Yo había leído acá de que no estaba muy a gusto con la carrera naval luego de pasar por el liceo militar Gral Espejo.
http://malvinasdata.blogspot.com.ar/2010/12/semblanzas-de-nuestros-heroes-caidos.html
Gracias Mariano, aquí dejo unas palabras del texto de Alberto Mansilla.
"...Desde su San Juan natal había partido Oscar con una definida vocación militar. Ya la había puesto a prueba cursando en el Liceo Militar General Espejo. Luego su camino se dirigió a la Escuela Naval. Pero no era ése su destino. No estaba a gusto. Comenzó a cursar la carrera de ingeniería. Tampoco lo satisfizo. Y decidió ingresar al Colegio Militar de la Nación. Rindió para segundo año por su pasado liceísta y entró. Era uno de los más grandes de su promoción (la 112) pero también uno de los más queridos. Porque si algo se destacaba de Silva era su intrínseca bondad. Siempre estaba dispuesto a ayudar a sus compañeros y eso le valía ser uno de los mejores camaradas. Su familia lo llamaba “gordito”, sus camaradas “el sapo”, pero para todos era una bonachón al que le costaba poner “cara de guerra”. De esos de los que se esperan constantemente buenas acciones.
El Colegio Militar lo formó técnicamente. Aprendió a combatir, a conducir hombres y veló las armas. Pero sus inquietudes fueron más allá, porque intuyendo que todo aquello era incompleto, buscó ayuda en el Centro de Estudios Nuestra Señora de la Merced. Allí, un profesor de historia, “maestro de combatientes”, le enseñó que era posible perder una batalla, pero con honor. Y le regaló unos versos de su autoría que decían, en una parte: “Que no me ofrezcan lo que nunca tuve / por compensar lo que nos han quitado,/ el honor de decir: donde yo estuve/ flamea un estandarte soberano”. Renglones que marcaron a fuego al joven cadete..."