Futuro Fuerza de Submarinos

Derruido

Colaborador
Hay que verle el lado positivo. Al menos en el 2028, no tendremos una fuerza de submarinos inferior a la de Paraguay o Bolivia.
A lo mejor para esas épocas Uruguay compra alguno y se lo pedimos prestado como con los Hércules.
Aviones de combate, NO PORQUE SON MUY CAROS. Lo dijo el ministro.

Imaginate un Submarino, uno solo no vale la pena, hay que hablar de una yunta para arriba. Entre lo que cuestan, lo que hay que meterles adentro. Hablamos de una invesión de 2000 millones de verdes. Alguno cree que van a meter esa guita, cuando hoy la FAA tuvo que recortar los cursos de Cazadores y Transporteros, para juntar el saldito de la compra de los Texan. Que son un vuelto.

Eso sí, la deuda externa, en 10 años. LA DUPLICARON. Y uno se pregunta en qué? Donde se fue la guita?. Más toda la otra que se fue producto de los precios excepcionales de las Materias Primas.

Si dijeramos, tenemos 10 centrales nucleares, compramos 8 destructores, 4 submarinos, 50 aviones de combate, etc. etc. 100 hostitales de última tecnología....... pero la sigo buscando y ni eso.

Besos
 

Derruido

Colaborador
La Armada Argentina quiere renovar la Fuerza de Submarinos
20 de febrero de 2018


Los submarinos argentinos ARA Salta, ARA Santa Cruz y ARA San Juan, en foto de archivo

Por Roberto Lopes
Especial para el Poder Naval

Un reporte del diario económico argentino Ámbito Financiero, publicado el segundo domingo de febrero (11.02), reveló: hace poco más de dos años, la Armada Argentina viene examinando, de forma objetiva, un modelo de submarino extranjero de 6ª generación, capaz de renovar su flotilla de submarinos con sede en la Base Naval de Mar del Plata.

La clase que, por ahora, reúne las preferencias del Consejo Asesor del Arma Submarina es la IKL-209/1400, alemana.

El dictamen de ese órgano define el modelo como apto para transportar 14 torpedos, ser manejado por un grupo pequeño de tripulantes (entre 30 y 36 militares), y constituir un éxito de escape.

Los estrategas argentinos consideran que su Marina debería tener una Fuerza de al menos cinco submarinos de ataque, de propulsión diesel-eléctrica (en ese momento Perú posee seis de esos barcos, Brasil cinco, Chile y Colombia, cuatro cada uno).

Los mismos expertos justifican la estructuración de una flotilla de sumergibles moderna-dotada, incluso, de un buque madre de submarinos- como elemento indispensable para la actual Directiva Estratégica Militar (DEMIL) de la Nación Argentina, que, en el teatro de operaciones, tiene como objetivo:

Desgaste a las armas navales y / o tráfico marino del opositor;
Ataques a los navales;
Operaciones de minado;
Obtención de información;
Operaciones de ataque con misiles tácticos a objetivos terrestres, entre otras acciones.

Documentos secretos - La información fue recabada por la jueza federal Marta Yañez, responsable de la investigación de las causas del naufragio, el pasado 15 de noviembre, del buque ARA San Juan.

La magistrada se valió de la lectura de dos documentos de la Marina, clasificados como secretos, datados de abril de 2016 y de junio de 2017. Ellos permiten concluir: el año pasado, en la época de la desaparición del San Juan, la Armada platino - comandante de la Fuerza de Submarinos, capitán de barco Claudio Javier Villada (actualmente en disponibilidad temporal) - tenía perfecta conciencia del estado de obsolescencia de sus barcos.

En uno de los documentos compulsados por la magistrada - titulado Estudio de Comando Mayor del COMANDO DE LA FUERZA DE SUBMARINOS. Submarinos de 6ta. "La no renovación de los submarinos existentes implica la pérdida gradual de capacidades únicas de combate y disuasivas de la Armada Argentina" (La no renovación de los submarinos existentes implica la pérdida gradual de capacidades únicas de combate y disuasivas de la, Armada Argentina).

Los oficiales encargados de estudiar la modernización del Arma Submarina se inclinaron sobre los predicados y desventajas de los modelos Scorpene, francés, 214, alemán, 209, también alemán, y de un grupo de otros buques, fabricados en Suecia, Rusia y China.

Hablando al reportaje del diario electrónico Infobae -el primero a levantar el descubrimiento de la jueza Yañez -el ministro de Defensa argentino, Oscar Aguad, fue cauteloso:

Dentro del ministerio de Defensa, el del Estado Mayor Conjunto, en los años 2016-2017 no hay ningún estudio de esa naturaleza, declaró Aguad. Que en la Armada había hecho eso. Lo desconozco. Se ha habido un plan de equipamiento, para las Fuerzas Armadas, ese plan todavía existe, pero sobre el plan que me consulta (por la construcción de submarinos de sexta generación) en el solo en el buen conocimiento, sino que no se conversó de eso. No tengo otra información, agregó.

http://www.naval.com.br/blog/2018/02/20/armada-argentina-quer-renovar-forca-de-submarinos/
A la FAA le dieron Agarol (la compra la empezó el ministerio anterior, tuvo que meterse la FAA para que no se caiga la venta con fondos propios). Y hoy la FAA no hace fuerza, para no hacerse encima tratando de pagar una mísera compra de 12 aviones entrenadores a Hélices.

Besos
 
Aviones de combate, NO PORQUE SON MUY CAROS. Lo dijo el ministro.

Imaginate un Submarino, uno solo no vale la pena, hay que hablar de una yunta para arriba. Entre lo que cuestan, lo que hay que meterles adentro. Hablamos de una invesión de 2000 millones de verdes. Alguno cree que van a meter esa guita, cuando hoy la FAA tuvo que recortar los cursos de Cazadores y Transporteros, para juntar el saldito de la compra de los Texan. Que son un vuelto.

Eso sí, la deuda externa, en 10 años. LA DUPLICARON. Y uno se pregunta en qué? Donde se fue la guita?. Más toda la otra que se fue producto de los precios excepcionales de las Materias Primas.

Si dijeramos, tenemos 10 centrales nucleares, compramos 8 destructores, 4 submarinos, 50 aviones de combate, etc. etc. 100 hostitales de última tecnología....... pero la sigo buscando y ni eso.

Besos
Porque se tiraron a la pileta de una. Si hubiesen esperado algunos lustros.....hubiese sido gratis. Es como los turnos en los hospitales públicos.

Acá lo único que sale rápido son las leyes para la redistribución de la riqueza. O crear puestos en el Estado, no viste el Boletín Oficial, la rompe toda Marquitos Peña.
 
Submarino nuclear: el país puede pasar del sueño a la realidad en mediano plazo
El investigador, perteneciente al instituto Doctor José A. Balseiro, asegura que el sumergible nuclear argentino es un objetivo posible.

Por José Converti, Ingeniero - Profesor titular de Ingeniería Nuclear - Instituto Balseiro-UNCuyo. Ex director de ese establecimiento



La tragedia del submarino ARA San Juan y la imperiosa necesidad de re-equipamiento de las Fuerzas Armadas (FFAA) contrastan fuertemente con el nuevo impulso que cobró el proyecto de construcción de un submarino propulsado con energía nuclear en Brasil. Estos hechos nos obligan a evaluar la opción nuclear para nuestra fuerza submarina.

Al inicio de cualquier análisis, es bueno despejar preconceptos instalados en el imaginario colectivo. A simple vista se observa la presencia de dos errores: que la tecnología necesaria para tal emprendimiento está muy lejos de nuestras capacidades y que representa un costo prohibitivo para la Nación.

Ambas suposiciones son falsas. Tanto la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) como las empresas asociadas del sector nuclear, utilizan y desarrollan diferentes tecnologías, las cuales pueden integrarse en el proceso de concretar un reactor nuclear específico para la propulsión de nuestros submarinos.

Los recursos preexistentes, como laboratorios, capacidad de cómputo y recursos humanos altamente calificados, constituyen una sólida base que acorta la brecha tecnológica y presupuestaria, dejando este emprendimiento al alcance de la infraestructura actual.

Vale precisar que a nivel técnico, el factor que diferencia a los reactores convencionales de los propulsores es la integración naval. Lo que se traduce en una serie de requerimientos técnicos relacionados con la limitación de volumen disponible en el casco y la distribución del peso permitido en el submarino. Tales aspectos son cruciales para lograr la flotabilidad y estabilidad del mismo.



La mayoría de los reactores nucleares que propulsan submarinos en el mundo son variantes del PWR (Reactor de Agua Presurizada, por sus siglas en inglés), diseñados bajo la configuración de uno o dos circuitos cerrados de agua o bien bajo una configuración compacta, donde se emplaza el generador de vapor sobre el recipiente de presión del reactor.

Se suele aseverar que el prototipo argentino de reactor nuclear de potencia Carem (actualmente en construcción) tiene como fin secreto la propulsión naval, pero sus bases de diseño y concepción lo vuelven inviable.

Este importante proyecto está concebido para la generación de energía eléctrica en una planta estacionaria y en última instancia para competir en el mercado de la núcleo-electricidad.

A los aspectos comentados deben sumársele otros inherentes al diseño del reactor Carem que impiden su desempeño como reactor naval, tal como su gran tamaño, que lo vuelve incompatible con las dimensiones de un submarino clase TR-1700, como el ARA Santa Cruz y el ARA Santa Fe.

Otro factor que lo hace inviable es su diseño auto-presurizado e integrado. No hay antecedentes de submarinos propulsados por reactores de este tipo.

Corresponde precisar la relevancia del proyecto Carem por ser la primera experiencia propia en reactores de potencia de Argentina, y que es íntegramente gestionado por CNEA.

A diferencia de los reactores de investigación, máquinas que ampliamente domina la empresa estatal Invap (Investigación Aplicada), la generación de electricidad -ya sea en tierra o en un submarino propulsado con energía nuclear- requiere presiones superiores a 120 veces la presión atmosférica y temperaturas de trabajo de 300°C.

Esto desvirtúa la creencia de que Invap haya desarrollado reactores navales o que se encuentre en óptimas condiciones para su ejecución. Incluso áreas tan sensibles como los combustibles nucleares, que usan tanto los reactores de investigación de Invap como las centrales de potencia, son dominadas íntegramente por la CNEA.

Seguridad

Es bueno precisar que los combustibles nucleares constituyen la tecnología clavede este desarrollo, ya que usando una variante de arreglos de placas es posible lograr una configuración viable sin sobrepasar el 20% de enriquecimiento del uranio-235 (isótopo útil para la fisión nuclear).

Es decir, se cumple con el límite establecido en el Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares, al cual Argentina suscribe desde 1991.

Más aún, este combustible presenta características de seguridad superiores, que lo vuelven óptimo para operaciones oceánicas con capacidad para responder a variaciones abruptas de potencia. Con un diseño optimizado, un único núcleo podría abastecer de energía al submarino durante toda su vida útil sin efectuar recambios de combustible.

Las principales soluciones tecnológicas en el orden internacional, como la dispersión cerámica en matrices metálicas (Cermet) y la utilización de pastillas planas (Caramel), están al alcance de las capacidades actuales con las que cuenta el país.

Junto a lo indicado, es bueno resaltar que la propulsión de un submarino tipo TR1700 requiere de potencias relativamente bajas si se utiliza como propulsor híbrido.

El reactor del submarino alimenta a un turbogenerador que abastece tanto a un sistema de banco de baterías reducido como al motor que acciona la hélice del submarino.

Este último aspecto permite una navegación más silenciosa, dejando al reactor en el rango inferior de potencias entre los diseños de su tipo. Los submarinos clase Rubis de la Armada francesa tienen dimensiones semejantes a nuestros TR1700 y constituyen un excelente antecedente. Su planta de propulsión nuclear ocupa el mismo espacio y aproximadamente el mismo peso que la planta de propulsión diésel del TR1700.

Blindaje

Un aspecto técnico a precisar es el blindaje, diferente de las centrales comerciales. Su importancia radica en que debe guardar un compromiso entre su misión principal, que es proteger a la tripulación de la radiación (tanto de rayos gamma como de neutrones), y contar con un peso y volumen que no exceda lo permitido en el submarino.

Es importante, por otra parte, que tanto la distribución del peso como el balanceopermitan obtener una correcta integración de la planta de generación con el resto del submarino. Contar con un prototipo en tierra sería el primer paso en el proyecto, tanto para la validación de los cálculos como para ganar experiencia operativa y entrenamiento de las tripulaciones.

Las condiciones técnicas descriptas se cumplirían razonablemente con la tecnología ya disponible en el país. La estimación de costo efectuada no sobrepasa los 300 millones de dólares norteamericanos, pudiendo ser desarrollado en un lapso no superior a los cinco años.

Vale precisar, por otra parte, que el costo del submarino está directamente relacionado con tres factores claves en el proceso: el diámetro del recipiente de presión, de la sofisticación de equipos incorporados y la experiencia previa de construcción. Queda claro que la incorporación de una planta nuclear no encierra un sobrecosto prohibitivo.

A los fines de contar con una idea de lo que significa el desarrollo de estas tecnologías, es bueno comparar con otros países. Australia, por ejemplo, firmó un acuerdo para la compra de submarinos -no nucleares- franceses por 3.100 millones de dólares cada uno; el proyecto Borei (Rusia), que apunta a desarrollar un nuevo submarino nuclear, representa 500 millones de dólares. Existen otros planes más ambiciosos a la par de costosos.

Francia desarrolla el proyecto Le Triomphant con un presupuesto calculado en 3.800 millones de dólares.
Por lo tanto, desarrollar la propulsión nuclear de submarinos requiere la participación y coordinación de todo el sector nuclear argentino, articulando con las capacidades del Complejo Industrial y Naval Argentino (Cinar). Suponer que este desafío puede ser abordado por un único organismo o empresa es ignorar las enseñanzas que deja la experiencia internacional.

A modo de conclusión, el submarino nuclear argentino no es un "sueño", sino un objetivo posible a mediano y largo plazo, donde es determinante aprovechar y potenciar las capacidades nucleares y navales del país.

Se trata de un proyecto que puede recuperar la capacidad submarina de nuestra nación. Si bien la justificación para desarrollar esta tecnología debe considerar los aspectos geopolíticos y de defensa, no existen limitaciones tecnológicas ni económicas para la concreción del proyecto.

https://losandes.com.ar/article/vie...asar-del-sueno-a-la-realidad-en-mediano-plazo
 
Hola.

Pensaba como una opción el mandar el San Luis y el Salta a Perú para extender su vida y tener un medio que provisoriamente sirva por 20 años.

Ellos están extendiendo y modernizando U-209 de las mismas series -1200 que los SSK de las ARA, con el know-how fresco, máquinas recién compradas y con supervisión del fabricante (muy importante). No creo que exceda los USD 150 millones reparar y modernizar ambos.

Eso ya da un respiro...

Con eso los astilleros argentinos se concentran en la línea TR-1700, terminando el MLU del Santa Cruz.. y evaluando si terminan el Santa Fe.

Saludos
 
Submarino nuclear: el país puede pasar del sueño a la realidad en mediano plazo
El investigador, perteneciente al instituto Doctor José A. Balseiro, asegura que el sumergible nuclear argentino es un objetivo posible.

Por José Converti, Ingeniero - Profesor titular de Ingeniería Nuclear - Instituto Balseiro-UNCuyo. Ex director de ese establecimiento



La tragedia del submarino ARA San Juan y la imperiosa necesidad de re-equipamiento de las Fuerzas Armadas (FFAA) contrastan fuertemente con el nuevo impulso que cobró el proyecto de construcción de un submarino propulsado con energía nuclear en Brasil. Estos hechos nos obligan a evaluar la opción nuclear para nuestra fuerza submarina.

Al inicio de cualquier análisis, es bueno despejar preconceptos instalados en el imaginario colectivo. A simple vista se observa la presencia de dos errores: que la tecnología necesaria para tal emprendimiento está muy lejos de nuestras capacidades y que representa un costo prohibitivo para la Nación.

Ambas suposiciones son falsas. Tanto la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) como las empresas asociadas del sector nuclear, utilizan y desarrollan diferentes tecnologías, las cuales pueden integrarse en el proceso de concretar un reactor nuclear específico para la propulsión de nuestros submarinos.

Los recursos preexistentes, como laboratorios, capacidad de cómputo y recursos humanos altamente calificados, constituyen una sólida base que acorta la brecha tecnológica y presupuestaria, dejando este emprendimiento al alcance de la infraestructura actual.

Vale precisar que a nivel técnico, el factor que diferencia a los reactores convencionales de los propulsores es la integración naval. Lo que se traduce en una serie de requerimientos técnicos relacionados con la limitación de volumen disponible en el casco y la distribución del peso permitido en el submarino. Tales aspectos son cruciales para lograr la flotabilidad y estabilidad del mismo.



La mayoría de los reactores nucleares que propulsan submarinos en el mundo son variantes del PWR (Reactor de Agua Presurizada, por sus siglas en inglés), diseñados bajo la configuración de uno o dos circuitos cerrados de agua o bien bajo una configuración compacta, donde se emplaza el generador de vapor sobre el recipiente de presión del reactor.

Se suele aseverar que el prototipo argentino de reactor nuclear de potencia Carem (actualmente en construcción) tiene como fin secreto la propulsión naval, pero sus bases de diseño y concepción lo vuelven inviable.

Este importante proyecto está concebido para la generación de energía eléctrica en una planta estacionaria y en última instancia para competir en el mercado de la núcleo-electricidad.

A los aspectos comentados deben sumársele otros inherentes al diseño del reactor Carem que impiden su desempeño como reactor naval, tal como su gran tamaño, que lo vuelve incompatible con las dimensiones de un submarino clase TR-1700, como el ARA Santa Cruz y el ARA Santa Fe.

Otro factor que lo hace inviable es su diseño auto-presurizado e integrado. No hay antecedentes de submarinos propulsados por reactores de este tipo.

Corresponde precisar la relevancia del proyecto Carem por ser la primera experiencia propia en reactores de potencia de Argentina, y que es íntegramente gestionado por CNEA.

A diferencia de los reactores de investigación, máquinas que ampliamente domina la empresa estatal Invap (Investigación Aplicada), la generación de electricidad -ya sea en tierra o en un submarino propulsado con energía nuclear- requiere presiones superiores a 120 veces la presión atmosférica y temperaturas de trabajo de 300°C.

Esto desvirtúa la creencia de que Invap haya desarrollado reactores navales o que se encuentre en óptimas condiciones para su ejecución. Incluso áreas tan sensibles como los combustibles nucleares, que usan tanto los reactores de investigación de Invap como las centrales de potencia, son dominadas íntegramente por la CNEA.

Seguridad

Es bueno precisar que los combustibles nucleares constituyen la tecnología clavede este desarrollo, ya que usando una variante de arreglos de placas es posible lograr una configuración viable sin sobrepasar el 20% de enriquecimiento del uranio-235 (isótopo útil para la fisión nuclear).

Es decir, se cumple con el límite establecido en el Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares, al cual Argentina suscribe desde 1991.

Más aún, este combustible presenta características de seguridad superiores, que lo vuelven óptimo para operaciones oceánicas con capacidad para responder a variaciones abruptas de potencia. Con un diseño optimizado, un único núcleo podría abastecer de energía al submarino durante toda su vida útil sin efectuar recambios de combustible.

Las principales soluciones tecnológicas en el orden internacional, como la dispersión cerámica en matrices metálicas (Cermet) y la utilización de pastillas planas (Caramel), están al alcance de las capacidades actuales con las que cuenta el país.

Junto a lo indicado, es bueno resaltar que la propulsión de un submarino tipo TR1700 requiere de potencias relativamente bajas si se utiliza como propulsor híbrido.

El reactor del submarino alimenta a un turbogenerador que abastece tanto a un sistema de banco de baterías reducido como al motor que acciona la hélice del submarino.

Este último aspecto permite una navegación más silenciosa, dejando al reactor en el rango inferior de potencias entre los diseños de su tipo. Los submarinos clase Rubis de la Armada francesa tienen dimensiones semejantes a nuestros TR1700 y constituyen un excelente antecedente. Su planta de propulsión nuclear ocupa el mismo espacio y aproximadamente el mismo peso que la planta de propulsión diésel del TR1700.

Blindaje

Un aspecto técnico a precisar es el blindaje, diferente de las centrales comerciales. Su importancia radica en que debe guardar un compromiso entre su misión principal, que es proteger a la tripulación de la radiación (tanto de rayos gamma como de neutrones), y contar con un peso y volumen que no exceda lo permitido en el submarino.

Es importante, por otra parte, que tanto la distribución del peso como el balanceopermitan obtener una correcta integración de la planta de generación con el resto del submarino. Contar con un prototipo en tierra sería el primer paso en el proyecto, tanto para la validación de los cálculos como para ganar experiencia operativa y entrenamiento de las tripulaciones.

Las condiciones técnicas descriptas se cumplirían razonablemente con la tecnología ya disponible en el país. La estimación de costo efectuada no sobrepasa los 300 millones de dólares norteamericanos, pudiendo ser desarrollado en un lapso no superior a los cinco años.

Vale precisar, por otra parte, que el costo del submarino está directamente relacionado con tres factores claves en el proceso: el diámetro del recipiente de presión, de la sofisticación de equipos incorporados y la experiencia previa de construcción. Queda claro que la incorporación de una planta nuclear no encierra un sobrecosto prohibitivo.

A los fines de contar con una idea de lo que significa el desarrollo de estas tecnologías, es bueno comparar con otros países. Australia, por ejemplo, firmó un acuerdo para la compra de submarinos -no nucleares- franceses por 3.100 millones de dólares cada uno; el proyecto Borei (Rusia), que apunta a desarrollar un nuevo submarino nuclear, representa 500 millones de dólares. Existen otros planes más ambiciosos a la par de costosos.

Francia desarrolla el proyecto Le Triomphant con un presupuesto calculado en 3.800 millones de dólares.
Por lo tanto, desarrollar la propulsión nuclear de submarinos requiere la participación y coordinación de todo el sector nuclear argentino, articulando con las capacidades del Complejo Industrial y Naval Argentino (Cinar). Suponer que este desafío puede ser abordado por un único organismo o empresa es ignorar las enseñanzas que deja la experiencia internacional.

A modo de conclusión, el submarino nuclear argentino no es un "sueño", sino un objetivo posible a mediano y largo plazo, donde es determinante aprovechar y potenciar las capacidades nucleares y navales del país.

Se trata de un proyecto que puede recuperar la capacidad submarina de nuestra nación. Si bien la justificación para desarrollar esta tecnología debe considerar los aspectos geopolíticos y de defensa, no existen limitaciones tecnológicas ni económicas para la concreción del proyecto.

https://losandes.com.ar/article/vie...asar-del-sueno-a-la-realidad-en-mediano-plazo

Si no hay interés político, no vamos a llegar a ningún lado.

El COFS está en su lecho de muerte...
 
Aviones de combate, NO PORQUE SON MUY CAROS. Lo dijo el ministro.

Imaginate un Submarino, uno solo no vale la pena, hay que hablar de una yunta para arriba. Entre lo que cuestan, lo que hay que meterles adentro. Hablamos de una invesión de 2000 millones de verdes. Alguno cree que van a meter esa guita, cuando hoy la FAA tuvo que recortar los cursos de Cazadores y Transporteros, para juntar el saldito de la compra de los Texan. Que son un vuelto.

Eso sí, la deuda externa, en 10 años. LA DUPLICARON. Y uno se pregunta en qué? Donde se fue la guita?. Más toda la otra que se fue producto de los precios excepcionales de las Materias Primas.

Si dijeramos, tenemos 10 centrales nucleares, compramos 8 destructores, 4 submarinos, 50 aviones de combate, etc. etc. 100 hostitales de última tecnología....... pero la sigo buscando y ni eso.

Besos
Derruido hermano, leo tus comentarios y me dan ganas de pegarme un tiro. Pero es la cruda realidad.

Saludo.
 
¨estamos viendo de comprar barcos¨
¨comprar submarinos¨
¨tal vez este año se pueda informar algo al respecto¨
¨no puedo decir más...es secreto¨

Ministro Aguad frente a los familiares en el Congreso.
 
Última edición:

Derruido

Colaborador
¨estamos viendo de comprar barcos¨
¨comprar submarinos¨
¨tal vez este año se pueda informar algo al respecto¨
¨no puedo hablar más...es secreto¨

Ministro Aguad frente a los familiares en el Congreso.
Resultado, vimos, preguntamos y nos fuimos.

Son demasiados caros los sistemas de armas.

Besos
PD: Y no estamos dispuestos a gastar. Si por 5 SEM pasados de horas, y unos contenedores de chatarra, estuvieron casi un año discutiendo el pago de 14 millones de dolares. Y ahora discuten y están viendo como pagar el Flete desde Francia, que dicen tiene un costo de 1,5 millones de verdes.. Alguno se imagina comprando un avión, de más de 40 millones de verdes la unidad. O un Submarino que como todo buque, tienen un costo de más de 400 millones, con armamento y sistemas incluidos......... no lo creo.
 
Submarino nuclear: el país puede pasar del sueño a la realidad en mediano plazo
El investigador, perteneciente al instituto Doctor José A. Balseiro, asegura que el sumergible nuclear argentino es un objetivo posible.

Por José Converti, Ingeniero - Profesor titular de Ingeniería Nuclear - Instituto Balseiro-UNCuyo. Ex director de ese establecimiento



La tragedia del submarino ARA San Juan y la imperiosa necesidad de re-equipamiento de las Fuerzas Armadas (FFAA) contrastan fuertemente con el nuevo impulso que cobró el proyecto de construcción de un submarino propulsado con energía nuclear en Brasil. Estos hechos nos obligan a evaluar la opción nuclear para nuestra fuerza submarina.

Al inicio de cualquier análisis, es bueno despejar preconceptos instalados en el imaginario colectivo. A simple vista se observa la presencia de dos errores: que la tecnología necesaria para tal emprendimiento está muy lejos de nuestras capacidades y que representa un costo prohibitivo para la Nación.

Ambas suposiciones son falsas. Tanto la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) como las empresas asociadas del sector nuclear, utilizan y desarrollan diferentes tecnologías, las cuales pueden integrarse en el proceso de concretar un reactor nuclear específico para la propulsión de nuestros submarinos.

Los recursos preexistentes, como laboratorios, capacidad de cómputo y recursos humanos altamente calificados, constituyen una sólida base que acorta la brecha tecnológica y presupuestaria, dejando este emprendimiento al alcance de la infraestructura actual.

Vale precisar que a nivel técnico, el factor que diferencia a los reactores convencionales de los propulsores es la integración naval. Lo que se traduce en una serie de requerimientos técnicos relacionados con la limitación de volumen disponible en el casco y la distribución del peso permitido en el submarino. Tales aspectos son cruciales para lograr la flotabilidad y estabilidad del mismo.



La mayoría de los reactores nucleares que propulsan submarinos en el mundo son variantes del PWR (Reactor de Agua Presurizada, por sus siglas en inglés), diseñados bajo la configuración de uno o dos circuitos cerrados de agua o bien bajo una configuración compacta, donde se emplaza el generador de vapor sobre el recipiente de presión del reactor.

Se suele aseverar que el prototipo argentino de reactor nuclear de potencia Carem (actualmente en construcción) tiene como fin secreto la propulsión naval, pero sus bases de diseño y concepción lo vuelven inviable.

Este importante proyecto está concebido para la generación de energía eléctrica en una planta estacionaria y en última instancia para competir en el mercado de la núcleo-electricidad.

A los aspectos comentados deben sumársele otros inherentes al diseño del reactor Carem que impiden su desempeño como reactor naval, tal como su gran tamaño, que lo vuelve incompatible con las dimensiones de un submarino clase TR-1700, como el ARA Santa Cruz y el ARA Santa Fe.

Otro factor que lo hace inviable es su diseño auto-presurizado e integrado. No hay antecedentes de submarinos propulsados por reactores de este tipo.

Corresponde precisar la relevancia del proyecto Carem por ser la primera experiencia propia en reactores de potencia de Argentina, y que es íntegramente gestionado por CNEA.

A diferencia de los reactores de investigación, máquinas que ampliamente domina la empresa estatal Invap (Investigación Aplicada), la generación de electricidad -ya sea en tierra o en un submarino propulsado con energía nuclear- requiere presiones superiores a 120 veces la presión atmosférica y temperaturas de trabajo de 300°C.

Esto desvirtúa la creencia de que Invap haya desarrollado reactores navales o que se encuentre en óptimas condiciones para su ejecución. Incluso áreas tan sensibles como los combustibles nucleares, que usan tanto los reactores de investigación de Invap como las centrales de potencia, son dominadas íntegramente por la CNEA.

Seguridad

Es bueno precisar que los combustibles nucleares constituyen la tecnología clavede este desarrollo, ya que usando una variante de arreglos de placas es posible lograr una configuración viable sin sobrepasar el 20% de enriquecimiento del uranio-235 (isótopo útil para la fisión nuclear).

Es decir, se cumple con el límite establecido en el Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares, al cual Argentina suscribe desde 1991.

Más aún, este combustible presenta características de seguridad superiores, que lo vuelven óptimo para operaciones oceánicas con capacidad para responder a variaciones abruptas de potencia. Con un diseño optimizado, un único núcleo podría abastecer de energía al submarino durante toda su vida útil sin efectuar recambios de combustible.

Las principales soluciones tecnológicas en el orden internacional, como la dispersión cerámica en matrices metálicas (Cermet) y la utilización de pastillas planas (Caramel), están al alcance de las capacidades actuales con las que cuenta el país.

Junto a lo indicado, es bueno resaltar que la propulsión de un submarino tipo TR1700 requiere de potencias relativamente bajas si se utiliza como propulsor híbrido.

El reactor del submarino alimenta a un turbogenerador que abastece tanto a un sistema de banco de baterías reducido como al motor que acciona la hélice del submarino.

Este último aspecto permite una navegación más silenciosa, dejando al reactor en el rango inferior de potencias entre los diseños de su tipo. Los submarinos clase Rubis de la Armada francesa tienen dimensiones semejantes a nuestros TR1700 y constituyen un excelente antecedente. Su planta de propulsión nuclear ocupa el mismo espacio y aproximadamente el mismo peso que la planta de propulsión diésel del TR1700.

Blindaje

Un aspecto técnico a precisar es el blindaje, diferente de las centrales comerciales. Su importancia radica en que debe guardar un compromiso entre su misión principal, que es proteger a la tripulación de la radiación (tanto de rayos gamma como de neutrones), y contar con un peso y volumen que no exceda lo permitido en el submarino.

Es importante, por otra parte, que tanto la distribución del peso como el balanceopermitan obtener una correcta integración de la planta de generación con el resto del submarino. Contar con un prototipo en tierra sería el primer paso en el proyecto, tanto para la validación de los cálculos como para ganar experiencia operativa y entrenamiento de las tripulaciones.

Las condiciones técnicas descriptas se cumplirían razonablemente con la tecnología ya disponible en el país. La estimación de costo efectuada no sobrepasa los 300 millones de dólares norteamericanos, pudiendo ser desarrollado en un lapso no superior a los cinco años.

Vale precisar, por otra parte, que el costo del submarino está directamente relacionado con tres factores claves en el proceso: el diámetro del recipiente de presión, de la sofisticación de equipos incorporados y la experiencia previa de construcción. Queda claro que la incorporación de una planta nuclear no encierra un sobrecosto prohibitivo.

A los fines de contar con una idea de lo que significa el desarrollo de estas tecnologías, es bueno comparar con otros países. Australia, por ejemplo, firmó un acuerdo para la compra de submarinos -no nucleares- franceses por 3.100 millones de dólares cada uno; el proyecto Borei (Rusia), que apunta a desarrollar un nuevo submarino nuclear, representa 500 millones de dólares. Existen otros planes más ambiciosos a la par de costosos.

Francia desarrolla el proyecto Le Triomphant con un presupuesto calculado en 3.800 millones de dólares.
Por lo tanto, desarrollar la propulsión nuclear de submarinos requiere la participación y coordinación de todo el sector nuclear argentino, articulando con las capacidades del Complejo Industrial y Naval Argentino (Cinar). Suponer que este desafío puede ser abordado por un único organismo o empresa es ignorar las enseñanzas que deja la experiencia internacional.

A modo de conclusión, el submarino nuclear argentino no es un "sueño", sino un objetivo posible a mediano y largo plazo, donde es determinante aprovechar y potenciar las capacidades nucleares y navales del país.

Se trata de un proyecto que puede recuperar la capacidad submarina de nuestra nación. Si bien la justificación para desarrollar esta tecnología debe considerar los aspectos geopolíticos y de defensa, no existen limitaciones tecnológicas ni económicas para la concreción del proyecto.

https://losandes.com.ar/article/vie...asar-del-sueno-a-la-realidad-en-mediano-plazo
Como vas a estimar un costo tan bajo cuando nunca desarrollaste algo igual

No si se valdría la pena, requeriría años.

Si quieren se debería hacer algo como el programa PROSUB. Que el último sea nuclear.
 
Submarino nuclear: el país puede pasar del sueño a la realidad en mediano plazo
El investigador, perteneciente al instituto Doctor José A. Balseiro, asegura que el sumergible nuclear argentino es un objetivo posible.

Por José Converti, Ingeniero - Profesor titular de Ingeniería Nuclear - Instituto Balseiro-UNCuyo. Ex director de ese establecimiento



La tragedia del submarino ARA San Juan y la imperiosa necesidad de re-equipamiento de las Fuerzas Armadas (FFAA) contrastan fuertemente con el nuevo impulso que cobró el proyecto de construcción de un submarino propulsado con energía nuclear en Brasil. Estos hechos nos obligan a evaluar la opción nuclear para nuestra fuerza submarina.

Al inicio de cualquier análisis, es bueno despejar preconceptos instalados en el imaginario colectivo. A simple vista se observa la presencia de dos errores: que la tecnología necesaria para tal emprendimiento está muy lejos de nuestras capacidades y que representa un costo prohibitivo para la Nación.

Ambas suposiciones son falsas. Tanto la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) como las empresas asociadas del sector nuclear, utilizan y desarrollan diferentes tecnologías, las cuales pueden integrarse en el proceso de concretar un reactor nuclear específico para la propulsión de nuestros submarinos.

Los recursos preexistentes, como laboratorios, capacidad de cómputo y recursos humanos altamente calificados, constituyen una sólida base que acorta la brecha tecnológica y presupuestaria, dejando este emprendimiento al alcance de la infraestructura actual.

Vale precisar que a nivel técnico, el factor que diferencia a los reactores convencionales de los propulsores es la integración naval. Lo que se traduce en una serie de requerimientos técnicos relacionados con la limitación de volumen disponible en el casco y la distribución del peso permitido en el submarino. Tales aspectos son cruciales para lograr la flotabilidad y estabilidad del mismo.



La mayoría de los reactores nucleares que propulsan submarinos en el mundo son variantes del PWR (Reactor de Agua Presurizada, por sus siglas en inglés), diseñados bajo la configuración de uno o dos circuitos cerrados de agua o bien bajo una configuración compacta, donde se emplaza el generador de vapor sobre el recipiente de presión del reactor.

Se suele aseverar que el prototipo argentino de reactor nuclear de potencia Carem (actualmente en construcción) tiene como fin secreto la propulsión naval, pero sus bases de diseño y concepción lo vuelven inviable.

Este importante proyecto está concebido para la generación de energía eléctrica en una planta estacionaria y en última instancia para competir en el mercado de la núcleo-electricidad.

A los aspectos comentados deben sumársele otros inherentes al diseño del reactor Carem que impiden su desempeño como reactor naval, tal como su gran tamaño, que lo vuelve incompatible con las dimensiones de un submarino clase TR-1700, como el ARA Santa Cruz y el ARA Santa Fe.

Otro factor que lo hace inviable es su diseño auto-presurizado e integrado. No hay antecedentes de submarinos propulsados por reactores de este tipo.

Corresponde precisar la relevancia del proyecto Carem por ser la primera experiencia propia en reactores de potencia de Argentina, y que es íntegramente gestionado por CNEA.

A diferencia de los reactores de investigación, máquinas que ampliamente domina la empresa estatal Invap (Investigación Aplicada), la generación de electricidad -ya sea en tierra o en un submarino propulsado con energía nuclear- requiere presiones superiores a 120 veces la presión atmosférica y temperaturas de trabajo de 300°C.

Esto desvirtúa la creencia de que Invap haya desarrollado reactores navales o que se encuentre en óptimas condiciones para su ejecución. Incluso áreas tan sensibles como los combustibles nucleares, que usan tanto los reactores de investigación de Invap como las centrales de potencia, son dominadas íntegramente por la CNEA.

Seguridad

Es bueno precisar que los combustibles nucleares constituyen la tecnología clavede este desarrollo, ya que usando una variante de arreglos de placas es posible lograr una configuración viable sin sobrepasar el 20% de enriquecimiento del uranio-235 (isótopo útil para la fisión nuclear).

Es decir, se cumple con el límite establecido en el Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares, al cual Argentina suscribe desde 1991.

Más aún, este combustible presenta características de seguridad superiores, que lo vuelven óptimo para operaciones oceánicas con capacidad para responder a variaciones abruptas de potencia. Con un diseño optimizado, un único núcleo podría abastecer de energía al submarino durante toda su vida útil sin efectuar recambios de combustible.

Las principales soluciones tecnológicas en el orden internacional, como la dispersión cerámica en matrices metálicas (Cermet) y la utilización de pastillas planas (Caramel), están al alcance de las capacidades actuales con las que cuenta el país.

Junto a lo indicado, es bueno resaltar que la propulsión de un submarino tipo TR1700 requiere de potencias relativamente bajas si se utiliza como propulsor híbrido.

El reactor del submarino alimenta a un turbogenerador que abastece tanto a un sistema de banco de baterías reducido como al motor que acciona la hélice del submarino.

Este último aspecto permite una navegación más silenciosa, dejando al reactor en el rango inferior de potencias entre los diseños de su tipo. Los submarinos clase Rubis de la Armada francesa tienen dimensiones semejantes a nuestros TR1700 y constituyen un excelente antecedente. Su planta de propulsión nuclear ocupa el mismo espacio y aproximadamente el mismo peso que la planta de propulsión diésel del TR1700.

Blindaje

Un aspecto técnico a precisar es el blindaje, diferente de las centrales comerciales. Su importancia radica en que debe guardar un compromiso entre su misión principal, que es proteger a la tripulación de la radiación (tanto de rayos gamma como de neutrones), y contar con un peso y volumen que no exceda lo permitido en el submarino.

Es importante, por otra parte, que tanto la distribución del peso como el balanceopermitan obtener una correcta integración de la planta de generación con el resto del submarino. Contar con un prototipo en tierra sería el primer paso en el proyecto, tanto para la validación de los cálculos como para ganar experiencia operativa y entrenamiento de las tripulaciones.

Las condiciones técnicas descriptas se cumplirían razonablemente con la tecnología ya disponible en el país. La estimación de costo efectuada no sobrepasa los 300 millones de dólares norteamericanos, pudiendo ser desarrollado en un lapso no superior a los cinco años.

Vale precisar, por otra parte, que el costo del submarino está directamente relacionado con tres factores claves en el proceso: el diámetro del recipiente de presión, de la sofisticación de equipos incorporados y la experiencia previa de construcción. Queda claro que la incorporación de una planta nuclear no encierra un sobrecosto prohibitivo.

A los fines de contar con una idea de lo que significa el desarrollo de estas tecnologías, es bueno comparar con otros países. Australia, por ejemplo, firmó un acuerdo para la compra de submarinos -no nucleares- franceses por 3.100 millones de dólares cada uno; el proyecto Borei (Rusia), que apunta a desarrollar un nuevo submarino nuclear, representa 500 millones de dólares. Existen otros planes más ambiciosos a la par de costosos.

Francia desarrolla el proyecto Le Triomphant con un presupuesto calculado en 3.800 millones de dólares.
Por lo tanto, desarrollar la propulsión nuclear de submarinos requiere la participación y coordinación de todo el sector nuclear argentino, articulando con las capacidades del Complejo Industrial y Naval Argentino (Cinar). Suponer que este desafío puede ser abordado por un único organismo o empresa es ignorar las enseñanzas que deja la experiencia internacional.

A modo de conclusión, el submarino nuclear argentino no es un "sueño", sino un objetivo posible a mediano y largo plazo, donde es determinante aprovechar y potenciar las capacidades nucleares y navales del país.

Se trata de un proyecto que puede recuperar la capacidad submarina de nuestra nación. Si bien la justificación para desarrollar esta tecnología debe considerar los aspectos geopolíticos y de defensa, no existen limitaciones tecnológicas ni económicas para la concreción del proyecto.

https://losandes.com.ar/article/vie...asar-del-sueno-a-la-realidad-en-mediano-plazo
Pregunto...¿este no es el Submarino del Almirante Castro Madero?
Como vas a estimar un costo tan bajo cuando nunca desarrollaste algo igual

No si se valdría la pena, requeriría años.

Si quieren se debería hacer algo como el programa PROSUB. Que el último sea nuclear.
No es necesario...solo deben re-comenzar con los TR1700...Dos de estos iban a ser Nucleares, y solamente agregandoles dos anillos mas al casco...el Reactor ya esta, el conocimiento tambien (aun)
 
FASE 1 : 1 Sub operativo para entrenar tripulaciones y participar en ejercicios ASW con el resto de unidades de la Flomar .

Requicito para que no desaparesca el COFS .

Hoy estamos en bolas .

Saludos
 
FASE 1 : 1 Sub operativo para entrenar tripulaciones y participar en ejercicios ASW con el resto de unidades de la Flomar .

Requicito para que no desaparesca el COFS .

Hoy estamos en bolas .

Saludos
Por eso dos Scorpene 1000 son una buena opción. Para hacer precisamente lo que señalas.
 
Por eso dos Scorpene 1000 son una buena opción. Para hacer precisamente lo que señalas.
O...Por que no...¿¿terminar los TR 1700 de ARS??...con consolas, electronica nueva, etc no pasan los 90 millones de U$s c/u y tendriamos al menos dos herrmosos SSK Oceanicos...hechos por nosotros y con un diseño que se puede optimizar segun el SDA que se requiera (SSK/SSN)...
 
O...Por que no...¿¿terminar los TR 1700 de ARS??...con consolas, electronica nueva, etc no pasan los 90 millones de U$s c/u y tendriamos al menos dos herrmosos SSK Oceanicos...hechos por nosotros y con un diseño que se puede optimizar segun el SDA que se requiera (SSK/SSN)...
Porque con todos los antecedentes que tenemos en el tema, decididamente nos va a salir mas barato (y finalmente vamos a tener los subs) comprarlos, que hacerlo localmente...
 
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