Fiódor Vasilievich Tokarev
El diseñador que supuso para la Unión Soviética lo que pudo ser Browning para Estados Unidos o Mauser para Alemania.
Nació el dos de junio de 1871 en el poblado cosaco de Egorlýkskaya, a orillas del río Don, en el seno de una familia también cosaca.
Cuando varios años más tarde preguntaron a Fiódor Tókarev cómo llegó a diseñar armas, el afamado armero contestó: “A mi juicio fue por casualidad. De niño conocí a un armero y me entusiasmé mucho con trabajo. Creo que todo empezó con ello.”
En 1887 ingresó como estudiante en la Escuela Mecánica Militar de Novocherkassk, capital de los cosacos del Don, donde conoció a Chernolijov, diseñador y técnico de armas que participó en el desarrollo del fusil reglamentario ruso.
En 1907, siendo alumno de la Escuela de Armamento de Oranienbaum, Tókarev pudo conocer el trabajo y el manual sobre armas automáticas escrito por el armero ruso Vladímir Grigórievich Fiódorov, quien en 1916 desarrollara el primer fusil automático de asalto en el mundo.
A principios de 1913 el fusil automático de Tókarev, desarrollado por el armero con piezas complicadas torneadas por él personalmente en la planta de Sestroretsk, demostró los mejores resultados en las pruebas comparativas en un polígono. El Ejército ruso ordenó fabricar cuanto antes 12 fusiles según el modelo de Tókarev para sucesivos ensayos.
Faltaba solo ensamblar los fusiles pero estalló la Primera Guerra Mundial.
En vísperas de la Segunda Guerra Mundial, tras dos concursos esta arma de fantásticas prestaciones en su época fue seleccionada para reemplazar totalmente al viejo fusil Mosin de 1891.
En 1941 gran parte del Ejército Rojo, especialmente las unidades acuarteladas cerca de la frontera occidental, ya estaba dotada de los SVT, pero al estallar la guerra casi todos se perdieron durante la tremenda derrota que surfió el Ejército en los primeros meses del año.
La industria resultó incapaz de recuperar esta pérdida abrumadora de material bélico y las nuevas unidades ya se armaban con viejos Mosin. Además, los fusiles veteranos destacaban por la sencillez y bajo coste de producción y por su simplicidad de manejo (cosa muy importante en condiciones de grandes reclutamientos durante la guerra).
Sin embargo, aunque se redujo considerablemente, la producción de SVT no cesó. Durante la guerra surgió un fenómeno imprevisto por el diseñador: un arma que resultó tan buena durante sus pruebas en polígono no se adecuó a las condiciones de aquella guerra, a la suciedad en las trincheras, al barro y al frío, a la escasa preparación de los soldados que entraban en combate… Con frecuencia los soldados soviéticos tiraban estos fusiles para reemplazarlos por los viejos Mosin, que no les fallaban nunca.
Pero, no obstante las dificultades de su mantenimiento, los fusiles de Tokárev fueron muy admirados por las unidades que tradicionalmente tenían alto nivel de preparación personal (y mejores condiciones para realizar este mantenimiento).
Sobre todo, esto sucedió así entre los infantes de la Marina, las tropas aerotransportadas y los destacamentos de reconocimiento.
Además, se han fabricado cerca de 50 000 SVT-40 en su versión de fusil de francotirador. Pese a varios desperfectos (por ejemplo, se observó que el SVT-40 padecía de dispersión vertical del disparo, fenómeno inaceptable para un fusil de francotirador, motivo por el cual en cesó la producción de la versión de francotirador del SVT-40) frente a la modificación de francotirador de Mosin, los SVT con mira telescópica fueron usados por varios conocidos francotiradores soviéticos, por ejemplo por la primera dama del tiro de precisión: la teniente Liudmila Pavluchenko con 300 efectivos enemigos “en su haber”.
El primer país fuera de la Unión Soviética en utilizar el fusil SVT fue Finlandia, que capturó unos 4000 SVT-38 durante la Guerra de Invierno y más de 15 000 SVT-40 durante la Guerra de Continuación. El SVT fue extensivamente usado por los finlandeses, a pesar de que las fallas y roturas eran frecuentes debido a la munición diferente y al regulador de gas mal ajustado. La Alemania nazi y otros países del Eje capturaron cientos de miles de fusiles SVT durante la Gran Guerra Patriótica.
Como los alemanes no tenían muchos fusiles semiautomáticos confiables, el SVT (denominado SIG.259(r) por el Heer) fue ampliamente utilizado por estos contra sus anteriores dueños. Incluso se llegó a publicar el manual del SVT en alemán.
Según datos aproximados, la producción total del SVT-38/40 fue de unos 1,6 millones de fusiles, hasta que fueron dados de baja al término de la Segunda Guerra Mundial.
Han trascurrido muchos años desde aquella época, pero hasta ahora los SVT siguen siendo usados por cazadores y criadores de ciervos en las zonas septentrionales rusas.
Fiódor Vasílievich Tókarev estuvo trabajando casi 75 años (el famoso diseñador falleció en 1968, a la edad de 97 años).