JB Online
Lo Brasil prepara su defensa
Nuestra defensa es una tarea del pueblo brasileño, teniendo cómo vanguarda los cuerpos armados.
Mauro Santayana
Sobre la mesa de centro de la sala de espera hay dos quepes militares, siendo extranjero uno de ellos. Eso explica porque el Ministro de la Defensa, Celso Amorim, me atienda algunos minutos tras la hora marcada: él se despedía del Comandante de la Marina de Senegal, contra-almirante Mohamed Sane, que hube recibido media hora antes.
El ex-canciller es hombre de buena biografía para ocupar el cargo, porque siempre fue afirmativo en sus posiciones. En 1982, presidente de la Embrafilme, tuvo el coraje de financiar, con dinero del Estado, la primera denuncia cinematográfica de las torturas cometidas por los agentes de la Dictadura, con la película “Para Frente, Brasil!”, de Roberto Harías. Fue, es claro, dimitido.
Al asumir el cargo de Canciller, en el gobierno Lula, Amorim – en la presencia de la Embajadora de Estados Unidos – recomendó a los jóvenes diplomáticos que, por encima de todo, no tuvieran miedo. Y mostró a que hube venido, al nombrar, para la Secretaría-General del Itamaraty, el Embajador Samuel Abeto Guimarães, que fuera ostensivamente hostilizado durante el gobierno anterior, en razón de su firme actitud nacionalista. Condujo política externa de afirmación nacional, coherente con a de algunos de sus antecesores, también del régimen militar, que fue opuesta a la de los ocho años anteriores, los de Fernando Henrique Cardoso, y bien próxima de su actuación cuando, en el gobierno Itamar Franco, ocupó por primera vez la Secretaría de Estado.
Nuestra conversación comenzó con una mirada al mundo. Si, en consonancia con la visión de Clausewitz, política internacional y guerra se complementan, con los embates armados siguiéndose a la movimentação diplomática, Amorim está en el lugar correcto. Él, diplomático atento, conoce bien la historia política internacional – y no sólo a partir del Tratado de Westphalia, que es tenido como el cimiento del poder mundial de nuestro tiempo. Sus ojos van más atrás, en la larga crónica de los conflictos planetários, desde que de ellos hay registros. Finalmente, el mundo es de la forma que es. Siendo así, tenemos que prepararnos, y convivir con la realidad - no con el sueño.
Todos los países tienen una estrategia de poder, y de más conocida de ellas, en el mundo contemporáneo, es a de Estados Unidos. Los norteamericanos nunca escondieron su proyecto expansionista, expuesto a partir de 1845 – cuando se preparaban para la guerra con México, con la doctrina del Destino Manifiesto. La frase fue creada por el periodista John Sullivan, al exigir, en artículo, la anexação de Tejas: la “divina providencia” hube dotado el país de la misión de dominar el mundo.
JB - Ministro, cual es la estrategia de poder de Brasil?
CA - Lo Brasil – y eso no es sólo una convicción nuestra, pero es también del conocimiento de la comunidad internacional – no tiene el objetivo estratégico de expansión de su poder en el mundo. Lo que la naturaleza y la historia nos dieron es bastante. No queremos otro poder que no sea lo de garantizar nuestra soberanía territorial y el respeto internacional a nuestra autodeterminación. Para eso, es claro, debemos disponer de suficiente capacidad militar de defensa. Nuestra estrategia puede ser resumida en una idea básica: cooperación activa con nuestros vecinos continentales, a fin de mantener la paz y la defensa de nuestros intereses comunes, y capacidad bélica a fin de dissuadir la agresión de eventuales adversarios externos a nuestra región, por más poderosos sean. No en los amedrontamos: estamos dispuestos a resistir a cualquier agresión con determinación y bravura. ES en ese doble movimiento que lo Brasil viene actuando y continuará a actuar.
Preocupaciones con a África
El Ministro acuerda que la situación geopolítica de Brasil, con nuestra extensa costa atlântica, vis-a la-vis con a África Occidental, nos trae responsabilidad y preocupación con esas aguas, que siempre singramos, en nuestras relaciones seculares con el otro gran continente meridional. Tenemos excelentes relaciones, también de naturaleza militar, con las nuevas naciones, y no las limitamos a aquellas que, habiendo sido colonizadas por Portugal, son nuestras hermanas históricas. A propósito, hace mención a la visita de cortesia del contra-almirante Mohamed Sane, de Senegal, que hube acabado de recibir. En el transcurrir del encuentro lo contra-almirante se refirió a una acción de la Marina Brasileña, en Cabo Verde, de entrenamiento de tripulaciones para atención médica y social de las poblaciones litorâneas y ribeirinhas, y mostró interés en recibir la misma colaboración.
En ese particular, recordó que, terminado el régimen de apartheid en Sudáfrica, tan luego la última nave de guerra sudafricana dejó el puerto de la Bahía de Walvis, en la Namíbia, en él encostou una fragata brasileña. Lo Brasil está presente en la Namíbia, ayudando su pueblo a construir la nación, tras dura dominação europea, iniciada por los holandeses, hace más de 200 años. Está presente en la Namíbia, como está en Guinea, en Cabo Verde, en Son Tomé y Príncipe y, naturalmente, en Angola. Y en Mozambique – del otro lado del continente – eso sin hablar en Timor Leíste. Finalmente, lo Brasil no está ausente del mundo.
Amorim es cuidadoso en las respuestas. Como Ministro de la Defensa le cabe preparar las fuerzas militares a fin de cumplir las decisiones tomadas por la Autoridad del Gobierno y del Estado, a partir de una visión conjunta del país y del planeta. Ese cuidado es aún más nítido, cuando habla en la geopolítica brasileña, a fin de no entrar en las atribuciones del Itamaraty – que condujo por más de once años.
No le es difícil, sin embargo, mantener, como directriz mental, la línea básica de la política externa que viene siendo la misma, desde la Independencia, pero de forma más nítida con la República y con Río Blanco: a de la permanente y pragmática defensa de la soberanía nacional, a de la no alineación automático a esa o a aquella potencia, y de la autodeterminación de los pueblos, dentro de las condiciones objetivas de su tiempo - aunque eventualmente despreciada por ciertos gobernantes, como ocurrió con la doctrina de las fronteras ideológicas de la Dictadura. Amorim, como buen diplomático, hace silencio, cuando acuerdo la alineación constrangedor del gobierno de Fernando Henrique a Washington.
Operación en la frontera
Conversamos días tras terminada la Operación Ágata VI que tuvo amplia repercusión internacional, pero fue poco divulgada por la prensa brasileña. El ministro está satisfecho con el desempeño de las tres fuerzas en el ejercicio de patrulhamento intensivo de la frontera. Al tiempo que las tropas se preparan para eventuales combates en la defensa del territorio – no contra los vecinos, de los cuales nada tenemos a temer – realizan la necesaria coerção contra el contrabando, de armas y de drogas. Y presta asistencia médica y social a las poblaciones que viven casi aisladas en los confins del Oeste y del Norte. Nuestras fronteras terrestres son extensas, y no hay como de ellas cuidar sólo con las corporaciones policiales. ES preciso, así, tener tropas adestradas para intervenir, siempre que necesario.
- Hemos invitado los países vecinos para enviar observadores a esas operaciones. Algunos los enviaron, otros, no. Hubo aún los que, decidieron realizar operaciones semejantes y simultáneas en su propio territorio, y eso hizo nuestra tarea aún más fácil – dijo el Ministro.
Amorim, que es hombre de formación intelectual inclinada para la cultura, como cineasta que fue (y padre de cineastas), no se siente desplazado entre los militares. Siempre entendió que la orden es la razón de los cuerpos armados, lo que significa absoluto respeto a la jerarquía. En la verdad, disciplina y jerarquía son atributos profesionales de los soldados, lo que no impidió que hubiera siempre jefes milites que tutearan como hombres de Estado.
El ministro cita Caxias, un clausewtziano, que, obtenida la victoria sobre Paraguay, con la toma de Asunción, sugirió el armistício generoso y el fin de las hostilidades – y fue sustituido en el mando por el Conde d’E. El genro del Emperador, impelido por el ánimo vengador del Trono, tuteó allí con las exageraciones que conocemos y aún en los constrange. Antes de eso, en la represión a los movimientos libertários y descentralizadores de las provincias, el Duque siempre hube promovido la amnistía a los revoltosos, en el momento en que las armas silenciaban.
Amorim no dice nada, pero entiende la pausa de silencio del entrevistador y a ella responde con la frase lateral:
- Las experiencias más recientes están cimentando, en las Fuerzas Armadas, la opinión de que deben profissionalizar-si al extremo y disponer de los más avanzados instrumentos de combate para su misión constitucional. Siempre repito la idea de que nuestra defensa es indelegável. Por mejores amigos que hayamos en el mundo, no serán ellos los responsables por la seguridad de nuestras fronteras y de nuestras razones. Esa es una tarea del pueblo brasileño, teniendo cómo vanguarda los cuerpos armados. Las guerras modernas, siempre indesejáveis, movilizan las naciones en suyo todo, y eso quedó bien claro en la Segunda Guerra Mundial. Ninguna política de defensa será eficaz se no haya el perfecto entrosamento patriótico entre los ciudadanos uniformizados y los civiles.
Tecnología bélica
Entramos en la cuestión de la tecnología bélica, que Amorim prefiere calificar como “de defensa”. Le reitero una preocupación, expuesta en este mismo Periódico de Brasil, con la desnacionalização de la ya de sí modesta industria brasileña de armamentos.
El Ministro busca tranquilizar la inquietação nacional con relación al problema. Reconoce que descuidamos un poco del asunto y que las dificultades económicas nacionales, manifestadas en la deuda externa que consumía la mayor parte de las recetas presupuestarias, impidieron el desarrollo de la industria estatal de armamentos y municiones, y que empresas extranjeras acabaron asociándose a las industrias privadas nacionales del sector, absorbiendo algunas de ellas. Pero pondera que ninguna nación del mundo dispone de industria militar totalmente autónoma, aunque disponga de conocimiento para eso. Siempre compra alguna cosa que no consigue aún producir o porque hay otras razones, entre ellas las de la reciprocidade en el comercio exterior.
- Ya que tenemos que comprar, por qué no comprar de los BRIC?
Amorim explica que estamos manteniendo cooperación en el área militar con la India, con aviones radares, que producimos y los hindúes equipan con los instrumentos electrónicos. Y que adquirimos helicópteros rusos de ataque para la Fuerza Aérea. En cuanto a los aviones de caza, que muchos daban como cierta la adquisición de los Raffale, de Francia, nada está aún decidido. Cabrá a la Presidente (o presidenta, como prefiere el Ministro) la palabra final.
Autonomía de la industria de defensa
- Creo, dice el ministro, que nuestra colaboración más estrecha se hace y se hará aún más en el ámbito del IBAS – India, Brasil y Sudáfrica. Con esos países realizamos ejercicios navales conjuntos y trabajamos en el desarrollo de equipamientos y petrechos de defensa. Son países democráticos, con problemas sociales internos semejantes y desafíos idénticos, cada uno de ellos de gran importancia en sus continentes respectivos. Y todos los tres situados políticamente en el Hemisferio Sur, aunque la India esté por encima de Ecuador.
Pero él ressalva la necesidad de incentivar la industria nacional.
- Nuestra preocupación mayor, sin embargo, es con el máximo de autonomía en la industria de la defensa. Todo lo que nos sea posible fabricar en nuestro país, debemos fabricar. Sabemos que, en caso de un conflicto, ni siempre podemos contar con algunos proveedores. La Embraer está vendiendo supertucanos para el mundo entero y acaba de exportarlos para la Indonesia. Aunque no estemos más produciendo los blindados Osório – que tuvo una encomienda voluminosa para un país árabe desecha por presión de terceros - comenzamos a producir los Guaranis, en Minas Gerais. Estamos, con la Amazul, cuidando de la modernización de la Marina, y queremos producir nuestras belonaves aquí mismo. La Avibrás, por decisión de la presidenta, está fabricando lançadores de cohetes. Avanzamos en la producción de municiones no letales, y estamos en la vanguarda de esa industria, pero no descuidamos la producción de cartuchos convencionales, de que somos de los mayores productores del mundo. Nuestra industria bélica se rehace, para llegar al nivel de la necesidad. La industria bélica es, sobre todo, tecnología, que nuestros días, significa electrónica.
Como una idea estira la otra, entramos en la cuestión de la cibernética, como uno de los modernos medios de guerra. Amorim dice que no estamos ajenos al problema. Cita una reunión ocurrida recientemente en Brasilia, de la cual participaron militares y especialistas civiles.
- En ese encuentro, dice el ministro, un profesor afirmó que la guerra cibernética ya comenzó. Tenemos un Centro de Guerra Electrónica en funcionamiento y desarrollamos investigaciones intensivas en ese campo de conocimiento. En suma, no estamos desatentos. Sabemos que, sobre todo para la vigilancia de nuestros dos espacios más vulnerables, lo de la Amazônia, con sus inmensos recursos naturales, y las aguas atlânticas brasileñas, con la pre-sal, las armas electrónicas tienen prioridad absoluta.
El ministro está optimista. Lo Brasil crece en sus comprensiones, en el área de la defensa, con los demás países del Continente. La Unasul y el Consejo de Defensa continental trabajan en conjunto y de forma cada día más armónica. Se trata de una fatalidad geográfica: la Naturaleza y la Historia nos unieron, y debemos dar a esa realidad una construcción política, en la cual la autodeterminación de todos y de cada uno esté asegurada, y, de la misma forma, asegurada la paz en la región, para servir a la paz en el mundo.