EFDV no dice aislarse, dice no plegarse 100% a los intereses, y cito:
"Escudé, Di Tella y Menem decían que los intereses vitales de Argentina y Estados Unidos eran exactamente iguales. Era parte de la doctrina de la política exterior argentina popularmente conocida como "relaciones carnales". ¿Son los intereses de una superpotencia y un país periféricos exactamente los mismos? difícilmente. Puede haber puntos en coincidencia, pero no asimilación. Da para mucho más debatir este punto pero lo dejo aquí."
No creo que se haya definido a nuestros intereses como exactamente iguales. De hecho, eso implicaría confrontarlos (si nuestro interés es dominar el mar, la USN es un obstáculo).
El planteo era otro.
1-Hay un hecho: existe una superpotencia que moldea el mundo. Nos guste o no.
2-Dentro de ese mundo así moldeado (Occidente), podemos sentirnos cómodos o no. Aunque esto tiene un cierto margen de decisión, es en gran parte también un hecho dado: el argentino promedio, incluso más allá de lo que diga, se siente "cómodo" en ese mundo "made in USA". Queremos un sistema democrático, queremos gozar de los bienes capitalistas, queremos consumir bienes culturales estadounidenses y de sus aliados (hace poco salió un estudio que nos pone a la cabeza de LA en el manejo del inglés). A su vez, EE.UU no es para nosotros una significativa "molestia": no nos invade, no nos limita gravemente en el comercio, no nos lleva a pelearnos con otros países que sentimos cercanos.
Ahora vienen dos puntos muy importantes y que se relacionan:
3-Dentro de ese mundo no obstante, no somos un país importante. Y no lo somos por dos motivos principales: 1-No somos una economía de peso mayor. 2-No tenemos una posición geoestratégica relevante.
4-El principal enemigo de los intereses argentinos (según Escudé, el ideólogo del modelo), es el subdesarrollo. No una invasión extranjera ni un movimiento terrorista.
De ahí que:
5-El planteo era que el mejor modo de defenderse contra el principal enemigo (subdesarrollo) era ganar importancia dentro de Occidente. Para ganarla había que apoyar la política exterior estadounidense (no ser simple espectador). Lograda una inserción lo suficientemente profunda (la meta era entrar en la OTAN) se condicionaría a los sucesivos gobiernos en el camino a seguir = no podrían seguir la senda anti Occidente = camino del subdesarrollo.
Dicho bien en grosero: cuando se enviaba una fragata a apoyar a la USN no se la enviaba contra Saddam o el que fuera, si no contra los argentinos impulsores de "viva Fidel y la patria grande latinoamericana" y/o cualquier cosa en esa línea.
A mi modo de ver,
ahí estuvo el error del planteo. Dar tanto peso a la política exterior como una herramienta para condicionar la política interior, como si eso bastase. De hecho, se cayó en una contradicción máxima, porque el gobierno que eso hacía era el de un partido político cuyo poder siempre se asentó en el populismo. Era como si el Pentágono fuese por ahí imponiendo el comunismo. Alguna vez escuché unas palabras del propio Escudé en este sentido.
Volviendo atrás: creo que los puntos 1 y 2 son plenamente válidos. Pero a partir de ahí: el desarrollo es una lucha 90% interna.
Si no se da, se nos impone permanecer como un apéndice intrascendente de ese mundo "made in USA" (o el que fuere si cambia de manos).
Si lo logramos, ahí cabe la decisión:
1-O permanecemos en términos de política de defensa relativamente aislados: y eso se traduce casi en una neozelandización de las FFAAs, salvo que el barrio se pusiera problemático. De lo contrario es difícil justificar unas FFAAs fuertes.
2-O se busca una mayor inserción.
A todo esto se suma un factor nuevo: el ascenso chino.
Un posible modelo (no digo que tenga que ser ese necesariamente, aunque a mí me gustaría),
supuesto que entremos en la senda del desarrollo, es el australiano / Surcoreano = buenas o incluso excelentes relaciones comerciales con China, pero como un factor de contrapeso impulsado además por la diferencia cultural/política con el gigante asiático, el fortalecimiento del músculo militar con plena alianza con EEUU/Europa. Más específicamente aún: el fortalecimiento del músculo naval, que se traduciría para nosotros en:
1-Máximizar la defensa de nuestro enorme mar.
2-Ganar importancia en el bloque occidental vía el modelo de los 90: participar con fuerzas navales en las acciones de Occidente (que además es el modo más seguro de participar).
3-Ganar justificación interna para el desarrollo de las FFAAs (y experiencia para las mismas). El poder militar no sería ocioso; estaría en uso.
El mundo "made in USA" tiene la ventaja de que no pone mayores dificultades para el fortalecimiento de alianzas con otros estados del bloque. Y suponiendo, insisto, se entre en la senda de un desarrollo sostenido, Argentina es un país con grandes posibilidades en ese aspecto. Prácticamente no hay país de LA mejor posicionado para fortalecer los vínculos militares (se dan por descontados los económicos) con España, Italia y Alemania. Por motivos histórico-culturales. Se puede sumar también Francia. Y por loco que suene, pero basta recorrer nuestra historia....el RU.