Un lindo artículo pensado, que habla sobre el poder de disuasión, que yo asocio con soberanía, más allá de los actores, esa disuasión/ejercer soberanía, fue lo que nosotros con el tiempo hemos perdido.
No nos parecemos a Israel ni a Irán pero el poder de disuasión es común a cualquier estado moderno que haga valer su soberanía. Saludos
Hernán.
Israel, Irán y la amenaza existencial.
Mientras que la AIEA difunde su informe sobre el programa nuclear iraní, las autoridades israelíes comunican ampliamente desde hace más de una semana sobre el avance de la amenaza nuclear iraní. Se trata de una operación de comunicación internacional que pretende blandir la amenaza de un ataque preventivo con el fin de empujar a la comunidad internacional para que adopte un nuevo "round" de sanciones internacionales más coercitivas. Más allá de estos elementos discursivos, ¿la amenaza nuclear iraní es real? ¿Israel tiene interés y/o la capacidad para actuar en ese curso?
» ¿La probabilidad de una intervención israelí?
Antes de la aparición de la amenaza nuclear iraní a mediados de los años 1990, Israel aplicó dos veces la doctrina "Begin" [1]. La primera intervención israelí que pretende impedir a un Estado de la región desarrollar un programa nuclear militar data del 7 de junio de 1981 contra la central de Osirak, construida en Irak con la colaboración de Francia. La segunda intervención fue en Siria en septiembre del 2007 contra un lugar situado sobre el Eufrates cerca de Al-Kibar sospechado de abrigar una central nuclear entregada por Corea del Norte.
Sin embargo, incluso si Israel aplicó sin excepción esta doctrina, el caso iraní, en varios considerandos, es diferente. En Irán, los sitios sospechados de abrigar instalaciones nucleares están diseminados y enterrados profundamente, lo que los transforma en difícilmente alcanzables en caso de ataque. Por otra parte, a diferencia de Siria, Irán dispone de una capacidad real de represalias que se basa en las actividades del cuerpo de los Guardianes de la Revolución y que podrían ser lanzados en respuesta a una eventual intervención israelí.
La idea de un ataque contra las instalaciones nucleares iraníes es mencionada por Israel desde 1994 [2] pero es desde el 2002 que esta opción es verdaderamente estudiada como posible respuesta a la amenaza de un Irán nuclear con fines militares. Dos razones explican el estudio del recurso del uso de la fuerza contra Irán: por una parte, el programa nuclear iraní conoce desde el 2002 una nítida aceleración y, por otra parte, la llegada al poder de Mahmoud Ahmadinejad, que entraña una mayor radicalización del discurso iraní.
Un ataque contra las instalaciones nucleares iraníes consistiría principalmente en una incursión aérea bastante peligrosa. Sin embargo, las capacidades aéreas del ejército israelí son consideradas insuficientes respecto a la distancia que separa Israel de Irán y la dificultad de reabastecimiento en vuelo para sus cazas y bombarderos. Estas limitaciones técnicas complicarían (sin hacerlas imposibles) seriamente las posibilidades de Israel para realizar tal escenario, que comprende un número muy elevado de eventualidades.
Por otra parte, los sistemas antiaéreos dispuestos por los iraníes alrededor de sus instalaciones nucleares participan en estas eventualidades. Un ataque a través de misiles balísticos del tipo Jéricho III [3] es posible pero la precisión de tal operación presenta demasiados peligros en cuanto a los daños colaterales, como podrían ser víctimas los civiles iraníes.
A estos aspectos técnicos se añade el papel clave que podrían jugar el grupo palestino Hamas pero sobre todo el Hezbollah libanés. El partido de Dios, cuyas capacidades actuales son de más de 40.000 cohetes [4], sería una pieza central del dispositivo iraní en caso de ataque de Israel.
Además, una intervención israelí no sobrevendría sin el aval previo de Estados Unidos. Este último, persiguiendo la "estabilización" de Afganistán y planificando la retirada de su fuerza ya ampliamente comenzada en Irak, difícilmente tomaría el riesgo de consentir una intervención militar contra Irán a menos que la amenaza sea real e inminente.
Sin embargo, Israel y Estados Unidos se mantienen preparados para reaccionar a cualquier amenaza iraní como lo atestiguan las maniobras "Juniper Cobra 10 [5]" llevadas conjuntamente por los dos ejércitos. La hipótesis de un ataque israelí había sido dejado de lado un poco con la llegada al poder del presidente Obama, más hostil hacia esta opción que George W. Bush. Es la razón por la cual ciertos expertos israelíes en estrategia contemplan progresivamente el escenario de una coexistencia al lado de un Irán nuclear.
» El juego de la disuasión e Irán nuclear.
«Israel podría considerar que la doctrina Begin implica más inconvenientes que ventajas y que el acceso de Irán al papel de potencia nuclear sería un mal menor [6]».
El ministro de Asuntos extranjeros israelí Avigdor Lieberman solicitó un informe sobre la manera de preparar el país ante la perspectiva de Irán dotado del arma atómica [7]. El gobierno precedente ya había establecido, con la mayor discreción, un plan en caso de que la República islámica llegara a enriquecer uranio a un grado suficientemente elevado como para fabricar una bomba. A través de estos diferentes informes, resalta que, más allá de un discurso necesariamente prepotente, una de las hipótesis contempladas por las autoridades israelíes es la perspectiva de un Irán nuclear, haciendo lugar al juego de la disuasión.
Estados Unidos aseguró desde un comienzo a Israel su apoyo defensivo para hacer frente a esta amenaza. En efecto, los norteamericanos ayudaron a Israel a reforzar su capacidad antimisil con la entrega del radar norteamericano: el Joint Tactical Ground Surveillance (JTGS).
La doctrina Begin ordena, no obstante, que Israel no renuncie a luchar contra la nuclearización de Irán y no aceptar dejar de lado una amenaza vital que podría ser su blanco. Por eso es muy probable que el Estado hebreo ya haya comenzado una "intervención", pero a través de ataques de un nuevo tipo que, sin embargo, son difíciles de imputarle con certeza su responsabilidad.
» ¿El ciberataque o la nueva estrategia israelí?
El ex ministro de Información iraní, Heydar Moslehi, anunció el 3 de octubre del 2010 que la República islámica había detenido a "espías" que trataban de hacer fracasar el programa nuclear iraní. Este anuncio sucedió mientras el virus "Stuxnet" golpeaba los sistemas informáticos e industriales iraníes. Algunos consideraron que este virus había sido dirigido contra la central nuclear de Busher.
Este virus atacó los sistemas informáticos industriales de Irán y habría infectado más de 30.000 computadoras. Descubierto en junio del 2010, el Stuxnet habría permitido tomar el control de oleoductos, de plataformas petroleras, de centrales eléctricas y diversas instalaciones industriales [8].
Según declaraciones de algunos expertos, este virus tendría como función modificar la gestión de ciertas actividades con el fin de obtener la destrucción física de las instalaciones alcanzadas. Se trataría así de un «sabotaje por informática [9]». El Stuxnet habría golpeado principalmente a Irán, pero también a la India, Indonesia y Pakistán, según estos mismos expertos.
Las capacidades de ataques estratégicos de la República islámica además hicieron frente a incidentes como la triple explosión ocurrida el 12 de octubre del 2010 en una base secreta de misiles de los Guardianes de la Revolución situada cerca de Khorramabad, en la provincia de Lorestan [10].
La base militar bautizada "Imán Ali" es un vasto complejo de galerías subterráneas, cavadas bajo las montañas de Zagros y destinadas a proteger las plataformas de lanzamiento de misiles Shahab-3 [11] que ella abriga para un eventual ataque aéreo.
Según las autoridades iraníes, las explosiones son el resultado de «un incendio que se produjo en un depósito de armas contiguo [12]» y no el resultado de una operación secreta que habría sido llevada a cabo contra la base. La responsabilidad del Mossad es supuesta pero no hubo ninguna reivindicación oficial.
Si este ataque revelara ser efectivamente el resultado de una operación israelí, dejaría entonces suponer que los servicios de inteligencia israelíes reunieron desde un comienzo preciadas informaciones en cuanto a los emplazamientos de los sitios secretos iraníes así como de las actividades que son llevadas a cabo allí.
Esta hipótesis demostraría la vulnerabilidad de la República islámica y su dificultad para prevenirse contra elementos infiltrados que entregarían informaciones referidas a las actividades secretas de Irán, al emplazamiento de los sitios secretos y que permitirían acceder a ellos con el fin de llevar adelante acciones de sabotaje.
Si la hipótesis de una intervención militar israelí parece poco probable, podemos no obstante creer que el ataque del virus Stuxnet y la explosión de la base Imán Ali serían actos, entre otros, que no han sido identificados o no revelados [13], de una guerra clandestina ya comenzada.
Escenarios:
» La estrategia israelí actual consistiría en forzar a la comunidad internacional a adoptar nuevas sanciones llamadas "paralizantes (?)". Gracias a esta presión, las autoridades iraníes no podrían seguir avanzando con su programa nuclear con fines militares, haciendo de Irán una potencia nuclear en ciernes.
» Un ataque militar clásico, con medios aéreos de gran amplitud parece poco probable, Israel acepta la idea de Irán nuclear. Se pondría entonces un «juego de disuasión», una suerte de equilibrio del terror pero ampliamente favorable a Israel tanto por sus capacidades nucleares, como por sus medios de defensa y por su capacidad para actuar, que son ampliamente superiores a los que posee Irán. La cuestión central sería saber si Irán representa verdaderamente una amenaza existencial para Israel.
Sin embargo, dentro de esta perspectiva, hay temor a que se produzca una loca carrera nuclear, particularmente por parte de Arabia Saudita, de Turquía y eventualmente de Egipto.
[1] Afirmado por el primer ministro Begin en 1977, Israel jamás aceptaría coexistir con una potencia nuclear que amenace su existencia.
[2] Samy Cohen, «Israel e Iran: ¿la bomba o el bombardeo?», política exterior, 2010. El general Uzi Dayan declaraba en 1994 que Israel podía verse forzado a relizar preventivamente un ataque contra ciertos sitios iraníes.
[3] Misil capaz de alcanzar un blanco a 4 800 kilómetros
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[4] Le Figaro 25 de octubre de 2010 «El secreto de los escondites de armas del Hezbollah».
[5] Maniobras militares realizadas del 21 de octubre de 2007 al 3 de noviembre de 2009.
[6] Samy Cohen, ya citado
[7] «Israel prepara su respuesta a un Irán nuclear». L’Orient le jour 26 de octubre de 2010
[8] AFP / Le Monde 29 de octubre de 2010 «El virus informático Stuxnet continúa golpeando a Irán»
http://www.lemonde.fr/technologies/article/2010/09/27/le-virus-informatique-stuxnet-a-touche-l-iran-sans-degats-serieux_1416389_651865.html
[9] AFP / Le Monde 30 de septiembre de 2010 «Varios millones de computadoras infectadas por el Stuxnet en China»
http://www.lemonde.fr/technologies/...ctes-par-stuxnet-en-chine_1418382_651865.html
[10] Provincia situada al oeste de Irán.
[11] Misil capaz de alcanzar un blanco a una distancia que va desde los 1300 a
los 2000 kilómetros
y que puede cargar submuniciones.
[12] Le Figaro 22 de octubre de 2010 «Misteriosa explosión en una base secreta iraní».
[13] El general Ashkenazi después reivindicó el ataque.
Fuente: Alliance Géostratégique por JB Beauchard 11 de noviembre de 2011
Traducción propia.
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Israël, l’Iran et la menace existentielle.
Alors que l’AIEA diffuse son rapport à charge sur le programme nucléaire iranien, les autorités israéliennes communiquent largement depuis plus d’une semaine sur l’avancement de la menace nucléaire iranienne. Il s’agit d’une opération de communication internationale visant à brandir la menace d’une attaque préventive afin de pousser la communauté internationale à adopter un nouveau «round» de sanctions internationales plus coercitives. Au-delà de ces éléments discursifs, la menace nucléaire iranienne est-elle réelle? Israël a-t-il intérêt et/ou la capacité d’agir en amont?
» La probabilité d’une intervention israélienne?
Avant l’apparition de la menace du nucléaire iranien au milieu des années 1990, Israël a appliqué, à deux reprises, la doctrine «Begin»[1]. La première intervention israélienne visant à empêcher un État de la région de développer un programme nucléaire militaire date du 7 juin 1981 contre la centrale d’Osirak, construite en Irak avec la collaboration de la France. La seconde fut celle opérée en Syrie en septembre 2007 contre un site situé sur l’Euphrate près d’Al-Kibar et supposé abriter une centrale nucléaire livrée par la Corée du Nord.
Cependant, même si Israël a appliqué sans exception cette doctrine, le cas iranien est, à bien des égards, différent. En Iran, les sites suspectés d’abriter des installations nucléaires sont disséminés et profondément enterrés, ce qui les rend difficilement atteignables en cas d’attaque. Par ailleurs, à la différence de la Syrie, l’Iran dispose d’une réelle capacité de représailles qui tient aux activités du corps des Gardiens de la Révolution et qui pourraient être mise en œuvre en riposte à une éventuelle intervention israélienne.
L’idée d’une attaque contre les installations nucléaires iraniennes est évoquée par Israël depuis 1994[2] mais c’est depuis 2002 que cette option est véritablement étudiée comme possible réponse à la menace d’un Iran nucléarisé à des fins militaires. Deux raisons expliquent l’étude du recours à la force contre l’Iran: d’une part, le programme nucléaire iranien connaît depuis 2002 une nette accélération et, d’autre part, l’arrivée au pouvoir de Mahmoud Ahmadinejad a entrainé une plus grande radicalisation du discours iranien.
Une attaque contre les installations nucléaires iraniennes consisterait principalement en un raid aérien assez périlleux. Pourtant, les capacités aériennes de l’armée israélienne sont jugées insuffisantes au regard de la distance qui sépare Israël de l’Iran et de la difficulté de ravitailler en vol ses chasseurs et bombardiers. Ces contraintes techniques compliqueraient (sans les rendre impossibles) sérieusement les possibilités pour Israël de mettre en œuvre un tel scénario qui comprend un nombre trop élevé d’aléas.
Par ailleurs, les systèmes anti-aériens mis en place par les Iraniens autour de leurs installations nucléaires participent de ces aléas. Une attaque au moyen de missiles balistiques de type Jéricho III[3] est possible mais la précision d’une telle opération présente trop de dangers quant aux dommages collatéraux dont pourraient être victimes les civils iraniens.
A ces aspects techniques s’ajoute le rôle clé que pourraient jouer le Hamas palestinien mais surtout le Hezbollah libanais. Le parti de dieu, dont les capacités actuelles se comptent à plus de 40 000 roquettes[4], serait une pièce maîtresse dans le dispositif iranien en cas d’attaque d’Israël.
De plus, une intervention israélienne ne saurait survenir sans l’aval préalable des Etats-Unis. Ces derniers, poursuivant la «stabilisation» de l’Afghanistan et planifiant le retrait de leur force, déjà largement commencé en Irak, prendraient difficilement le risque de consentir à une intervention militaire contre l’Iran, à moins que la menace soit caractérisée et imminente.
Cependant, Israël et les Etats-Unis demeurent prêts à réagir à toute menace iranienne comme en attestent les manœuvres «Juniper Cobra 10 [5]» menées conjointement par les deux armées. L’hypothèse d’une attaque israélienne s’etait un peu éloignée avec l’arrivée au pouvoir du Président Obama, davantage hostile à cette option que ne l’était Georges W. Bush. C’est la raison pour laquelle certains experts israéliens en stratégie envisagent progressivement le scénario d’une coexistence aux côtés d’un Iran nucléarisé.
» Le jeu de la dissuasion et l’Iran nucléarisé.
«Israël pourrait considérer que la doctrine Begin comporte plus d’inconvénients que d’avantages et que l’accession de l’Iran au rôle de puissance nucléaire serait un moindre mal[6]».
Le Ministre israélien des Affaires étrangères Avigdor Lieberman a commandé un rapport sur la manière de préparer le pays à la perspective d’un Iran doté de l’arme atomique[7]. Le précédent gouvernement avait déjà établi, dans la plus grande discrétion, un plan au cas où la République islamique parviendrait à enrichir son uranium à un degré suffisamment élevé pour la mise au point d’une bombe. A travers ces différents rapports, il ressort qu’au delà d’un discours nécessairement musclé, l’une des hypothèses envisagées par les autorités israéliennes est la perspective d’un Iran nucléarisé, faisant place au jeu de la dissuasion.
Les Etats-Unis ont d’ores et déjà assuré Israël de son soutien défensif pour faire face à cette menace. En effet, les Américains ont aidé Israël a renforcer sa capacité anti-missile avec la fourniture du radar américain: le Joint Tactical Ground Surveillance (JTGS).
La doctrine Begin commande toutefois à Israël de ne pas renoncer à lutter contre la nucléarisation de l’Iran et à ne pas accepter la pérennisation d’une menace vitale dont elle pourrait être la cible. Il apparaît ainsi probable que l’Etat hébreu ait déjà commencé une «intervention», mais au moyen d’attaques d’un genre nouveau dont il est cependant difficile de lui imputer avec certitude la responsabilité.
» La Cyber attaque ou la nouvelle stratégie israélienne?
L’ancien Ministre iranien des Renseignements, Heydar Moslehi, a annoncé le 3 octobre 2010 que la République islamique avait arrêté des «espions» qui essayaient de faire échouer le programme nucléaire iranien. Cette annonce est intervenue alors que le virus «Stuxnet» frappait des systèmes informatiques et industriels iraniens. Certains ont estimé que ce virus avait pu viser la centrale nucléaire de Busher.
Ce virus s’est attaqué aux systèmes informatiques industriels de l’Iran et aurait infecté plus de 30.000 ordinateurs. Découvert en juin 2010, Stuxnet aurait permis de prendre le contrôle des oléoducs, des plates-formes pétrolières, des centrales électriques et diverses installations industrielles[8].
Aux dires de certains experts, ce virus aurait pour fonction de modifier la gestion de certaines activités afin d’entraîner la destruction physique des installations touchées. Il s’agirait ainsi d’un «sabotage par informatique [9]». Stuxnet aurait principalement frappé l’Iran, mais aussi l’Inde, l’Indonésie ou le Pakistan, selon ces mêmes experts.
Les capacités de frappes stratégiques de la République islamique ont en outre fait face à des incidents comme la triple explosion survenue le 12 octobre 2010 dans une base secrète de missiles des Gardiens de la Révolution située près de Khorramabad, dans la province du Lorestan[10].
La base militaire baptisée «Imam Ali» est un vaste complexe de galeries souterraines, creusées sous les montagnes de Zagros et destinées à protéger les rampes de lancement de missiles Shahab-3[11] qu’elle abrite d’une éventuelle attaque aérienne.
Selon les autorités iraniennes, les explosions sont le résultat d’«un feu survenu dans un dépôt de munitions voisin [12]» et non le résultat d’une opération secrète qui aurait été menée à l’encontre de la base. La responsabilité du Mossad est supposée mais aucune revendication officielle n’a eu lieue.
Si cette attaque se révélait être effectivement le résultat d’une opération israélienne, elle laisserait alors supposer que les services de renseignements israéliens ont d’ores et déjà réunis de précieuses informations quant aux emplacements des sites secrets iraniens ainsi que des activités qui y sont menées.
Cette hypothèse témoignerait de la vulnérabilité de la République islamique et de sa difficulté à se prémunir contre des éléments infiltrés qui livreraient des informations portant sur les activités secrètes de l’Iran, sur l’emplacement des sites secrets et qui permettraient in fine d’y accéder afin d’y mener des actions de sabotage.
Si l’hypothèse d’une intervention militaire israélienne paraît peu probable, on peut toutefois croire que l’attaque du virus Stuxnet et l’explosion de la base Imam Ali seraient des actes, parmi d’autres qui n’ont pas été identifiés ou révélés[13], d’une guerre clandestine déjà commencée.
Scenarii
» La stratégie israélienne actuelle consisterait à forcer la communauté internationale à adopter de nouvelles sanctions dites «paralysantes (?)». Grâce à cette pression, les autorités iraniennes ne pourraient poursuivre plus en avant leur programme nucléaire à des fins militaires, faisant de l’Iran une puissance au seuil du nucléaire.
» Une attaque militaire classique, avec des moyens aériens de grande ampleur paraissant peu probable, Israël accepte l’idée d’un Iran nucléarisé. Il se mettrait ainsi en place un «jeu de la dissuasion», une sorte d’équilibre de la terreur mais largement favorable à Israël tant ses capacités nucléaires, ses moyens de défense et sa capacité d’agir sont largement supérieurs à ceux détenus par l’Iran. La question centrale serait de savoir si l’Iran représente véritablement une menace existentielle pour Israël? Néanmoins, dans cette perspective, il serait à craindre une course folle au nucléaire, notamment de la part de l’Arabie saoudite, de la Turquie et éventuellement de l’Égypte.
[1] Affirmé par le premier ministre Begin en 1977, Israël ne s’accommoderait jamais d’une puissance nucléaire à ses côtés qui menace son existence.
[2] Samy Cohen, «Israël et l’Iran: la bombe ou le bombardement?», politique étrangère, 2010. Le général Uzi Dayan déclarait en 1994 qu’Israël pouvait se voir contraindre de mener préventivement une attaque contre certains sites iraniens.
[3] Missile capable d’atteindre une cible à 4 800 kilomètres.
[4] Le Figaro – 25 octobre 2010 «Dans le secret des caches d’armes du Hezbollah».
[5] Manœuvre militaires ayant eu lieues du 21 octobre 2007 au 3 novembre 2009.
[6] Samy Cohen, ubi cit
[7] «Israël prépare sa réponse à un Iran nucléaire». L’Orient le jour – 26 octobre 2010
[8] AFP/ Le Monde – 29 octobre 2010 «Le virus informatique Stuxnet continue de toucher l’Iran» http://www.lemonde.fr/technologies/...-iran-sans-degats-serieux_1416389_651865.html
[9] AFP/Le Monde – 30 septembre 2010 «Plusieurs millions d’ordinateurs infectés par Stuxnet en Chine» http://www.lemonde.fr/technologies/...ctes-par-stuxnet-en-chine_1418382_651865.html
[10] Province située dans l’ouest de l’Iran.
[11] Missile capable d’atteindre une cible à une distance allant de 1300 à 2000 kilomètre et pouvant emporter avec lui des sous-munitions
[12] Le Figaro – 22 octobre 2010 «Mystérieuse explosion sur une base secrète iranienne».
[13] Le général Ashkenazi a depuis revendiqué l’attaque.
Alliance Géostratégique écrit par JB Beauchard le 11 novembre 2011
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