiva enorme y con poca mano de obra, no habría a quien robar dólares de exportación. ¿meter las actuales retenciones a granjas pequeñas, con mucha población rural y poca rentabilidad? Quiebran y se te arma una revolución.
¿robar dólares de exportación? Se refiere a las retenciones .
Su origen :
La historia de las retenciones y, en general, de la intervención del estado en el comercio de exportación es de larga data en nuestro país.
news.agrofy.com.ar
Según el historiador, investigador y docente, Mario Rapoport, el origen de las
retenciones a la exportación se remonta a 1862 bajo en Gobierno de Bartolomé Mitre .
(La Generación del 80 fue heredera consciente del pensamiento de la Generación del 37,a la que pertenecia Mitre) - Fuente: https://concepto.de/generacion-del-80/
Desde entonces se registraron numerosos idas y vueltas con
diferentes alícuotas y
formas de aplicación.
IAPI en 1940
Durante varios años no se aplicaron como en la década del 20 y 30, pero lo más destacado comienza a partir de 1940 cuando el gobierno reforzó el control sobre el comercio exterior con la creación del
Instituto Argentino de Promoción del Intercambio (IAPI).
De acuerdo a un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario el
IAPI fue construido sobre la base de la
Corporación para la Promoción del Intercambio y la
Junta Reguladora de Granos.
Distintas fuentes precisaron que se encomendó al IAPI encarar la comercialización externa de las
cosechas argentinas, en sustitución de organizaciones como Bunge Born o Dreyfus.
Operaba como el único comprador de cereales y oleaginosas en el mercado interno a
precios fijados por el Estado: "En la práctica, los efectos asignativos de esta experiencia fueron similares a los de un sistema de derechos de exportación perfectamente móviles, que aíslan totalmente al mercado local del internacional", explicaron desde la BCR.
Este organismo funcionó hasta el 16 de septiembre de 1955, cuando se
ordenó su disolución.
Derechos de exportación en 1955
A fines de 1955 el gobierno de la autodenominada "Revolución Libertadora" introdujo
derechos de exportación en forma transitoria por hasta el 25%, incluyendo a las denominadas exportaciones tradicionales (cereales, carnes y otros productos del agro).
"Este primer esquema sufriría sustanciales modificaciones en los años siguientes. Los derechos de exportación volverían a fijarse en
diciembre de 1958, en ocasión del lanzamiento del plan de estabilización del
presidente Frondizi", se desprende de un informe de la BCR.
Ajustes en la década de los '60
A lo largo de la década de los años sesenta el régimen de
derechos de exportación se ajustó en diversas ocasiones, aunque como regla general las alícuotas se mantuvieron bajas.
Desde la BCR explicaron que la finalidad del esquema era principalmente contrarrestar el efecto de las
mejoras graduales en el tipo de cambio (durante la presidencia del Dr. Illia el signo monetario se devaluó nueve veces, aunque no era enteramente fijo). Por ejemplo, desde abril de 1965 las alícuotas vigentes fueron del 13% para el trigo, 9,5% a las carnes y 6,5% al maíz.
Las retenciones volvieron a formar parte central de un
plan de estabilización en marzo de 1967, cuando el ministro Krieger Vasena introdujo una serie de medidas que incluyeron la devaluación del peso de
280 a 350 unidades por dólar estadounidense y la aplicación de derechos aduaneros de entre 20 y 25%, que se
reducirían en forma gradual.
"Derechos especiales móviles" en 1972
La economía profundizó su inestabilidad en los primeros años de la
década de 1970 y los derechos de exportación con frecuencia estuvieron en la agenda de los planes económicos. Distintos ministros recurrieron a ellos para mejorar la recaudación o desacoplar los
precios internos de los internacionales.
Lo más saliente de este período fue, en 1972, la introducción de «derechos especiales móviles» mediante la
Ley N° 19.503, estableciéndose que los mismos no podían exceder en
ningún caso el 15% del valor FOB.
"Estas medidas se aplicaron en simultáneo con cierres de las exportaciones, con frecuencia recayendo sobre el
mercado de carnes. Posteriormente, el gobierno militar de 1976 eliminó inicialmente la mayor parte de las
barreras impositivas a la exportación, aunque las volvió a introducir en 1982 durante la gestión del ministro Roberto Alemann", señalaron desde la BCR.
Eliminación desde 1991
El gobierno democrático del Dr. Alfonsín también recurrió a los derechos de exportación para fortalecer las
alicaídas arcas fiscales, aunque las alícuotas aplicadas fueron decreciendo a lo largo de su gestión.
"Tras eliminar totalmente las
retenciones al trigo y al maíz en 1987 (se mantuvieron para el complejo oleaginoso con diferencial arancelario para los productos con transformación industrial), las volvió a introducir en febrero de 1989, en el medio de otras acciones que buscaban contener una
crisis galopante", se desprende del informe de la BCR.
A partir de 1991, en el marco de los esfuerzos de estabilización y con miras en
dotar a la economía de una mayor apertura se eliminaron los derechos de exportación sobre todos los cereales, mientras que las
semillas de soja y
girasol continuaron alcanzadas por una alícuota del 3,5% a lo largo de toda la década (aceite y harina de ambos productos tributaban 0% para salir del país).
"Esta política fue acompañada con una quita de gran parte de los obstáculos al
libre comercio agropecuario", comentó la BCR.
Regreso en 2002
Las retenciones hicieron su reaparición con el
decreto 310/02 de febrero de 2002, en el medio de una de las crisis más profundas de la
historia argentina.
En los considerandos de la normativa se justificó su aplicación en la "
grave situación por la que atraviesan las finanzas públicas" y en la necesidad de "atenuar el efecto de las
modificaciones cambiarias sobre los precios internos". Inicialmente, las alícuotas fueron del 10% para trigo y maíz y del 13,5% para soja y girasol (productos procesados pagaban sólo 5%).
A partir de abril de ese año los porcentajes subieron a
20% en cereales y
23,5% en oleaginosas, respectivamente, mientras que harinas y aceites de soja y girasol comenzaron a tributar un 20%.
"De este modo, se mantenía el diferencial característico de la
estructura arancelaria de nuestro país", explicaron desde la BCR.
Previa al conflicto
En enero de 2007 la resolución 10/07 del
Ministerio de Economía y Producción incrementó las alícuotas en 4 p.p. para el complejo soja, quedando en 27,5% para el grano y 24% para los subproductos. Esta vez la medida se apoyó en el hecho de que la "demanda crece de manera sostenida" y tras su aplicación "la rentabilidad del sector productivo seguirá siendo adecuada".
Meses más tarde, tras las
elecciones nacionales de 2007 el gobierno saliente modificó todo el esquema, esta vez en la búsqueda de "reducir los precios internos, consolidar la mejora de la distribución del ingreso y estimular el
mayor valor agregado".
El maíz comenzó a pagar un derecho de exportación del
25% y el trigo del
28%, mientras que las alícuotas de girasol y soja se incrementaron hasta 32 y 35%, respectivamente, con 3 p.p. de diferencial arancelario para los productos de
primera transformación industrial.
Conflicto de 2008
En marzo de 2008 tuvo lugar una nueva modificación en el
esquema de retenciones.
"La
situación fiscal era robusta y el tipo de cambio había permanecido estable por varios años. Aun así, el Ministerio de Economía, comandado en aquel momento por
Martín Lousteau, diseñó un sistema móvil que en el momento de su anuncio aumentaba la carga tributaria hasta niveles que prácticamente vulneraban el principio de justicia en la imposición", explicaron desde la BCR.
La medida generó una franca
oposición del sector, que rápidamente pidió una revisión de la misma.
Ver también:
Las imágenes más emblemáticas del conflicto
Por último,
hacia finales de 2008 y en el medio de una de las peores sequías de las últimas décadas, el gobierno resolvió reducir la carga vigente sobre las exportaciones de trigo y maíz, cultivos que habían perdido una considerable
superficie de siembra.
Eliminación parcial en 2015
Desde entonces, por siete años se mantuvo mayormente inalterada la estructura de las retenciones para granos, harinas y aceites, verificándose solamente cambios en biodiesel y en el rubro de mezclas para alimentación animal, entre
otros productos agroindustriales.
A partir
17 de diciembre de 2015 el Gobierno nacional oficializó la eliminación de las retenciones por derecho de exportaciones para el trigo, el maíz, la carne y productos regionales, y la reducción de 5 puntos porcentuales para la soja, quedando así en el
30%.
El Decreto consignaba: "El Estado nacional está decidido a implementar medidas efectivas tendientes a revertir los indicadores negativos de la
economía argentina".
Además se resaltaba la aplicación de "acciones concretas destinadas a superar la
crisis agropecuaria y reactivar al sector, eliminando las trabas y restricciones que hoy limitan su capacidad, al tiempo que se favorece el cuidado del
capital natural de nuestros suelos".
En tanto, a partir de enero de 2018 comenzó a regir una
reducción gradual del 0,5% para el
complejo sojero que en un principio iba a regir
hasta diciembre de 2019 inclusive.
Luego, a
mediados de agosto el Gobierno anunció cambios en el esquema, y con el objetivo de reducir el déficit fiscal, suspendiendo la
rebaja para aceite y harina y eliminando así el diferencial contra la soja.
Regreso de retenciones en 2018
El gobierno de Macri anunció en septiembre de 2018 el regreso de las retenciones a la exportación con un alícuota de entre
$3 y $4 por cada dólar FOB que se envía al exterior.
Además se suspendió la rebaja del 0,5% mensual para el
complejo sojero y se llevó la alícuota al 18%.
Ver también:
Macri sobre retenciones: "Sabemos que es un impuesto malo pero es una emergencia"
"Adecuación" del esquema en 2019
Mediante un Decreto extraordinario
publicado en el Boletín Oficial el gobierno de Alberto Fernández actualizó el esquema de retenciones y dejó sin efecto los $4 por dólar exportado.
Los
$4 por dólar FOB exportado fueron reemplazados por un porcentaje fijo del 9%, mientras que la soja quedó con una retención del 30%, mientras que los cereales (trigo y maíz) con 12%.
"Esta medida no es más que una adecuación", destacó el
ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca encabezado por Luis Basterra, en referencia al avance del tipo de cambio que fue quitando poder de recaudación a los derechos de exportación.
"Es importante resaltar que a partir de las reuniones que se llevarán adelante con los diferentes actores del sector, se trabajará conjuntamente y en el marco del diálogo propuesto por nuestro Presidente, en un
nuevo esquema que incentive e incremente la producción y exportación de productos de alto valor agregado", agrega, dejando abierta la posibilidad de nuevos cambios.