Notas en los medios sobre Nazismo

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La quema de libros, el primer paso hacia la barbarie del nazismo

Fue hace 80 años en la Opernplatz de Berlín (hoy Bebelplatz) y en otras ciudades de la Alemania que, con la llegada al poder de Hitler, comenzaba la persecución de intelectuales y autores judíos.

Un espacio blanco y vacío, un hueco en el suelo, en medio de la céntrica Plaza Bebel de Berlín. A través de un vidrio, quienes se asomen verán los estantes de una biblioteca en la que, sin embargo, no hay libros. Con esta angustiante instalación, el israelí Micha Ullman recuerda la quema de la cultura perpetrada hace 80 años por los nazis. Pero no sólo se quemaron libros en la antigua Opernplatz (la Plaza de la Ópera) de Berlín: en más de 20 ciudades de Alemania los nazis se lanzaron a la caza de la cultura, de los escritores más conocidos de esos años.
Los modos de la persecución recuerdan a la Edad Media. Apenas habían transcurrido tres meses desde que Adolf Hitler había tomado el poder y ya podían verse las hogueras: "La revolución nacionalsocialista no iba a detenerse ante los escritorios en los que se escribe y crea poesía", fueron las palabras del escritor nazi Hanns Johst para referirse a los sucesos.
La quema de libros fue el punto más alto al que llegó la "Acción contra el espíritu antialemán", pero ese 10 de mayo no fue la primera vez que ocurrió en la historia alemana: en 1817, estudiantes nacionalistas habían recordado la Batalla de las Naciones contra Napoleón echando al fuego el Código Napoleónico y obras de autores judíos. "Donde se queman libros, se acabará por quemar personas", escribió a propósito el poeta Heinrich Heine (1797-1856). La historia le dio la razón: la quema de libros por los nazis fue sólo el preludio del asesinato de los judíos de Europa.
Mucho antes de la persecución abierta, los nazis habían comenzado a hostigar a los autores –y sus obras– que les resultaban "desagradables". Lo hicieron con Sin novedad en el frente y con su autor, Erich María Remarque, contra quien lanzaron una campaña de desprestigio sin precedentes. En 1929, en Hamburgo, los estudiantes quemaron el Tratado de Versalles y la Constitución de Weimar. En 1931 se llevó adelante un proceso contra Carl von Ossietzky, editor de la revista política Die Weltbühne. Más tarde, el periodista y pacifista sería encarcelado en un campo de concentración, donde fue asesinado.
Con la quema de libros, el nazismo quería ganar las universidades para su ideología, a la que también estudiantes y profesores debían dar muestras de lealtad. A partir de abril de 1933, el estudiantado convocó a las universidades a movilizarse contra "el espíritu de descomposición judío". Los jóvenes, como "fuerza de asalto espiritual", y las bibliotecas públicas debieron participar de "la limpieza". En todas las universidades se formaron comités de lucha. Todo el mundo debía revisar su propia biblioteca en busca de la "literatura de la descomposición".
El llamamiento encontró oídos receptivos. Los jóvenes que hacia 1930 habían alcanzado la edad adulta se habían habituado a ver el mundo en términos de aliados y enemigos. "El antisemitismo se transformó en uno de los bienes comunes de los alemanes", escribió el historiador Götz Aly. Los editores apoyaron activamente a los nazis cuando hicieron su selección: en el boletín de los libreros alemanes se publicó la lista de autores prohibidos. Heinrich Mann, Erich Kästner, Lion Feuchtwanger, Arthur Schnitzler, Kurt Tucholsky o Sigmund Freud eran "inmorales" y "decadentes".
La presión sobre las bibliotecas era enorme, y su creciente intensidad el resultado de un cuidadoso plan. Ya el 6 de mayo los nazis habían saqueado bibliotecas y librerías y secuestraron miles de libros. Sólo en Berlín decomisaron más de 10 mil obras en el ataque al instituto del sexólogo Magnus Hirschfeld. Desde la antigua Kaliningrado hasta Kalsruhe, las acciones se llevaron a cabo según un mismo patrón. El 10 de mayo los estudiantes se reunieron en el centro de la ciudad a la luz de antorchas. La destrucción estaba dirigida a los fundamentos intelectuales de la República de Weimar, odiada por los nazis.
Como preparación se escribieron y distribuyeron 12 consignas que se recitaron durante la quema, referidas a qué tipo de libros incinerar. "Contra la lucha de clases y el materialismo, por la comunidad nacional y de vida idealista" fueron las palabras con que se echaron a las piras los escritos de los teóricos del comunismo Karl Marx y Karl Kautsky. En Berlín, los estudiantes marcharon con sus antorchas hasta la universidad. Ahí los esperaban camiones cargados con cerca de 25 mil libros. Desde ahí la caravana se trasladó a la Plaza de la Ópera.
La atmósfera era de carnaval: una orquesta tocaba música "fuerte", miles de espectadores se alineaban en la ruta para ver el fantasmal ritual. Entre las aproximadamente 70 mil personas había profesores vestidos con sus togas, miembros de organizaciones estudiantiles, asociaciones de las SA, las SS y las Juventudes Hitlerianas. Como llovía, hubo que rociar gasolina para prender el fuego. Cuando a la mañana siguiente llegó el servicio de limpieza, de los 25 mil volúmenes sólo quedaban cenizas. Un año después, más de 3 mil títulos habían pasado a enriquecer las listas negras. «

.tiempo argentino
 

Sebastian

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“Mírala, se cree una estrella”

Un tribunal de Múnich juzga a la neonazi alemana acusada de matar a diez personas
“Zschäpe perteneció a un comando asesino”, resume el fiscal

“Mírala, se cree una estrella o algo”, dice una mujer turca que asiste al primer juicio contra terroristas neonazis en la historia de Alemania.

La placidez, abúlica a ratos, de Beate Zschäpe en el banquillo de los acusados repelía la tensión de primera hora de la mañana en el palco de visitantes en la Audiencia territorial de Múnich.

La neonazi Zschäpe es una mujer menuda que entró en la sala con un buen retraso y un traje nuevo de chaqueta y pantalón, una blusa blanca y el pelo oscuro bien atado con una coleta que le desnudaba la frente tan ancha como alta.

Tenía pendientes de ella a cien personas en la tribuna, mitad periodistas y mitad ciudadanos interesados como la mujer turca que se irritaba ante tal exhibición de indiferencia.

Abajo había decenas: ocho jueces con togas negras, cinco fiscales federales de granate, una legión de abogados de las víctimas, cuatro presuntos cómplices con sus respectivos defensores y, arropada en mitad de la sala por sus tres letrados, la única superviviente del trío terrorista neonazi que durante 13 años sembró de crímenes Alemania. Hasta que sus dos compinches, Uwe Mundlos y Uwe Böhnhardt, fueron hallados muertos en 2011.

La vista de este martes ha sido la primera efectiva de un juicio que durará meses o quizá años. Comenzó a trompicones la semana pasada, cuando apenas pudo avanzar un par de horas antes de que un recurso de recusación presentado por los abogados de Zschäpe obligara a suspenderlo por siete días.

Ha habido que esperar seis horas hasta que, por fin rechazados todos los recursos las protestas del letrado de Zschäpe, Wolfgang Heer, el fiscal Herbert Diemer se ha levantado para leer la tremenda ristra de acusaciones que pesan sobre Zschäpe, de 38 años: diez asesinatos, 9 de ellos por motivos racistas, dos atentados xenófobos con sendas bombas, 15 atracos a mano armada.

Los procesados
  • Beate Zschäpe (Jena, 1975), la única miembro de la célula neonazi que sigue con vida, está acusada de pertenencia a un grupo terrorista y asesinato múltiple, por las muertes de ocho inmigrantes turcos, uno griego y una agente de la policía, entre los años 2000 y 2007.
  • Ralf Wohlleben, también nacido en Jena en 1975, y Carsten Schultze, de 33 años, están considerados cómplices de los asesinatos de las nueve víctimas masculinas. La fiscalía defiende que fueron ellos quienes consiguieron la pistola y el silenciador usados para los crímenes. Wohlleben fue miembro del partido alemán de ultraderecha NPD (Partido Democrático Nacional), que tiene representación en los Parlamentos de dos länder (Estado federal) del este.
  • Andre Eminger, de 33 años, está acusado de complicidad en dos atracos a bancos y en el atentado con bomba perpetrado en 2001 en Colonia. También se le imputan dos cargos de colaboración con banda terrorista.
  • Holger Gerlach, (Jena, 1974), se le imputan tres cargos de colaboración con grupo terrorista.
Su contribución en todos ellos fue, según la acusación, tan imprescindible en la trama como en la ejecución. La asepsia judicial prestaba espanto al recuento de asesinatos a sangre fría perpetrados por los neonazis: el florista turco tiroteado nueve veces en su tienda ambulante, el cerrajero griego que creía atender a un cliente, el chico de 21 años que acababa de inaugurar un pequeño cibercafé en Kassel. A algunos los fotografiaban tras asesinarlos.

El fiscal resume esta carrera en una frase: “Zschäpe perteneció a un comando asesino”. Ella lo miraba atentamente, con la cara petrificada. No ha dicho una sola palabra en todo el juicio. No ha dado el menor indicio de arrepentimiento desde que, en 2011, reventó el piso que compartía con los dos Uwe en la ciudad oriental de Zwickau y se entregó a la policía.

Además de Zschäpe están acusados cuatro presuntos colaboradores del trío asesino: Ralf Wohlleben, Holger Gerlach, Carsten Schultze y André Eminger.

Son sospechosos de haberles ayudado a conseguir las armas, la documentación falsa y los automóviles que usaban para desplazarse por Alemania.

Wohlleben, ojeroso y con piel apergaminada con 38 años, llevaba una carpeta verde en laque llevaba un semanario de derecha populista llamado Compact, que dedicó un número a teorías conspirativas sobre el origen del trío neonazi y la supuesta implicación de las agencias de espionaje internacionales en la trama.

Wohlleben es un conocido neonazi de Turingia que militó en el partido ultra NPD. Se sabe que mantuvo algún tipo de contacto con los servicios secretos internos alemanes, aunque no consta si estuvo en nómina como confidente. Los servicios secretos han destruido en los últimos años copiosa documentación relativa a los crímenes del trío ultraderechista y también de sus colaboradores.

En cuanto a Eminger, vestía de negro con una camiseta del grupo de rock guitarrero AC/DC. En el palco de visitantes, otro hombre vestía exactamente la misma ropa, incluido el chaleco de piel y el pantalón típico de los gremios de carpinteros. Era Maik, el hermano de André Eminger, que en las pausas le sonreía sin parar y le decía cosas como “queremos un hijo tuyo”.

Con la prensa, en cambio, “no hay que hablar porque le dan la vuelta a lo que dices”. Según dice la prensa alemana. André tiene un tatuaje en el torso que dice Die, Jew, die. En inglés: Muere, judío, muere. Maik también tiene los brazos muy tatuados, pero no se ven inscripciones así.

En la tribuna hablaba con los abundantes policías. Entre los funcionarios se percibía más afán de repartir ordenes entre jóvenes estudiantes o requisar teléfonos móviles a periodistas que rencor hacia unos neonazis que, según la acusación, tirotearon sin miramientos a una agente policial y a su compañeros de patrulla en 2007.

Holger Gerlach tiene 39 años y el martes vestía una camisa que le confería el aspecto más convencional después de Zschäpe. Fue un conocido matón nazi en los grupos de organizados como Blood and Honour en e los 90. Dice que ya no tiene nada que ver con ellos, pero hay indicios de que sí.

Carsten Schultze, el cuarto de los supuestos colaboradores, está en un programa de protección de testigos. Nacido en 1980, abandonó la escena ultraderechista ya en 2000. No obstante, lo acusan de haber colaborado en la compra de la pistola y el silenciador con los que se perpetraron los asesinatos racistas.

Desde la distancia del palco, Zschäpe parece una mujer casi joven, de gestos desenvueltos y ojos azules y pequeños, que se adornaba con unos pendientes de aro grandes y plateados a juego con el gris brillante que se puso para sus segunda vista oral en Múnich. Cuando se aburre juega con los dedos o se balancea infantilmente en la silla de tela naranja.

No pasa de la segunda página de los informes que le dan sus abogados. Da la impresión de que mantiene la mirada de los espectadores. Sin expresión de desafío, pero tampoco de vergüenza. Es habitual que los asesinos y los sádicos parezcan mucho más inofensivos en persona que en las fotos.

Sucede con el rostro mofletudo del terrorista que perpetró la masacre de la isla Utoya en 2011, Anders Breivik. También Josef Fritzl, secuestrador y maltratador de su propia hija durante 24 años, más parecía en 2009 un jubilado austriaco no del todo mal conservado que el de demonio ojizarco que muestran sus famosos retratos policiales.

La defensa de Zschäpe parece haberse propuesto entorpecer el desarrollo del juicio en lo posible.

Tras lograrlo con su recurso la semana pasada, el martes indujo una mañana correosa de interrupciones y enmiendas que acabó por poner nerviosos a muchos visitantes.

El letrado Heer leía sus alegatos con una parsimonia estomagante. Sus pulsos con el presidente del Tribunal, Manfred Götzl, provocaron carcajadas entre el público, sorprendido por el tono absurdo de algunas réplicas y acusaciones mutuas.
http://internacional.elpais.com/internacional/2013/05/14/actualidad/1368559958_516018.html
 

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16/05/1945 - se rinde la guarnición alemana de Alderney, una semana después de la capitulación oficial alemana en la II Guerra Mundial.

Interesante el tema , habra que investigar este tema por que no se rindieron con las otras tropas el 08/05/45.
 

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Inédita imagen de un Kennedy joven y fascinado con Hitler

Un libro recopila diarios del ex presidente, atraído además por la Italia de Mussolini.


“Adolf Hitler estaba hecho de la pasta de la que están hechas las leyendas”. La afirmación no pertenece a ningún jerarca nazi del Tercer Reich, sino al ex presidente estadounidense John Fitzgerald Kennedy. Con frases como ésas, escritas en su diario y en cartas enviadas a sus amigos durante la juventud, el político demostró la fascinación que tenía en ese momento por las dictaduras europeas.
Un libro que se publicará próximamente en Alemania, y que promete ser polémico, recopila este tipo de apuntes dejados por un JFK veinteañero durante un largo viaje a Europa. Bajo el título “John Kennedy entre los alemanes. Diarios y cartas 1937-45”, Oliver Lubrich saca a la luz frases controvertidas del ex mandatario, deslumbrado por la Alemania de Hitler y la Italia de Benito Mussolini.
El autor recorre punzante las emociones políticas de Kennedy, que se asombraba por los cambios que se estaban registrando en el viejo continente. “Dormí mucho y con un Tour de American-Express llegué a Milán. Bella catedral, una de las más grandes del mundo. Leo a Gunther y llegué a la conclusión de que el fascismo es la cosa más justa para Alemania e Italia, el comunismo para Rusia y la democracia para los Estados Unidos de América”, afirma en una anotación del 3 de agosto de 1937.
Luego, durante una estadía en Munich, escribe: “No existe duda de que estos dictadores en sus países, gracias a sus eficaces propagandas, son más amados que afuera”. Y asegura que se siente un “ gran fanático de Hitler”.
Dos meses antes del comienzo de la II Guerra Mundial, el joven Kennedy asegura: “Mi viaje fue extraordinario. La única posibilidad de experimentar sobre lo que ocurrirá es viajar por todos estos países. Todavía no pienso en el hecho de que habrá guerra a causa de la oposición de Italia y de una serie de otras cosas”. Esta visión cambia drásticamente el 20 de agosto, cuando señala que la situación se ha vuelto “crítica” y que “la gente espera una guerra”.
Ya en los días finales de la guerra, Kennedy se muestra apesadumbrado por cómo quedó Berlín. “Todo está destruido. No existe un edificio que no esté incendiado. En algunas calles el olor de los cadáveres es terrible”. Allí también se refiere al Führer: “La ilimitada ambición por su país lo volvió una amenaza para la paz en el mundo. Sin embargo, tuvo algo misterioso en su modo de vivir y en su modo de morir, que lo sobrevivirá y crecerá. Tenía la pasta de la que están hechas las leyendas”.
Lubrich, el autor, reconoce un “efecto desconcertante” en los escritos del joven Kennedy, pero considera que no había admiración por el dictador: “No creo que admirara a Hitler y sobre todo su política. Lo que hay es lo que Susan Sontag describió como la ‘fascinación del fascismo’. Trata de entender esa fascinación que Hitler evidentemente seguía emanando”.
clarin
 

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Difunden fotos del enorme festejo nazi en el Luna Park

Trascendieron imagenes de un inédito encuentro en 1938. La historia. Galería de imágenes
http://www.zona-militar.com/system/modules/com.tfsla.perfil.diario/resources/v1/images/like.png
Era el 10 de abril de 1938 cuando más de 15 mil argentinos festejaron entre esvásticas y banderas nacionales. | Foto: Diario El Mundo
  • El matutino español El Mundo publicó hace unos días una serie de fotos pocas veces divulgadas en nuestro país que muestran a miles de personas en el estadio Luna Park de Buenos Airesexpresando su apoyo al III Reich de la Alemania Nazi. Era el 10 de abril de 1938 y se trataba de la demostración más grande que se realizó fuera de Europa en pro del nazismo, que se hallaba en plena efervescencia en Europa.
Las imágenes, según el diario cedidas por la administración del Luna Park, muestran a unos 15.000 argentinos nazis festejando el "Anschluss", es decir, la anexión de Austria por parte del régimen de Hitler. Ese mismo día, el líder nacionalsocialista ganaba con el 99% un plebiscito sobre su permanencia en el poder y la embajada alemana en Buenos Aires quiso festejarlo.
Mientras entonces algunos diarios hablaban con preocupación de las "las pretensiones alemanas de extraterritorialidad", otros destacaban las "convicciones profundas" de Hitler y sus esfuerzos por establecer "la igualdad social" en Alemania, intentos que "se asemejan a un ideal democrático". Desde Alemania, el líder intentaba seducir a los argentinos publicando en el diario La Prensa: "Por intermedio del diario La Razón, envío a la prensa argentina y a los alemanes de la Argentina mis cordiales saludos".
El fervor de miles de argentinos por las "promesas" del nazismo y su "cautivante" líder, sin embargo, no se debía a la falta de información sobre lo que realmente sucedía en Alemania. En 1936 la prensa argentina ya informaba que Hitler buscaba "aniquilar, con los medios más abominables, a la laboriosa e inteligente población israelita".
Pese a todo, según los registros históricos, Alemania estuvo a punto de ampliar sus conquistas en América con Argentina como un poderoso aliado: 70.000 argentinos eran afiliados al Partido Nacional Socialista alemán, muchos de los cuales aquel 10 de abril vivaron a Hitler ("Heil Hitler!") en pleno centro de Buenos Aires.
Según la crónica del diario La Prensa, aquel domingo 10 de abril de 1938, las columnas al estadio Luna Park comenzaron a llegar pasadas las 9 de la mañana. “Era un público numeroso y entusiasta”. Las delegaciones austríacas y alemanas arribaron portando sus banderas e indumentarias nazis.
Dentro del estadio se pudo apreciar el escenario adornado con banderas alemanas con la cruz esvástica y argentinas, destacándose en la parte posterior del telón de fondo en rojo la inscripción “Heil Führer” y otra (en alemán) que decía: “Un pueblo, una nación, un conductor”.
“Muchos miembros de las entidades nazis, quienes vestían camisas pardas y llevaban brazaletes con la cruz esvástica, tuvieron a su cargo la ubicación del público realizada en un orden casi militar”, relató entonces La Prensa.
El delegado comercial de la embajada alemana, Erich Otto Meynen, arengó a la concurrencia que respondía "¡Heil Führer!" saludando con el tradicional saludo nazi, brazo en alto. Meynen destacó la anexión de Austria “sin violencia ni sangre” y “el afecto de los austroalemanes hacia la Argentina”, al que definió como un “país hospitalario en el cual se sienten cómodos y orgullosos de cobijarse bajo sus instituciones y bandera”.
Tras una manifestación antinazi, que se saldó con 2 muertos y 57 heridos, saltaron las alarmas. El presidente Roberto Marcelino Ortiz creó una comisión especial que investigaría las actividades “ilícitas” de organizaciones extranjeras, que consistían en el adoctrinamiento de niños en escuelas de nuestro país, entre otras cosas. Además decretó la disolución del multitudinario Partido Nacionalsocialista Alemán de la Argentina y decidió la expulsión de dos espías de la Gestapo.
Pero el "affaire" entre Argentina y el nazismo, sin embargo, no concluyó con la caída de Hitler. Se sabe que, finalizado el conflicto, y durante el primer gobierno de Perón, Argentina y varios países americanos se lanzaron a una encarnizada carrera por atraer a los más célebres cerebros alemanes, en lo más diversos campos de las ciencias o la ingeniería.
Al mismo tiempo, según el historiador Felipe Pigna, "entre 1945 y 1950 arribaron al país criminales de guerra nazis (…). Según las fuentes, se habla de 6.000 a 8.000 ‘refugiados’”. Este fue un largo periodo durante el cual tuvieron acceso al país, entre otros, el criminal croata Dinko Satic, el médico Joseph Mengele, y el jerarca Eric Priebke.
Seria el mismo Priebke quien admitiría, en un juicio en Roma, que “en 1945 el gobierno nacional [argentino] negoció con Alemania la entrega de documentación que permitió el ingreso de nazis. Se distribuyeron unos 2.000 pasaportes y 8.000 cédulas en blanco… Con esta modalidad ingresaron en la Argentina unos 2.000 nazis”.
En tanto, Adolf Eichmann, el ideólogo de la "solución final" para el "problema judío" ingresó a la Argentina con un pasaporte italiano falso a nombre de Riccardo Klement en 1950, se radicó en el barrio bonaerense de San Fernando y hasta llegó a trabajar en la planta local de la automotriz Mercedes Benz.
La reflexión y conclusión de El Mundo es categórica: "Al revisar las páginas de la Argentina nazi se comprende porqué se ha ido al carajo esta nación que a principios del siglo XX alcanzó el puesto número ocho de las más desarrolladas del mundo. Una saga intermitente de golpes de Estado y dictaduras cívico-militares -con la previsible reacción de guerrillas- y miles de ciudadanos desaparecidos llevan la señal distintiva de aquel totalitarismo mesiánico".
(*) Especial para Perfil.com.
Difunden fotos de un festejo nazi en el Luna Park en 1938

Fue durante la presidencia Roberto Marcelino Ortiz, y lo organizó la embajada alemana para celebrar el triunfo de Hitler con el 99% en el plebiscito sobre su permanencia en el poder. Fueron publicadas hace pocos días por el diario español El Mundo.

Difunden fotos de un festejo nazi en el Luna Park en 1938

Fue durante la presidencia Roberto Marcelino Ortiz, y lo organizó la embajada alemana para celebrar el triunfo de Hitler con el 99% en el plebiscito sobre su permanencia en el poder. Fueron publicadas hace pocos días por el diario español El Mundo.
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El Luna Park lleno de nazis

Encuentro nazi en el Luna

Encuentro nazi en el Luna

Argentina, en 1938

Argentina, en 1938

El Luna Park lleno de nazis

El Luna Park lleno de nazis
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Encuentro nazi en el Luna
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Buenos Aires, 10 de abril de 1938. En Alemania, Adolf Hitler ganaba con el 99% un plebiscito para permanecer en el poder y la embajada alemana en Buenos Aires organizó un festejo en el estadio Luna Park, con impactante parafernalia nazi, al que asistieron cerca de 15 mil personas.
Hace pocos días, el diario español El Mundo publicó una serie de fotos del evento hasta ahora desconocidas, en las que se ve a una multitud festejando el "Anschluss" (la anexión de Austria por parte del III Reich), entre esvásticas y banderas alemanas y argentinas.
Por entonces presidía el país Roberto Marcelino Ortiz, sucesor de Agustín P. Justo en la denominada "decada infame", y los diarios se dividían entre los que expresban el peligro de "las pretensiones alemanas de extraterritorialidad" y los que destacaban las "convicciones profundas" de Hitler y su trabajo en pos de la "la igualdad social" en Alemania.
Según los datos de la época, 70.000 argentinos eran afiliados al Partido Nacional Socialista alemán. Según la crónica del diario La Prensa, que cubrió el evento, se trató de un público "numeroso y entusiasta".
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Una alusión al régimen nazi enturbia la relación de Hungría con Alemania

El primer ministro Orbán dijo que Berlín ya envió sus tanques a Budapest en la II Guerra Mundial


Las declaraciones del primer ministro húngaro Viktor Orbándesaconsejando a Alemania que envíe tanques a Hungría como hizo Hitler en la II Guerra Mundial han provocado tensiones diplomáticas que Hungría se afana por desactivar antes de la cumbre europea de este miércoles. Orbán ha negado hoy haber comparado el Ejecutivo de Angela Merkel con el régimen nazi, según explicó un comunicado del Ministerio de Exteriores en Budapest. Un alto cargo de Exteriores asegura que las declaraciones de Orbán fueron “lamentablemente malinterpretadas”, porque éste replicaba en realidad al líder alemán de la Oposición, el socialdemócrata Peer Steinbrück (SPD) y no al Gobierno de Merkel.
El viernes, Orbán dijo en una radio pública húngara: “los alemanes ya enviaron una vez la caballería, en forma de tanques; nuestro deseo es que no lo vuelvan a hacer, porque entonces ya fue una mala idea que no funcionó”. Se refería a la ocupación de Hungría en 1944 por parte de la Alemania de Hitler. Con la calma política del puente de Pentecostés, la frase de Orbán hizo fortuna como piedra de escándalo en Alemania.
El ministerio alemán de Exteriores tilda la cita de “lamentable despropósito”
Merkel había dicho el jueves en un debate público que Europa hará “lo posible por llevar a Hungría por el buen camino, pero no se trata de mandarles ahora la caballería”. Además de una crítica a Orbán, la frase contiene una pulla a Steinbrück. Éste había indicado poco antes la posibilidad de expulsar legalmente a Hungría de la UE si Orbán sigue su deriva “claramente antidemocrática”. La expresión “enviar la caballería” es célebre en Alemania desde que Steinbrück la utilizó, cuando era ministro de Hacienda en la Gran Coalición que presidió la democristiana Merkel (CDU) hasta 2009, para amonestar a Suiza por las facilidades que ofrecen sus bancos a los evasores fiscales alemanes. Si Orbán conoce esta historia, podría ser cierto que estaba aplaudiendo los paños calientes de Merkel y no comparándola con los nazis. Un comunicado oficial dice que Orbán está “completamente de acuerdo” con la canciller. Hungría, señalan sus diplomáticos, “no acepta que los partidos alemanes la utilicen en su campaña electoral” para las generales de septiembre.
Un artículo en la web Spiegel Online titulado “Orbán achaca a Merkel métodos nazis” hizo la proverbial montaña del grano de arena. Heridas las susceptibilidades alemanas con el nazismo, la tensión creció con la intervención del ministro de Exteriores alemán, el liberal Guido Westerwelle. Westerwelle es muy escrupuloso con sus palabras desde que su propensión a soltar la lengua acabó, hace más de dos años, con su propio liderazgo en el partido liberal. Pero el muy conservador Orbán es tan impopular en Alemania que Westerwelle cedió a los tonos ásperos para descalificar “el lamentable despropósito” de Orbán, que Alemania “rechaza con claridad”.
Las críticas de la oposición en Berlín arrecian y llegan hasta Estrasburgo
La formación política de Orbán, Fidesz, pertenece al Partido Popular Europeo (PPE), como la CDU que preside Merkel. La polémica reforma constitucional impulsada por Orbán en Hungría inquieta a muchos observadores europeos, que identifican acentos autoritarios en la Ley Fundamental y otras normas aprobadas con la aplastante mayoría de dos tercios que tiene el Fidesz en la Cámara legislativa de Budapest.
El socialdemócrata húngaro László Kovács, antiguo ministro de Exteriores y excomisario europeo, calificó las palabras de Orbán de “chiste burdo”. En Alemania, el diputado democristiano Ruprecht Polenz dijo a Spiegel Online que Orbán “perjudica cada vez más las buenas relaciones entre ambos países; esta indigna comparación con los nazis, hasta ahora cosa de manifestantes en Grecia, demuestra que ha perdido el sentido de la realidad”.
La oposición alemana subió al carro de las críticas al derechista Orbán. El jefe del grupo parlamentario de Los Verdes, Jürgen Trittin, abundó en las críticas del democristiano Polenz, pero las extendió a Merkel. La jefa del Gobierno “debe admitir que su política de diplomacia silenciosa ha fracasado ante la marcha de Orbán en dirección a la autocracia”. Su compañero de partido en el Parlamento Europeo, Daniel Cohn-Bendit, pidió una reacción por parte del PPE en Estrasburgo: “Me pregunto por cuánto tiempo van a contemplar las gestiones de Orbán sin hacer nada”. Fidesz cuenta con 14 diputados en el PPE en Estrasburgo, donde el centroderecha tiene mayoría.
El vicepresidente del grupo parlamentario socialdemócrata en el Bundestag, Axel Schäfer, cree que “va siendo hora de que alguien le diga las cosas claras a Orbán”. Si quiere, Merkel tendrá la oportunidad este miércoles en la cumbre europea de Bruselas.
el pais.es
 

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HALLAZGO NAZI: FIGURA BUDISTA EN UN METEORITO
AREA X (Especial para Urgente24) – Descubierta en el Tibet en 1938 por una expedición nazi, la estatua tiene 1.000 años de antigüedad y un valor incalculable
Un equipo de científicos alemanes ha descubierto, al analizar una antigua estatua del dios budista Vaisravana, que esta fue tallada en un fragmento de un meteorito que cayó a la Tierra hace 15.000 años. Hasta la fecha, afirman los científicos, esta es la única figura humana escuplida en un meteorito que se conozca, por lo que su valor es incalculable.
Investigadores del Instituto de Ciencias Planetarias de la Universidad de Stuttgart, en Alemania, han descubierto que una antigua estatua budista, encontrada en 1938 por una expedición nazi, fue esculpida en ataxita, una clase muy rara de meteorito de hierro con altas cantidades de níquel.
La estatua, que fue sometida a análisis geoquímicos por el científico de dicho Instituto, Elmar Buchner y sus colaboradores, tiene unos 1.000 años de antigüedad y es conocida como “Iron Man” u “hombre de hierro”.
Pesa 10 kilos y representa al dios budista Vaisravana, también conocido como Namtösé en el Tibet y Bishamonten en Japón. Este dios es una importante figura dentro de la mitología budista.
Los resultados de este descubrimiento han aparecido detallados en la revista especializada Meteoritics and Planetary Science.
Trasladada por una esvástica
En 1938, una expedición al Tibet formada por científicos alemanes, y liderada por el renombrado zoólogoErnst Schäfer (que tras la Segunda Guerra Mundial fue juzgado por haber pertenecido a las SS, aunque luego fue exonerado), descubrió esta estatua budista.
Aunque todavía se desconoce cómo se produjo el hallazgo, se cree que la cruz esvástica tallada en el centro de la figura fue lo que animó al grupo expedicionario a llevar la estatua a Alemania.
El budismo y el nazismo compartieron este símbolo, aunque en el primer caso la esvástica se usaba en posición horizontal, mientras que la esvástica nazi (adoptada como símbolo de la raza aria en 1920) aparecía rotada 45 grados en la bandera del Reich.
Una vez en Munich, “Iron Man” pasó a formar parte de una colección privada, y solo comenzó a estar disponible para su estudio en 2009, a partir de la celebración de una subasta. El primer equipo en analizar el origen de la estatua ha sido el dirigido por Elmar Buchner. Los investigadores han conseguido así clasificar como ataxita el material en el que la estatua fue tallada.
Según declaraciones de Buchner aparecidas en Alphagalileo: “La estatua fue cincelada en un meteorito de hierro, procedente de un fragmento del meteorito Chinga, que impactó contra las regiones fronterizas de Mongolia y Siberia, hace unos 15.000 años”.
“Aunque los primeros restos (de este impacto) fueron descubiertos oficialmente en 1913 por buscadores de oro, creemos que este fragmento concreto del meteorito original fue recogido muchos siglos antes”,añade Buchner.
Inspiración espacial
Los meteoritos inspiraron el culto de muchas culturas antiguas, desde la de los esquimales Inuits de Groenlandia hasta la de los aborígenes australianos.
Incluso, hoy día, en uno de los más famosos centros religiosos del mundo, la Meca (Arabia Saudí), se rinde culto a una Piedra Negra (situada en la esquina oriental de la Kaaba ), que probablemente es un meteorito.
Cuando los peregrinos circunvalan la Kaaba, como parte del ritual del Hajj Tawaf, muchos de ellos intentan detenerse y besar la Piedra Negra siete veces, emulando el beso que, según la tradición islámica, la Piedra recibió del profeta Mahoma.
En cuanto a la estatua budista “Iron Man”, Buchner opina que esta tuvo su origen en la cultura tibetana Bon del siglo XI.
“Esta estatua es la única figura humana tallada en un meteorito conocida, lo que significa que no tenemos nada con que compararla a la hora de calcular su valor”, afirma el investigador. Por eso, y si las estimaciones de su antigüedad son correctas, hoy día “Iron Man” podría tener un valor incalculable, concluye Buchner.
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El nazismo y la familia Wagner: un manto de dudas sin música

Un bisnieto del genial músico Richard Wagner acusa a su propia familia de querer esconder los vínculos explícitos de la hermana del compositor con Adolf Hitler.


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    Hitler con las nietas de Wagner, en Bayreuth

Uno de los bisnietos de Richard Wagner, el historiador Gottfried Wagner, acusó hoy al resto de su familia de “esconder” los vínculos pasados del Festival de Ópera de Bayreuth, fundado por su bisabuelo, con el nazismo.

Las actuales codirectoras del festival, Eva Wagner-Pasquier y su hermanastra Katharina Wagner, practican la misma disciplina de silencio que aplicó su padre y responsable del certamen durante más de medio siglo, Wolfgang Wagner.

“Se presentan como corderillos políticamente inocentes”, apuntó el historiador, en declaraciones a la revista femenina alemana Bunte, y defienden esa imagen a base de “medias verdades”.

El eterno rebelde
Según el descendiente de Wagner, uno de los eternos “rebeldes” en la saga familiar, si los aliados hubieran sabido la verdad de los vínculos con el nazismo no habrían confiado en el patriarca la refundación del festival, tras la Segunda Guerra Mundial.

El Festival de Bayreuth quedó, en los años del nazismo en el poder, convertido en apéndice operístico de Tercer Reich y de Adolf Hitler, quien admiró al compositor de El anillo de los Nibelungo, tanto en lo musical como por su declarado antisemitismo.

La nuera de Richard Wagner, Winnifred Wagner, era una ferviente admiradora del Führer, con el que mantuvo una intensa correspondencia hasta ahora solo revelada parcialmente.

En una reciente entrevista, Katherina Wagner apuntaba que, si por ella fuera, toda esa correspondencia y resto de material de archivo se habría publicado ya o al menos abierto a la consulta, pero que para ello era preciso lograr un consenso familiar.

Wolfgang y su hermano Wieland asumieron las riendas del festival en los años cincuenta, en plena posguerra alemana.

A la muerte de Wieland, en 1966, Bayreuth quedó bajo la dirección en solitario de Wolfgang, quien tras un largo litigio por su sucesión lo traspasó a sus dos hijas Katharina y Eva.

El certamen quedó, tras la capitulación del Tercer Reich bajo custodia de los ejércitos aliados, que confiaron en los dos hermanos, hijos de Winnifred, para reflotar la prestigiosa cita operística, pese a que los fantasmas del pasado de su abuelo. Gottfried Wagner sostiene que es hora de que las descendientes del compositor cumplan con el compromiso repetidamente expresado de dejar estudiar el pasado de la casa. El historiador considera que eso daría realmente “rango histórico” al bicentenario del nacimiento del compositor que se conmemora por estos días, en lugar de los conciertos extraordinarios que se están programando, tanto en Bayreuth como en el resto de Alemania.

Hiper exclusivo
El Festival de Bayreuth es el evento musical más exclusivo del mundo. Para tener una idea cabal de la dimensión de este festival basta consignar que la lista de espera para conseguir entradas tiene entre nuevo y once años.

O sea, si usted desea escuchar una ópera de Wagner en Bayreuth ejecutada, digamos, por la Filarmónica de Berlín o Viena, dirigida obviamente por los mejores directores de la actualidad, y consigue sacar una entrada hoy, si no le sucede nada en el lapso intermedio, podrá admirar y escuchar esto en la edición del año 2022.
el observador
 

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29/05/1941 - en Heraclión (isla de Creta), los nazis ocupan el aeropuerto y hunden los destructores británicos HMS Imperial y HMS Hereward (que trataban de evacuar a las fuerzas británicas).
1942 - en Colonia, la RAF británica lanza su primer brutal bombardeo (1046 aviones lanzaron 1455 tn de bombas, destruyendo 243 hectáreas de casas y matando 486 civiles. Pierden sus hogares 59 000 personas.
1942 - en la Cancillería del Reich en Berlín, Adolf Hitler recibe al político indio Shubhas Chandra Bose. No trasciende el contenido de las conversaciones. Chandra Bose ha realizado también varios viajes a Japón.
1943 - en Wuppertal (Alemania), la RAF británica lanza un ataque con 719 bombarderos soltando 1900 tn de bombas y matando a 2450 civiles.
 

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Alemania aumenta las compensaciones a los supervivientes del Holocausto
Berlín paga 772 millones para víctimas de la persecución nazi que necesiten atención doméstica o ayuda médica

Un dibujo del diario de tres prisioneros polacos del campo de Auschwitz-Birkenau, donado al museo del campo. / AFP​

Alemania elevará en los próximos cuatro años su contribución a los fondos para el cuidado de los supervivientes del Holocausto. Entre 2014 y 2017, Berlín pagará 772 millones de euros para que las víctimas de la persecución nazi que estén enfermas o no puedan valerse por sí mismas reciban atención doméstica. Será a través de la Jewish Claims Conference (JCC), que desde 1951 representa a decenas de organizaciones judías para reclamar indemnizaciones de las víctimas del régimen nazi.

Los representantes de las víctimas, reunidos durante cinco horas con enviados del Gobierno alemán en Jerusalén, negociaron esta vez el pago de 205 millones de euros en 2015 (un 45% más que en 2014, cuando serán 142 millones), 210 millones en 2016 y 215 millones en 2017. En total se verán beneficiadas unas 56.000 personas diseminadas por el mundo. Alrededor de 22.000 de ellas viven en Israel.

Ahora, el Gobierno alemán y la JCC se han puesto de acuerdo en cambiar las condiciones para que las víctimas del Holocausto tengan acceso a las ayudas. A partir del año que viene, también podrán cobrar pensiones públicas los judíos que vivieron en los guetos “abiertos” de la Europa ocupada por Alemania. Eran las zonas urbanas reservadas para los judíos en algunas partes de Europa oriental y la Unión Soviética que no estaban limitadas por muros o verjas, pero sí sujetas a toques de queda, al racionamiento de víveres y a restricciones de entrada y salida. La JCC calcula entre 2.000 y 3.000 el número de supervivientes de estos guetos.

Por último, Alemania y el JCC se han citado este otoño para negociar posibles reparaciones para personas que sobrevivieron el Holocausto siendo niños. Se calcula que en todo el mundo viven unos 90.000 judíos supervivientes de los crímenes nazis.

Stuart Eizenstat, antiguo embajador de Estados Unidos en la Unión Europea y actual negociador de las víctimas ante el Ministerio de Hacienda, celebró el miércoles que “Alemania conserva su disposición a cumplir sus obligaciones históricas con las víctimas del Holocausto, que gracias a esto confían en que les aseguraremos una vejez digna”. Eizenstat reconoció el esfuerzo adicional que implican estos pagos en medio de ola de austeridad propugnada por el Gobierno de la democristiana Angela Merkel (CDU) para toda Europa. Las reparaciones pagadas por Alemania en el trienio en curso son significativamente más bajas que las acordadas hasta 2017: este año alcanzan los 130 millones de euros.

Las negociaciones se celebraron en el complejo conmemorativo israelí de Yad Vashem poco después de que Semen Domnister, antiguo directivo de la JCC en Nueva York que hoy tiene 55 años, fuera encontrado culpable de un fraude multimillonario a la organización. Domnister y sus cómplices Oksana Romalis y Luba Kramrish desviaron 57 millones de dólares, unos 45 millones de euros, de los fondos pagados por el Gobierno alemán para la reparación de las víctimas judías del Holocausto.

El monumental desfalco se prolongó entre 1993 y su descubrimiento en 2009 ha encontrado escaso eco en los medios alemanes. Tras el veredicto de culpabilidad de un jurado neoyorquino, los estafadores esperan sendas sentencias de hasta 20 años de prisión y multas que podrían llegar al cuarto de millón de dólares.
http://internacional.elpais.com/internacional/2013/05/29/actualidad/1369846324_546246.html
 

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30/05/1941 - en el ámbito de la Segunda Guerra Mundial, Alemania invade la isla de Creta.
1942 - mil bombarderos británicos atacan durante 90 minutos la ciudad de Colonia, en el marco de la Segunda Guerra Mundial.
1945 - un bombardeo británico destruye la base de Peenemünde, donde los nazis fabricaban los famosos misiles V-2.
 

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El búnker de Hitler, en fotos inéditas

Las imágenes las captó en 1987 un fotógrafo aficionado antes de que se demoliera el lugar en el que el líder nazi pasó sus últimas horas.

últimas horas.
El búnker de Hitler, en unas fotos inéditas. (Robert Conrad / 'Bild Zeitung'.)
El fotógrafo del búnker de Hitler dijo que fue como un viaje en el tiempo .( Robert Conrad / 'Bild Zeitung'.)
El fotógrafo alemán Robert Conrad logró colarse en 1987 en las ruinas del búnker de Adolf Hitler en Berlín y tomar decenas de fotografías de su interio. (Robert Conrad / Bild Zeitung.)r
El fotógrafo alemán Robert Conrad logró colarse en 1987 en las ruinas del búnker de Adolf Hitler en Berlín y tomar decenas de fotografías de su interio. (Robert Conrad / Bild Zeitung.)r
El búnker de Hitler, en unas fotos inéditas. (Robert Conrad / 'Bild Zeitung'.)
El búnker de Hitler, en unas fotos inéditas. (Robert Conrad / 'Bild Zeitung'.)
El búnker de Hitler, en unas fotos inéditas. (Robert Conrad / 'Bild Zeitung'.)
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El búnker de Hitler, en unas fotos inéditas. (Robert Conrad / 'Bild Zeitung'.)



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El diario alemán Bild publica en su edición de hoy fotos inéditas de los restos del búnker de Adolf Hitleren Berlín, captadas por un fotógrafo aficionado de la antigua República Democrática Alemana (RDA) en 1987.
Las imágenes muestran las ruinas del búnker berlinés, tras décadas del suicidio de Hitler -el 30 de abril de 1945- y fueron tomadas por Robert Conrad, un aprendiz de conductor de autobuses.
Las estancias donde Hitler pasó sus últimas horas volvió a ser accesible durante unos meses de 1987, cuando el gobierno de la extinta Alemania comunista comenzó a demolerlo para construir una zona residencial. Conrad se dio cuenta de la posibilidad histórica, así que, armado con una cámara marca Praktika y disfrazado de obrero, accedió unas 30 veces al búnker durante varios meses.
De acuerdo con su relato, este fotógrafo, que ahora tiene 50 años, se infiltró en las ruinas disfrazado de operario de la construcción y captó así esas imágenes secretas.
Los restos del búnker berlinés –en el que llegaron a vivir 700 personas, entre altos dirigentes, funcionarios y oficiales de las SS- quedaron en el sector Este de la capital, territorio de la Alemania comunista, cerca de la frontera con el lado occidental. Conrad entró en el lugar aprovechando unas obras de construcción contiguas y captó las imágenes con una pequeña cámara fotográfica.
"Era la última y única oportunidad de documentar ese lugar", dijo Conrad al diario "Bild", ya que inmediatamente después iban a empezar las obras de construcción de viviendas y quedarían sepultados esos accesos. Según explica, volvió al lugar en unas treinta ocasiones, pese al peligro a ser descubierto.
El fotógrafo aficionado afirmó además estar seguro de haber descubierto también el lugar donde Magda Goebbels, la esposa del ministro de la propaganda, Joseph Goebbels, envenenó a sus seis hijos.
Conrad asegura no ser un "fan" del régimen nazi y haber tomado las fotografías por "fascinación" hacia esos lugares históricos. Actualmente se desempeña como fotógrafo especializado en arquitectura.

Fuente: Agencias
Fotos inéditas del bunker de Adolf Hitler

Dos diarios de Berlín publican imágenes tomadas de contrabando por un fotógrafo de la Alemania comunista en 1987
http://www.zona-militar.com/adjuntos/jpg/2013/05/182882.jpg
Crédito foto: Robert Conrad/Lumabytes




Los diarios Bild y Spiegel publican 30 fotos inéditas que muestran las ruinas del búnker berlinés, tras décadas del suicidio del Führer -el 30 de abril de 1945-, tomadas por un aprendiz de conductor de autobuses, Robert Conrad.


De acuerdo con su relato, este fotógrafo, que ahora tiene 50 años, se infiltró en las ruinas disfrazado de operario de la construcción. Los restos del búnker berlinés quedaron en el sector este de la capital, territorio de la Alemania comunista, cerca de la frontera con el lado occidental.


http://www.zona-militar.com/adjuntos/jpg/2013/05/182879.jpg​
http://www.zona-militar.com/adjuntos/jpg/2013/05/182874.jpg​
http://www.zona-militar.com/adjuntos/jpg/2013/05/182875.jpg​
http://www.zona-militar.com/adjuntos/jpg/2013/05/182886.jpg​

Conrad entró en el lugar aprovechando unas obras de construcción contiguas y captó las imágenes con una pequeña cámara fotográfica con objetivo de 35 milímetros.


"Era la última y única oportunidad de documentar ese lugar", dijo Conrad al diario Bild, ya que inmediatamente después iban a empezar las obras de construcción de viviendas y quedarían sepultados esos accesos.


Según explica, volvió al lugar en unas treinta ocasiones, pese al peligro de ser descubierto.


El fotógrafo afirma estar seguro de haber descubierto también el lugar donde Magda Goebbels, la esposa del ministro de la propaganda, Joseph Goebbels, envenenó a sus seis hijos.

http://www.zona-militar.com/adjuntos/jpg/2013/05/182883.jpg

Conrad asegura no ser un "fan" del régimen nazi y haber tomado las fotografías por "fascinación" hacia esos lugares históricos. Actualmente trabaja como fotógrafo especializado en arquitectura en todo el país.

Lo que quedó del búnker en el que Hitler se suicidó junto a Eva Braun pasó al patrimonio arquitectónico nacional para protegerlo de las excavadoras en 1992, tres años después de la caída del Muro y dos de la reunificación alemana.

http://www.zona-militar.com/adjuntos/jpg/2013/05/182863.jpg

En el recinto llegaron a vivir 700 personas, entre altos dirigentes, funcionarios y oficiales de las SS y se encuentra a poca distancia del Reichstag, sede del Parlamento, y la emblemática Puerta de Brandeburgo.

Vea la galería completa de fotos.


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ALEMANIA DEVUELVE A GRECIA ARTE ROBADO POR LOS NAZIS EN LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL

Por primera vez, Berlín entrega a Atenas objetos exportados ilegalmente en 1941, 8.000 piezas neolíticas extraídas en Tesalia.

El Ministerio de Cultura griego ha anunciado que las autoridades del Museo alemán Pfahlbaunmeseum devolverán a Grecia el próximo mes 8.000 fragmentos de cerámica neolítica. Se trata de fragmentos de vasijas y otros recipientes provenientes de una excavación arqueológica ilegal que tuvo lugar en el año 1941 en una zona cercana a Velestino, en Tesalia (centro de Grecia) y que fueron exportados ilegalmente a Alemania durante este año. Será la primera vez que Alemania devolverá antigüedades robadas durante la Segunda Guerra Mundial.
Durante el 2010, la Dirección de Protección de Bienes Culturales griega había sido informada por el responsable científico del Pfahlbaumeseum que en los almacenes del museo se guardaban antigüedades provenientes de esta excavación, que había descubierto un poblado neolítico en Tesalía. El ministerio respondió de inmediato y ha sido confirmada oficialmente la llegada de las antigüedades este mes de junio. La Dirección General de Antigüedades griega ha reunido a su vez toda la información e indicios sobre objetos culturales y tesoros arqueológicos que fueron sustraídos durante el periodo de la ocupación alemana.
El Ministerio de Asuntos Exteriores, en una respuesta escrita dirigida al diputado conservador Lefteris Avgenaki aclaró que la cuestión de la restitución de bienes culturales griegos exportados ilegalmente está incluida en las reclamaciones de Grecia contra Alemania por su ocupación durante la Segunda Guerra Mundial. Grecia no solo tuvo muchas víctimas mortales debidas a la guerra y especialmente a las represalias alemanas contra su población civil (mujeres ancianos y niños). También sufrió las consecuencias del saqueo de alimentos (incluyendo grandes cantidades de alimentos requisionados y exportados como aceite de oliva, cuero, tabaco, algodón) y prohibiciones que causaron la muerte por inanición de más de 300.000 personas. Y son incalculables los daños producidos por la destrucción y el saqueo de museos y colecciones particulares, bibliotecas y demás instituciones culturales del país durante la ocupación alemana, inmediatamente después de la ocupación italiana.
El ministerio de Cultura griego junto con el ministerio de Asuntos Exteriores está trabajando intensamente para conseguir la firma de acuerdos bilaterales con muchos países, consiguiendo de esta forma la protección de sus bienes culturales y el evitar su comercio ilegal. Ya existen acuerdos de cooperación con Suiza (país utilizado por muchos comerciantes internacionales para tráfico ilegal de objetos de arte), China, Estados Unidos y recientemente Turquía.
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¿Cómo se gestionan los fondos para los supervivientes del Holocausto?

La relación entre la Jewish Claims Conference y Berlín ha estado plagada de altibajos

La última reunión entre las víctimas del Holocausto representadas por la Jewish Claims Conference (JCC) y el Gobierno alemán resolvió, sin mayores dificultades, un aumento en las indemnizaciones alemanas a los judíos supervivientes del nazismo. La JCC, con sede en Nueva York, surgió en 1951 para facilitar la relación entre los judíos y la Alemania ocupada por las potencias aliadas occidentales.

Ante la enorme complicación de atender las reclamaciones de millones de afectados por la persecución y por los planes genocidas de Adolf Hitler, el Gobierno del democristiano Konrad Adenauer (CDU) buscaba un interlocutor único con quien negociar las reparaciones.

Poco después de que Adenauer declarara en el Bundestag su voluntad de compensar a los supervivientes del Holocausto, el presidente del Consejo Judío Mundial Nahum Goldmann convocó en Nueva York a más de 20 organizaciones de víctimas. Allí fundaron la JCC, que acaba de conseguir que Alemania amplíe los fondos para atender en su propio domicilio a los supervivientes del Holocausto enfermos o dependientes.

Serán 772 millones entre 2014 y 2017.

La relación entre la JCC y el Gobierno alemán siempre fue acompañada de una notable discreción por ambas partes.

Desde 1952 y según fuentes de la Diplomacia alemana, Bonn y Berlín han transferido a la JCC unos 57.000 millones de euros para las víctimas de su período más oscuro. El dinero sirve para pagar pensiones vitalicias de 300 euros mensuales a los que pasaron más de tres meses en un campo de concentración nazi o en uno de los guetos cerrados, como el de Varsovia.

También tienen derecho a la pensión los que vivieron seis meses escondidos o con identidad falsa. Los que tuvieron que escapar por la persecución o sufrieron otras formas de intimidación pueden percibir 2.556 euros en un solo pago. La JCC ha funcionado durante décadas como una suerte de ONG veterana que celebra reuniones periódicas con Berlín para presentar sus necesidades.

El historiador de la Universidad de Bochum Constantin Goschler recuerda que “hubo tiempos en los que las negociaciones eran tensas”. Tras una primera fase tutelada por los Aliados, la JCC y el Gobierno superaron sus diferencias estableciendo unas “reglas del juego” a mediados de los sesenta.

A primeros de los 80 se pensó que la JCC se iba a disolver paulatinamente, porque su tarea parecía cumplida.

Pero la caída del Muro de Berlín y la Unificación de Alemania abrieron un nuevo frente de negociación. Las víctimas podían reclamar las posesiones robadas por los nazis en ciudades orientales.

Muchos supervivientes lo hicieron, pero se generó una polémica sobre los bienes de los asesinados. ¿Pertenecían a sus herederos o a la comunidad judía representada por la JCC? Los que no presentaron sus reclamaciones antes del 31 de diciembre de 1992 vieron como la JCC se quedaba con terrenos o viviendas de sus parientes muertos.
Un jurado de Nueva York declaró culpables a tres antiguos directivos de la organización por una estafa de 44 millones​

Otro asunto polémico es la corrupción en el seno de la JCC. Un jurado de Nueva York declaró culpables hace un par de semanas a tres antiguos directivos de la organización por una monumental estafa de 44 millones de euros mediante reclamaciones fraudulentas de falsas víctimas. Aunque es dinero alemán, el caso encontró poco eco aquí.

El profesor Goschler ve dos causas: primero, las precauciones obvias que toman los alemanes para hablar de judíos y dinero. Segundo, porque a Alemania le conviene que la JCC administre las indemnizaciones.

A cambio de mostrarse generosos con la JCC, las autoridades alemanas se ahorran el engorro de comprobar cada reclamación y denegar las que sean injustificadas.
http://internacional.elpais.com/internacional/2013/06/02/actualidad/1370184360_309466.html
 

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Nazis usaban metanfetaminas para aumentar su resistencia


Era un mecanismo para combatir el cansancio de las tropas durante la Segunda Guerra Mundial. Adolf Hitler se habría inyectado ese fármaco durante 3 años





De acuerdo con el semanario alemán Del Spiegel, los nazis combatieron el agotamiento de sus soldados por los combates de la Segunda Guerra Mundial consustancias adictivas que incluyen una forma de metanfetamina.

El descubrimiento surge de las cartas enviadas por soldados como Heinrich Boll, un famoso escritor y premio Nobel de Literatura, en las que, por ejemplo, solicitaba a sus padres que le enviaran un medicamento llamado Pervitin para “mantenerse alerta”. Según Der Spiegel, el Pervitin era una forma primitiva de la metanfetamina.

Después de la popularización del fármaco, un oficial habría llevado al frente lo que ofreció como “píldora milagrosa”, que al poco tiempo fue furor entre los soldados.

Sin embargo, lejos de ser milagrosa, la metanfetamina genera, inicialmente, en sus consumidores, un intenso aumento de energía que con el paso del tiempo es cada vez más difícil de conseguir. En el proceso, la droga causa verdaderos estragos en el cerebro, generando ansiedad, confusión, insomnio, alteraciones del estado de ánimo, conductas violentas, paranoia, alucinaciones visuales y auditivas e incluso delirio.

El mismo semanario alemán, en un informe de 2005, sugiere que hubo oposición por parte de médicos alemanes al suministro de este medicamento y que el ministro de Salud del Reich, Leonardo Conti, trató de restringir el uso de Pervitin, pero sus intentos no tuvieron éxito.

A su vez, el mismo medio asegura que el mismo Adolf Hitler se aplicó diariamente inyecciones de metanfetamina desde 1942 hasta 1945, el año de su muerte.
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Sebastian

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Lebensborn: el programa nazi que secuestró a miles de niños eslavos
10 de junio de 2013 Yekaterina Turysheva, Rusia Hoy
De 1941 a 1944, según el programa Lebensborn los nazis se llevaron a cientos de miles de niños de la Unión Soviética, de Serbia, de la República Checa y de Polonia, para convertirlos en 'verdaderos arios'. Todavía se encuentran oficialmente en proceso de búsqueda, aunque hace tiempo que nadie se ocupa de ella.


Munumento en honor a los niños que fueron sometidos al programa 'Lebensborn'. Fuente: AFP
En 1935, en la Alemania nazi empezó a funcionar el programa Lebensborn ('fuente de vida', en alemán). Su fundador y principal ideólogo fue Heinrich Himmler, comandante en jefe de las SS y uno de los colaboradores más cercanos de Hitler.

De acuerdo con los dictados de las SS, los padres de los niños que en el futuro debían gobernar el mundo tenían que ser descendientes de arios, es decir, rubios y de ojos azules. El niño nacido de tal unión debía tener esas características raciales, esa era la noción que la élite nazi tenía sobre el ideal de hombre del futuro.

El precursor del proyecto Lebensborn fue la organización 'Madre e Hijo', creada en 1934 y que daba la oportunidad a las madres solteras de dar a luz a los niños en centros de acogida, después de lo cual el Estado se hacía cargo del cuidado de ambos. 'Madre e Hijo fue' uno de los eslabones de la política demográfica oficial nazi destinada a reducir el número de abortos y un aumento del número de futuros soldados del Reich.


A los niños que no tenían aspecto ario les esperaba la muerte en la cámara de gas. Su número, según cálculos aproximados, comprendía alrededor del 80% por ciento de todos los niños evacuados.

Las mujeres más adecuadas para los 'futuros gobernantes del mundo', además de las alemanas eran procedentes de los países escandinavos. Entre ellas se daba preferencia a las noruegas, con el argumento de que los descendientes de los antiguos vikingos correspondían aproximadamente a la pura sangre aria y también podían proporcionar al Führer ciudadanos ejemplares.

Pero, como incluso los noruegos no conseguían 'aumentar la raza aria' al ritmo necesario, con el estallido de la Segunda Guerra Mundial, se propuso ampliar el alcance del programa.

Se observó que en los estados eslavos ocupados, había muchas rubias jóvenes, que podían ser llevadas a Alemania y ser educadas en el 'espíritu ario'. Así empezaron a seleccionar a niños con un aspecto parecido al de la supuesta raza superior para llevarlos a los territorios ocupados. A sus padres a menudo los mataban, y los bebés los entregaban a los centros especiales de acogida alemanes.

Las primeras víctimas del programa Lebensborn entre los eslavos fueron los niños polacos, ya que Himmler y sus subordinados trataron de 'germanizar' Polonia y destruir por completo la identidad nacional polaca. Según datos de Varsovia, en los años de guerra fueron desplazados por la fuerza entre 150.000 y 200.000 niños polacos.

A los niños de "apariencia nórdica" de los países eslavos (Serbia, República Checa, Polonia y la URSS) los llevaron a un campo de concentración infantil en Lodz, Polonia, con capacidad para hasta 20.000 personas. A la labor se unieron los médicos y el personal experto que determinarían el 'valor racial' de cada niño: tenían que corresponder a la 'raza superior' por el color de los ojos y el cabello, la forma del cráneo, la estatura, y también disfrutar de una buena salud.

Los niños 'aprobados', con edades de entre dos meses a seis años, eran enviados a los refugios de distribución donde se les sometía a un programa de 'germanización inicial': falsificaron completamente sus documentos, que indicaban que eran 'huérfanos cuyos padres habían muerto por Hitler y por la gran Alemania', y les dieron nuevos nombres, alemanes evidentemente.

Luego les enseñaban la lengua, y si se les escapaba cualquier palabra en el idioma nativo los golpeaban sin piedad. De esta manera los niños desarrollaban un reflejo condicionado: solo debían hablar alemán, de esa manera no los golpearían. En este caso, eran bien cuidados, alimentados y vigilaban su salud constantemente al tiempo que les recalcaban: "Esto lo hacemos porque tú has sido elegido como representante de la raza aria".

Por regla general, la 'germanización' llevaba unos tres o cuatro meses, después de lo cual entregaban al niño a una familia de acogida, y se mantenía en secreto el origen eslavo del acogido.

Y como en un principio el Lebensborn fue creado como una red de centros de acogida para los niños alemanes ilegítimos, los padres adoptivos estaban seguros de que adoptaban un bebé de 'raza aria'. Los inspectores de las SS y los médicos del Lebensborn visitaban regularmente los hogares de acogida y las condiciones de control y la crianza de los niños en el 'espíritu ario'.

Después de la victoria aliada en 1945, cientos de miles de niños eslavos quedaron en esa zona de Alemania, donde entraron las tropas estadounidenses.
Entonces, cayó en manos de los estadounidenses una pequeña parte del archivo Lebensborn. Más tarde, en 1947, investigadores del Ejército de EE UU llevaron a cabo interrogatorios a los niños traídos de los países eslavos por las SS, con el fin de averiguar si querían volver a casa o no.

Pero los niños más pequeños no recordaban el pasado, habían olvidado su lengua materna, se consideraban realmente alemanes y tenían miedo de separarse de sus padres adoptivos. Por su parte, los niños algo mayores eran literalmente zombis de la 'germanización': el Lebensborn les había inculcado para siempre la idea de que ser ario significaba la felicidad.

Como resultado, los aliados dieron por terminada rápidamente su investigación, y tan sólo el 2-3% de los niños 'transformados' egresó a su casa.
El director del Lebensborn, el jefe de regimiento de las SS, Max Zollman, fue llevado ante el tribunal de Nüremberg en 1947 y recibió una sentencia inferior a tres años de cárcel "por haber sido miembro de las SS".

Zollman fue capaz de demostrar a la corte que el Lebensborn era una organización de caridad que no secuestró en absoluto a niños, y "los salvó de los horrores de la guerra."

Hoy en Alemania, hay cientos de miles de niños descendientes de los niños eslavos evacuados en la guerra. Desconocer sus orígenes y es poco probable que lleguen a saberlo.
http://rusiahoy.com/cultura/2013/06...secuestro_a_miles_de_ninos_eslavos_28735.html
 

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Hallan en EE UU el diario desaparecido del ideológo nazi Alfred Rosenberg

Washington recupera cuatrocientas páginas del diario de uno de los confidentes de Hitler

El documento cuenta con datos sobre el Holocausto y detalles de la ocupación de la URSS

"La documentación es de enorme importancia", según el Museo del Holocausto.


El Gobierno de Estados Unidos ha recuperado 400 páginas de un diario, desaparecido durante muchos años, de Alfred Rosenberg, confidente de Adolf Hitler que jugó un importante papel en el exterminio de millones de judíos durante la Segunda Guerra Mundial.
Una evaluación peliminar llevada a cabo por el Gobierno estadounidense y revisada por Reuters afirma que el diario podría contener información acerca de reuniones que Rosenberg mantuvo con Hitler y otros líderes nazis, como Heinrich Himmler y Hermann Göring. El diario desvela algunos detalles sobre la ocupación alemana de la Unión Soviética, y cuenta con datos sobre planes de asesinatos masivos a judíos y a otros habitantes de Europa del Este.
"La documentación es de enorme importancia para el estudio de la etapa nazi y la historia del Holocausto", según la valoración elaborada por el Museo del Holocausto de los Estados Unidos, situado en Washington. "El análisis superficial del contenido del diario indica que este material puede arrojar una nueva luz sobre temas importantes relacionados con la política del Tercer Reich. El diario, que servirá como gran fuente de información para historiadores, puede complementar e incluso en parte contradecir la documentación conocida hasta ahora", señala el informe del Museo.
Sin embargo, todavía no está claro cómo estos escritos podrían desmentir todo lo que los historiadores han considerado real hasta ahora. Estados Unidos ha advertido que los análisis realizados por el museo son todavía preliminares, y que todavía no se pueden mostrar más detalles.
Según el informe del museo, los escritos de Rosenberg incluyen detalles importantes sobre la tensión dentro de las filas de los altos mandos alemanes y en particular, sobre la crisis causada por el vuelo de Rudolf Hess a Reino Unido en 1941 y el saqueo de arte judío por toda Europa. Los textos, escritos por Rosenberg en diferentes tipos de papel, dan detalles sobre la actividad del oficial nazi desde la primavera de 1936 hasta el invierno de 1944.
La recuperación del diario será anunciada esta semana en una rueda de prensa en Delaware, a la que acudirán trabajadores del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos, del departamento de Justicia y del Museo del Holocausto.
Ideólogo del nazismo

Rosenberg fue uno de los primeros y más poderosos ideólogos del nazismo, en especial en temas raciales. Dirigió el departamento de Asuntos Exteriores del partido nazi y fue editor del periódico del partido. También dirigió el procedimiento de saqueo sistemático de arte judío por toda Europa, a través de un grupo de trabajo llamado 'Imperio Rosenberg'. Muchas de sus notas a Hitler fueron citadas como pruebas durante los juicios de Nuremberg tras la guerra, donde fue condenado por crímenes contra la humanidad y ejecutado, en 1946, junto a una docena de oficiales nazis. Su diario desapareció después de haberse utilizado como prueba durante los juicios. Uno de los fiscales de Nuremberg, Robert Kempner, fue señalado por los Estados Unidos como sospechoso de traficar con el material.
Kempner, alemán de nacimiento, había volado a Estados Unidos durante los años treinta para escapar del nazismo, y no volvió hasta que se dieron por finalizados los juicios después de la guerra. A él se le atribuye el haber ayudado a revelar la existencia del Protocolo Wansee, una reunión que tuvo lugar en 1942 en la que diferentes oficiales coordinaron el genocidio contra los judíos, a lo que denominaron "Solución final".
Robert Kempner citó algunos extractos del diario de Rosenberg en sus memorias, y en 1956 un historiador alemán publicó algunas entradas de entre 1939 y 1940, pero la mayor parte del diario nunca apareció.
Cuando Kempner murió en 1993, sus papeles fueron objeto de una década de disputas legales entre sus hijos, su exsecretario, un contratista local de eliminación de residuos y el Museo del Holocausto. Los hijos accedieron a donar los papeles de su padre al Museo, pero cuando oficiales de Estados Unidos fueron a recuperarlos de su casa en 1999, descubrieron que miles de páginas estaban desaparecidas. El FBI abrió una investigación criminal sobre los documentos perdidos, pero a pesar de ello, no se presentó ningún cargo en el caso.
El Museo del Holocausto ha conseguido recuperar más de 150,000 documentos, incluyendo un hallazgo en manos del exsecretario de Kempner, quien entonces se había mudado a la casa de Nueva York de un académico llamado Herbert Richardson. El diario de Rosenberg, sin embargo, seguía desaparecido.
A inicios de este año, el Museo del Holocausto y un agente de Investigación y Seguridad Nacional intentaron localizar las páginas del diario perdido. El seguimiento del diario les llevó hasta Richardson, quien se niega a hacer comentarios. Un funcionario del Gobierno afirmó que se darán más detalles en la rueda de prensa.
ELPAIS.ES
 
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