¿Retorno de la ingobernabilidad?
Cuando se conocieron los resultados electorales tan contundentes, los temores de que se reprodujeran problemas de gobernabilidad se disiparon por lo menos para una buena parte de la población. Se pensó que si el MAS había sido un factor esencial en las movilizaciones de los últimos años, con las consecuencias conocidas y mencionadas más arriba, una vez en el gobierno se pensaba que ese fantasma no volvería más. Sin embargo, las cosas no pasaron necesariamente de este modo, y es muy frecuente constatar desde las esferas de gobierno denuncias repetidas de "conspiraciones" o de anuncios de golpes de Estado10 , que más allí de su realidad, tienen un fuerte impacto en el sentimiento y la confianza colectivos, como puede verse en los miles de bolivianos que votan con los pies todos los meses y de manera creciente, optando por el "exit" hacia el extranjero a falta de expectativas de futuro, en porcentajes inusuales y lapidarios para el país respecto a la población11 .
Puestos en el terreno de la gobernabilidad y su vinculación con la administración de conflictos tan importante en un país con alta conflictividad, el gobierno ha demostrado escasa capacidad y es en este terreno donde radica uno de los componentes más vulnerables de la acción gubernamental, y que le han causado los "peores" momentos en el tiempo que ya lleva de gobierno, como lo diría el mismo Presidente de la República 12, a propósito de un conflicto pésimamente manejado.
Lo ocurrido en los últimos meses de gobierno, nos permite diferenciar a) lo que podríamos llamar la herencia de ingobernabilidad que se reproduce en el presente y b) las potenciales nuevas formas de ingobernabilidad. Lo primero tiene que ver con los problemas de ingobernabilidad primaria relacionados con los conflictos y el valor de las reglas para contenerlos dentro de ciertos límites; y lo segundo con propuestas basadas en las diferencias étnicas para cambiar el carácter y estructura del Estado. En ambos niveles subyace una cierta idea de sociedad y de poder, que en los hechos podría cambiar la escala de los riesgos de ingobernabilidad conocidos en el pasado.
La reproducción de la ingobernabilidad pasada y la democracia del "consenso"
En primer lugar, según una idea muy difundida en el MAS los conflictos sociales y políticos de los últimos años fueron resultantes de las políticas "neoliberales" pensadas como causas de la pobreza y de las desigualdades , y que una vez eliminados los gobiernos responsables de esas políticas, los conflictos deberían tender a desaparecer . Esta apreciación tiene que ver con una cierta idea de democracia de "consenso" que sustrae el conflicto como inherente de la democracia moderna. Esta idea del "consenso" es una derivación de la democracia comunitaria propia de sociedades holistas, que funcionan en las comunidades andinas en las que las decisiones se toman según este mecanismo no muy tolerante con la disidencia, y que en el MAS se ha convertido en el principio de su modelo de "democracia" opuesto a la democracia representativa para "refundar" el país. Dada esta premisa estaba claro que el MAS como gobierno no estaría en condiciones de administrar los conflictos, que surgirían inevitablemente por ser parte constitutiva de la sociedad. . Un indicador de esta creencia que tuvo luego efectos paralizantes para el gobierno, fue eliminar la dependencia gubernamental encargada de hacer el seguimiento estratégico de los conflictos en el país, sustituida por un Viceministerio de Coordinación con los Movimientos Sociales, alegando que todo se resolvería mediante el "diálogo".
Un segundo factor de la misma creencia fue que tampoco deberían producirse más conflictos puesto que aseguran que el MAS no es un partido sino un compuesto de movimientos sociales y que estos no pueden estar contra sí mismos. Más allí de lo poco democrático que es en los hechos subordinar y hasta absorber a los "movimientos sociales" en las esferas del poder, varios de estos "movimientos sociales" se movilizaron en sendos conflictos con la creencia de que el gobierno no los reprimiría, puesto que era el suyo, y debía satisfacer sus demandas. Esta creencia también resultó falsa y en varias ocasiones el gobierno desconcertado sólo atinó a denunciar "conspiraciones" o "manos negras", en movilizaciones que simplemente seguían la nueva lógica de acción colectiva corporativa e instrumental, pero que a diferencia de las anteriores entre el 2000 y 2005, no pretenden echar al gobierno sino obligarlo a cumplir sus promesas o inclinarse ante sus exigencias,
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Estas premisas hicieron que el nuevo gobierno empezara asegurando al país a través de su Ministra de Gobierno que no se usaría más la fuerza, confundida con la violencia, sino el dialogo, lo que tuvo efectos inductores , como fue el caso el mes de octubre del pasado año, en Huanuni, donde se produjeran 16 muertos y cerca de 80 heridos. El gobierno, que estuvo enterado de la probabilidad de los hechos de violencia a los que prefirió llamar "rumores", dejó pasar muchas horas sin tomar ninguna decisión y cuando movilizó a la policía ya era tarde, pues la tragedia ya se había producido protagonizada por mineros cooperativistas privados y aliados del gobierno, contra otros mineros estatales que también votaron por el MAS, pero considerados no aliados. 13
Ausencia de conciencia normativa
Estas falsas creencias sobre cómo funciona una sociedad con grados avanzados de complejidad, fue reforzada por la escasa o ninguna convicción de que las leyes deben ser respetadas en el país, y cuya violación permanente ha sido el factor primario de los procesos de inestabilidad política desde la fundación de la República.
Este desprecio por la ley no es atribuible sólo a los sectores del MAS. En ello se expresan vivamente la ausencia de una cultura normativa compartida en el país. Pero en el caso del MAS, y en buena parte de sus altos funcionarios públicos, se ha convertido en pauta de acción gubernamental, explicable de algún modo si se tiene en cuenta la historia particular de varios sociales sociales masistas y de dirigentes del MAS, que han vivido la experiencia de un uso arbitrario de la ley contra ellos. Además toda referencia a la ley es para ellos complicidad con el "neoliberalismo". No hay, por tanto, en la visión del MAS la noción del Estado de Derecho ni una preocupación por el cumplimiento de la ley o la necesidad de promover una pedagogía por el cumplimiento de la ley. 14 Lo que ocurre actualmente con la Asamblea Constituyente empantanada por meses sin poder aprobar su sistema de votación es el resultado de un conflicto con la norma jurídica, que ahondó la fractura entre "oriente y occidente" por la decisión de la cúpula masista de no respetar la Ley de Convocatoria al sostener y convencer a su gente de que es mejor la mayoría absoluta, con la que cuentan, que los dos tercios legales que los obliga a concertar. 15
Entre el derecho a gobernar y la tendencia a mandar y controlar todo el poder
Otro factor nada desdeñable en esta vez en la producción nuevas situaciones de ingobernabilidad es una cierta idea del poder y de gobierno. Como se sabe, en democracia sólo se gana en elecciones el derecho de gobernar, preservando la independencia de los tres poderes del Estado mientras que en el MAS es predominante una cierta idea de gobernar no que tienen mucho que ver con la democracia. En efecto, en varias en ocasiones dirigentes del MAS han declarado que sólo ganaron el gobierno y lo que necesitan es el poder y el control de la "totalidad del poder" 16 . Esta tendencia de controlarlo todo es mucho más que autoritarismo y conduce, como varias experiencias políticas en el pasado lo han demostrado de manera dramática, a absorber a la sociedad desde el poder y esto está en congruencia con la concepción dominante en el MAS de una confusión entre los niveles sociales y políticos de una sociedad, lo que explicaría el empeño de que lo que llaman "movimientos sociales" ocupen el vacío de los partidos y formen parte de las esferas del poder en nombre de lo que también llaman "poder social" de control.
Desde que el nuevo gobierno se instaló y aún antes pero sobre todo después, se ha escuchado repetir que el MAS tienen una nueva idea del gobierno que consiste en "mandar obedeciendo", que es la fórmula con la que se oponen a una cierta forma de hacer funcionar el poder monopolizado por las élites "tradicionales" y sustituirla por otra el la que de lo que se trataría es de devolver el poder al "pueblo". En primer lugar llama la atención el que se use la expresión ·"mandar", tan tradicional en la historia del país, y que se use como equivalente o mejor sustituto de "gobernar". Mandar está asociado más con la idea de poder que con la idea de gobierno y de autoridad y que el MAS reproduce creyendo que es una ruptura cuando es una prolongación de un pasado no democrático. En segundo lugar, al parecer lo que se pretende dar a entender con esa fórmula de "mandar obedeciendo" es que hay que obedecer al pueblo y no a las élites, que sólo habrían obedecido a sus intereses. En los hechos las cosas pasan de otra manera y esto ha podido observarse en sus relaciones con lo que llaman "movimientos sociales" respecto de los cuales dicen que tienen un "mandato", como se escucha decir todo el tiempo en la AC. en la que no son pocos los que se piensan ser más bien "mandatarios" que representantes. Los "movimientos sociales" a los cuales dicen obedecer son "masistas", lo que quiere decir que los no "masistas" no son tomados en cuenta cuando se organizan Cabildos o Asambleas Públicas, a los que estos últimos no son invitados, como la Central Obrera Boliviana (COB). Es decir "obeceden" a los que les son afines y que por ser tales, difícilmente van a ofrecer resistencias o producir disidencias. Estas últimas cuando existen, son simplemente ignoradas por el mecanismo de aclamación y cuyo resultado se declara aceptado sin verificación alguna, como es corriente en democracia. A ello se suman situaciones en las cuales los dirigentes del MAS tienen tal poder sobre su gente, que se termina aprobando lo que desde arriba se decide como líneas de acción, como ha ocurrido ya tantas veces, y también con los masistas en la AC, lo que está contradicción con lo proclamado y ha provocado ciertas fisuras internas en las filas del MAS que no aceptan estas formas de autoritarismo, tan tradicional en la política boliviana. Es decir, que "mandar obedeciendo" termina siendo lo contrario de lo que se quiere dar a entender y además simplemente no tienen sentido practico, o como suele decirse, puede funcionar en la teoría pero no en la práctica. Un gobierno es capacidad de agregación, y no simplemente obligación de decidir según las demandas sociales, múltiples, poco estructuradas, no siempre compatibles entre sí o excluyentes. Sin embargo, muchos sectores sociales que apoyan al gobierno creen en la fórmula al pie de la letra, y por esta vía crean situaciones de ingobernabilidad, como ha podido constatarse en varios conflictos sociales de los últimos meses 17, entre ellos los recientes de Cochabamba en los que se ha estimulado la movilización social para imponer la renuncia del Prefecto de oposición, pero que luego se desbordó, con los saldos trágicos que se conocen que obligaron al gobierno a defender por interés propio la legalidad y promover el retorno de los "cocaleros" al Chapare sin haber logrado el objetivo de la movilización.
Esta aquí puede constarse una cierta familiaridad con la ingobernabilidad tradicional, pero si tomamos en cuenta los probables efectos políticos de la propuesta de "Refundar" el país, entonces podríamos entrar en un nuevo nivel de alta ingobernabilidad.
Nacionalismo étnico y etnicismo
Lo que podríamos llamar "nacionalismo étnico" está contenido en la propuesta oficial de cambiar el fundamento del Estado y su diseño territorial, que reemplace el considerado racista-liberal, por otro que puede llamarse pertinentemente nacionalismo étnico18 que hoy en muy fuerte y predominante en el partido de gobierno. En realidad se trata más que de una reivindicación étnica o social en favor de la mayoría indígena y "originaria" en el país, es un proyecto político fuertemente teñido de neoindigenismo, que por lo menos fue creciendo en los últimos quince años, particularmente desde la crisis de abril de 2000.
Ciertamente, es una constatación la diversidad multiétnica y multicultital del país, que la reforma constitucional de 1994, reconoció convirtiendo el hecho en un derecho. En también un hecho de que en el país el discurso "diferencialista" 19 es dominante y que la revolución electoral de diciembre de 2003 le ha dado nuevos e insospechados bríos asociados con la AC. que es la apuesta política más importante del MAS para "refundar" el país.
El primer acto del proceso "refundacional" ha sido forzar la aprobación de una norma sin norma preexistente, en el Reglamento General de la AC. en su artículo primero, que declara el carácter "originario" de la Asamblea. 20
El segundo acto es estatuir en la nueva Constitución Política del Estado, el carácter "multinacional" el Estado, convirtiendo a las los grupos étnico-culturales en "naciones", con todos sus efectos jurídicos y políticos de tal declaración en la estructura del Estado y en su base territorial, para la cual se han presentado ya propuestas de rediseño territorial sobre bases étnicas. Más allí del propósito buscado de asegurarse el poder por largo tiempo, esta propuesta simplemente no es viable para la otra parte del país, sobre todo del oriente y gran parte de la clase media del occidente, que no se reconoce en este nacionalismo étnico.
Con todo, esta propuesta etnicista, que está también en el centro del anteproyecto de Ley de la Educación Boliviana, parece más ideológica y político-estratégico de la nueva élite "originaria" con fuerte apoyo de cientistas sociales de clase media ganados por la "etnomamía" en un país muy mestizado 21, pero que tiene un fuerte impacto en los grupos originarios de base. Sin embargo, estos grupos de base parecen más inclinados a pensar su situación en términos de acceso a los bienes y símbolos de la modernidad que en "separatismos étnicos", lo que no es contradictorio con la reivindicación cultural e identitaria y de reconocimiento en los marcos de un "nuevo" Estado. Uno de los efectos previsibles, reforzado por la "etnomanía" existente, va a ser convertir las "diferencias" culturales existentes en "divisiones" nacionales, que resultarían del derecho a la "autodeterminación", como algo distinto de las "autonomías funcionales" no territoriales, con resultados ya conocidos en otras latitudes e historias de Estados débiles y con grandes fracturas internas. Quizá este sea el factor de mayor riesgo político de ingobernabilidad en el país, con una AC. altamente frágil en sus equilibrios internos y fuertemente dominada por una profunda desconfianza entre unos y otros, y cuyos resultados son aún demasiados aleatorios.
Es decir, una nueva historia ha empezado, con un pasado que se cierra pero con un futuro muy incierto y cargado de riesgos. El proceso enfrentará grandes dificultades a corto y mediano plazo, con un gobierno muy fuerte que quiere todo cambiarlo, no siempre con ideas claras sobre el qué, y sin demasiadas preocupaciones por las formas, sobre todo normativas, reproduciendo prácticas políticas muy ancladas en el pasado y en el presente. Habrá resistencia de lo que entiendan que sus intereses serán afectados, junto a sectores medios atemorizados cada vez por lo que entienden amenazas desde el gobierno, pero también existen con sectores sociales pobres y los llamadas "originarios" muy esperanzados, con el sentimiento de cierta dignidad recuperada y la certeza de que ahora son poder, sentimiento que muchos de ellos amalgaman con el derecho a imponer en una suerte de historia repetida pero desde el otro lado.
En suma, el porvenir del país, de la AC y del gobierno, dependerán esencialmente de la resolución del nudo gordiano que tiene dos ataduras. Por un lado, de cómo se maneje la relación de integración entre los "dos Bolivias", separadas y atravesadas por grandes fracturas históricas. Por el otro, cómo compatibilizar los cambios respetando los marcos y los límites de la democracia.
1 En la Cámara de Diputados, de los 130 miembros 74 son del MAS. En el Senado de los 27 miembros, 12 son del MAS. Sumando ambos resultados, tiene mayoría absoluta en el Congreso Nacional, lo mismo que en la Cámara de Diputados. En las dos últimas décadas estas mayorías solo pudieron producirse mediante pactos entre partidos.
2 La proposición acusatoria fue presentada por Evo Morales acusando al ex Presidente de la República, Eduardo Rodríguez de traición a la patria y espionaje. No existe ninguna evidencia ni materia justiciable, como exige la Ley de Responsabilidades de abril de 2003, pero el fiscal creyó que había que viabilizar el juicio en condiciones no conformes con los procedimientos normativos de debido proceso.
3Las formales incluidas en sus Estatutos exigidos por el Código Electoral, en los hechos no existen, pues las decisiones se toman en Palacio de Gobierno, por Evo Morales y un estrecho equipo de colaboradores.
4Ver La Razón de 29 de abril de 2006.
5 Según la encuesta de Equipos Mori, el apoyo a la decisión del gobierno llegó al 94%. Ver La Época de 25 de junio, es decir, días antes de las elecciones para la Asamblea Constituyente. Sin esta decisión el porcentaje de votos obtenidos por el MAS el 2 de julio pudo ser inferior, que de todos modos lo fue en tres puntos en comparación al obtenido en diciembre de 2005,
6Según esta misma encuesta( ver nota anterior) de Equipos Mori un 69% de los encuestados cree que la corrupción ha bajado, lo que diferenciaría a este gobierno de los anteriores.
7Este hecho es ciertamente notable, en un país que se acostumbró a vivir con percepciones muy bajas y en descensos de sus instituciones públicas. Esto es particularmente cierto con el Congreso cuya aprobación llega, por lo menos en el tiempo de la encuestas, al 64%. Ver La Razón de 26 de mayo de 2006.
8Ver La Razón de 27 de octubre de 2006. La curva descendente es continua desde el 80% de apoyo en marzo a un 50% en octubre.
9Ver las encuestas MORI, según las cuales a cuatro días de la firma a fines de octubre último, de los contratos con las empresas petroleras trasnacionales con las cuales las relaciones se habían deteriorado en el último tiempo hasta el punto de amenazar con posibles demandas ante Tribunales Internacionales, el apoyo al Presidente subió al 63%, 13 puntos más que el mes anterior. La suscripción no esperada de los contratos fue apoyada por el 83% de los encuestados. Ver Los Tiempos de 7 de noviembre de 2006. En todo caso este repunte es comparable al que se produjo cuando el gobierno, ante un descenso de su popularidad el mes de abril, decidió el 1 de mayo anunciar por Decreto la "nacionalización", más verbal que efectiva, de los hidrocarburos con la militarización de los campos petroleros. Con todo, las oscilaciones significativas de la opinión pública continúan, como puede leerse en encuestas más recientes, en las que el apoyo a Evo Morales vuelve a descender, como pude constatarse en la encuesta de diciembre de 2005 de Apoyo Opinión y Mercado Bolivia publicados en La Razón de 20 de diciembre de 2006. Otra encuesta también de diciembre de Gallup Internacional reveló que sólo un 32% estaría dispuesta a votar por Evo Morales Ver en El Correo del Sur de 31 de diciembre de 2006. El rechazo también es mayoritario a la eventual reelección del actual Presidente, contrastando con el favorecimiento mayoritario de enero de 2006.
10Un ejemplo de lo que algunas veces parece ser una paranoia, puede leerse en las declaraciones hechas a Le Monde, de 17 de octubre de 2006, donde acusó al Prefecto de Santa Cruz, departamento loder en la demanda de autonomía y en la oposición al gobierno, de haber visitado los cuarteles lo que le obligó a usar chaleco antibalas ante el temor de un atentado. Más el Presidente desmentirá haber sindicado al Prefecto lo que afirmó al periódico francés. En cuanto al golpe, un periodista alemán, Heinz Dieterich, muy vinculado a Venezuela, publicó un artículo no sólo denunciando el golpe sino anticipando la fecha de su realización para el 10 de octubre, fecha en la que se realizó una concentración pública de apoyo al gobierno y que contó con la presencia del Presidente te de la República. Ver Rebelión, en su portal electrónico de 8 de octubre. Para más detalles de lo que después sólo sería una denuncia anónima de atentar contra su vida , ver La Razón de 19 de octubre.
11Ver La Razón de 31 de octubre de 2006, que cita informes de Ministerio del Interior de España, que calcula en 15000 los bolivianos que ingresan mensualmente a ese país, la mayor parte de los cuales para quedarse. Globalmente, sólo esa cifra y sin tomar en cuenta la migración hacia otros países, en seis meses constituiría el 1% de la población total de Bolivia.
12Ver La Prensa de 8 de octubre de 2006
13Para los detalles de todo este conflicto ver "Especial" de La Prensa de 8 de octubre de 2006
14 Esto es fácilmente verificable, por ej. en el texto oficial de su visión de país que el MAS presentó en el proceso electoral de julio, donde no hay ninguna mención a estos temas.
15El gobierno actuó del mismo modo el mes de octubre cuando debía votarse la "inmunidad "de los Constituyentes, que la tienen por disposición de la Ley de Convocatoria de 6 de marzo de 2006. Desde las altas esferas del gobierno y en la sede de la AC. se instruyó votar contra ella, provocando un fuerte malestar interno entre los constituyentes del MAS no sólo porque tal forma de voto era contra la Ley sino por el trato "despótico" que varios masistas advertían en los altos funcionarios del gobierno.
16Esto está escrito en la propuesta presentada durante el proceso electoral para la elección de los constituyentes, "Refundar Bolivia", que es la más indigenista de todas las presentadas hasta ahora por el MAS. En la misma línea de pensamiento pero explicitando lo que se quiere decir con ello en sus consecuencias , diríamos, últimas, , una declaración hecha en una provincia aymara de La paz el 20 de septiembre último por el Vicepresidente García Linera en función de Presidente interino del país, desencadenó una ola de críticas y preocupaciones en el país, porque no sólo declaró ante una multitud de indígenas, que en esa zona había aprendido a "amar y a matar"- haciendo referencia a su pasado de pertenencia a los "Ayllus Rojos" de los años ochenta, en el que él se cubría con un "poncho " rojo para ocultar una "FAL" bajo el brazo- sino que terminó asegurando que defenderán la "revolución" con las hondas y los "mauser", en un proceso en el que debía conducirlos al control de la "totalidad del poder". Y no sólo el gobierno. En el MAS no solamente existen fuertes corrientes antimodernistas indigenistas sino también no democráticas, autoritarias y hasta totalitarias.
17Según datos de Roberto Laserna, que desde hace muchos años trabaja sobre conflictos en Bolivia, en una comunicación personal el mes de octubre, el volumen de conflictos mensuales en el gobierno de Evo Morales hasta el mes de agosto de este año, es superior paradójicamente al de los gobiernos anteriores, excepto al del gobierno de C. Mesa, y de Siles Suazo a principios de los años ochenta(1982-85), que fueron para Bolivia la etapa del paroxismo de la ingobernabilidad social.
18Al respecto, entre muchos otros, puede con mucha utilidad el texto de Guy Hermet: Histoire des nations et du nationalisme en Europe, Ed. du Senil, París, 1996,. En este texto se marcan las diferencias entre "nacionalismo cívico", y "nacionalismo étnico" a través de una confrontación entre las ideas de Renan y de Herder, que constituyen el hilo conductor de la publicación.
19Diríamos que hemos pasado de un discurso tradicional en el que la unidad del país era pensada en términos "uniformidad ", a otro discurso en el que la "unidad" es la suma de las diferencias.
20Para más detalles del debate ver el artículo de Jorge Lazarte en Pulso, del 27 de octubre al 2 de noviembre de 2006, Año 9, No. 371, pp.8 y 9.
21Una última encuesta confirma lo que varias otras anteriores verificaron, pero que en el Censo Nacional de 2001 no sale por ausencia de la pregunta, que 7 de cada 10 bolivianos se declara mestizo. Ver La Razón de 20 de octubre de 2006.