La guerra que no termina
El informe sobre Irak ve fracasos y avances
La Casa Blanca asegura que la situación en materia de seguridad es "compleja y sumamente dificil" y precipita "duras luchas"; acusa a Siria de fomentar células terroristas
WASHINGTON.- El gobierno iraquí logró sólo resultados mixtos camino hacia las metas políticas, militares y económicas deseadas, indicó el esperado informe que redactó la Casa Blanca sobre la situación en Irak a pedido del Congreso, y que seguramente intensificará los debates en sobre la guerra.
El documento, además, acusa a Siria de fomentar células terroristas que suministran entre 50 y 80 atacantes suicidas al mes en Irak a nombre de Al-Qaeda, al mismo tiempo que inculpa a Irán por financiar a grupos extremistas.
En el informe, varios de los temas más importantes y difíciles -áreas que según el gobierno de Bush son claves para la cohesión nacional y el futuro económico de Irak- figuran en la categoría "insatisfactorio". Entre ellas están los esfuerzos para destinar miles de millones de dólares a la reconstrucción y medidas para terminar con las divisiones sectarias.
Además expresa que a pesar de algunos avances por parte del gobierno del primer ministro Nuri al-Maliki, "la situación de seguridad en Irak sigue siendo compleja y sumamente difícil, el panorama económico es mixto" y hace falta mucho para lograr la reconciliación política.
El documento advierte sobre "duras luchas" durante el los próximos mesos, mientras las fuerzas estadounidenses e iraquíes "tratan de aprovechar los logros alcanzados y de crear las condiciones para una estabilización a largo plazo". El reciente aumento de tropas decretado por el presidente George W. Bush "apenas ha comenzado", dice el texto.
El informe detalla que ha habido progreso satisfactorio en ocho áreas, progreso insatisfactorio en otras ocho y progreso mixto en otras dos. En general, el informe de la Casa Blanca dice que el gobierno de Bagdad no ha logrado ninguno de los objetivos necesarios para frenar la violencia sectaria en la región, como por ejemplo la aprobación de leyes que dividan los ingresos provenientes de la industria petrolera.
"La estrategia reconoce que los niveles de violencia en el 2006 socavó los intentos por lograr la reconciliación política al animar las tensiones sectarias, envalentonar a los extremistas y desacreditar al gobierno iraquí y a la coalición", indica el documento divulgado. "En medio de tal violencia, se volvió sumamente difícil para el liderazgo iraquí hacer las negociaciones necesarias para fomentar la reconciliación", añade.
En sus 23 páginas, el informe menciona la falta de aprobación de leyes iraquíes desde hace tiempo esperadas, pero indica que el gobierno de Bagdad si ha cumplido ciertos objetivos para reducir la violencia y aumentar la seguridad. El argumento clave tanto para los militares como para la Casa Blanca sería un pedido de paciencia: que el Congreso debería esperar hasta septiembre para juzgar la estrategia estadounidense en Irak.
Pero sin embargo, el documento fue difundido en tiempos en que ambas cámaras del Congreso se encuentran fuertemente divididas por la estrategia de la guerra en Irak, que ya va por su quinto año.
Reacciones. Como era de esperar, los demócratas sostienen que los descubrimientos prueban que la estrategia de la guerra está fracasando. Los republicanos, en cambio, consideran que el progreso, aunque en menor grado, muestra que existen esperanzas y que los legisladores no deben perder la fe.
Numerosos senadores del oficialismo republicano, no obstante, han pedido a la Casa Blanca un rápido cambio de la política implementada en Irak. "Tengo esperanzas de que [los funcionarios de la Casa Blanca] cambien de opinión", expresó ayer el senador republicano Pete Domenici.
La Nacion
El informe sobre Irak ve fracasos y avances
La Casa Blanca asegura que la situación en materia de seguridad es "compleja y sumamente dificil" y precipita "duras luchas"; acusa a Siria de fomentar células terroristas
WASHINGTON.- El gobierno iraquí logró sólo resultados mixtos camino hacia las metas políticas, militares y económicas deseadas, indicó el esperado informe que redactó la Casa Blanca sobre la situación en Irak a pedido del Congreso, y que seguramente intensificará los debates en sobre la guerra.
El documento, además, acusa a Siria de fomentar células terroristas que suministran entre 50 y 80 atacantes suicidas al mes en Irak a nombre de Al-Qaeda, al mismo tiempo que inculpa a Irán por financiar a grupos extremistas.
En el informe, varios de los temas más importantes y difíciles -áreas que según el gobierno de Bush son claves para la cohesión nacional y el futuro económico de Irak- figuran en la categoría "insatisfactorio". Entre ellas están los esfuerzos para destinar miles de millones de dólares a la reconstrucción y medidas para terminar con las divisiones sectarias.
Además expresa que a pesar de algunos avances por parte del gobierno del primer ministro Nuri al-Maliki, "la situación de seguridad en Irak sigue siendo compleja y sumamente difícil, el panorama económico es mixto" y hace falta mucho para lograr la reconciliación política.
El documento advierte sobre "duras luchas" durante el los próximos mesos, mientras las fuerzas estadounidenses e iraquíes "tratan de aprovechar los logros alcanzados y de crear las condiciones para una estabilización a largo plazo". El reciente aumento de tropas decretado por el presidente George W. Bush "apenas ha comenzado", dice el texto.
El informe detalla que ha habido progreso satisfactorio en ocho áreas, progreso insatisfactorio en otras ocho y progreso mixto en otras dos. En general, el informe de la Casa Blanca dice que el gobierno de Bagdad no ha logrado ninguno de los objetivos necesarios para frenar la violencia sectaria en la región, como por ejemplo la aprobación de leyes que dividan los ingresos provenientes de la industria petrolera.
"La estrategia reconoce que los niveles de violencia en el 2006 socavó los intentos por lograr la reconciliación política al animar las tensiones sectarias, envalentonar a los extremistas y desacreditar al gobierno iraquí y a la coalición", indica el documento divulgado. "En medio de tal violencia, se volvió sumamente difícil para el liderazgo iraquí hacer las negociaciones necesarias para fomentar la reconciliación", añade.
En sus 23 páginas, el informe menciona la falta de aprobación de leyes iraquíes desde hace tiempo esperadas, pero indica que el gobierno de Bagdad si ha cumplido ciertos objetivos para reducir la violencia y aumentar la seguridad. El argumento clave tanto para los militares como para la Casa Blanca sería un pedido de paciencia: que el Congreso debería esperar hasta septiembre para juzgar la estrategia estadounidense en Irak.
Pero sin embargo, el documento fue difundido en tiempos en que ambas cámaras del Congreso se encuentran fuertemente divididas por la estrategia de la guerra en Irak, que ya va por su quinto año.
Reacciones. Como era de esperar, los demócratas sostienen que los descubrimientos prueban que la estrategia de la guerra está fracasando. Los republicanos, en cambio, consideran que el progreso, aunque en menor grado, muestra que existen esperanzas y que los legisladores no deben perder la fe.
Numerosos senadores del oficialismo republicano, no obstante, han pedido a la Casa Blanca un rápido cambio de la política implementada en Irak. "Tengo esperanzas de que [los funcionarios de la Casa Blanca] cambien de opinión", expresó ayer el senador republicano Pete Domenici.
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