Vuelven a licitar la compra de aviones para LADE
El llamado se realizará a fines de agosto. La suba en los costos ahora permite comprar tres aviones en lugar de los cinco que se pretendía al principio
Con el objetivo de que en esta convocatoria aparezcan oferentes, las autoridades oficiales habría dispuesto reducir los requerimientos o adicionales establecidos en la primera licitación que encarecían y complicaban la compra.
De hecho, en esa oportunidad la única empresa que había manifestado interés en participar fue la sueca Saab.
Según dijeron al diario Bae fuentes vinculadas con la operación, en los nuevos pliegos se eliminaría, entre otras cosas, la cláusula donde se establecía que el vendedor debía tener disponible durante 180 días los aviones ofertados para que las autoridades argentinas tuvieran ese plazo para tomar una decisión sobre la compra.
Sucede que, por referencia a los que sucedía hasta hace dos o tres años, la demanda de aviones en el mundo se ha incrementado sustancialmente, a tal punto que ya no quedan buenas aeronaves usadas en oferta y las nuevas se entregan a plazos muy largos.
En este marco no hay disposición de ningún fabricante para ver si se concreta una operación de venta, ya que los aviones se colocan con mucha rapidez.
Esto incide también sobre los precios. Así es que con los $54 millones dispuestos para la licitación al inicio del proceso era posible adquirir cinco aviones, mientras que ahora se estima que ese dinero apenas alcanzaría para incorporar a tres unidades.
Es que, actualmente, los aviones que pretende la compañía, que depende de la Fuerza Aérea, cuestan entre u$s6 y u$s7 millones cada uno, contra unos 3 millones de esa moneda que cotizaban hace dos años.
Plazos
En cuanto a los plazos para la licitación, las fuentes indicaron que a fines de octubre se abrirían el o los sobres con las ofertas para culminar a fines de noviembre con la adjudicación.
En los inicios, la idea de las autoridades de Defensa era comprar cinco aviones de entre 30 y 39 pasajeros con el objetivo de reforzar las rutas a la Patagonia que cubre la compañía y poder extender la red a otros puntos del Norte del país.
Directivos de LADE presentaron el año pasado el denominado Plan Patria que consiste en conectar entre sí y con los destinos que cubren las aerolíneas comerciales a ciudades medianas y pequeñas ubicadas en distintos puntos del país.
El sentido es sacarlas del aislamiento del contacto aéreo y actuar como aerolínea de fomento para el desarrollo de esas rutas hasta que se conviertan en rentables y atractivas para las compañías comerciales.
Rutas
Actualmente, y en tanto pueda disponer de aviones, LADE cubre rutas de fomento entre distintas ciudades de la Patagonia y las une también con Buenos Aires.
Pero el carácter irregular e intermitente de los vuelos conspira contra la necesidad de una vinculación estable de esos puntos aislados del Sur del país.
Esto en el marco de múltiples deficiencias que aquejan al sistema aerocomercial argentino que se ve reflejado en el cuadro de problemas múltiples que viven los pasajeros, especialmente aquellos que realizan vuelos de cabotaje.
Según Diego Fargosi, titular de la Cámara de Líneas Aéreas de la República Argentina (CLARA), que agrupa a las líneas comerciales de cabotaje, el mercado argentino cuenta hoy con menos de la mitad de aviones que harían falta para atender la demanda real.
Acotó que actualmente se transportan cinco millones de pasajeros al año, pero que se podría llegar a más de diez millones si la oferta de asientos fuera la adecuada.
Requisitos
La operación es bastante compleja porque entre los requisitos se plantea que el vendedor debe garantizar el mantenimiento y la preparación del personal de vuelo. Y esto, sostienen, encarece la venta.
Además, recientemente se realizaron negociaciones con la brasileña Embrear para la adquisición de otros seis aviones –dos de cien asientos y cuatro de cincuenta– con el objetivo de utilizarlos tanto en LADE como, en el caso de los dos mayores, para el traslado de fuerzas argentinas a misiones de las Naciones Unidas.
Pero la ministra de Defensa, Nilda Garré, habría decidido colocar la operación en “stand by” y actualmente se encuentra a estudio de una comisión en el marco de su ministerio.
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