Noticias de Egipto

La Nacion
Preparan una larga resistencia en Egipto
Miles de manifestantes se atrincheran en la plaza Tahrir; Mubarak se aferra al poder y anuncia aumentos de salarios y pensiones

EL CAIRO.- Decenas de egipcios duermen con frazadas y lonas sobre cartones a los pies de los tanques militares que ocupan la plaza Tahrir, epicentro de la revuelta contra el régimen del presidente egipcio Hosni Mubarak, que se afianza pese a las medidas puestas en marcha por el gobierno.

Los revolucionarios desconfían de la tardía "perestroika" puesta en marcha por el régimen de "el Faraón", que en su cantos tachan de batel (traidor), porque ya muchas otras veces en sus 30 años de gobierno prometió cambios y reformas que después jamás concretó.

En el día 14 de una protesta que no cede pese a que el gobierno se esfuerza por hacer creer que ha vuelto la normalidad a Egipto -algo aún muy lejano-, los manifestantes están cada día más organizados y preparados para una resistencia que podría durar semanas. Y determinados a quedarse en sus trincheras de la plaza Tahrir hasta que no se cumpla su reclamo primero y principal: que Mubarak, de 82 años y que está desde hace tres décadas en el poder, renuncie de inmediato. Para eso, y para mantener viva la protesta, convocaron hoy a otra "marcha del millón".

Cada vez más organizados, con campamentos, seguridad en los ingresos de la plaza, puestos de enfermería y lugares donde se reparte comida, los miles de manifestantes temen que el ejército, que hasta ahora tuvo una actitud bastante extraña, lentamente los vaya arrinconando en un espacio limitado de la plaza Tahrir, el lugar más simbólico de una protesta que hasta ahora dejó más de 300 muertos y 5000 heridos, según las Naciones Unidas.

También hay preocupación entre los cientos de miles de egipcios que protestan desde el 25 de enero por la posibilidad de que el ejército -fuerza clave en esta pulseada- un día los desaloje por la fuerza.

"El ejército es ambiguo: dice que nos protege, que jamás disparará contra su gente, pero el miércoles pasado dejó entrar caballos, camellos y bandas armadas pro Mubarak...", reflexiona ante LA NACION, Ahmed, un estudiante de medicina acostado debajo de un blindado, que refleja la falta de confianza de los activistas ante cualquier tipo de negociación con el gobierno. "Estamos acá, al lado de los tanques, porque queremos que nos protejan y también porque sospechamos que quieren moverse para sacarnos cada vez más el espacio y dejarnos un enclave", agrega.

Difícil calcular cuántos miles de personas quedan en plaza Tahrir. Los números bajan y suben de acuerdo con la hora del día -seguramente ayer a media tarde eran muchos menos que el viernes pasado, "día de la partida", cuando no cabía un alfiler en la plaza-, y se ve gente de todos los estratos sociales, entre los que se destacan muchos barbudos de la Hermandad Musulmana.

Aunque anteayer el vicepresidente, Omar Suleiman, nuevo rostro del poder en Egipto y figura respetada hasta por los manifestantes, abrió una mesa de negociaciones con las fuerzas de la oposición, que incluyó hasta la proscripta Hermandad Musulmana -grupo islámico que representa la mayor fuerza antigubernamental-, la sospecha sobre sus verdaderas intenciones es inmensa. "Nadie le cree al gobierno: lo que fue ofrecido ayer [por anteayer] en una hoja de ruta para hacer cambios es exactamente lo mismo que ofreció el propio Mubarak cuando anunció que no se presentaría a un sexto mandato y que cambiaria la Constitución", explica Ahmed.

Si bien hay frustración por las negociaciones iniciadas entre el gobierno y una oposición que aparece fragmentada y sin líderes fuertes, en la plaza Tahrir la moral sigue en alto. Más allá de que en esta capital ha comenzado a regresar algo de normalidad, con negocios, mercados y bancos nuevamente abiertos después de diez días de parálisis, sigue llegando a la plaza gente con banderas, eufórica porque es consciente de que ha logrado en 14 días algo que en 30 años muchos ni siquiera soñaron. En medio de vendedores de té, batatas cocinadas a la brasa en carritos, la gente canta, baila y pide una y otra vez Erhal ("andate").

El gobierno multiplica sus esfuerzos para convencer a la opinión pública de que el país, del que han huido en los últimos días de violencia y furia miles de turistas y extranjeros, y cuya economía ha perdido 300 millones de dólares diarios, ha vuelto a la normalidad. No por nada ayer la televisión estatal mostró imágenes de Mubarak, figura desprestigiada y humillada por las masivas protestas, reuniéndose con rostro sereno por primera vez con los miembros de su nuevo gabinete.

Luego de esta reunión, el régimen, que también prometió investigar los últimos fraudes electorales y la corrupción oficial, anunció un aumento del 15% de los salarios y las pensiones de los empleados públicos, en un intento de frenar la erosión del apoyo de un sector importante de la población.

Pero la gente en la plaza está decidida a resistir a ultranza, en una pulseada que puede durar semanas. Lo demostró ayer cuando, ante el intento de reapertura de la Mugamma -edificio cercano a la plaza Tahrir donde se hacen trámites burocráticos- formó una cadena humana para impedirlo.
REBELION: DIA 14

* Resistencia en la plaza. Mostrando escepticismo ante las tímidas reformas propuestas por el gobierno, miles de manifestantes siguieron tomando la plaza Tahrir de El Cairo, donde se preparan para una larga resistencia contra el régimen de Mubarak.

* Aumentan los salarios. El presidente Mubarak trató de ganar tiempo al anunciar un aumento del 15% en los salarios de los funcionarios y las jubilaciones. Además, creó un fondo para compensar a los comerciantes afectados por el vandalismo.

* Obama ve avances. El presidente de EE.UU., Barack Obama, dijo ayer que Egipto está "logrando progresos" para encontrar un camino que permita resolver la crisis política y social que sufre el país desde hace dos semanas.
 

Sebastian

Colaborador
EFE

Nasralá confía en que la revuelta popular en Egipto "cambie la faz de la región"

Beirut, 7 feb (EFE).- El líder del movimiento chií libanés Hizbulá, jeque Hasan Nasralá, confía en que el éxito de la revuelta popular en Egipto, que comenzó hace catorce días a manos de jóvenes egipcios, podrá cambiar la faz de la región.

"Nosotros no interferimos en sus asuntos internos, pero quiero decirles que creemos en su éxito, que va a cambiar, de modo total, la faz de la región", afirmó Nasralá en una cinta de vídeo durante un mitin en apoyo al pueblo egipcio.

El jefe de Hizbulá consideró que la revuelta del pueblo egipcio "es tan importante como la resistencia libanesa en julio (de 2006 durante la guerra israelí) y como la guerra histórica en Gaza (2009)".

"Desearíamos estar con vosotros en las plazas de El Cairo y otras ciudades egipcias", agregó, y se dirigió a los manifestantes para asegurar a estos que "libran la batalla de la restauración de la dignidad árabe, que fue humillada por vuestros dirigentes".

Asimismo, se disculpó ante los pueblos egipcio y tunecino por no haberles expresado su apoyo público antes, estimando que prefirió guardar silencio hasta ahora para que no lo acusasen de estar fomentando la revolución.

Nasralá consideró que Estados Unidos trata de explotar la revolución egipcia en un intento de mejorar su imagen tras el apoyo que ha brindado durante décadas a los dictadores.

El líder chií consideró que las protestas en Túnez y Egipto no están fomentadas por fuerzas ajenas a estos países y constituyen la "revolución de los pobres, de los estudiantes, de la libertad y de los que rechazan ser humillados".

A tal efecto, recordó que los que participan en las manifestaciones son musulmanes, cristianos, intelectuales y grupos civiles, y que lo único que le interesa a la administración estadounidense es su interés y el de Israel.

Nasralá confía en que la revuelta popular en Egipto "cambie la faz de la región" - Yahoo! Noticias
 
Los Hermanos musulmanes, para ir conociendo una parte de Egipto.

Egipto: el régimen conversa con los Hermanos musulmanes.

El cuartel general del movimiento que enloquece a los gobiernos occidentales se encuentra en el primer piso de una apacible calle del centro de El Cairo, sobre la isla Manyal al-Rawdah, al borde de un brazo del Nilo. Una pegatina rota anuncia "Hermanos musulmanes" sobre el marco de la puerta de madera trabajada.
En el pequeño vestíbulo de entrada, cinco hombres se muestran inquietos frente a un televisor que retransmite la reunión entre el nuevo vicepresidente egipcio Omar Suleiman y representantes de los manifestantes que acampan desde hace una semana en la plaza Tahrir para reclamar la dimisión de Mubarak. En una esquina de la habitación, el fundador del movimiento Hassan al-Banna, posa con una fez y traje blanco en el centro de una gran foto en blanco y negro, tomada en Ismailya en la década de 1930.
El instante es histórico. Por primera vez, miembros del movimiento islamista contemporáneo más antiguo, prohibido oficialmente desde 1954, negocian de forma oficial con un régimen que durante años los ha acosado, encarcelado y torturado.
Los Hermanos musulmanes tardaron varios días en aceptar la única ocasión que les ofrecían las manifestaciones de una parte de la juventud cairota, y de sumarse al movimiento que desde hace casi dos semanas hace vacilar al régimen de Hosni Mubarak.
«Los Hermanos musulmanes fallaron en las primeras manifestaciones», explica Nabil Abdel Fattah, investigador del centro de estudios políticos y estratégicos al-Arham. «Sus jefes no quieren asociarse con un movimiento sin dirección. Ellos terminaron de entender lo que sucedía recién al viernes siguiente, el día de la cólera, y es desde aquí que se transformaron en parte de la revolución». «Queda muy claro que ahora ganen terreno, continúa Nabil Abdel Fattah. Son el movimiento más antiguo de la oposición, el mejor organizado, y conocen todos los medios para movilizar a la gente. Son poderosos, pero son sólo una parte de un movimiento democrático que los sobrepasa».

Fachada presentable.

En el pequeño enclave de la plaza Tahrir, que se organizó como una comunidad de autogiro en el centro de El Cairo, los Hermanos están presentes en todo. Sus militantes barbudos participan en la defensa del perímetro, sus mujeres ordenan los cordones de seguridad que filtran los accesos. Cuando los carros del ejército hacen amagues de avanzar, son los primeros que organizan “sentadas” frente a las orugas. Sus oraciones colectivas se extienden cinco veces al día como hileras de piezas de dominó en medio de la multitud.
Pero ellos también tienen cuidado de no aparecer nunca como los principales actores de un movimiento que se muestra momentáneamente como una alegre manifestación popular más que una alianza de fundamentalistas.
El doctor Mohammed al-Beltegui, antiguo parlamentario, es el principal representante de los Hermanos en la plaza Tahrir. Sus dos hijos están sobre las barricadas. En traje y corbata, un bigote cortado bien corto, representa la fachada presentable del movimiento. Sólo una callosidad en la frente indica su fervor religioso. «El régimen de Mubarak ejerce un chantaje sobre Occidente, presentándose como la única muralla contra la instalación de la república islámica. Pero la revolución no ha sido activada por los Hermanos. Sólo participamos en eso. Estamos en el seno del movimiento, pero no somos la cabeza», afirma con una amplia sonrisa el doctor. «El pánico de Occidente es injustificado. Egipto no es Irán. Creemos en la democracia, las libertades civiles y el derecho de cada uno a ejercer su religión. Somos compañeros de todas las demás corrientes de un movimiento popular que representa todas las categorías de egipcios, nacionalistas e islamistas, todos unidos por la misma reivindicación: la salida de Mubarak, la disolución del Parlamento y nuevas elecciones».
Este discurso tranquilizador es tal vez sólo una postura táctica, pero demuestra la prudencia actual de los Hermanos musulmanes. «Creo que todavía están vacilantes. Si ellos tratan de apoderarse de este movimiento, saben que corren el peligro de encontrarse solos frente al ejército y de ser las principales víctimas del régimen que está reencontrando su cohesión, prosigue Nabil Abdel Fattah. Su principal objetivo es la liberación de sus presos. Ellos reclaman la liberación de toda la gente detenida desde el comienzo de las manifestaciones, pero también de miembros de su movimiento que ya estaban encarcelados».
«Por el momento, están defendiendo la causa común. Esperamos que continúe así, dice Rami Nabil Ali, uno de los activistas laicos que fueron parte de las primeras manifestaciones. Hay que tener cuidado con las imágenes. No toda la gente que reza pertenece a los Hermanos. El Islam no se reduce a un movimiento político, sino que también forma parte de la identidad de Egipto».

Fuente: Le Figaro por Adrien Jaulmes, enviado especial en El Cairo 07.02.2011
Traducción propia.


Égypte: le régime discute avec les Frères musulmans.

Le quartier général du mouvement qui affole les gouvernements occidentaux se trouve au premier étage d'une rue paisible du centre du Caire, sur l'île Manyal al-Rawdah, au bord d'un bras du Nil. Un autocollant déchiré annonce «Frères musulmans» sur le montant de la porte de bois sculpté.
Dans le petit hall d'entrée, cinq hommes en claquettes sont vautrés devant un poste de télévision qui retransmet la réunion entre le nouveau vice-président égyptien Omar Souleiman et des représentants des manifestants qui campent depuis une semaine sur la place Tahrir pour réclamer la démission de Moubarak. Dans un coin de la pièce, le fondateur du mouvement Hassan al-Banna pose en tarbouche et costume blanc au centre d'une grande photo en noir et blanc, prise à Ismailya dans les années 1930. L'instant est historique. Pour la première fois, des membres du plus ancien mouvement islamiste contemporain, officiellement interdit depuis 1954, négocient officiellement avec un régime qui les a pendant des années traqués, emprisonnés et torturés.
Les Frères musulmans ont mis plusieurs jours avant de réaliser l'occasion unique que leur offraient les manifestations d'une partie de la jeunesse cairote, et de se rallier au mouvement qui fait depuis presque deux semaines vaciller le régime d'Hosni Moubarak.
«Les Frères musulmans ont raté les premières manifestations», explique Nabil Abdel Fattah, chercheur au Centre d'études politiques et stratégiques al-Arham. «Leurs chefs ne voulant pas s'associer avec un mouvement sans direction. Ils ont fini par comprendre ce qui se passait le vendredi suivant, le jour de la colère, et sont, depuis, partie prenante de la révolution.» «Il est très clair qu'ils gagnent maintenant du terrain, continue Nabil Abdel Fattah. Ils sont le plus ancien mouvement d'opposition, le mieux organisé, et connaissent tous les moyens de mobiliser les gens. Ils sont puissants mais ne sont qu'une partie d'un mouvement démocratique qui les dépasse».

Façade présentable.

Dans la petite enclave de la place Tahrir, qui s'est organisée comme une communauté autogérée au centre du Caire, les Frères sont présents partout. Leurs militants barbus participent à la défense du périmètre, leurs femmes voilées aux cordons de sécurité qui filtrent les accès. Lorsque les chars de l'armée font mine d'avancer, ils sont les premiers à organiser des sit-in devant les chenilles. Leurs prières collectives s'étendent cinq fois par jour comme des rangées de dominos au milieu de la foule.
Mais ils prennent aussi garde de ne jamais apparaître comme les principaux acteurs d'un mouvement qui tient pour l'instant plus de la joyeuse contestation populaire que d'un rassemblement de fondamentalistes.
Le docteur Mohammed al-Beltegui, ancien parlementaire, est le principal représentant des Frères sur la place Tahrir. Ses deux fils sont sur les barricades. En costume et cravate, une moustache taillée à ras, il représente la façade présentable du mouvement. Seule une callosité sur le front indique sa ferveur religieuse. «Le régime de Moubarak exerce un chantage sur l'Occident, en se présentant comme le seul rempart contre l'installation d'une république islamique. Mais la Révolution n'a pas été déclenchée par les Frères. Nous ne faisons qu'y participer. Nous sommes au sein du mouvement, mais nous n'en sommes pas la tête», affirme, tout sourire, le docteur. «La panique de l'Occident est injustifiée. L'Égypte n'est pas l'Iran. Nous croyons en la démocratie, les libertés civiles et le droit à chacun d'exercer sa religion. Nous sommes partenaires de tous les autres courants d'un mouvement populaire qui représente toutes les catégories d'Égyptiens, nationalistes et islamistes, tous unis par une même revendication: le départ de Moubarak, la dissolution du Parlement, et de nouvelles élections».
Ce discours apaisant n'est peut-être qu'une posture tactique, mais il témoigne de la prudence actuelle des Frères musulmans. «Je pense qu'ils sont encore hésitants. S'ils essayent de s'emparer de ce mouvement, ils savent qu'ils risquent de se retrouver seuls face à l'armée et d'être les principales victimes du régime qui est en train de retrouver sa cohésion , poursuit Nabil Abdel Fattah. Leur principal objectif est la libération de leurs prisonniers. Ils réclament donc la libération de tous les gens arrêtés depuis le début des manifestations, mais aussi des membres de leur mouvement qui sont déjà en prison.»
«Pour l'instant, ils ont défendu la cause commune. On espère que ça va continuer, dit Rami Nabil Ali, l'un des activistes laïques qui ont pris part aux premières manifestations. Il faut faire attention aux images. Les gens qui prient n'appartiennent pas tous aux Frères. L'islam ne se réduit pas à un mouvement politique, mais fait aussi partie de l'identité de l'Égypte».

Le Figaro par Adrien Jaulmes, envoyé spéciaux au Caire 07/02/2011
 
Terroristas de Hamás encarcelados en Egipto logran huir y regresar a Gaza


Hamás anunció que han regresado a Gaza varios activistas del movimiento fundamentalista palestino que se encontraban encarcelados en Egipto y lograron escapar de prisión durante las protestas en el vecino país.



El movimiento terrorista islámico, que controla de facto la franja palestina desde junio de 2007, se congratuló de la vuelta de sus militantes, entre quienes figura Ayman Nufal, comandante del brazo armado de Hamás, "Las Brigadas de Azedín Al-Kasem", y que estuvo en una cárcel egipcia durante tres años.

Residente en el campo de refugiados de Nuseirat, en el centro de la franja costera, Nufal fue hecho preso en el territorio egipcio tras salir en 2008 de Gaza, para perseguir a los miembros del movimiento palestino Fatah, que escaparon de la Franja, según los medios egipcios.
Nufal regresó a la franja a través de túneles que Hamás emplea para ingresar armas para sus secuaces.

"Me fui al Sinaí como numerosos residentes de Gaza que marcharon allí para obtener comida y combustible, pero fui arrestado en un puesto de seguridad egipcio, y luego severamente torturado y encarcelado sin haber ido a juicio desde entonces", dijo Nufal.

De 39 años de edad, el comandante de la zona central de Hamás se quejó las duras condiciones vividas tras las rejas de la prisión egipcia, tal vez menos duras que las que su grupo impone a sus rivales palestinos.

En los últimos tres años Hamás convocó varias manifestaciones y marchas en la franja de Gaza para pedir a El Cairo la excarcelación de Nufal y a otros palestinos presos en Egipto.

Varios de esos prisioneros que estaban encarcelados en Egipto lograron escapar en las últimas semanas y llegar a la franja aprovechándose del caos reinante en el país fronterizo tras más de diez días de protestas destinadas a derrocar el régimen del presidente egipcio, Hosni Mubarak.

La situación en Egipto ha dejado decenas de soldados desplegados en los ocho kilómetros de la línea divisoria de la franja de Gaza con el territorio egipcio sin agua ni comida.

Tras rechazar en un primer momento los ofrecimientos de residentes de la localidad de Rafah, en el sur de la franja, finalmente y según el relato de los propios vecinos, los militares aceptaron alimentos al no tener nada que llevarse a la boca.

"Son nuestros hermanos y no pudimos dejarlos así, en semejantes circunstancias y ante lo que está viviendo su país", manifestó uno de los habitantes de Rafah, que declinó identificarse.

Sin embargo, una fuente del movimiento islamista asegura que las fuerzas de seguridad en Gaza, dependientes del Ministerio del Interior de Hamás, han estado suministrando a los uniformados egipcios todo lo necesario para poder cumplir su misión.

A raíz de la creciente tensión que se vive en las calles egipcias, El Cairo decidió la semana pasada clausurar hasta nuevo aviso el paso fronterizo de Rafah, lo que ha dejado nuevamente a la población palestina enclavada y sin salida al exterior.

En los últimos días la población de este enclave mediterráneo, de cuarenta kilómetros de largo por diez de ancho y donde reside un millón y medio de personas, con un potencial económico y turístico incalculable, sigue muy de cerca los acontecimientos en Egipto a través de las cadenas de televisión árabes vía satélite.

EFE y Aurora
 
En los últimos días la población de este enclave mediterráneo, de cuarenta kilómetros de largo por diez de ancho y donde reside un millón y medio de personas, con un potencial económico y turístico incalculable, sigue muy de cerca los acontecimientos en Egipto a través de las cadenas de televisión árabes vía satélite.

EFE y Aurora


Que descripción tentadora de la franja de Gaza! Dan ganas de ir de vacaciones ya mismo :troll:
Me voy a buscar pasajes a despegar.com que ofrece hotelitos con vista al mar y te garantizan vuelos rasantes de F16 y cañonazos de Merkava all inclusive :icon_bs:
 

Sebastian

Colaborador
Faltan frases/palabras...

Terroristas de Hamás encarcelados en Egipto logran huir y regresar a Gaza

EFE y Aurora


Activistas de Hamás encarcelados en Egipto logran huir y regresan a Gaza

Gaza, 7 feb (EFE).- Hamás anunció hoy en un comunicado que han regresado a Gaza varios activistas del movimiento islamista palestino que se encontraban encarcelados en Egipto y lograron escapar de prisión durante las protestas en el vecino país.

El movimiento islamista, que controla de facto la franja palestina desde junio de 2007, se congratuló de la vuelta de los activistas, entre quienes figura Ayman Nufal, destacado miembro del brazo armado de Hamás, "Las Brigadas de Azedín Al-Kasem", y que estuvo en una cárcel egipcia durante tres años.

Residente en el campo de refugiados de Nuseirat, en el centro de la franja costera, Nufal fue hecho preso en el territorio egipcio tras salir en 2008 de Gaza.

Al igual que miles de palestinos, la escapada de Gaza se produjo después de que habitantes de la franja y miembros de Hamás perforaran la verja fronteriza que separa Gaza y Egipto, en un intento de romper con el bloqueo al territorio.

Israel impuso un estrecho cerco a la franja en 2006 tras la captura de un soldado israelí por parte de tres facciones armadas palestinas, que redobló en junio de 2007 después de la toma del territorio por parte de Hamás.

"Me fui al Sinaí como numerosos residentes de Gaza que marcharon allí para obtener comida y combustible, pero fui arrestado en un puesto de seguridad egipcio, y luego severamente torturado y encarcelado sin haber ido a juicio desde entonces", explicó Nufal a Efe en conversación telefónica.

De 39 años de edad, el destacado miembro de Hamás relató las duras condiciones vividas tras las rejas de la prisión egipcia, un período que prefiere dejar atrás.

En la actualidad se muestra feliz por haber recobrado la libertad y reencontrarse con su mujer y sus tres hijos.

En los últimos tres años Hamás convocó varias manifestaciones y marchas en la franja de Gaza para pedir a El Cairo la excarcelación de Nufal y a otros palestinos presos en Egipto.

Varios de esos prisioneros que estaban encarcelados en Egipto lograron escapar en las últimas semanas y llegar a la franja aprovechándose del caos reinante en el país fronterizo tras más de diez días de protestas destinadas a derrocar el régimen del presidente egipcio, Hosni Mubarak.

La situación en Egipto ha dejado decenas de soldados desplegados en los ocho kilómetros de la línea divisoria de la franja de Gaza con el territorio egipcio sin agua ni comida.

Tras rechazar en un primer momento los ofrecimientos de residentes de la localidad de Rafah, en el sur de la franja, finalmente y según el relato de los propios vecinos, los militares aceptaron alimentos al no tener nada que llevarse a la boca.

"Son nuestros hermanos y no pudimos dejarlos así, en semejantes circunstancias y ante lo que está viviendo su país", manifestó uno de los habitantes de Rafah, que declinó identificarse.

Sin embargo, una fuente del movimiento islamista asegura que las fuerzas de seguridad en Gaza, dependientes del Ministerio del Interior de Hamás, han estado suministrando a los uniformados egipcios todo lo necesario para poder cumplir su misión.

A raíz de la creciente tensión que se vive en las calles egipcias, El Cairo decidió la semana pasada clausurar hasta nuevo aviso el paso fronterizo de Rafah, lo que ha dejado nuevamente a la población palestina enclavada y sin salida al exterior.

En los últimos días la población de este enclave, de cuarenta kilómetros de largo por diez de ancho y donde reside un millón y medio de personas, sigue muy de cerca los acontecimientos en Egipto a través de las cadenas de televisión árabes vía satélite.

Activistas de Hamás encarcelados en Egipto logran huir y regresan a Gaza - Yahoo! Noticias
 
Egipto: Hacia donde?

Egon Friedler
La Republica. Uruguay
5/2/2011





¿Cuál es el significado real de los acontecimientos que tienen lugar actualmente en Egipto? ¿Será realmente el salto del despotismo a la democracia y del atraso a la modernidad?

Entre las numerosas opiniones expresadas al respecto de estas grandes incógnitas en la prensa mundial, sobresalen dos: la que considera que vivimos el positivo comienzo de una nueva era y la que cree que al final del proceso la revolución será copada por fuerzas islamistas regresivas. Ambas posiciones son expresadas en artículos publicados por el "Daily Star" de Beirut.
La primera posición es desarrollada en un artículo del periodista Rami G. Khouri (2.2.2011) cuyo título es de por sí expresivo: "El tren de la libertad del Medio Oriente acaba de abandonar la estación". Entre otros conceptos dice: "Nunca antes poblaciones árabes enteras se levantaron y exigieron la partida de sus líderes y el cambio de su sistema de gobierno. Nunca antes hemos visto movimientos populares que obliguen a sus líderes a cambiar sus gobiernos y a modificar el rol de su policía y sus fuerzas armadas".

"El proceso que vemos en Túnez y en Egipto continuará provocando conmoción en todo el mundo árabe, porque los ciudadanos comunes han tomado en sus manos la defensa de su libertad y su dignidad. Es una tarea monumental salir de la autocracia y la servidumbre para ir a una era de democracia y derechos humanos. Los europeos necesitaron 500 años para hacer la transición de la "Carta Magna" a la Revolución Francesa. Los americanos necesitaron 300 años de transición de la esclavitud a los derechos civiles y los derechos de la mujer".

"Lo que estamos viviendo es un momento épico y el comienzo del nacimiento de valores que fueron negados durante mucho tiempo a los ciudadanos árabes comunes: el derecho de definirse a sí mismos y a sus gobiernos, afirmar sus derechos nacionales, decidir qué sistema de gobierno prefieren y poder relacionarse entre sí y con el resto de la humanidad como seres humanos libres".

El título de David Ignatius (29.1.2011) denota una visión mucho más escéptica: "Vivimos magníficas rebeliones populares, pero ¿qué viene después?". En la parte medular de su artículo, escribe: "La historia nos enseña que las revoluciones son siempre atractivas en su comienzo, cuando hay libertad en el aire y la rebelión parece espontánea. Pero tanto en las revoluciones Francesa y Rusa como en el levantamiento iraní de 1979, los idealistas y desorganizados manifestantes en las calles han sido desplazados por una élite revolucionaria manipuladora, la "Guardia Revolucionaria" como se les llama en Irán. Este ciclo revolucionario pareció repetirse en las escenas de la plaza Tahrir en El Cairo en esta semana. El nombre de la plaza significa Liberación y le fue dado en homenaje a la revolución de Gamal Abdel Nasser que depuso a la monarquía en 1952. Pero muy pronto unos autócratas sucedieron a otros".

Más adelante señala: "Un analista de inteligencia árabe habla de Túnez, Yemen y Jordania como países inviables cuyas economías no pueden crecer lo suficiente para satisfacer las demandas de sus jóvenes poblaciones. Joe Saddi, un reconocido consultor, dice que para que Egipto pueda tener éxito necesita crecer en el mismo nivel de la India: un 8% y no el actual que no pasa del 5%".

La mayoría de los analistas en la prensa israelí, de todo el espectro político, no ocultan su pesimismo. Un vocero de esa opinión generalizada es el periodista Yossi Klein Halevi, quien escribe en el "New York Times"(1.2.2011): "Los israelíes quisieran celebrar las protestas en las plazas de las ciudades egipcias. Quisieran creer que el año 1989 para el mundo árabe, que éste terminará de una vez por todas la venenosa costumbre de culpar a Israel de todos los males del Medio Oriente y que comenzará una honesta confrontación con sus verdaderos problemas. Pero pocos israelíes creen que esto habrá de producirse. En cambio, predomina la opinión de que la toma del poder por parte del único verdadero grupo de oposición fuerte en Egipto, la Hermandad Musulmana, es solo cuestión de tiempo. Los israelíes temen que Egipto siga las huellas de Irán o de Turquía, con los islamistas tomando el poder mediante la violencia o mediante la cooptación".

Por ahora, nada de esto parece un peligro inminente y algunos analistas minimizan el rol de los Hermanos Musulmanes a su juicio exagerado por la prensa occidental.

Sin embargo, un Egipto islamista al estilo de Irán, liderado por los Hermanos Musulmanes o por otros grupos, es una de las muchas posibilidades abiertas. Después de todo, en 30 años de gobierno autocrático, Mubarak impidió el desarrollo de toda alternativa democrática secular a su gobierno. Y la política se hizo en las mezquitas.

Por otra parte, si bien esta es una revolución de los jóvenes seculares, estos son solo centenares de miles en un país de muchos millones. Y muchos millones son musulmanes fanáticos. Una reciente encuesta del Instituto cita algunos números alarmantes. Por ejemplo, un 49% apoya a Hamas (que es un grupo afiliado a los Hermanos Musulmanes), un 77% está a favor de cortar las manos a los ladrones, un 82% está a favor de lapidar a las adúlteras, y un 84% está a favor de la pena de muerte a los apóstatas.
 

CAW

Forista Sancionado o Expulsado
"Egipto: 3 muertos y 100 heridos en enfrentamientos en el sur
11:56

Los incidente ocurrieron entre ayer y este miércoles en El Jargo, ubicada a más de 400 km al sur de El Cairo. En la capital miles se movilizaron hacia el Parlamento donde intentaban bloquear el ingreso a los miembros del partido de Mubarak."


Egipto: 3 muertos y 100 heridos en enfrentamientos en el sur

Parece que el conflicto abarca a todo el país. Cada vez se sabe mas de las ciudades del interior. Evidentemente, no es un conflicto circunscripto a El Cairo y Alejandría.

Saludos
Christian
 

tanoarg

Miembro del Staff
Moderador
sip...pero es raro que no se tomaran ningun ministerio, oficinas del estado o algo asi... hay pasividad a mi modo de ver.
 

CAW

Forista Sancionado o Expulsado
Están aprendiendo tano... ¿hace cuántos años que no salen así a la calle los egipcios? Algunas cosas se olvidan y otras no las saben; en todo caso, están viendo como la llevan. Mirá esta noticia de hace dos horas (acá):

"Crisis en Egipto
Vicepresidente Suleiman alerta sobre peligro de golpe de Estado
11:56


En declaraciones a medios egipcios se mostró temerosos de que fracase el diálogo con la oposición sobre como debe llevarse adelante el traspaso del poder."


Vicepresidente Suleiman alerta sobre peligro de golpe de Estado

Saludos
Christian
 

Chan!

Colaborador
Que con 2 tanques y 4 M114 hacés un piquete de ls Ostia en medio de la calle!!! no pasa ni el conductor más violento rompevallas...
 

CAW

Forista Sancionado o Expulsado
Me parece que esa foto dice varias cosas: a) quienes son los mejores aprendices de piquetero del mundo; b) por que lado van a venir las innovaciones en el rubro piquetes; y, c) (en serio) de que lado están los militares en ese país (la tropa, al menos)

Saludos
Christian
 
Mi pregunta iba a entender la afirmación pueril vertida, en todo caso la foto dice todo o nada...
En joda o en serio, flor de piquete por un lado y extraña la permisividad del ejército egipcio, deben ser esos cuadros medios y bajos que estaban un poco podridos de los altos mandos y la meritocracia servil que les exigía Mubarak. Saludos
Hernán.
 
Al menos 4 civiles muertos en protestas en el sur de Egipto

Al menos cuatro civiles murieron y unas sesenta resultaron heridas, de ellos 13 graves, en enfrentamientos entre policía y manifestantes en un oasis del sur de Egipto, informó una fuente de los servicios de seguridad.

La fuente indicó que entre los heridos, ocurridos frente a la comisaría de la localidad de Jarga, en la provincia meridional de Wadi al Guedid, hay veinte policías.

Según la fuente, los agentes se vieron obligados a disparar por la violencia de los manifestantes que protestaban contra el jefe de la policía por un supuesto maltrato.

Testigos presenciales explicaron que una multitud se dirigió a la comisaría para protestar por la detención de unos jóvenes y que los agentes de policía abrieron fuego ante la avalancha de manifestantes.

Por otro lado, en Port Said, en el noreste de Egipto, varias personas quemaron el coche del gobernador y rodearon la sede del gobierno provincial en una manifestación por la demora en la entrega de unas viviendas que las autoridades les habían prometido.

Asimismo, trabajadores del canal de Suez, que une el mar Mediterráneo con el mar Rojo y por el que pasan 2,5 millones de barriles de petróleo diarios, llevaron a cabo protestas para pedir mejoras salariales y contra la precariedad laboral.

Estos incidentes ocurren dentro de la revuelta popular en Egipto, que hasta ahora ha transcurrido sobre todo en El Cairo, Alejandría y Suez, contra el régimen de Hosni Mubarak, de 82 años y durante tres décadas en el poder.

EFE y Aurora
 
Arriba