Notas en los medios sobre Nazismo

Sebastian

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Ché "shandórr", por qué hablás sobre el régimen nazi y el imperio alemán como si todo ello estuviera vigente? Por qué los criminales siempre son los alemanes que gobernaron Alemania entre 1933/1945 y no lo son los gobiernos del estadodesirraél que asesinan niñitos palestinos, tejen intrigas entre cristianos y mahometanos en líbano para luego "intervenir" en la Patria de San Marón?
Sera porque ordenaron la "solución final".
Por qué hablan del diario de "Anne Frank" para cargar tintas sobre los crímenes nunca probados de los nazi a sabiendas que su "diario" es una obra literaria encargada por papá Frank a un judío neoyorkino quien le ganó un juicio por no haberle pagado ese trabajo?
¿Que crimenes nuca se probaron?
El denominado Diario de Ana Frank es el punto más sensible de lo que constituye una auténtica “industria de la lástima”, que gira en torno del mito del “holocausto”. El contraste de la imagen inocente e infantil de la protagonista, frente a sus intrínsecamente perversos captores, ha convertido a esta obra no sólo en un best-seller mundial (con innumerables ediciones, traducciones, teatralizaciones y adaptaciones cinematográficas), sino además en otro muro de los lamentos, donde toda refutación sobre la veracidad del “holocausto” es respondida con una bien estudiada campaña de histeria y sensiblería.
Con respecto al diarío de Anna Frank, hay varias versiones, entre ellas la que has citado.
 

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26/06/1942 - en Veracruz (México) el submarino alemán nazi U-129 hunde al petrolero mexicano Túxpam; mueren 4 marinos mexicanos
 

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Aseguran que Holliwod colaboro con los nazis



AREA X (Especial para Urgente24) -La participación de empresarios de origen judío en el ascenso del nazismo es un tema tabú que no suele reconocerse en el ámbito de los medios de comunicación. Lo cierto es que hubo cierta participación de parte del empresariado judío en el mundo en diferentes actividades relacionadas con el ascenso de Hitler al poder en Alemania. El argumento más sostenido para justificar esta posición tiene que ver con negocios, fundamentalmente, aunque también se sabe que el sionismo temía el avance del comunismo en Alemania y vió en un primer momento que el nacional socialismo de Adolf Hitler podía resultar una opción para contener el avance rojo.
Según publica el periódico ‘The Times’, las principales empresas de Hollywood colaboraron con el régimen nazi antes de la Segunda Guerra Mundial. Así lo afirma un nuevo artículo científico, titulado ‘Colaboración: El pacto de Hollywood con Hitler’, escrito por el australiano Ben Urvand, de la Universidad de Harvard, que estudió documentos de archivos de Berlín y Washington.
Según el artículo, en los años anteriores a la guerra los estudios de Hollywood hacían concesiones al régimen nazi con el fin de mantener el acceso al mercado alemán. Desde 1933, los jefes de los estudios, la mayoría de los cuales, según revela el estudio, eran inmigrantes judíos de Europa del Este, llevaron a cabo conversaciones directas con representantes de Adolf Hitler.
De acuerdo con el periódico, en el pasado ya se había informado acerca de la relación de Hollywood con los nazis, pero los datos encontrados por Urvand ofrecen nuevos detalles. Así, por ejemplo, en los Archivos Nacionales de Washington el experto descubrió un documento que permitía a la Metro-Goldwyn-Mayer la exportación de capitales, ya que la empresa financiaba la producción de armamento alemán.
Las mayores compañías de cine de USA también eliminaron personajes judíos de sus películas y contribuyeron a difundir propaganda sobre ciertos principios de sus colaboradores.
Asimismo, Urvand encontró una carta que la rama alemana de la compañía Twentieth Century Fox mandó a la administración de Hitler para preguntar si el entonces líder de Alemania quería expresar su opinión sobre las películas estadounidenses.
Urvanda ya ha sido criticado por utilizar el término ‘colaboración’, publica el diario. Sin embargo, el autor del artículo científico asegura que esa es la palabra que se menciona en la correspondencia entre los representantes de Hollywood y el Gobierno alemán.
Discusión sobre la “colaboración”
En la síntesis que subió a su sitio web, la Editorial de Harvard aclara que el polémico sustantivo remite a su equivalente alemán ‘Zusammenarbeit’ (cuya traducción literal es “trabajo conjunto”). En una conversación telefónica que mantuvo con el New York Times, y que el periódico transcribió en este artículo publicado ayer miércoles, el propio Urwand explica que la palabra ‘collaboration’ y su homóloga germana “aparecen repetidamente en los documentos elaborados por ambas partes”.
Según la autora de la nota Jennifer Schuessler, su interlocutor “se eriza ante la sugerencia de que Hollywood presenta mejores antecedentes antinazis que otras grandes industrias norteamericanas, sin mencionar al Departamento de Estado que de manera sistemática bloqueó los esfuerzos por expedir visas a judíos refugiados”. Si bien reconoce que “el desempeño del Departamento de Estado fue atroz”, el entrevistado también señala que este brazo del Poder Ejecutivo norteamericano “no financió la fabricación nazi de armamento ni distribuyó propaganda cinematográfica filonazi en Alemania, ni asistió a reuniones con oficiales nazis para pactar acuerdos secretos”. Enseguida Urwand vuelve a defender el uso del sustantivo ’colaboración’: “era lo que hacían los estudios; ellos mismos lo describían así”.
La Editorial de Harvard también anticipa que el libro gira en torno a la figura misma de Adolf Hitler, que estaba obsesionado con el cine por reconocerle una gran capacidad persuasiva. La síntesis cuenta que “en diciembre 1930, el Partido Nacional-Socialista boicoteó el estreno berlinés de Sin novedad en el frente, lo cual desencadenó una serie de decisiones y eventos desafortunados. Temerosos de perder acceso al mercado alemán, Hollywood empezó a ceder a las exigencias del gobierno de ese país, y cuando Hitler asumió el poder en enero de 1933, los estudios -en su mayoría dirigidos por empresarios judíos- empezaron a tratar directamente con los voceros del Führer“.
Según esta misma información promocional, Urwand demuestra que el vínculo se prolongó durante toda la década del ’30. Al parecer, los representantes de los estudios se encontraban regularmente en Los Ángeles con el cónsul alemán Georg Gyssling y editaban o cancelaban películas según solicitaba el funcionario. Paramount y Fox invertían las ganancias extraídas del mercado germano en la filmación de noticieros pro-nazis, mientras la Metro Goldwyn Mayer financiaba la fabricación teutona de armamento.
En su nota del NYT, Schuessler asegura que el revisionismo de Urwand alcanza incluso a Jack Warner, a quien Groucho Marx elogió por llevar adelante “el único estudio con algo de coraje” tras asistir al estreno de Confesiones de un espía nazi en 1939. Asimismo la periodista revela que, siempre según el libro anunciado, en junio de ese mismo año MGM invitó a diez editores de diarios nazis a un “tour de buena voluntad” por los estudios de Los Ángeles.
El artículo periodístico también transcribe la opinión de quienes relativizan el gran aporte que supone La colaboración. Por ejemplo el historiador Thomas Doherty de la Universidad de Brandeis advierte que muchas películas de esa época contenían algún subtexto antinazi que el público sabía reconocer.
En la Universidad de Carolina del Sur, Steven J. Ross está redactando un libro sobre la historia -”muy poco conocida”- de una extensa red de espionaje antinazi que comenzó a operar en Los Ángeles en 1934, y que habría sido financiada por los mismos estudios complacientes con los oficiales nazis. “Los magnates que fueron castigados por privilegiar los negocios por encima de la identidad y lealtad judías en realidad estaban trabajando de manera encubierta para salvar judíos” asegura este otro académico.
Dos semanas antes de que el New York Times publicara el artículo de Schuessler, Tablet Magazine comentó (aquí) el libro de Urwand. Concebida en USA para difundir noticias, ideas y la cultura judías, esta revista online no dismula su admiración por la obra del joven académico.
El autor de la nota, David Mikics, sostiene que “a medida que uno avanza en la lectura entiende con consternación que ‘colaboración” es la única palabra capaz de describir la relación entre Hitler y Hollywood en los años ’30″. Como su colega del NYT, este periodista también reconoce que el tema no es nuevo pero destaca que los otros historiadores (cita a Doherty y a su libro Hollywood and Hitler, 1933-1939) “no tuvieron acceso a los documentos que Urwand sí pudo consultar” y por lo tanto no pudieron abordar el grado de connivencia entre el régimen nazi y los ejecutivos hollywoodenses.
“Como la mayoría de los predecesores de Urwand -explica Mikics- Doherty avala el autorretrato de Jack Warner como un ferviente antinazi que rompió su vínculo comercial con Alemania en repudio al maltrato que allí sufrían los ciudadanos judíos. Pero tal como alega Urwand, no fue Warner quien rechazó a los nazis, sino al revés: de hecho, Hitler interrumpió relaciones con la Warner Bros después de que el estudio fallara a la hora de realizar los cortes solicitados por el cónsul Gyssling a la película Captured!, ambientada en tiempos de la Primera Guerra Mundial. En 1934, la Warner Bros fue echada de Berlín, y el resto de los estudios abandonaron la ciudad por miedo”.
A continuación, estas son las revelaciones de Tablet Magazine sobre el contenido de La colaboración:
- Las distribuidoras de Hollywood debieron negociar la situación laboral de los empleados judíos que se desempeñaban en sus sucursales alemanas: terminaron echando a una mitad a cambio de conservar la otra. En 1936, los judíos alemanes que trabajaban para la industria cinematográfica norteamericana fueron forzados a abandonar el país. Esto no disminuyó el entusiasmo de los estudios por mantener acuerdos redituables con Hitler.
- Los estudios hollywoodenses exportaban anualmente unas cuantas docenas de sus películas a la Alemania de los años ’30, y a menudo les iba muy bien con la taquilla germana. Las películas que más gustaban a los nazis eran aquéllas que proclamaban la necesidad de un líder fuerte.
- El Hollywood de los años ’30 difícilmente haría una película que reivindicara la democracia en detrimento del fascismo, dada la presión de Alemania de Hitler, cuyo mercado lucrativo nadie quería resignar. En 1936, MGM tuvo la intención de adaptar una novela de Sinclair Lewis sobre un imaginario golpe de Estado fascista en los Estados Unidos: It can’t happen here o No puede suceder aquí. Cuando Louis B. Mayer canceló el proyecto apenas iniciada la producción, los nazis le anunciaron su satisfacción.
- Mientras los judíos eran sistemáticamente excluídos de la vida social en Alemania, la 20th Century Fox estrenó en 1934 The house of Rothschild. La película giraba en torno a una familia judía cuya cabeza -el codicioso y vil patriarca Mayer Rothschild- se las arreglaba para controlar las finanzas de Europa e incluso llegaba a influir en decisiones gubernamentales relativas a la guerra y la paz en el viejo continente. Es un film que los nazis habrían podido encargar. De hecho, el largometraje les gustó tanto que incorporaron una escena a la antisemita por excelencia Der ewige Jude, de producción propia.
- En 1937, Jack Warner habría acordado con el cónsul Gyssling que ningún personaje pronunciaría la palabra “judío” en La vida de Emile Zola, biopic que recrea parte del caso Dreyfus. La Warner Bros también le aseguró al funcionario que Alfred Dreyfus apenas aparecería en el film. Incluso los estudios firmaban “Heil Hitler!” en algunos de sus comunicados a Berlín.
- Hollywood se mantuvo indiferente a la persecución de judíos incluso durante la guerra y aún cuando los estudios ya habían abandonado Alemania (MGM y Paramount habían permanecido hasta 1940). A pesar de los esfuerzos del guionista Ben Hecht para concientizar sobre el Holocausto mientras estaba sucediendo, sólo hubo una referencia en el cine hollywoodense en tiempos de guerra: una sequencia de cinco minutos en el drama de 1944 None shall escape, donde los nazis disparan contra un grupo de prisoneros judíos que se resisten a subir a un tren para ser deportados.
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Primera lista completa de los libros y autores prohibidos por Hitler
La lista de libros que más tarde arderían en todas las plazas de Alemania, se elaboró de forma confidencial entre 1938 y 1941, contenía títulos de autores judíos, pacifistas y extranjeros.

La lista completa de autores y libros calificados por el régimen del Tercer Reich como "nocivos e indeseables para el espíritu germano" ha dejado de ser un secreto, como el Nacionalismo planeó, para hacerse pública por primera vez.
La lista completa de autores y libros calificados por el régimen del Tercer Reich como "nocivos e indeseables para el espíritu germano" ha dejado de ser un secreto, como el Nacionalismo planeó, para hacerse pública por primera vez.
La quema de libros por parte de los nazis marcó el inicio de la censura y de la persecución cultural del régimen.
Miles de personas acudieron en masa a estos actos, en los que participaron profesores y miembros de las SS y que son recordados en Alemania como la barbarie cultural que antecedió al holocausto.
La lista de libros que más tarde arderían en las plazas de Alemania, que se elaboró de forma confidencial entre 1938 y 1941, contenía títulos de autores judíos, pacifistas y extranjeros.
Con el deseo de salvar del olvido a estos autores desterrados y perseguidos por el nazismo, un ciudadano berlinés, Wolfgang Both, comenzó en 2008 la investigación para reunir todos los títulos prohibidos en una gran lista que pudiera ser consultada por los ciudadanos.

Los datos se encuentran en la web www.berlin.de que, además de ofrecer la posibilidad de realizar la búsqueda tanto por título como por autor, contiene breves explicaciones sobre cada una de las obras.
La publicación de esta lista se realiza en el marco de los actos organizados este año bajo el lema "Diversidad Destruida" para rememorar el 80 aniversario de la llegada de Hitler al poder y el 75 aniversario de la llamada "Noche de los Cristales Rotos", la jornada que marcó el inició de la persecución abierta de los judíos.
el pais
 

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¿Colaboró Hollywood con Hitler?
La lista de instituciones y sectores a los que se ha acusado de encubrir sus vínculos con el Tercer Reich es larga e incluye a varios gobiernos, al Vaticano, bancos suizos y corporaciones estadounidenses, como IBM, General Motors y DuPont.

Ahora, un joven historiador quiere agregar un nombre más glamoroso a esa nómina: Hollywood. En The Collaboration: Hollywood`s Pact With Hitler, Ben Urwand recurre a una riqueza de documentos no citados anteriormente para argumentar que los estudios de Hollywood, en un esfuerzo por proteger al mercado alemán para sus películas, no sólo consintieron en la censura nazi, sino también cooperaron activa y entusiastamente con el esfuerzo propagandístico mundial de ese régimen.
En los 1930, "Hollywood no sólo colabora con la Alemania nazi", afirma Urwand. "También está colaborando con Adolfo Hitler, la persona y el ser humano".
Han sido pocos los eruditos que han visto el libro de Urwand, que publicará Harvard University Press en octubre. Sin embargo, su investigación, resumida en junio en la revista en internet Tablet ya está creando conmoción.
Reacciones.

"Creo que lo que este tipo encontró podría ser un gran éxito", señaló Deborah Lipstadt, historiadora del Holocausto en la Universidad Emory. "Estoy muy ansiosa por ver el libro. Encontré impresionante la audacia de la historia que al parecer trata de contar".
Otros académicos familiarizados con el período, no obstante, cuestionan tanto las aseveraciones de originalidad como su inclinación insistentemente oscura, empezando por el título.

"La palabra `colaboración` en este contexto es una calumnia", expuso Thomas P. Doherty, un historiador en la Universidad de Brandeis y autor del libro reciente Hollywood and Hitler: 1933-1939, que cubre parte de las mismas bases. "Usas esa palabra para describir al gobierno de Vichy. Louis B. Mayer era un avaro, pero no es el equivalente moral de Vidkun Quisling".
Los historiadores de cine han sabido de tiempo atrás que el gobierno alemán se entrometía en la industria cinematográfica durante la llamada época de oro de Hollywood, y la prensa estadounidense de ese entonces hizo la crónica de esa actividad. ("El largo brazo de Hitler se extiende hasta los estudios de Hollywood", decía un titular de Newsweek de 1937.)
Urwand, de 35 años, ofrece, la posición más aguda de todas, recurriendo a materiales de archivos alemanes y estadounidenses para argumentar que la relación entre Hollywood y el Tercer Reich era mucho más profunda, y duró mucho más de lo que ningún académico ha indicado hasta ahora.
Página tras página, muestra a los jefes de los estudios, muchos de ellos inmigrantes judíos, editando escena por escena a conveniencia de los funcionarios nazis; produciendo material que podría reutilizarse sin dificultades para las cintas de propaganda nazi, y, según un documento, ayudando a financiar la manufactura de armamento alemán.
Hasta Jack Warner, a quien elogiara Groucho Marx por dirigir "el único estudio con agallas" después de haberle dado luz verde a la película Confesiones de un espía nazi en 1939, es objeto de un golpe revisionista.
Fue Warner quien personalmente ordenó que se quitara la palabra "judío" de todos los diálogos en la película de 1937, La vida de Emilio Zola, escribe Urwand, y su estudio fue el primero en invitar a funcionarios nazis a sus oficinas en Los Angeles para que vieran las películas y sugirieran cortes.
"Existe todo un mito en cuanto a que en Warner Brothers se hizo una cruzada contra el fascismo", dijo, "pero fueron los primeros en tratar de apaciguar a los nazis en 1933".
Urwand, un académico nacido en Australia, cuyos abuelos maternos eran judíos húngaros y pasaron los años de la guerra escondidos, dijo que su proyecto comenzó en 2004, cuando estudiaba la licenciatura en la Universidad de California, Berkeley. Se topó con una entrevista con el guionista Budd Schulbert en la que menciona vagamente que Louis B. Mayer solía reunirse con un cónsul alemán en Los Angeles para discutir los cortes a las películas de su estudio. Oliendo un tema para su tesis, empezó a indagar por todas partes.
Evidencias.

En los archivos estatales en Berlín, Urwand encontró una carta de enero de 1938 de la rama alemana de la 20th Century Fox en la que se pregunta si Hitler compartiría sus opiniones sobre las películas estadounidenses, firmada: "Heil Hitler!".
Siguieron otros descubrimientos, incluidas notas de asistentes de Hitler en las que están registradas sus reacciones a películas que veía cada noche (le encantaban Laurel y Hardy, pero odiaba a Tarzán). También descubrió registros detallados de las visitas regulares a los estudios que hicieron funcionarios alemanes, incluido Georg Gyssling, el cónsul especial asignado para monitorear a Hollywood, quien veía las películas, dictaba solicitudes de cortes escena por escena y participaba en extraños debates.
Historiadores anteriores escribieron sobre la batalla por The Mad Dog of Europe, una película antinazi, planeada en 1933, a la que se opusieron algunos organismos judíos porque avivaría el antisemitismo. Sin embargo, Urwand, quien descubrió el único guión conocido, argumenta que a los estudios sólo les preocupaba proteger su negocio con Alemania.
"La colaboración" de Hollywood, argumenta Urwand, empezó en 1930, cuando Carl Laemmle Jr., de los estudios Universal, estuvo de acuerdo en hacer cortes significativos a Sin novedad en el frente después de los disturbios provocados por el partido nazi, que estaba en ascenso en Alemania.
Hay más de una campana

El trabajo de Ben Urwand está generando ya controversias. Académicos como Doherty, de Brandeis, señalan que muchas películas de la época contenían velados elementos antinazis. Y Steven J. Ross, catedrático de historia en la Universidad del Sur de California, trabaja en un libro en el que detalla la poco conocida historia de una extensa red de espionaje antinazi que comenzó a funcionar en Los Angeles en 1934, financiada por los propios magnates de Hollywood.
Ubicando los hechos en el correspondiente contexto

Guillermo Zapiola
Las afirmaciones de Ben Urwand en su trabajo sobre Hollywood y el nazismo requieren de algún contexto. No hay dudas de que los magnates de Hollywood trataron de no incomodar al régimen nazi en los años 30: Alemania era un mercado importante. Pero también trataron de aplacar primero a la República Española (Paramount arriesgaba un boicot por difundir Capricho español de von Sternberg), y a Franco luego (nunca se supo quiénes eran los villanos en Por quién doblan las campanas). Y durante la II Guerra Mundial, Stalin fue un buen tipo en el cine norteamericano (ver Misión en Moscú, La estrella del norte o Sombras en la nieve) aunque se volvió malo después. Hoy están haciendo películas que apuntan al mercado chino. El dólar no es rojo ni pardo. Es verde.
CON Y CONTRA LA ESVÁSTICA

Sin novedad en el frente

La versión cinematográfica dirigida por Lewis Milestone en 1930 sobre la novela de Erich Maria Remarque, molestó a los partidarios de Hitler con su mensaje antibélico. Para amortiguar las ofensas y evitar escándalos en los cines alemanes, la empresa Universal aceptó realizar varios cortes al film.
La vida de Emilio Zola

Solamente una vez, y en un documento que se lee en pantalla (no en el diálogo), se dice en esta película de 1937 que el falsamente acusado capitán Alfred Dreyfuss es judío. Warner no quiso incomodar a los nazis, y tampoco a los antisemitas norteamericanos.
Confesiones de un espía nazi

La guerra se aproximaba, y Hollywood comenzó a pintar a los nazis con acentos más claramente perversos. Tras esta película de Litvak de 1939, los Tres Chiflados vapulearon a Hitler en persona en uno de sus cortos, y seis meses después Chaplin hizo El gran dictador. Luego vino un aluvión antinazi.
el pais.es
 

Leutnant

Colaborador
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Más que una "colaboración" el asunto se centraba en poder hacer entrar las películas en Alemania. Varios de los productores de cíne estadounidenses eran judíos, así que lejos de colaborar con el nazismo, sólo procuraban no perder por completo una audiencia tan vasta como la teutona. La cultura cinematográfica alemana estaba en su auje y realmente eran verdaderos grandes consumidores de la industria.

Colaboración en serio era la del magnate estadounidense de la industria automotríz, Henry Ford (antisemíta hardcore), que donaba TODA la recaudación anual de las ventas de sus automoviles Ford en Alemania. Millónes de dolares, y abiertamente. De hecho, fué condecorado por el Reich a raíz de su harto generosa contribución al NSDAP (directamente al partido nazi).



Henry Ford (centro) siendo galardonado por Fritz Hailer, Consul aleman de Detroit, con la Gran Cruz de la Orden Suprema del Aguila Alemana en 1938.


La cruz en cuestión.

eeeek



Saludos!!!
 

Leutnant

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Por increible que parezca estaban todos metidos hasta las manos. La realeza británica, también financió la campaña de Hitler en los años 30. El mismo rey de Inglaterra adoraba al cábo austriaco por lo que estaba haciendo en Alemania en contra de los comunistas.

Después de inicada la guerra, desde luego, se cortó la simpatía. Sin embargo, pusieron mucha, pero MUCHA plata en Hitler y el partido nazi durante toda la década del 30.



Saludos!!!
 

Leutnant

Colaborador
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Mejor, cuando se entra a indagar te encontrás conque todo el mundo era nazi. Por ahí, te pega porque tenes un auto, o un electrodoméstico, libros de personalidades importantes, lo que uno menos se imagine, y cuando empezas a leér que en esa época fulano era facho, mengano les dió plata... Se te cáen varios idolos. Ni hablar de que mueve a varios que somos hijos y nietos de inmigrantes; sabiendo que tanta gente se las tuvo que tomar en circunstancias realmente penosas, por culpa de estos tarados y el espanto que sobrevino a toda Europa.

Increíble.


Saludos!!!
 

Shandor

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LEUTENANT disiento con vos los Alemanes fueron los unicos que se sacaron la careta, los cinicos como ser EE UU , Inglaterra, Suiza, Australia, etc etc , a estos cada tanto se les cae una sota y nos enteramos de cosas que creiamos que solo los Nazis hacian y ojo que no meto a los Comunistas en esta bolsa, es un tema del que nadie se salva en el primer mundo.
 

Leutnant

Colaborador
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Todo bien, amigazo. Lo que si... No entiendo el porqué de lo que me comentás, ya que opino exactamente igual que vos.
Verás que a lo largo de éste hilo, en especial, he girado en torno a ése cinismo que comentás, en tanto a denuncia del mísmo, pero a la vez nunca dejando de lado las responsabilidades de las comunidades a las que yo mismo formo parte.
Es un tema, por decirlo livianamente... aspero. Al menos, lo considero importante, porque incluso no podémos hablar siquiera de historia argentina de mediados del siglo XX en adelante, sin tener en cuenta el desastre allende el mar y que nos compete a gran parte de la población de nuestro país hoy en día, ya que descendemos de toda esa gente que huyó de aquella guerra apocalíptica.
Fué algo en verdad tremendo y que ha marcado la suerte de muuuucha gente. El tschüss a la vieja patria, con una maleta de cacerolas... La infame "pulenta con pajaritos", también, fué una verdad hasta no hace mucho tiempo en el imaginario colectivo. Hay familias que desaparecieron totalmente, llegaban cartas de personas que ya habian muerto. Algo de una magnitud impresionante.

A ése cinismo de decir: "los malos eran ellos"... Bueno, alemanes, italianos, austriacos, rumanos, hungaros, polacos, daneses, franceses, holandeses, ucranianos, croatas, fineses, belgas, turcos, palestinos, marroquíes, sudafricanos, australianos, neozelandeses, japoneses, birmanos, chinos, ingleses, irlandeses, estadounidenses, rusos... Cayeron muchos defendiendo banderas de odio, imperios, republicas magnánimas o dictaduras que convergieron en el mísmo conflicto funesto. Y de los mismos compatriotas muchos también le dieron la espalda a todo eso, o simplente huyeron a la tragédia que sobrevino.
Hoy en día, ves a los libertadores tirando las culpas a todo el mundo, pero... no se si hay alguien limpio. Un completo desastre de inhumanidad.



Saludos!!!
 

guido-f

Tanista-Derruidista
algo que me molesta cuando lo pienso es la oportunidad que perdio Argentina durante la decada de los 30 con los judios expulsados del reich,se imaginan todos los profesionales que podrian haber venido fisicos,quimicos,profesores universitarios,etc.y luego en la decada de los 40 cuando termina la guerra se deberian aunque sea haber intentado traer a los alemanes etnicos expulsados de europa del este(creo que 15 millones d alemanes etnicos fueron desplazados)tambien profesionales tan importantes en sus paises que se intento impedir que las waffen ss los reclutara.pero bueno son delirios de un locononod
 

Leutnant

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Einstein y Freud, incluso dieron una vuelta por el barrio, antes del desastre. Pero EE.UU. acaparó el refugio de las grandes mentes. Aún así, Argentina le abrió la puerta a todas las comunidades y éso és algo de lo que hay que estar realmente agradecidos. Argentina hiso mucho al recibir a tanta gente que estaba al borde de la desesperación. En mi opinión, créo que es dificil levantar el dedo del reproche contra éste país en particular, con respecto al éxodo de los miles y miles que llegaron con la muerte a cuestas, en la miseria, perseguidos... No fueron pocas las familias que llegaban "de rebote" porque no pudieron desembarcar, siquiera, en otras latitudes (incluso EE.UU).


Saludos!!!
 

guido-f

Tanista-Derruidista
lo se,pero no me refiero a tan tremendos personajes con que vinieran los judios desplazados de las universidades alemanas hubiese sido algo fenomenal,en cuanto alos alemanes etnicos es una lastima ahi se podria haber llevado a cabo el sueño de Sarmiento(y el mio)de poblar Argentina con alemanes una lastima
 

Leutnant

Colaborador
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¿Y el resto no étnico qué somos, leprosos? :p

Mirá... Te apuesto a encontrar un solo pueblo, ciudad, lo que fuere del interior de Buenos Aires, Santa Fé o Córdoba en el que no haya más de la mitad de italianos, alemanes, españoles, francéses, polacos, rusos, sirio-libaneses...

En tanto a lo otro, llegaron varios buenos ingenieros, literatos, doctores... No te créas. Sucede también, que luego éste país, con toda su hermosa locura bipolar, hiso que posteriormente varios se las volvieran a tomar, dado el recurrente sindrome latinoamericano de hacerse a las bananas y moler las democracias con dictaduras salvajes. Y de ésto los del Norte tambien tienen que ver, asi que...


Saludos!!!
 

guido-f

Tanista-Derruidista
si son leprosos arruinaron alemaniaroftlmao la camiseta de la seleccion alemana deberia ser roja y negra:p
a veces me pongo a pensar que pasaria si Argentina fuera menos latina y mas germana,el proyecto de traer a 5 millones de alemanes a poblar las pampas era una muy buena idea lastima que no se pudo
 

Leutnant

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Y... te digo, viviendo en el interior, te aseguro que no hay legua sin un gringo adentro. Personalmente, no conozco absolutamente a NADIE que sea de nombre puramente criollo, o incluso indio, menos que menos.

Pasa que, más allá del número, hay algo que hace que nos patinemos la vida. No se qué és, pero está ahí. Por más que traigas 3 millónes de Elfos de Rivendel... pasa un par de años y te cáe un Kirchner o Menem, y te dejan como lancero de malón... a los gritos y en tarlipes.

No és la gente, no és la religion, no és el color de piel ni el apellido... Hay algo, como un triangulo de las Bermudas del sube y baja.


Saludos!!!
 
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