Texto extraído del Libro:
“Me 109 un caza incomparable” de Martin Caidin. Libro Nro 11 de la Colección Historia del Siglo de la Violencia, de editorial San Martin. Año 1977
Capitulo “Los Ases Alemanes”
Listado de Aces con más de 150 derribos:
Piloto: Cantidad de derribos
Erich Hartmann: 352
Gerhard Barkhorn: 301
Günther Rall: 275
Otto Kittel: 267
Walter Nowotny: 258
Wilhelm Batz: 242
TheoWeissenberger: 238
Erich Rudorffer: 222
Heinrich Bar: 220
Heinz Releer:220
Hans Phillipp: 213
Walter Schuck: 206
Antón Hafner: 204
Helmut Lippert: 203
Hermann Graf: 202
Walter Krupinski: 197
Antón Hackl: 190
Joachim Brendle: 189
Max Stotz: 189
Joachim Kirschner: 185
Werner Brandle: 180
Gunther Josten: 178
Joh. Steinhoff: 176
Gunther Schack: 174
Heinz Schmidt: 173
Emil Lang: 173
E.W. Reinert: 169
Horst Adameit: 166
Wolf D. Wilcke: 161
Gordon Gollob: 160
Hans J. Marseille: 158
Gerhard Thyben: 157
Hans Beisswenger: 152
Meter Duttmann: 152
De aquí podemos deducir interesante y notables datos. Son los siguientes:
Hubo treinta y cuatro pilotos alemanes que consiguieron mas de 150 derribos en combates aéreos.
Estos 34, según los datos oficiales, consiguieron abatir en total no menos de 6.902 aviones enemigos.
Hubo otros sesenta pilotos que consiguieron más de 100 y menos de 150 derribos. Estos 60 totalizaron 7.095 derribos.
Por consiguiente, según datos alemanes, los noventa y cuatro grandes ases de la Luftwaffe abatieron en total 13.997 aviones en combate aéreo.
Cerca de 14.000 derribos conseguidos por menos de cien hombres…
Estos datos deben ser analizados con detenimiento, especialmente si se comparan con los récords de los ases estadounidenses: Bong (40), McGuire (38), Mc Campbell (34) y Gabreski (31), el primero de los británicos, Johnny Jonson (38) y los primeros ases Soviéticos: Kozhedub (62), Rechkalov (61), Shestakov (59) y Gulayev (58), por nombrar a algunos. Frente a ellos, el alemán Steinhoff, con “solo” 176 derribos confirmados, ocupa el vigésimo lugar en la lista de sus compatriotas.
Los expertos de la Luftwaffe se cuidaron mucho de indicar que la mayoría de estos derribos habían sido conseguidos en el frente ruso. Es notable el caso de Erich Rudorffer, a quién se le reconocieron 13 bajas el 6 de noviembre de 1943, en un combate que duró 17 minutos. Se trata de algo imposible, como lo demuestra helecho de que, el 24 de Octubre de 1944, Dave McCampbell, tripulando un Hellcat, consiguiera solo nueve derribos confirmados (y dos probables) en una acción dirigida contra una patrulla de bombarderos monomotores japoneses tripulados por pilotos novatos contra los que pudo disparar a placer.
Otro aspecto que merece considerarse es el concerniente a las muchas salidas (de dos a cinco, o aún más) que solían hacer los pilotos alemanes, por estar sus aeródromos a tiro de piedra de la zona de combate. Estaban en el aire casi constantemente. Aun los más escépticos admitieron que algunos de los veteranos realizaron de 1.000 a 2.000 misiones de combate durante sus años de servicio, y no cabe duda de que un buen piloto con un buen avión tiene, en tales circunstancias, redobladas oportunidades de multiplicar los derribos.
Hay todavía otro factor importante. En los años finales de la guerra, los pilotos alemanes abatidos estaban a veces en condiciones de volar al día siguiente, por haber sido derribados o haberse lanzado en paracaídas sobre su propio territorio.
Barkhorn, con 301 derribos reconocidos en el frente ruso, fue abatido al menos 16 veces. Nowotny, con 255 victorias, ya había sido derribado después de obtener la primera de ellas, aunque luego consiguiera regir tan desagradable sorpresa hasta casi el fin de la guerra, en que fue abatido por segunda vez cuando tripulaba su Me-262 a reacción.
¿Pueden aceptarse, a pesar de todo lo expuesto, las casi increíbles estadísticas de la Aviación Alemana?
El teniente general E.R. Quesada, de la USAF, que escribió una breve introducción a un libro de Heinz Knoke sobre su vida como piloto de caza, se muestra escéptico:
“Algunos detalles de este volumen me parecen exagerados (Nuestros propios pilotos, en ciertos casos, pudieron aportar también datos un tanto quiméricos). Por ejemplo no creo, como afirma Knoke, que ningún as alemán lograra derribar ciento cincuenta aviones aliados. Acá y allá aparecen dispersas en el libro otras afirmaciones que me atrevo a considerar como una obvia propaganda nazi, aceptada en bloque por un joven Vehemente”
El comandante de escuadrilla Asher Lee ha observado:
“Hombres como Moelders, Wick y Marseille fueron indudablemente pilotos de primera, equiparables a cualquiera de sus oponentes de la Aviación aliada; pero sus mastodónticas afirmaciones sobre las victorias conseguidas en combate aéreo, que rondan a veces los doscientos derribos, son absurdamente exageradas. Es indudable, en todo caso, que esta glorificación de las grandes “estrellas” sirvió a menudo para aguijonear a otros pilotos de caza jóvenes. En cierta ocasión, un joven as alemán que no mencionare (pero que es uno de los tres arriba mencionados) regresó de un vuelo sobre el canal de la Mancha afirmando haber derribado tres Spitfire. El personal de tierra observó, sin embargo, que las ametralladora y cañones no habían sido disparadas y que la munición del avión estaba intacta. El rumor se extendió por la escuadrilla y trascendió incluso a otras unidades de vuelo. El número de victorias del interesado aumento, ciertamente, pero sus “Acciones bajaron” y no mucho tiempo después paso a desempeñar un puesto de consejero.”
Roland P Beamont, famoso piloto de pruebas británico que también combatió en la Segunda Guerra Mundial, ha hecho notar lo siguiente:
“…los relatos de las victorias individuales de los grandes ases son de lectura apasionante pero escasamente creíbles. Uno se siente inclinado a pensar que, al aceptar como hechos comprobados las “estadísticas de pérdidas” alemanas, según hace el autor Edgard Sims en su libro “Pilotos de Caza”, se han ignorado, con cierta ingenuidad, las circunstancias en que se hicieron esas estadísticas, confeccionadas en una Alemania tiranizada por la propaganda de Hitler.”
“Análogamente, las listas de ases británicos, norteamericanos y alemanes dan a entender que eran una especie de superhombres. ¿Dónde estaban aquellos pilotos capaces de derribar a seis de los ocho cazas de una patrulla y a más de doce en un día? En los 38 meses de campaña sobre el Canal de la Mancha y sobre Europa entre 1939 y 1945, y en las 630 horas de vuelo que completé nunca me crucé con ninguno de ellos ni con nadie que lo hubiera hecho. Los pilotos alemanes de caza no parecían mejores que nosotros en 1940, y no eran tan buenos en 1944. Es poco convincente que una simple diferencia en los métodos de registro de las victorias nos dé una impresión tan absolutamente errónea de las facultades de los ases alemanes.”
Finalmente, he aquí el comentario del capitán de Grupo de la RAF, J. E. “Johnny” Jonson, que con sus 38 victorias encabeza la lista de ases británicos de la Segunda Guerra Mundial:
“De hecho es posible verificar algunas de las afirmaciones de un conocidisimo piloto alemán a quién se ha calificado de “virtuoso sin rival en el arma de caza”. Su gran día en el desierto occidental fue el 1 de Septiembre e 1942, cuando se apunto 17 victorias aéreas, ocho de ellas en el espacio de diez minutos. Sin embargo, nuestros propios partes indican que ese día solo perdimos un total de 11 aviones, entre ellos dos Hurricane, tipo de avión que él no menciona. Más aún: algunas de nuestras pérdidas tuvieron lugar cuando él estaba en tierra.”
LA POLEMICA ESTA SERVIDA
“Me 109 un caza incomparable” de Martin Caidin. Libro Nro 11 de la Colección Historia del Siglo de la Violencia, de editorial San Martin. Año 1977
Capitulo “Los Ases Alemanes”
Listado de Aces con más de 150 derribos:
Piloto: Cantidad de derribos
Erich Hartmann: 352
Gerhard Barkhorn: 301
Günther Rall: 275
Otto Kittel: 267
Walter Nowotny: 258
Wilhelm Batz: 242
TheoWeissenberger: 238
Erich Rudorffer: 222
Heinrich Bar: 220
Heinz Releer:220
Hans Phillipp: 213
Walter Schuck: 206
Antón Hafner: 204
Helmut Lippert: 203
Hermann Graf: 202
Walter Krupinski: 197
Antón Hackl: 190
Joachim Brendle: 189
Max Stotz: 189
Joachim Kirschner: 185
Werner Brandle: 180
Gunther Josten: 178
Joh. Steinhoff: 176
Gunther Schack: 174
Heinz Schmidt: 173
Emil Lang: 173
E.W. Reinert: 169
Horst Adameit: 166
Wolf D. Wilcke: 161
Gordon Gollob: 160
Hans J. Marseille: 158
Gerhard Thyben: 157
Hans Beisswenger: 152
Meter Duttmann: 152
De aquí podemos deducir interesante y notables datos. Son los siguientes:
Hubo treinta y cuatro pilotos alemanes que consiguieron mas de 150 derribos en combates aéreos.
Estos 34, según los datos oficiales, consiguieron abatir en total no menos de 6.902 aviones enemigos.
Hubo otros sesenta pilotos que consiguieron más de 100 y menos de 150 derribos. Estos 60 totalizaron 7.095 derribos.
Por consiguiente, según datos alemanes, los noventa y cuatro grandes ases de la Luftwaffe abatieron en total 13.997 aviones en combate aéreo.
Cerca de 14.000 derribos conseguidos por menos de cien hombres…
Estos datos deben ser analizados con detenimiento, especialmente si se comparan con los récords de los ases estadounidenses: Bong (40), McGuire (38), Mc Campbell (34) y Gabreski (31), el primero de los británicos, Johnny Jonson (38) y los primeros ases Soviéticos: Kozhedub (62), Rechkalov (61), Shestakov (59) y Gulayev (58), por nombrar a algunos. Frente a ellos, el alemán Steinhoff, con “solo” 176 derribos confirmados, ocupa el vigésimo lugar en la lista de sus compatriotas.
Los expertos de la Luftwaffe se cuidaron mucho de indicar que la mayoría de estos derribos habían sido conseguidos en el frente ruso. Es notable el caso de Erich Rudorffer, a quién se le reconocieron 13 bajas el 6 de noviembre de 1943, en un combate que duró 17 minutos. Se trata de algo imposible, como lo demuestra helecho de que, el 24 de Octubre de 1944, Dave McCampbell, tripulando un Hellcat, consiguiera solo nueve derribos confirmados (y dos probables) en una acción dirigida contra una patrulla de bombarderos monomotores japoneses tripulados por pilotos novatos contra los que pudo disparar a placer.
Otro aspecto que merece considerarse es el concerniente a las muchas salidas (de dos a cinco, o aún más) que solían hacer los pilotos alemanes, por estar sus aeródromos a tiro de piedra de la zona de combate. Estaban en el aire casi constantemente. Aun los más escépticos admitieron que algunos de los veteranos realizaron de 1.000 a 2.000 misiones de combate durante sus años de servicio, y no cabe duda de que un buen piloto con un buen avión tiene, en tales circunstancias, redobladas oportunidades de multiplicar los derribos.
Hay todavía otro factor importante. En los años finales de la guerra, los pilotos alemanes abatidos estaban a veces en condiciones de volar al día siguiente, por haber sido derribados o haberse lanzado en paracaídas sobre su propio territorio.
Barkhorn, con 301 derribos reconocidos en el frente ruso, fue abatido al menos 16 veces. Nowotny, con 255 victorias, ya había sido derribado después de obtener la primera de ellas, aunque luego consiguiera regir tan desagradable sorpresa hasta casi el fin de la guerra, en que fue abatido por segunda vez cuando tripulaba su Me-262 a reacción.
¿Pueden aceptarse, a pesar de todo lo expuesto, las casi increíbles estadísticas de la Aviación Alemana?
El teniente general E.R. Quesada, de la USAF, que escribió una breve introducción a un libro de Heinz Knoke sobre su vida como piloto de caza, se muestra escéptico:
“Algunos detalles de este volumen me parecen exagerados (Nuestros propios pilotos, en ciertos casos, pudieron aportar también datos un tanto quiméricos). Por ejemplo no creo, como afirma Knoke, que ningún as alemán lograra derribar ciento cincuenta aviones aliados. Acá y allá aparecen dispersas en el libro otras afirmaciones que me atrevo a considerar como una obvia propaganda nazi, aceptada en bloque por un joven Vehemente”
El comandante de escuadrilla Asher Lee ha observado:
“Hombres como Moelders, Wick y Marseille fueron indudablemente pilotos de primera, equiparables a cualquiera de sus oponentes de la Aviación aliada; pero sus mastodónticas afirmaciones sobre las victorias conseguidas en combate aéreo, que rondan a veces los doscientos derribos, son absurdamente exageradas. Es indudable, en todo caso, que esta glorificación de las grandes “estrellas” sirvió a menudo para aguijonear a otros pilotos de caza jóvenes. En cierta ocasión, un joven as alemán que no mencionare (pero que es uno de los tres arriba mencionados) regresó de un vuelo sobre el canal de la Mancha afirmando haber derribado tres Spitfire. El personal de tierra observó, sin embargo, que las ametralladora y cañones no habían sido disparadas y que la munición del avión estaba intacta. El rumor se extendió por la escuadrilla y trascendió incluso a otras unidades de vuelo. El número de victorias del interesado aumento, ciertamente, pero sus “Acciones bajaron” y no mucho tiempo después paso a desempeñar un puesto de consejero.”
Roland P Beamont, famoso piloto de pruebas británico que también combatió en la Segunda Guerra Mundial, ha hecho notar lo siguiente:
“…los relatos de las victorias individuales de los grandes ases son de lectura apasionante pero escasamente creíbles. Uno se siente inclinado a pensar que, al aceptar como hechos comprobados las “estadísticas de pérdidas” alemanas, según hace el autor Edgard Sims en su libro “Pilotos de Caza”, se han ignorado, con cierta ingenuidad, las circunstancias en que se hicieron esas estadísticas, confeccionadas en una Alemania tiranizada por la propaganda de Hitler.”
“Análogamente, las listas de ases británicos, norteamericanos y alemanes dan a entender que eran una especie de superhombres. ¿Dónde estaban aquellos pilotos capaces de derribar a seis de los ocho cazas de una patrulla y a más de doce en un día? En los 38 meses de campaña sobre el Canal de la Mancha y sobre Europa entre 1939 y 1945, y en las 630 horas de vuelo que completé nunca me crucé con ninguno de ellos ni con nadie que lo hubiera hecho. Los pilotos alemanes de caza no parecían mejores que nosotros en 1940, y no eran tan buenos en 1944. Es poco convincente que una simple diferencia en los métodos de registro de las victorias nos dé una impresión tan absolutamente errónea de las facultades de los ases alemanes.”
Finalmente, he aquí el comentario del capitán de Grupo de la RAF, J. E. “Johnny” Jonson, que con sus 38 victorias encabeza la lista de ases británicos de la Segunda Guerra Mundial:
“De hecho es posible verificar algunas de las afirmaciones de un conocidisimo piloto alemán a quién se ha calificado de “virtuoso sin rival en el arma de caza”. Su gran día en el desierto occidental fue el 1 de Septiembre e 1942, cuando se apunto 17 victorias aéreas, ocho de ellas en el espacio de diez minutos. Sin embargo, nuestros propios partes indican que ese día solo perdimos un total de 11 aviones, entre ellos dos Hurricane, tipo de avión que él no menciona. Más aún: algunas de nuestras pérdidas tuvieron lugar cuando él estaba en tierra.”
LA POLEMICA ESTA SERVIDA