El espionaje interno en los EE.UU.

Sebastian

Colaborador
La NSA infringió las normas de privacidad en miles de ocasiones

La mayoría de las infracciones giran en torno al espionaje no autorizado de ciudadanos estadounidenses, según una auditoría interna y varios documentos secretos


La sede de la NSA en la base de Fort Meade, Maryland. / Patrick Semansky (AP)

La Agencia Nacional de Seguridad de Estados Unidos (NSA) se excedió en múltiples ocasiones en su autoridad legal o incumplió las normas de protección de la privacidad en sus actividades para recabar información de las comunicaciones de los ciudadanos estadounidenses y de las de los extranjeros efectuadas en territorio de EE UU, de acuerdo con una auditoría interna obtenida por Edward Snowden y publicada por The Washington Post. La última filtración del informático asilado en Rusia vuelve a poner en evidencia las irregularidades legales cometidas por la NSA en la ejecución de sus programas de espionaje y la escasa capacidad de control por parte del Congreso sobre el cumplimiento de los métodos de vigilancia que él mismo amplió en 2008.

La información del Post parte de una auditoría interna de la NSA de mayo de 2012 en la que se constata que en los 12 meses inmediatamente anteriores se cometieron 2.776 violaciones de las normas de privacidad. La mayoría de esas infracciones tienen que ver con meros errores tipográficos, pero también abarcan comunicaciones interceptadas sin la autorización adecuada, llamadas pinchadas involuntariamente o fallos a la hora de aplicar los protocolos de seguridad, de acuerdo con el análisis filtrado por Snowden. Las infracciones más graves consignadas en el informe “incluyen la violación de una orden judicial y el uso ilegítimo de los datos de más de 3.000 estadounidenses y otros ciudadanos con permiso de residencia permanente”, dice el documento.

Entre los ejemplos de incumplimiento, The Washington Post cita la interceptación en 2008 de un “amplio número de llamadas” realizadas en la capital del país debido a un error del programa que confundió el prefijo de Washington, 202, con internacional para llamar a Egipto, 20. Esta irregularidad en el funcionamiento del sistema de vigilancia de la NSA no se puso en conocimiento del Tribunal de Supervisión de Inteligencia Extranjera (FISA en sus siglas en inglés), que opera en secreto y que es el encargado de autorizar las órdenes de vigilancia.

Su presidente, Roger Vinson, aseguraba ayer al Post que la capacidad de ese tribunal para controlar el cumplimiento por parte del Gobierno de sus órdenes es limitado. De acuerdo con las reglas del FISA, la Administración está obligada a informar de cualquier circunstancia en la que considere que se han podido violar los protocolos de las órdenes de vigilancia. Las declaraciones de Vinson ponen en entredicho la versión de la Casa Blanca que siempre se ha apoyado en la supervisión ejercida por ese tribunal para avalar la legitimidad y el equilibrio entre seguridad y privacidad de los programas de espionaje.

La presidenta del comité de Inteligencia del Senado, la demócrata Dianne Feinstein, tampoco tuvo conocimiento del caso de las llamadas realizadas desde Washington hasta que el Post no se puso en contacto con ella para conocer su reacción. “Debemos hacer más para verificar que las operaciones de la NSA son adecuadas y que se tiene control de todos los incidentes”, dijo Feinstein.

La NSA por su parte defendió ayer en un comunicado las auditorias continuas de sus programas. “Cuando cometemos un error en nuestras operaciones de inteligencia extranjera, informamos inmediatamente a los supervisores federales y llegamos al fondo del problema”, aseguró la agencia en un comunicado. La Casa Blanca alertó de que los errores que muestra el documento filtrado por Snowden son un porcentaje mínimo del número total de llamadas que se interceptan sin irregularidades.

La nueva revelación de Snowden es una muesca más de la laxitud con la que la NSA ha interpretado la legislación para ejecutar sus prácticas de espionaje masivo y sobre las que llamaron la atención el pasado mes de junio un grupo bipartito de senadores en una carta remitida al director Nacional de Inteligencia. Las filtraciones del extécnico de la CIA han reavivado el debate sobre la necesidad de prioridad la seguridad sobre el derecho a la intimidad de los ciudadanos que amenaza con dividir a un Congreso ya muy escindido. Una controversia cuyas consecuencias políticas y sociales trató de atajar el presidente la semana pasada con el anuncio de nuevas medidas para impulsar la transparencia de la NSA.
http://internacional.elpais.com/internacional/2013/08/16/actualidad/1376631278_378738.html
 

Sebastian

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Londres retiene nueve horas al novio del periodista que destapó el ‘caso Snowden’

A David Miranda se le aplicó un controvertido artículo de la ley antiterrorista
La policía confiscó todos sus dispositivos electrónicos, incluidos móvil, ordenador y memorias



Snowden, en una pantalla callejera en Hong Kong. / EFE

El compañero del periodista de The Guardian que escribió una serie de reportajes que revelaron los programas de espionaje masivo de la Agencia Nacional de Seguridad estadounidense (NSA, en sus siglas inglesas) fue retenido este domingo en el aeropuerto de Heathrow durante casi nueve horas por las autoridades británicas cuando se disponía a viajar a Río de Janeiro.

David Miranda, que vive con el periodista Glenn Greenwald, regresaba de un viaje a Berlín cuando fue detenido por funcionarios e informado de que debía ser interrogado bajo el artículo 7 de la ley antiterrorista de 2000. La controvertida norma, que se aplica solo en aeropuertos, puertos y zonas fronterizas, permite a los funcionarios retener, interrogar y detener a individuos.

Miranda, de 28 años, fue retenido durante nueve horas, el máximo que permite la ley antes de que el individuo sea liberado o bien detenido formalmente. Según datos oficiales, la mayoría de las inquisitorias realizadas bajo el artículo 7 (el 97%) duraron menos de una hora, y solo una entre 2.000 personas investigadas fue retenida más de seis horas.

Miranda fue dejado en libertad sin cargos, pero los funcionarios confiscaron los dispositivos electrónicos que llevaba, incluidos su teléfono móvil, ordenador, cámara, memorias, DVD y juegos de consola.

Desde el 5 de junio, Glenn Greenwald ha escrito una serie de reportajes que revelaron los programas de espionaje masivo de la NSA, contenidos en miles de archivos que le proporcionó Edward Snowden, exanalista de la NSA. The Guardian también publicó varios artículos sobre la vigilancia electrónica de los servicios secretos británicos (GCHQ, en sus siglas inglesas), basados también en documentos filtrados por Snowden.

Durante su estancia en Berlín, Miranda visitó a Laura Poitras, la realizadora estadounidense que ha estado trabajando sobre los documentos filtrados junto con Greenwald y el diario.
Brasil protesta por la retención de Miranda, que vive en Río de Janeiro con el periodista

“Esto es un ataque profundo a la libertad de prensa y al proceso mismo de recopilación de información”, dijo Greenwald. “Detener a mi pareja durante nada menos que nueve horas durante las cuales se le denegó un abogado, y confiscarle un buen número de objetos, es claramente un intento de enviar un mensaje de intimidación a todos cuantos hemos estado informando acerca de la NSA y el GCHQ. Esta acción plantea una seria amenaza a los periodistas en cualquier lugar. Pero lo último será sentirnos intimidados o disuadirnos de hacer nuestro trabajo como periodistas. Justo lo contrario: esto solo nos espolea para seguir informando agresivamente”.

Un portavoz de Scotland Yard informó: “A las 8.05 del domingo un joven de 28 años fue arrestado en el aeropuerto de Heathrow bajo el artículo 7 de la ley antiterrorista 2000. No fue detenido. Por tanto fue dejado en libertad a las 17.00”.

Protesta de Brasil
El Gobierno de Brasil manifestó hoy su preocupación por el caso, aunque sin identificar con nombre y apellidos a Miranda. La cancillería brasileña calificó en un comunicado de "injustificable" la detención de Miranda, informa Efe. "El Gobierno brasileño manifiesta la grave preocupación por el episodio ocurrido en hoy en Londres, donde un ciudadano brasileño fue retenido y mantenido incomunicado en el aeropuerto de Heathrow 9 horas", reza el comunicado de la cancillería.

"Se trata de una medida injustificable por involucrar a un individuo contra el que no pesa ninguna acusación que pueda legitimar el uso de la referida legislación [antiterrorista]", agrega el comunicado. La cancillería añadió que espera que no se repitan incidentes como el hoy con ciudadanos brasileños.
David Miranda convive en Río de Janeiro con Glenn Greenwald. El periodista alega tener entre 15.000 y 20.000 documentos aún no divulgados recibidos de Snowden.
http://internacional.elpais.com/internacional/2013/08/18/actualidad/1376858025_990675.html
 

Sebastian

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El periodista del ‘caso Snowden’ acusa a la policía británica de acoso

"A partir de ahora mis reportajes serán más agresivos", afirma el periodista que reveló la identidad de Snowden a 'O Globo'


Glenn Greenwald abraza a su novio, David Miranda, a la llegada de este último al aeropuerto internacional de Río de Janeiro. / R. MORAES (REUTERS)

El seísmo desatado por el analista de inteligencia Edward Snowden al denunciar los abusos del espionaje masivo de los servicios secretos estadounidenses ha desplazado sus ondas hacia el Reino Unido, donde el Parlamento va a exigir que la policía aclare y justifique la retención durante nueve horas del compañero del periodista británico que divulgó aquellas revelaciones. Los agentes del aeropuerto londinense de Heathrow recurrieron a la legislación antiterrorista para detener e interrogar el domingo a David Miranda, confiscarle todos sus aparatos tecnológicos y finalmente ponerlo en libertad sin mediar explicaciones. La pareja del afectado, el reportero del diario The Guardian Glenn Greenwald, acusa al gobierno británico de “intimidación y acoso”.

Miranda, un brasileño de 28 años que convive con Greenwald en Río de Janeiro, regresaba a su país tras una estancia en Berlín cuando los funcionarios de Heathrow le informaron de su detención al amparo del artículo de la ley antiterrorista de 2000, una norma que sólo se aplica en aeropuertos, puertos y zonas fronterizas, y que permite retener y someter a interrogatorio al individuo durante un máximo de nueve horas. La mayoría de las inquisitorias de esta naturaleza (97 por ciento) se dilatan menos de sesenta minutos, pero en su caso la Policía Metropolitana agotó ese margen de tiempo y sólo entonces lo puso en libertad, aunque retuvo su teléfono móvil, ordenador portátil y llaves de memoria.

Los responsables del Guardian se declaran “conmocionados” y exigen “una aclaración urgente” sobre lo que perciben como un abuso contra la pareja de un periodista muy concreto de su plantilla, el primero que contactó con Snowden y autor de una serie de reportajes que destaparon los programas de espionaje y prácticas irregulares de la Agencia Nacional de Seguridad estadounidense (NSA, en sus siglas inglesas). Incluso Amnistía Internacional intervino para subrayar que “es muy improbable que David Miranda, un ciudadano brasileño de tránsito en Londres, fuera detenido al azar, dado el papel que ha jugado su compañero a la hora de revelar la verdad sobre la naturaleza ilegal de la vigilancia de la NSA”. El gobierno de Brasil también condenó esa acción “injustificable”.

El gobierno del conservador David Cameron se ha limitado a reaccionar a través de un comunicado del Ministerio del Interior, en el que sostiene que la aplicación de la ley antiterrorista compete a la discreción de la policía. El presidente del comité parlamentario que trata de estos asunto, Keith Kravitz, se vio sin embargo forzado a intervenir confirmando que reclamará a la policía una explicación rápida y plausible: “Por supuesto que es correcto que los servicios de seguridad interroguen a aquellas personas que consideran sospechosas, pero lo que resulta extraordinario es que (los agentes) supieran que se trata de la pareja del periodista Glenn Greenwald”, admitió.

Kravitz es miembro del Partido Laborista, bajo cuyo gobierno se aprobó la polémica ley antiterrorista en 2000, al igual que la ministra del Interior en la sombra, Yvette Cooper, quien exigió una investigación urgente sobre la aplicación de los poderes que la ley confiere a la policía. Cooper insinuó que en el caso de Miranda se ha cometido un “abuso” de la legislación, cuya aplicación siguió justificando aunque de forma “apropiada y proporcionada”.

Reacciones, por lo tanto, duras en la forma pero no tanto en su contenido, puesto que ni el comité parlamentario ni la oposición laborista cuestionan el fondo de la ley, sólo el modo en que fue aplicada. Y la Policía Metropolitana va a esgrimir presumiblemente que se ciñó a su texto. El episodio en al aeropuerto de Heathrow entraña una presión adicional sobre Greenwald y medios como el Guardian, que también ha publicado diversos artículos sobre la vigilancia electrónica de los servicios secretos británicos. A David Miranda “no le formularon ni una sola pregunta sobre terrorismo ni nada relacionado con cualquier organización terrorista. Pasaron todo el tiempo inquiriéndole sobre los reportajes que yo y otros periodistas del Guardian estamos escribiendo sobre la NSA”, relató Glenn Greenwald a la BBC desde Brasil. El periodista, que alega estar en posesión de miles de documentos secretos y todavía no divulgados, quiso lanzar una última misiva: “Han conseguido el efecto exactamente contrario al que perseguían, porque voy a informar de forma más agresiva y con un espíritu todavía más incentivado”.
http://internacional.elpais.com/internacional/2013/08/19/actualidad/1376926180_810098.html
 

Sebastian

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La ley permite nueve horas de detención sin una “sospecha razonable”

Calificada cuanto menos de arbitraria, la retención de David Miranda en el aeropuerto de Heathrow fue perfectamente legal


Greenwald y Miranda, a la llegada de este último a Río de Janeiro. / Marcelo Piu (AFP)

Calificada cuanto menos de arbitraria, la retención de David Miranda en el aeropuerto de Heathrow es perfectamente legal. La Terrorism Act de 2000 (ley antiterrorista) permite a la policía detener, registrar e interrogar durante un máximo de nueve horas a los pasajeros de todos los puertos, aeropuertos y terminales ferroviarias internacionales. A diferencia de las potestades que las fuerzas de seguridad tienen en otros ámbitos, en este caso no es preceptiva siquiera una “sospecha razonable” de que el individuo esté implicado en alguna actividad terrorista. El pasado domingo, los agentes no plantearon al brasileño una sola pregunta relacionada con el terrorismo, y se centraron exclusivamente en las informaciones periodísticas que prepara su pareja.

Aprobada por el gobierno laborista de Tony Blair, esta legislación exige al interpelado que brinde “cualquier información en su posesión que el oficial le reclame” y avala, asimismo, la confiscación de sus posesiones, fijando su retorno en un plazo de siete días. En el caso de aparatos tecnológicos como móviles u ordenadores, la policía puede dilatar su incautación y descargar información de los mismos. La falta de cooperación del retenido se considera un delito. El caso Miranda aporta otra mirada hacia ese Reino Unido tradicionalmente considerado paraíso de las libertades civiles: cualquier inocente pasajero puede ser objeto de la amarga experiencia que vivió el brasileño.

Los defensores de la ley esgrimen el código de conducta establecido por el Ministerio del Interior británico, resumido en que “los poderes policiales no deben ser utilizados arbitrariamente” y en que su aplicación debe tener en cuenta “la amenaza que plantean los diversos grupos terroristas activos dentro y fuera del país”. Tal como razonan sus críticos, se contempla el entorno, pero no al propio individuo que va a ser interpelado y acosado con toda indefensión.

El mismo laborismo que promovió la Terrorism Act 2000, y cuyo “abusos” acaba de denunciar hipócritamente, decidió seis años después ir todavía más lejos con otro paquete legislativo que avala la detención de los sospechosos de terrorismo, y sin habeas corpus, hasta un plazo de 28 días. Todo en nombre de la llamada guerra contra el terror y que ahora le deja sin argumentos frente a los excesos permitidos por el gobierno de Cameron.
http://internacional.elpais.com/internacional/2013/08/19/actualidad/1376934256_366995.html
 

Sebastian

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Londres confirma que Cameron sabía de antemano que Miranda iba a ser detenido

Los abogados de la pareja del periodista que destapó el 'caso Snowden' anuncian acciones legales contra el Gobierno británico

Los representantes legales consideran que la detención en Heathrow fue "ilegal"

El editor de 'The Guardian' afirma que el Gobierno le obligó a destruir datos del 'caso Snowden'

EE UU dice no estar involucrado en la detención de la pareja del periodista que destapó los documentos del exanalista de la CIA



VÍDEO: REUTERS - LIVE! / FOTO: EFE

Estados Unidos fue alertado por sus aliados británicos en cuanto éstos detectaron el nombre de David Miranda entre las listas de pasajeros en tránsito en el aeropuerto de Heathrow el pasado domingo. Aunque el brasileño, pareja del primer periodista que divulgó datos secretos sobre el espionaje masivo estadounidense, fue detenido inmediatamente e interrogado durante nueve horas, la Casa Blanca niega cualquier intervención. Mientras arrecia la presión para que el gobierno de Londres justifique una aplicación desmesurada de la legislación antiterrorista, la víctima del episodio ha emprendido acciones legales contra ese "abuso de poder" y para evitar que la policía examine el material electrónico que le fue confiscado.

La justificación del Ministerio del Interior británico de que la implementación de la ley antiterrorista de 2000 sólo compete a la discreción de la Policía Metropolitana colisionó ayer con la revelación de que Downing Street estuvo al tanto de los acontecimientos en el aeropuerto londinense. El portavoz del primer ministro, David Cameron, no quiso confirmarlo, pero sí lo hizo el influyente diputado conservador David Davies.

Washington y Londres estaban, por tanto, perfectamente informados mientras la policía interrogaba a David Miranda sobre los contactos de su compañero, el periodista estadounidense Glenn Greenwald, con el analista de inteligencia Edward Snowden, quien desde junio le ha filtrado los programas de espionaje y prácticas irregulares de la Agencia Nacional de Seguridad estadounidense; mientras le amenazaban con la cárcel si no cooperaba, le privaban del acceso al intérprete que el detenido solicitaba y le arrebataban su ordenador portátil, dos llaves de memoria, un disco duro externo e incluso una consola de juegos. "La policía debe actuar si cree que alguien ha robado información que podría ayudar al terrorismo", subrayó Interior en un comunicado. Pero a lo largo de aquella sesión, David Miranda no fue acusado en ningún momento de terrorismo o de asociación con terroristas. El principal objetivo de los siete agentes era intentar arrancarle las contraseñas de los aparatos electrónicos.

"Me trataron como a un criminal", relató ayer Miranda en sus primeras declaraciones tras regresar a su domicilio de Río de Janeiro, desde donde anunció que ha contratado a una firma de abogados para cuestionar la ilegalidad de su detención e impedir el acceso policial a su material informático. El brasileño, de 28 años, fue interceptado en Heathrow a su regreso de un encuentro en Berlín con Laura Poitras, una cineasta que trabaja con Greenwald y The Guardian en el caso Snowden. Ya antes de desembarcar del avión de British Airways, la megafonía anunció que todos los pasajeros debían mostrar sus pasaportes al abandonar el aparato. Le estaban esperando.

Miranda no está empleado por el diario, si bien éste le pagó el vuelo en su condición de asistente regular de su pareja. "No es un periodista, pero juega un papel valioso en apoyo del trabajo periodístico de su compañero", escribía ayer el director de The Guardian, Alan Rusbridger, en una tribuna de opinión del periódico. En ella desgrana las presiones recibidas por este medio a raíz de la publicación de una serie de informaciones sobre los abusos del espionaje de la Agencia Nacional de Seguridad estadounidense (NSA, en sus siglas inglesas) y la connivencia y vigilancia electrónica de los servicios secretos británicos. "La sala de tránsito de Heathrow es un lugar peligroso", afirma Rusbridger sobre la polémica ley de 2000, cuya aplicación siquiera exige una "sospecha razonable" de la policía. Para acabar apostillando: "Seguiremos con nuestro paciente y minucioso trabajo sobre los documentos de Snowden. Simplemente no lo haremos en Londres".
http://internacional.elpais.com/internacional/2013/08/20/actualidad/1376992469_356176.html
 

Sebastian

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“Los policías no deberían usar esta ley. Es un abuso total de poder”

El novio de Glenn Greenwald relata sus nueve horas de detención en Londres

"Sé por qué me detuvieron. Soy la pareja de Glenn. Creyeron que tenía algo importante", afirma


David Miranda, la pareja de Glenn Greenwald, el periodista de The Guardian que publicó las informaciones sobre el programa masivo de vigilancia de la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos (NSA, en sus siglas en inglés), ha acusado al Reino Unido de “abuso total de poder” después de que la policía le interrogara durante casi nueve horas en Heathrow, apelando a la Ley Antiterrorista británica.

En su primera entrevista desde que volvió a su hogar de Río de Janeiro el lunes, Miranda dice que las autoridades británicas se doblegaron ante Estados Unidos con su intento de intimidarle y obligarle a revelar las contraseñas de su ordenador y su teléfono móvil.

“Me amenazaron todo el tiempo, y dijeron que me meterían en la cárcel si no cooperaba”, dice Miranda. “Me trataron como si fuera un criminal o alguien a punto de atacar al Reino Unido... Fue agotador y frustrante, pero yo sabía que no estaba haciendo nada malo”.

Miranda —un ciudadano brasileño que vive con Greenwald en Río— fue retenido durante el máximo tiempo permitido de acuerdo con el anexo VII de la Ley Antiterrorista del año 2000, que autoriza a los agentes a detener, registrar e interrogar a personas en los aeropuertos, puertos y puestos fronterizos.

Durante ese tiempo, dice, no le permitieron llamar a su pareja, que es abogado capacitado para trabajar en Estados Unidos, ni le dejaron contar con un intérprete, pese a que le habían prometido uno porque se sentía incómodo hablando en una lengua que no es la suya.

Fue agotador y frustrante, pero yo sabía que no estaba haciendo nada malo”

“Estaba en otro país, con leyes distintas, en una habitación, con siete agentes que entraban y salían y no paraban de hacerme diferentes preguntas. Pensé que podía ocurrir cualquier cosa. Pensé que iba a permanecer detenido durante mucho tiempo”, dice.

Miranda estaba de regreso de Berlín, donde había ido a llevar materiales recopilados por Grennwald a Laura Poitras, la cineasta estadounidense que está trabajando en historias relacionadas con los archivos de la NSA filtrados por el informador Edward Snowden.

A Miranda lo arrestaron pocos minutos después de que aterrizara su vuelo de British Airways, el domingo por la mañana. “En el avión hubo un anuncio en el que pidieron a todo el mundo que tuviera su pasaporte listo para enseñarlo. En cuanto salí del aparato me llevaron a una habitación pequeña con cuatro sillas y una máquina de tomar huellas digitales”, recuerda.

La policía registró su equipaje de mano y, según dice él, le confiscó un ordenador, dos lápices de memoria, un disco duro externo y otros artículos electrónicos, entre ellos una consola de videojuegos, además de dos relojes recién comprados que estaban envueltos y guardados en el equipaje facturado.

“Me hicieron decirles las contraseñas de mi ordenador y mi móvil”, dice Miranda. “Aseguraron que estaba obligado a responder a todas sus preguntas y emplearon las palabras ‘prisión’ y ‘comisaría’ sin cesar”.

“Es evidente por qué me arrestaron. Porque soy la pareja de Glenn. Porque fui a Berlín. Porque allí vive Laura. Así que creen que tengo un papel importante”, explica. “Pero no lo tengo. Yo no leo los documentos. Ni siquiera sé si lo que llevaba eran documentos. Quizá eran cosas para la película que está haciendo Laura”.

“Es evidente por qué me arrestaron. Porque soy la pareja de Glenn. Porque fui a Berlín. Porque allí vive Laura. Así que creen que tengo un papel importante”

A Miranda le dijeron que le estaban reteniendo en virtud de la Ley Antiterrorista. Nunca le acusaron de ser terrorista ni de relacionarse con terroristas, pero le dijeron que, si —después de nueve horas— sus interrogadores tenían la impresión de que no estaba cooperando, podrían llevarlo a una comisaría y meterlo en la cárcel.

“Los policías no deberían contar con esta ley. La utilizan para acceder a documentos o personas a los que no tienen acceso por caminos legales, a través de jueces ni tribunales”, dice Miranda. “Es un abuso total de poder”.

Le ofrecieron un abogado y un vaso de agua, pero rechazó las dos cosas porque no se fiaba de las autoridades. El interrogatorio, dice, fue implacable, sobre Greenwald, Snowden, Poitras y muchos otros asuntos sin relación aparente.

“Incluso me preguntaron sobre las manifestaciones en Brasil, por qué está la gente insatisfecha y a quién conozco en el gobierno”, dice.

Le dieron su primera bebida —de una máquina de Coca Cola en el pasillo— al cabo de ocho horas, y una hora después le dejaron por fin en libertad. El registro policial indica que estuvo retenido desde las 8.05 hasta las 17.00 horas.

Como no podía encontrar un vuelo inmediato para regresar a Río, la policía del aeropuerto le acompañó al control de pasaportes para que pudiera entrar en territorio británico y aguardar allí.

“Fue ridículo”, dice. “Primero me tratan como a un sospechoso de terrorismo. Y luego me dejan en libertad en territorio británico”.

Aunque cree que las autoridades británicas estaban obedeciendo los deseos de Estados Unidos, asegura que su opinión sobre el Reino Unido ha cambiado por completo debido a la experiencia.

Tengo amigos en Gran Bretaña y me gustaba ir a visitarlos, pero no es posible ir a un país que permite maltratar de esa manera las libertades sin motivo”

“Tengo amigos en Gran Bretaña y me gustaba ir a visitarlos, pero no es posible ir a un país que permite maltratar de esa manera las libertades sin motivo”, afirma.

El lunes, la Casa Blanca insistió en que no había tenido nada que ver con la decisión de detener a Miranda, aunque un portavoz reconoció que las autoridades británicas habían “avisado” a las estadunidenses con antelación.

El gobierno brasileño ha expresado su grave preocupación por la detención “injustificada”.

En una conversación telefónica desde el hogar de la pareja en el bosque de Tijuca, Miranda ha diicho que le parece “maravilloso” estar de vuelta. “Es estupendo estar aquí. En cuanto volví sentí que se me quitaba un peso de los hombros. En Brasil me siento muy seguro, a salvo”, dice. “Sabía que mi país me protegería, tenía fe en mi marido, y sabía que haría todo lo posible para ayudarme”.

Traducción de María Luisa Rodríguez Tapia.
http://internacional.elpais.com/internacional/2013/08/20/actualidad/1377004454_970464.html
 

Sebastian

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"Destruyan el material": las denuncias de The Guardian en el caso Snowden

BBC Mundo
Martes, 20 de agosto de 2013

Según el editor de The Guardian, en el subsuelo de sus oficinas londinenses se destruyeron equipos con información sensible.

Primero, afirma el diario The Guardian, fue una serie de reuniones donde altos representantes del gobierno británico pidieron con firmeza que se deshicieran de los documentos en los que trabajaban. Luego hubo una llamada: "Ya tuvieron su momento de diversión. Ahora queremos el material de vuelta". Lo que siguió fue la destrucción física de computadoras y discos duros.

Tal es la denuncia del periódico británico, que asegura que agentes de seguridad del gobierno británico eliminaron archivos en su poder que contenían información filtrada por Edward Snowden, el exanalista de inteligencia estadounidense que permanece fugitivo de la justicia de su país.

La publicación reveló los detalles en una columna del editor Alan Rusbridger, que aseguró que "uno de los momentos más bizarros en la historia del Guardian" tuvo lugar cuando dos expertos del Government Communications Headquarters (Cuartel General de Comunicaciones del Gobierno o GCHQ, por sus siglas en inglés), una de las tres agencias de inteligencia británicas, acudieron a la sede del periódico en Londres para supervisar la destrucción de discos duros y la pulverización de computadoras portátiles.

Rusbridger indicó que la insólita medida fue el corolario de varias semanas de presiones, mediante llamados y reuniones con "figuras oscuras de Whitehall" (como se llama al sector de oficinas de gobierno) que tenían una misma premisa: obligarlos a "entregar el material de Snowden o destruirlo".

"El tono se endureció hace poco más de un mes, cuando recibí un llamado de un centro del gobierno diciéndome: 'Ya tuvieron su momento de diversión'… Les expliqué que no podríamos investigar y reportear sobre el tema si cumplíamos con el pedido. El hombre de Whitehall parecía perplejo: 'Ya han tenido su debate. No hay necesidad de seguir escribiendo'", relató el editor del diario.

Sin respuesta
The Guardian ha tenido un papel clave en la difusión de las filtraciones del excontratista Snowden, empleado en el pasado por la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) de Estados Unidos, cuyas revelaciones han dejado al descubierto detalles de programas secretos de espionaje.

Según la publicación, el gobierno británico amenazó con presentar acciones legales si no se deshacían de los documentos clasificados o los entregaban a las autoridades.


"El tono se endureció hace poco más de un mes, cuando recibí un llamado de un centro del gobierno diciéndome: 'Ya tuvieron su momento de diversión'… Les expliqué que no podríamos investigar y reportear sobre el tema si cumplíamos con el pedido"

Alan Rusbridger, editor de "The Guardian"

El gobierno británico, en tanto, ha declinado comentar el caso, ante la consulta de la BBC.

Sin embargo, una fuente rechazó extraoficialmente que las acciones sobre The Guardian hayan sido desmedidas.

"Esto es lo opuesto a una mano dura", indicó una fuente a la BBC, que destacó que no se habían producido arrestos ni presentado órdenes judiciales o demandas de ningún tipo.

Publicado el lunes, el artículo editorial que alimenta la polémica en la saga de Snowden sigue a la detención de David Miranda, pareja del periodista de The Guardian Glenn Greenwald, uno de los principales reporteros del medio en el tema de seguridad y vigilancia de comunicaciones.

El brasileño Miranda fue interceptado el domingo por las autoridades británicas en el aeropuerto de Heathrow, en Londres, en una escala de su viaje desde Alemania a Río de Janeiro, donde vive.

Fue interrogado por seis agentes durante nueve horas, el máximo que permiten las leyes antiterroristas británicas, y lo dejaron partir sin cargos, aunque sin su laptop, su celular y sus dispositivos portátiles de memoria.

"Nunca le hicieron una sola pregunta sobre terrorismo, nada que tenga que ver con una organización terrorista… Se pasaron todo el día preguntándole acerca de los reportajes que yo estaba haciendo", dijo Greenwald al programa de radio Newsday del Servicio Mundial de la BBC.

El estadounidense Greenwald, que se reunió cara a cara con Snowden en Hong Kong en el pasado, reside en Brasil junto a Miranda. Desde allí señaló que seguirá publicando los documentos recibidos y que el Reino Unido "lamentará" la detención de su pareja.

"La policía debe actuar si considera que un individuo tiene en su poder 'información robada de carácter sensible que podría ayudar al terrorismo'"

Comunicado del Ministerio del Interior británico

"Voy a ser mucho más agresivo en mis reportajes desde ahora", declaró el periodista a los medios en Río de Janeiro.

Para Rusbridger, la posibilidad de establecer colaboraciones internacionales entre periodistas hará que el medio siga trabajando el material filtrado por Snowden u otros similares en el futuro, sólo que "sin hacer el trabajo desde Londres" sino en países con normas "más permisivas".

Detención polémica
En tanto, la detención de Miranda ha generado reacciones encontradas en Reino Unido y ha llevado a Brasil a pedir explicaciones.

El Ministerio del Interior, conocido como Home Office, defendió las acciones de las autoridades en el aeropuerto y señaló que éstas tenían la obligación de proteger al público.

En un comunicado difundido este martes, el organismo señaló que la policía debe actuar si considera que un individuo tiene en su poder "información robada de carácter sensible que podría ayudar al terrorismo".


La columna de "The Guardian" fue publicada después de que David Miranda (derecha), pareja del periodista Greenwald, fuera interrogado durante nueve horas.

Por su parte, Scotland Yard –como se conoce a la policía metropolitana- indicó que la detención estuvo dentro del marco legal que establecen las normas contra el terrorismo vigentes en Reino Unido.

La "Sección Siete", en particular, permite detener e interrogar a individuos en aeropuertos, puertos y zonas fronterizas y fue la figura que se usó para demorar a Miranda, que permaneció incomunicado durante las nueve horas que duró el interrogatorio.

Sin embargo, la cancillería brasileña señaló que la acción contra la pareja de Greenwald fue "una medida injustificable por involucrar a un individuo contra el que no pesa ninguna acusación que pueda legitimar el uso de la referida legislación".

El viaje de Miranda, que The Guardian reconoció haber pagado, tuvo por misión contactar a la documentalista independiente Laura Poitras, la primera periodista con la que Snowden interactuó desde que se hizo fugitivo de la justicia estadounidense (actualmente tiene un permiso de asilo temporario en Rusia).

Según el periódico, la finalidad del viaje era intercambiar material entre Poitras y Greenwald sobre Snowden, dado que el carácter sensible de la información dificulta su envío por medios electrónicos.
http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2013/08/130820_caso_snowden_denuncia_guardian_vp.shtml
 

Sebastian

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Reino Unido defiende detención de brasileño vinculado con Snowden

Martes, 20 de agosto de 2013

Miranda a su llegada a Brasil, lo esperaba su pareja.

El Ministerio del Interior del Reino Unido (Home Office) dijo que la policía y el gobierno tienen el deber de proteger a la población en respuesta a la polémica que se ha desatado por la detención, el domingo, de la pareja del periodista Glen Greenwald, quien ha publicado información suministrada por el exanalista de Inteligencia de Estados Unidos, Edward Snowden.

El despacho del Interior señaló que la policía tiene que actuar si cree que un individuo tiene "información altamente confidencial que ha sido robada y que podría ayudar al terrorismo".

El brasileño David Miranda, quien fue detenido por nueve horas el domingo en el aeropuerto londinense de Heathrow, tenía planeado tomar un avión con destino a Río de Janeiro.

Miranda fue retenido e incomunicado sobre la base de una legislación contra el terrorismo, que permite detener e interrogar a individuos en aeropuertos, puertos y zonas fronterizas.

El martes, el editor del diario británico The Guardian, para el cual trabaja Greenwald, dijo que agentes de seguridad británicos destruyeron archivos y discos duros de computadora del periódico que contenían información filtrada por Snowden.

Alan Rusbridger dijo que la destrucción era la culminación de semanas de lo que describió como "presión por parte de figuras oscuras" de Whitehall, en referencia a la calle que alberga importantes edificios del gobierno. Los funcionarios solicitaron repetidas veces a Rusbridger la destrucción de "todo el material relacionado con Snowden", según afirmó el editor.
El gobierno británico no hizo comentarios sobre las acusaciones.
http://www.bbc.co.uk/mundo/ultimas_..._ministerio_interior_snowden_miranda_mr.shtml
 

Shandor

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La NSA tiene capacidad para espiar el 75% del tráfico de Internet en EEUU

Sede de la NSA en Fort Meade, Maryland (EEUU). | Reuters
  • Este filtrado se lleva a cabo con ayuda de las empresas de telecomunicaciones
La red de vigilancia de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) tiene la capacidad de llegar a alrededor de 75% de todas las comunicaciones por Internet en Estados Unidos, según informa el diario The Wall Street Journal.
Dicho diario, que cita a funcionarios de la NSA actuales y anteriores, afirma que esta capacidad de monitorizar tres cuartas partes del tráfico por Internet que circula por el país es mucho más que lo que las autoridades han admitido de forma pública.
Así, este medio sostiene que la agencia retiene el contenido de ciertos correos electrónicos enviados entre los ciudadanos de Estados Unidos y también filtra algunas llamadas telefónicas domésticas realizadas a través de Internet.
Este filtrado de la NSA, llevado a cabo con ayuda de las empresas de telecomunicaciones, busca comunicaciones que, o bien se originan o terminan en el extranjero, o son totalmente extranjeras pero pasan por Estados Unidos, dijo el diario.
Sin embargo, algunos funcionarios han comentado que dado el amplio alcance del sistema es muy probable que las comunicaciones domésticas, con origen y destino en EEUU, sean también interceptadas.
El Wall Street Journal sostiene que este programa de vigilancia demuestra que la NSA puede rastrear prácticamente cualquier cosa que ocurre en Internet. Eso sí, apunta el diario, siempre y cuando quede cubierta esta actividad bajo una orden judicial.
El primero en desvelar detalles concretos sobre el amplio programa secreto estadounidense para espiar comunicaciones telefónicas y telemáticas fue el ex contratista de la NSA Edward Snowden
elmundo.es
 

Sebastian

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¿Cómo justifica el gobierno británico su actuación en el caso Snowden?

Redacción
BBC Mundo
Hace 3 h 39 min

El premier británico ordenó a un alto funcionario que contactara a The Guardian, según confirmaron fuentes del gobierno a la BBC.

El primer ministro de Reino Unido, David Cameron, ordenó a un alto funcionario que contactara al diario británico The Guardian con motivo de su publicación de los documentos filtrados por el excontratista de inteligencia estadounidense Edward Snowden.

Fuentes gubernamentales contactadas por el corresponsal de asuntos políticos de la BBC, Chris Mason, confirmaron que el premier británico encomendó la tarea a su secretario de gabinete, Jeremy Heywood.

El martes, los periódicos británicos The Independent y Daily Mail habían asegurado que el propio Cameron había dado instrucciones a Heywood para que transmitiera a The Guardian las implicaciones de seguir revelando datos de las operaciones de espionaje realizadas por Estados Unidos y el Reino Unido.

Las fuentes contactadas por la BBC señalaron que "el gobierno temía que la información secreta en poder del diario cayera en las manos equivocadas" y generara una amenaza a Reino Unido y agregaron que habría sido "una total abdicación de sus responsabilidades" que el Ejecutivo no hablara con el periódico.

Las conversaciones entre funcionarios del gobierno y The Guardian contaron además con la aprobación explícita del viceprimer ministro Nick Clegg y del canciller William Hague, aseguran las fuentes.


Agentes de seguridad supervisaron la destrucción de los discos duros con material de Snowden, según The Guardian.

En su columna de este lunes, el editor de The Guardian, Alan Rusbridger, había señalado que sus contactos con el Ejecutivo sobre el caso Snowden se habían dado con un "funcionario del gobierno de muy alto rango que representa el punto de vista del primer ministro", pero no había revelado su identidad.

Tras los contactos con el gobierno, Rusbridger acordó, en lo que calificó como "uno de los incidentes más extraños en la historia del diario", permitir que expertos del centro de escuchas británico GCHQ supervisaran la destrucción, en julio, de discos duros y archivos de computadora con material confidencial entregado por Snowden.

"Teníamos claro que no íbamos a devolver ese material al gobierno británico así que lo destruimos nosotros bajo asesoramiento de un par de expertos de inteligencia del GCHQ, que nos decían qué partes de los discos duros destruir y cómo", dijo Rusbridger, quien agregó que la alternativa era tener que enfrentarse a una demanda legal.

"Seguridad nacional"
Fuentes gubernamentales dijeron a la BBC que el viceprimer ministro británico Nick Clegg consideró razonable que Heywood "solicitara a The Guardian destruir información que podría representar una seria amenaza a la seguridad nacional".

"Ni el Sr. Snowden ni el editor de The Guardian o de ningún periódico están en posición de juzgar si la divulgación de información ultrasecreta puede ser de relevancia significativa en la batalla contra el terrorismo"

Malcom Rifkind

Por su parte, el diputado del Partido Conservador Malcolm Rifkind, presidente del Comité de Inteligencia y Seguridad del Parlamento británico, defendió las acciones del gobierno.

"Ni Snowden ni el editor de The Guardian o de ningún periódico están en posición de juzgar si la divulgación de información ultrasecreta puede ser de relevancia significativa en la batalla contra el terrorismo", dijo Rifkind a la BBC.

"A veces puede pensarse que dar a conocer un documento no ayudará a un terrorista, pero esto puede ser equivocado, simplemente por la inhabilidad del editor de un diario o un periodista de juzgar la situación, a diferencia de alguien que trabaja en inteligencia", agregó el parlamentario.

El polémico arresto de Miranda
Las revelaciones de las exigencias del gobierno a The Guardian siguen a la polémica detención el domingo del brasileño David Miranda, acción también justificada por las autoridades bajo motivos de seguridad.


Miranda fue detenido durante nueve horas en aplicación de normas antiterroristas.

Miranda, pareja del periodista de The Guardian que publicó las revelaciones de Snowden, Glenn Greenwald, fue retenido por la policía durante nueve horas cuando hacía escala en el aeropuerto de Heathrow, en Londres, procedente de Berlín, de camino a Río de Janeiro.

El arresto de Miranda, a quien se confiscó todo su material electrónico y se exigió la revelación de contraseñas bajo amenaza de encarcelamiento, según relató, generó un problema diplomático con Brasil y críticas de organizaciones de derechos civiles.

La policía afirmó que la ley antiterrorista británica -que permite hacer detenciones en aeropuertos sin presentar acusaciones- "es una parte fundamental del sistema de seguridad nacional que se utiliza regularmente y con preocupación para mantener a las personas a salvo".

La "Sección Siete" de dicha legislación, en particular, permite detener e interrogar a individuos en aeropuertos, puertos y zonas fronterizas y fue la figura que se usó para demorar a Miranda, que permaneció incomunicado durante las nueve horas que duró el interrogatorio.

Por su parte, la ministra del Interior británica, Theresa May, afirmó que "si se cree que alguien posee información sensible robada que podría ayudar a terroristas, lo que a su vez podría llevar a pérdida de vidas, entonces es correcto que la policía actúe. Eso es lo que la ley les permite hacer".

El gobierno de Estados Unidos se distanció de la polémica decisión de detener a Miranda. El vocero de la Casa Blanca, Josh Earnest, dijo que el arresto fue "una aplicación de la ley ejecutada por el gobierno británico y algo que hicieron en forma independiente de nuestra dirección".

El nuevo periodismo investigativo
"La Sección Siete fue usada 61.145 veces en 2012 contra un amplio espectro de pasajeros, la mayoría de los cuales no tienen ninguna conexión con el terrorismo"

Danny Shaw, corresponsal de la BBC

La controversia sobre el arresto de Miranda, cuyos abogados dijeron que emprenderán acciones legales, "va mucho más allá de determinar si la policía se excedió en sus poderes", afirma el corresponsal de asuntos del Interior de la BBC, Danny Shaw.

Este caso pone el foco de atención "en la poco conocida Sección Siete de la Ley Antiterrorismo, aprobada antes de los ataques del 11 de setiembre en Estados Unidos para enfrentar principalmente a grupos en Irlanda del Norte".

La polémica Sección Siete "fue usada 61.145 veces en 2012 contra un amplio espectro de pasajeros, la mayoría de los cuales no tienen ninguna conexión con el terrorismo", afirma el corresponsal de la BBC.

Para Shaw, el caso Miranda demuestra "las dificultades de lograr un equilibrio entre la libertad de expresión y la seguridad nacional y revela hasta dónde puede llegar el Estado para salvaguardarla".

Charlie Beckett, autor del libro "Wikileaks, las noticias en la era de las redes" y director del Centro Polis sobre Periodismo y Sociedad del London School of Economics, señala que "es claro que funcionarios estadounidenses y británicos, luego de la tortura de WikiLeaks y Assange, están perdiendo la paciencia con los soplones y sus cómplices en el nuevo periodismo".

"Sea cual fuere la verdad sobre el programa de espionaje de la Agencia de Seguridad Nacional de EE.UU., es evidente que los servicios de seguridad están extendiendo los límites de lo que pueden hacer con nuevas tecnologías para aumentar la vigilancia. Y también están buscando reducir el escrutinio por parte de los periodistas".


Para el editor de The Guardian, cada vez más periodistas no confían en los mails y recurren a encuentros cara a cara.

Para Shaw, el arresto de Miranda también destaca "la forma en que el periodismo de investigación se ve actualmente obligado a operar, cruzando el planeta constantemente para mantener encuentros cara a cara en lugar de mandar correos electrónicos con material sensible que puede ser interceptado".

El editor de The Guardian, quien tenía copias en otros países de los archivos destruidos en Londres, dijo en su columna del lunes que el trabajo de Greenwald y otros periodistas "se ha complicado por la certeza de que no sería nada aconsejable ver la comunicación electrónica como algo seguro".

Rusbridger aseguró que "el trabajo de The Guardian en el caso Snowden ha involucrado a muchos individuos y encuentros personales con un enorme número de vuelos. No es bueno para el medio ambiente, pero es crecientemente la única forma de operar. Pronto volveremos al lápiz y al papel".
http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2013/08/130821_cameron_guardian_miranda_am.shtml
 

Sebastian

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Un tribunal federal ya censuró a la NSA su ocultación de datos en 2011

La agencia recopiló 56.000 correos anuales de ciudadanos estadounidenses



La sede de la (NSA en Fort Meade. / Patrick Semansky (AP)

The New York Times confirma que en 2011 un juez federal reprochó a la NSA confundir en repetidas ocasiones al tribunal que supervisa su vigilancia en territorio estadounidense. Entre sus programas de espionaje se incluye la recopilación de decenas de miles de correos electrónicos dentro de EE UU y otras comunicaciones en Internet de ciudadanos estadounidenses cada año.

El fallo de 85 páginas del juez John D. Bates, entonces a la cabeza del Tribunal sobre Vigilancia e Inteligencia Exterior, habla de un programa que sistemáticamente busca los contenidos de las comunicaciones internacionales de estadounidenses, sin orden judicial, y en búsqueda de conversaciones sobre extranjeros objeto de vigilancia.

El diario neoyorquino revela que el Departamento de Justicia había informado al juez Bates de que funcionarios de la NSA habían descubierto que el programa también había estado almacenando mensajes privados entre ciudadanos en el interior del país durante tres años. El magistrado llegó a la conclusión de que la agencia había violado la Constitución. Los problemas partirían de una actitud premeditada de obstruccionismo por parte de los funcionarios, que ocultaron sistemáticamente al tribunal su modus operandi.

La Agencia de Seguridad Nacional (NSA) de EE UU habría recopilado hasta 56.000 correos electrónicos de ciudadanos estadounidenses al año entre 2008 y 2011 como parte de un programa que, según un tribunal secreto, podría haber violado la ley y la Constitución. Así lo han revelado documentos dados a conocer ayer.

La información clasificada fue publicada por el espionaje de Washington. Estas medidas de transparencia se enmarcan dentro del esfuerzo que está haciendo la Casa Blanca por apaciguar a la opinión pública tras las revelaciones realizadas por el excontratista de la NSA Edward Snowden acerca del alcance de los programas de vigilancia secreta.
http://internacional.elpais.com/internacional/2013/08/22/actualidad/1377162723_698856.html
 

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El soldado Manning asegura que quiere ser mujer y que le llamen Chelsea

Mannig, vestido de mujer con peluca rubia y, a la dcha., de soldado. | US Army | Afp
  • Tras ser condenado a 35 años de cárcel, reivindica su condición de mujer
  • El soldado asegura en una carta que quiere someterse a terapia hormonal
  • 'Me llamo Chelsea Manning y soy una mujer. Esto siento desde mi infancia'
Eduardo Suárez (corresponsal) | Nueva York

Bradley Manning quiere ser Chelsea Manning y recibir terapia hormonal para tener los atributos físicos de una mujer. Así lo ha explicado el soldado al día siguiente de su condena en una carta dirigida al programa matutino de la NBC.
"Mientras voy evolucionando en esta nueva fase de mi vida", explica en su carta el filtrador estadounidense, "quiero que todo el mundo conozca mi verdadero yo. Me llamo Chelsea Manning y soy una mujer. Esto siento y esto he sentido desde mi infancia. Por eso quiero iniciar una terapia hormonal tan pronto como sea posible. También solicito que a partir de hoy os refiráis a mí con mi nuevo nombre y con el pronombre femenino".
Tras conocerse la carta de Manning, el Ejército de EEUU ha precisado que no proporciona ni terapia hormonal ni cirugía para el trastorno de identidad de género.
No es la primera vez que Manning admite sufrir un trastorno de identidad de género. Sus letrados lo contaron durante el proceso militar que concluyó este miércoles con su condena a 35 años de cárcel y él mismo lo desveló en una carta enviada a su supervisor en abril de 2010. Entonces, el soldado reconocía que quería cambiar de sexo y enviaba una fotografía (la imagen de arriba) en la que lucía pintalabios y una peluca rubia.
Manning firmó dos cartas a su terapeuta con el nombre de 'Breanna' durante su arresto y se desconocen los motivos por los que ahora ha optado por llamarse 'Chelsea'.
Un dilema sin precedentes
El soldado cumplirá su condena en la prisión militar de Fort Leavenworth. Un recinto que dispone de un departamento de atención psiquiátrica, pero que nunca ha ofrecido terapia hormonal a sus reclusos. Los presos estadounidenses que no han recibido cirugía genital viven en el módulo que corresponde a su sexo de nacimiento. Aunque el dilema que plantea el caso de Manning no tiene ningún precedente en una prisión militar.

Manning saliendo de la audiencia tras escuchar su sentencia. | Reuters
El soldado agradeció en su carta el respaldo de sus seguidores en todo el mundo, que le han arropado con sus cartas y han reunido más de un millón de euros para sufragar sus gastos de defensa: "Quiero agradecer a todo el mundo que me ha apoyado durante los últimos tres años. Vuestras cartas de apoyo y de ánimo me han ayudado a mantenerme fuerte en este infierno. Siempre estaré en deuda con quienes me escribieron, hicieron una donación a mi defensa o estuvieron en el juicio".
Manning escuchó impasible este miércoles su sentencia por filtrar información confidencial a Wikileaks: 35 años de prisión que suponen la condena más dura por desvelar documentos secretos que cualquier estadounidense haya recibido jamás en un tribunal.
Se podría decir que la magistrada Denise Lind optó por un punto intermedio entre los 60 años de cárcel que solicitaba la fiscalía y los 20 que había aceptado el propio Manning al declararse culpable de filtrar documentos secretos a la organización que dirige Julian Assange. Pero la condena se antoja especialmente dura si tenemos en cuenta que el oficial estadounidense Michael A. Peri fue condenado a cinco años menos por filtrar secretos militares a la Alemania comunista unos meses antes de la caída del Muro de Berlín.
El soldado apenas tenía 22 años cuando llevó a cabo su primera filtración a Wikileaks
La sentencia degrada a Manning al rango de soldado raso, confirma su expulsión del Ejército y le quita el derecho a recibir cualquier compensación económica. Pero deja abierta la puerta a su reinserción al permitirle solicitar la libertad condicional cuando haya cumplido un tercio de su condena. Un extremo que podría propiciar su salida de prisión en apenas ocho años. Unos meses después de haber cumplido 33.
La legislación militar establece la revisión inmediata de la sentencia de Manning. Un proceso que llevará a cabo el oficial Jeffrey Buchanan como comandante del distrito militar de Washington y que podría reducir la condena o dejarla como está. Una vez resuelto ese trámite, los letrados de Manning podrán recurrir la sentencia ante otros dos tribunales militares y solicitar su indulto a la Casa Blanca.
La magistrada Lind reconoce en la sentencia que el soldado ya ha cumplido 1.294 días de su condena
durante el tiempo que ha transcurrido desde su arresto y reduce su pena en algo menos de cuatro meses por los malos tratos que recibió durante su estancia en la prisión militar de Quantico.
El soldado estadounidense apenas tenía 22 años cuando llevó a cabo su primera filtración a Wikileaks: un vídeo en el que los pilotos de un helicóptero Apache asesinaban a nueve personas entre las que se encontraban un fotógrafo de la agencia Reuters y su conductor.
Entonces Manning estaba destinado en Irak como analista de la décima división de Infantería y tenía acceso a archivos confidenciales del Pentágono de los que sacó la información que luego entregaría a Wikileaks. El soldado filtró unos 700.000 documentos. Entre ellos detalles sobre las intervenciones militares en Irak y Afganistán y miles de telegramas que desvelaron detalles embarazosos sobre los puntos de vista de diplomáticos estadounidenses en todo el mundo.
El soldado se disculpó hace unos días por sus actos diciendo que había infligido un daño a otras personas y a su país. Explicó que había atravesado "dificultades considerables" durante su vida pero añadió que no eran "una excusa para sus actos" y que era consciente de "lo que estaba haciendo" cuando desveló información confidencial
EL MUNDO.ES
 

Sebastian

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La NSA pagó millones a las empresas con las que colaboraba para espiar

The Guardian revela que la agencia cubrió los gastos en los que incurrieron las tecnológicas que participaron en el programa Prisma


Edward Snowden, en junio de este año. / THE GUARDIAN (AFP)

La Agencia de Seguridad Nacional (NSA) de EE UU pagó millones de dólares a las grandes compañías de Internet que colaboraron en sus programas de espionaje, como Facebook, Microsoft, Google o Yahoo, para cubrir los costes de su participación en el sistema de vigilancia Prisma, después de que en 2011 un tribunal declarara insconstitucional algunas de las operaciones de la agencia. Esta es la información que contiene el material altamente secreto al que ha tenido acceso el diario británico The Guardian y que ha hecho público hoy.

Con este dinero, la NSA cubrió los gastos en los que incurrieron las compañías para legalizar su relación con la agencia estadounidense de acuerdo con el dictamen de octubre de 2011 promulgado por el Tribunal de Vigilancia de Inteligencia Exterior (FISA) de EEUU en el que se tachó de anticonstitucional la incapacidad de la NSA para distinguir entre las comunicaciones nacionales del tráfico de información procedente del extranjero.

El tribunal considera insconstitucional la no diferenciación entre correos nacionales y internacionales

Aunque la sentencia no abordaba directamente el programa Prisma, los documentos que Edward Snowden, el excontratista de la NSA, filtró a The Guardian describen los problemas que la decisión de llevar adelante el programa creó para la agencia y los esfuerzos requeridos para hacer cumplir las operaciones.

"Los problemas del año pasado (por el dictamen)", indica uno de los documentos, "desembocaron en (...) un coste de millones de dólares para los proveedores que han sido cubiertos por el departamento de Operaciones de Fuentes Especiales". Esta sección se dedica a controlar todos los programas de vigilancia, entre ellos Prism, que dependen de terceros (las compañías mencionadas), y fue calificada por Snowden como "la joya de la corona de la NSA". Las reacciones de las compañías han sido variadas. Yahoo ha admitido la existencia de una petición al Gobierno de EEUU para que desembolse dinero en virtud de la ley federal "que obliga al Gobierno de EEUU a cubrir los costes de los procesos legales de modificación impuestos desde el propio Gobierno". "Hemos pedido un desembolso de acuerdo con la ley", indicó un portavoz.

Sin embargo, un portavoz de Facebook ha indicado que la compañía "jamás había recibido compensación alguna en respuesta a una petición de datos del Gobierno". Google, por su parte, se ha negado a contestar específicamente a las preguntas del diario británico. Su comunicado de respuesta se limita a negar su participación en el programa, añadiendo que la compañía "sigue a la espera de que el Gobierno responda la petición de Google para que publique más datos de seguridad nacional". Microsoft no ha hecho comentarios.
http://internacional.elpais.com/internacional/2013/08/23/actualidad/1377272049_738995.html
 

Sebastian

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Obama encara el escándalo del espionaje

El presidente de EEUU reactiva su agenda política en uno de los peores momentos de su gestión


Barack Obama, este jueves en la Casa Blanca. / BRENDAN SMIALOWSKI (AFP)

Cercado por el escándalo del espionaje y atrapado en crisis internacionales sin claras opciones para Estados Unidos, Barack Obama intenta combatir la sensación de indecisión y parálisis en que se encuentra su presidencia con una gira llena de discursos sobre problemas graves y acuciantes de los norteamericanos. Nada ha funcionado hasta ahora. Al concluir esta semana sus breves vacaciones veraniegas, Obama ha comprobado que sus índices de popularidad se desploman, especialmente entre los jóvenes, los más sensibles a los excesos conocidos sobre los programas de vigilancia telefónica y en Internet. La gestión del presidente apenas es aprobada hoy, solo siete meses después de su toma de posesión, por un 45% de los ciudadanos.

La Casa Blanca hace un esfuerzo por devolver la atención a su propia agenda política, por recuperar la iniciativa. En la primera parada de su gira, en Buffalo, Obama presentó ayer un plan para reducir el coste de las universidades y facilitar el acceso a las minorías y los estudiantes con menos recursos. El elevado precio de las matrículas universitarias y el endeudamiento de los alumnos es una de las mayores quejas en este país, precisamente entre el grupo en el que la popularidad de Obama cae más. Pero esa iniciativa, como tantas otras en los últimos meses, corre el riesgo de estrellarse ante un Congreso que zancadillea todo lo que surge de la Casa Blanca y ante una opinión pública distraída con otros asuntos y ya escéptica con este presidente.

The New York Times dio ayer atención preferente a la propuesta sobre las universidades, pero otros medios seguían pendientes de los avatares de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA), sobre cuyas actividades hay un goteo diario de información que mina la credibilidad de la Administración y oscurece cualquier otro asunto. Todos los intentos de Obama —varias conferencias de prensa y declaraciones— de dar explicaciones, de ofrecer garantías sobre el control que se ejerce sobre la NSA o de prometer reformas para una mayor transparencia han caído en el vacío.

El escándalo del espionaje, que lleva torpedeando la actividad de Obama desde su pretendidamente histórico discurso ante la Puerta de Brandeburgo, le ha obligado a archivar iniciativas tan importantes como la reducción de los arsenales nucleares, que debía haber sido planteada en la cumbre con Vladímir Putin suspendida por el refugio otorgado en Moscú a Edward Snowden.

Obama no encuentra tampoco consuelo en la política exterior. Las dos grandes crisis de la actualidad, Egipto y Siria, han tomado un rumbo que deja al Gobierno norteamericano sin opciones claras. Una intervención militar en Siria, que podría ser la consecuencia del uso de armas químicas por parte del régimen, provocaría quizá una catástrofe aún mayor que la que se pretende evitar. El castigo severo a los militares egipcios no significaría necesariamente una garantía de mayor estabilidad ni mayor democracia en ese país.

Y este panorama tan poco optimista puede aún complicarse más para Obama cuando el Congreso reanude sus actividades la próxima semana. El primer tema en la agenda legislativa es el de la reforma migratoria, sobre la que los republicanos tienen planes que muy probablemente arruinarán cualquier posibilidad de una rápida aprobación de la ley para legalización de los once millones de indocumentados. Si eso ocurre, puede desmoronarse la mayor apuesta en política nacional de esta Administración, tal vez la mayor de todo el segundo mandato de Obama.

Tres años aún por delante parece tiempo suficiente como para que el presidente encuentre en algún momento oxígeno para revertir esta situación. Pero, con el calendario político en la mano, ese plazo no es tan largo. Dentro de 14 meses se celebran elecciones legislativas, lo que significa que muy pronto los congresistas empezarán a votar en función de sus propios intereses, no los de Obama o los de su partido. Los medios cubren con máximo interés los movimientos de Hillary Clinton, que ha comenzado a hablar de política. Y hasta el vicepresidente, Joe Biden, ha dejado que circulen sus intenciones de ser candidato en 2016. En estas circunstancias, el riesgo de Obama de convertirse en lo que aquí se llama “un pato cojo” antes de tiempo es evidente.

Una primera oportunidad de recuperar el brillo perdido llegará el próximo miércoles, cuando Obama hablará desde las escalinatas del monumento a Lincoln para conmemorar el discurso que 50 años antes pronunció en ese mismo lugar Martin Luther King, su hermosa prédica de I have a dream. Pero esa oportunidad es también un gran desafío para un presidente cuya victoria dio lugar a un sueño de semejante dimensión al del célebre pastor de Atlanta.
http://internacional.elpais.com/internacional/2013/08/23/actualidad/1377210350_878890.html
 

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se revelaron nuevos datos sobre la MUERTE DE BIN LADEN
Continúa la divulgación de archivos ultrasecretos de Estados Unidos
El comando estadounidense Navy Seal, que la noche del 1 de mayo de 2011 mató a Osama Bin Laden, fue guiado a través del espacio por una flota de satélites en grado de recoger una catarata de datos electrónicos de decenas de servidores en Pakistán y suministrar informaciones de inteligencia mientras la misión estaba en curso.
Este dato lo reveló un documento "Top secret" incluido en un informe del súper secreto balance de las agencias de espionaje estadounidense suministrado por el "topo" y ex agente de la CIA Edward Snowden al periódico The Washington Post, que hoy lo hizo público.
En los escritos, la misión de los temidos Seal representa como un ejemplo de cooperación entre las varias agencias de inteligencia estadounidense.
Se afirma que la Oficina Nacional de Reconocimiento recogió más de 387 imágenes de alta resolución y de rayos infrarrojos del recinto de Abbottabad, donde se escondía el líder de la red terrorista Al Qaeda, en el mes precedente al ataque.
Una actividad "esencial para preparar la misión y contribuir a la decisión para aprobar la ejecución".
También la NSA tuvo un rol importante, logrando rastrear las comunicaciones telefónicas de exponentes de Al Qaeda y otras "personas de interés" en la caza de Bin Laden.
Además de los satélites, fue utilizado un modernísimo drone (avión no tripulado) realizado con la llamada tecnología "stealth" (tecnologías furtivas de invisibilidad), el RQ-170, que sobrevoló Pakistán contribuyendo a tener bajo control las transmisiones electrónicas.

A eso se sumó que la CIA estuvo en grado de reclutar a un médico paquistaní para intentar obtener, al amparo de una falsa campaña de vacunación, muestras de sangre de las personas presentes en el recinto de Abbottabad.
Pero pese a los esfuerzos, revelaron los informes secretos, la inteligencia estadounidense estuvo en grado de identificar con certeza al líder de Al Qaeda solo ocho horas después de su muerte, cuando un laboratorio dirigido por el Departamento de Defensa en Afganistán pudo realizar el examen de ADN sobre su cadáver.
elpais
 
Filtrados por el "topo" Snowden
Documentos revelan la magnitud de cirberataques de EEUU
Los servicios de inteligencia estadounidenses lanzaron 231 ciberataques en 2011, principalmente contra Irán, Rusia, China y Corea del Norte, afirma el Washington Post, en base a documentos filtrados por el excontratista Edward Snowden.

"Estas revelaciones (...) brindan nuevas pruebas de que los 'ciberguerreros', cada vez más numerosos en la administración (del presidente Barack) Obama infiltran las redes informáticas del extranjero y perturban su funcionamiento", destaca el Post, que se basa en el presupuesto secreto de los servicios de inteligencia estadounidenses entregados por el informático que trabajaba para la Agencia de seguridad nacional (NSA).

Además de los ciberataques, los especialistas "se introducen en redes extranjeras para ponerlas bajo un discreto control estadounidense", continúa el cotidiano, aludiendo al proyecto denominado GENIE, que con un presupuesto de 652 millones de dólares fueron implantados programas espías en decenas de miles de máquinas.

"Hacia fin de año, GENIE debería controlar al menos 85.000 programas implantados en máquinas escogidas estratégicamente alrededor del mundo", contra unas 21.000 en 2008, según los documentos consultados por el Post.

Entre los 231 ciberataques realizados en 2011, según los documentos presupuestarios "cerca del 75% tenían objetivos de la mayor importancia, que exresponsables identifican como adversarios, entre ellos Irán, Rusia, China y Corea del Norte o actividades como la proliferación nuclear", agrega el cotidiano.

El virus informático Stuxnet, que había atacado en 2010 el programa nuclear iraní, había sido atribuido por Teherán a un ataque israelo-estadounidense.

En los últimos meses Washington llamó reiteradamente a China a cesar sus actividades de piratería informática, pero "los servicios de inteligencia estadounidenses utilizan rutinariamente en el mundo entero programas espía diseñados por el gobierno que difieren poco en su funcionamiento de las 'persistentes amenazas perfeccionadas' que los estadounidenses atribuyen a China", destaca el Post.

La principal diferencia, explican expertos, "es que China roba secretos industriales estadounidenses con un objetivo financiero", subraya el cotidiano capitalino.
Fuente: http://www.ambito.com/noticia.asp?id=704652

Enlace al artículo del The Washington Post (en idioma inglés): http://www.washingtonpost.com/world...57bb78-10ab-11e3-8cdd-bcdc09410972_story.html
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¡Je! ¡Qué cosa! Me quedaron dando vueltas en la cabeza estos dos párrafos:

'Además de los ciberataques, los especialistas "se introducen en redes extranjeras para ponerlas bajo un discreto control estadounidense", continúa el cotidiano, aludiendo al proyecto denominado GENIE, que con un presupuesto de 652 millones de dólares fueron implantados programas espías en decenas de miles de máquinas.

"Hacia fin de año, GENIE debería controlar al menos 85.000 programas implantados en máquinas escogidas estratégicamente alrededor del mundo", contra unas 21.000 en 2008, según los documentos consultados por el Post.'

¡Mirá si Zona Militar pasa a ser, de la noche a la mañana, Military Zone! :p
 

Sebastian

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Brasil convoca al embajador de EE UU tras nuevas acusaciones de espionaje

Un programa de televisión acusa a la NSA de espiar a la presidenta Dilma Rousseff
El presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, fue también vigilado cuando era candidato


Juan Arias Río de Janeiro 2 SEP 2013 - 18:25 CET73


El presidente de EE UU, Barack Obama, y la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, en una foto de archivo. / B. SMIALOWSKI (AFP)

La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, fue objeto de espionaje por parte de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA, en sus siglas en inglés) de Estados Unidos. Fueron escudriñados los contenidos de llamadas de teléfono, correos electrónicos y mensajes de móvil, según reveló ayer el programa televisivo del canal Globo Fantástico. La mandataria brasileña convocó este lunes a primera hora una reunión de urgencia en el palacio presidencial. Antes de la reunión con Rousseff, el ministro de Asuntos Exteriores, Luiz Alberto Figueiredo, citó al embajador de Estados Unidos, Thomas Shannon, para pedirle explicaciones y advirtió que si se confirma el espionaje al Gobierno, este podría llevar el caso al examen de las Naciones Unidas.

Además de Rousseff, también habrían sido víctimas del espionaje sus asesores más cercanos y algunos de sus ministros más importantes. Los documentos secretos, en los que aparece que también fue espiado el presidente de México, Enrique Peña Nieto, fueron obtenidos por el periodista Glenn Greenwald -residente en Brasil- a través del extécnico de la NSA, Edward Snowden. Greenwald fue el que destapó la identidad de Snowden días después de haber sacado a la luz el tamaño y la profundidad del programa de espionaje organizado por Washington.

En la reunión con la presidenta estuvieron presentes por lo menos cinco ministros, entre ellos el de Defensa, Celso Amorim, así como Figueiredo y el ministro de Justicia, Eduardo Cardozo, que calificó el supuesto espionaje al Gobierno como “gravísimo” y como una “clara violación de la soberanía” brasileña.

El supuesto escándalo indignó a los miembros del Senado, donde el presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores, Ricardo Ferraço, del partido centrista PMDB -el mayor aliado del gobierno Rousseff- se mostró “indignado y perplejo” y anunció que ya está instalada una comisión parlamentaria que dará mayores poderes al Congreso para investigar el caso.

“Es inadmisible que, en un país como el nuestro en el que no existe la menor huella de terrorismo, exista este tipo de espionaje”, dijo el senador que anunció que serán convocados a comparecer en la comisión tanto el embajador de EE UU como el ministro de Justicia.

Paulo Bernardo, ministro de Comunicaciones, insistió en el hecho de que dicho espionaje era un “total absurdo” ya que “nada tiene que ver con la seguridad nacional de EE UU”. Para él, se trata sólo de obtener ventajas en negociaciones comerciales e industriales.

Folha de Sâo Paulo ha informado de que tres asesores directos de Rousseff han confirmado al diario que la presidenta brasileña ha llegado a plantearse suspender el viaje oficial a EE UU que tiene programado para el mes de octubre. Según el diario, Rousseff se siente "irritada, indignada y engañada" y su decisión dependerá de si el presidente Obama le ofrece "respuestas satisfactorias". Oficialmente, el palacio de Presidencia de Planalto dice que esa posibilidad no está aún sobre la mesa.

El interés de Estados Unidos por Brasil va, sin embargo, más allá, como aparece, por ejemplo, en una de las diapositivas de la presentación, titulada Identifying challenges for the future (identificando desafíos para el futuro) pasado a Greenwald por Snowden. En ella la NSA se hace la siguiente pregunta: “¿Amigos, Enemigos o Problemas?" Anota el documento la lista de los países que deben estar bajo observación. Brasil encabeza el ranking compuesto por Egipto, India, irán, México, Arabia Saudí, Sudán, Turquia y Yemen.

En el tercer documento revelado en el programa Fantástico, se afirma que la NSA mantiene un equipo responsable para seguir de cerca cuestiones comerciales en 13 países de Europa (entre ellos, España) y en otros “estratégicos” como Brasil, México y Japón. Son países que tienen en común el hecho de ser importantes para la economía americana y para las “cuestiones de defensa”. Dicha división debería proporcionar a la Agencia de Defensa de EE UU “informaciones sobre actividades militares y de inteligencia” de dichos países. La presentación, en la que tanto Rousseff como Peña Nieto son citados y aparecen en fotos, tiene un total de 12 diapositivas.

En julio, O Globo, en un reportaje firmado por Greenwald, sacó a la luz que Brasil era el segundo país más espiado por la NSA, después de Estados Unidos. Las sucesivas revelaciones han abierto una brecha entre los Gobiernos de Rousseff y Obama, brecha que se ha acentuado después de que, en agosto, el secretario de Estado, John Kerry, se negase a revisar su política de espionaje después de una entrevista con el entonces ministro de Exteriores brasileño, Antonio Patriota.

Algunos analistas, como Rodrigo Constantino de la revista Veja, comentando la pregunta que en los documentos se hace sobre Brasil: “¿amigos, enemigos o problema?”, tras afirmar que la forma de conseguir esas informaciones es claramente “condenable”, tendría como finalidad saber en qué punto se encuentra Brasil en la política bolivariana tan temida por Washington. Con el expresidente Lula da Silva, la Casa Blanca tenía la confianza de que el exsindicalista era más bien un elemento de equilibrio, por ejemplo, en los devaneos autoritarios del fallecido Hugo Chávez. Lula sería una especie de amortiguador de los países bajo el eje bolivariano.

Las presuntas actuaciones de espionaje de la NSA a Rousseff, ¿podrían hacer pensar que Rousseff les ofrece menores garantías en este campo?, se preguntan algunos expertos en política. Lo cierto es que la mandataria brasileña ha sido seguida ilegalmente hasta en sus comunicaciones más estrechas con asesores y personas de confianza lo que significa una afrenta a la soberanía del país, en vísperas de su viaje oficial -si finalmente se produce- a Estados Unidos.
http://internacional.elpais.com/internacional/2013/09/02/actualidad/1378133902_556483.html
 

Sebastian

Colaborador
México rechaza “categóricamente” cualquier labor de espionaje

El periodista Glen Greenwald revela que Peña Nieto habría sido espiado por la NSA

Paula Chouza México 2 SEP 2013 - 23:51 CET4
La Secretaría de Relaciones Exteriores mexicana rechaza y condena "categóricamente" cualquier labor de espionaje contra ciudadanos mexicanos. En un comunicado emitido este lunes el Gobierno asegura que este tipo de prácticas son "contrarias a la Carta de las Naciones Unidas y a la jurisprudencia de la Corte Internacional de Justicia". En relación a las noticias publicadas por el periodista Glen Greenwald que revelan que el presidente Enrique Peña Nieto habría sido espiado por la Agencia de Seguridad Nacional de EE UU, el Ejecutivo solicita "mediante nota diplomática, una investigación exhaustiva y que, en su caso, deslinde las responsabilidades correspondientes".

El pronunciamiento oficial, que llegaba a primera hora de la tarde, incluye que México ha citado al Embajador de Estados Unidos para "expresar su enérgico extrañamiento y exigir la realización de la investigación señalada". Por el momento, los principales partidos políticos de la oposición no se han pronunciado al respecto de la polémica. El propio Peña Nieto, en su intervención de este lunes con motivo de la presentación del informe de Gobierno, evito a primera hora hacer ninguna mención al asunto. “El presidente debe sentirse agraviado y lo dirá en público”, vaticinaba minutos antes en una cadena de radio nacional Lorenzo Meyer, profesor emérito del Colegio de México y miembro emérito del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología. Pero la respuesta se hizo esperar. El experto manifestaba sus dudas al respecto de las posibilidades que tiene el mandatario de desafiar a Estados Unidos: “Con la desaceleración económica que está afectando a México no nos conviene enemistarnos con la gran potencia”.

Según los documentos del exagente de la CIA Edward Snowden, en el caso del presidente mexicano, el espionaje electrónico se hizo en la época en que era todavía candidato, continuó después de que ganó las elecciones de 2012 y permitió a la NSA saber los nombres de algunos ministros de su gabinete antes de que fueran nombrados de forma oficial.

El politólogo e internacionalista mexicano Genaro Lozano considera que las revelaciones de Greenwald no traen nada nuevo: “Todo el mundo sabe que el Gobierno de EE UU espía a sus aliados desde que tiene capacidad de hacerlo. El asunto estaba en la agenda del presidente desde julio”. Hace un par de meses el diario brasileño O Globo publicó un artículo, también del mismo periodista, en el que aseguraba ya que el departamento habría utilizado varios programas para recopilar datos de llamadas de teléfono y accesos a internet en varios países de América Latina, entre ellos México.

Lozano cree conveniente una respuesta del Congreso mexicano, que debe exigir a EEUU una explicación a través de la comisión de relaciones exteriores. “El Gobierno puede emitir una nota reclamatoria, llamar al embajador para que dé explicaciones, pero México está pasando por una etapa complicada”, señala el politólogo. “Con las reformas estancadas y las protestas sociales ante la aprobación de normas polémicas, Peña Nieto tiene demasiados frentes abiertos en temas que tiene que ver más con la coyuntura nacional como para asumir uno nuevo”. Además, señala Genaro Lozano, la postura del Ejecutivo mexicano con respecto al caso Snowden ha sido muy distinta a la de los países de Sudamérica: “Hemos tenido un perfil bajo, no ha habido un apoyo al exagente de la CIA”. Para el analista es igualmente importante que los ciudadanos de Estados Unidos reaccionen ante las revelaciones del comportamiento de la agencia de seguridad. “Si esto hubiese pasado con Bush al frente de la Administración, habría gente en la calle protestando”.
http://internacional.elpais.com/internacional/2013/09/02/actualidad/1378158712_855137.html
 
La cosa esta "pegando" en Brasil

Planalto quiere cerrar empresa que ayuda espía

“Puede ser banco, empresa de telefonía”, dice ministro de las Comunicaciones sobre alcance de la futura medida

Lu Aiko Otta

Dilma Rousseff quiere incluir en la legislación brasileña un dispositivo que permita suspender la operación de empresas que cooperen con esquemas de espionaje internacionales.

A presidente también encomendó el fortalecimiento de la red interna comunicacional del gobierno, pues aún hoy muchos de sus auxiliares usan servicios vulnerables como el Gmail.

Las dos medidas fueron discutidas ayer en la reunión de Dilma con los ministros directamente envueltos en el caso de las sospechas de espionaje de los EUA.

“Puede ser banco, empresa de telefonía”, dijo el ministro de las Comunicaciones, Paulo Bernardo, sobre la suspensión de operaciones de empresas. “Si cooperaran con esos esquemas, tendrán la licencia de operación aquí en Brasil cancelada”, dijo al Estado.

El dispositivo deberá ser incluido en el marco civil de la internet, en discusión en el Congreso, o en el proyecto de ley de seguridad de datos personales, que está en elaboración por el gobierno.

Dilma pidió a Bernardo y al ministro de la Justicia, José Eduardo Cardozo, para volver a ver los textos e incluir modificaciones.

Además de la posibilidad de punición a las empresas, ella quiere obligar webs extranjeras, como el Facebook y otros, a almacenar datos de brasileños en Brasil. Hoy, ellos quedan guardados en los EUA. Eso deberá constar del nuevo marco de la internet.

La denuncia que las comunicaciones de Dilma y sus principales asesores estarían siendo monitoreadas llevó a presidente a pedir el fortalecimiento de la red comunicacional del gobierno.

Vamos a tener que construir una intranet en áreas sensibles”, dijo Bernardo. Además de la Presidencia, él citó los ministerios de la Defensa, Relaciones Exteriores y Abogacía-General de la Unión.

Hoy, los emails de Dilma son cifrados, así como sus teléfonos. Sin embargo, no es raro que ella utilice aparatos no cifrados para comunicarse con sus ministros.

En el equipo de gobierno, ni todo cambio de correspondencia se da de forma segura. “Tiene gente que manda email por el Gmail, con copia para Obama”, dijo Bernardo. La idea es establecer protocolos más seguros.

Aplicativos – Dilma pidió también un análisis de los aplicativos más utilizados en el País. Hay sospechas de que aplicativos puedan ser utilizados para acessar otros datos del usuario.

El gobierno quiere, aún, ofrecer un email cifrado gratuito para brasileños. El proyecto está en estudios por los Correos y deberá ser lanzado el año que viene. El aporte de recursos públicos, si hubiera, será pequeño.

FUENTE: estadao.com.br
 
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