¿Por qué nadie copia la historia de éxito de Embraer?
El fabricante de aeronaves tiene sentido del mercado y conocimientos de ingeniería acumulados durante muchos años. Una combinación rara, no solo en Brasil. Aun así, pocas empresas parecen tenerlo como modelo.Hace dos años, el modelo de negocios del fabricante brasileño de aviones Embraer se derrumbó: primero, el mercado de aviones civiles se contrajo en más de la mitad a causa de la pandemia. Poco después, en abril de 2020, Boeing canceló el acuerdo para crear una empresa conjunta que se haría cargo de todas las operaciones comerciales de Embraer. Sin el gran socio, las cosas parecían ir mal para la empresa brasileña.
Embraer es el tercer mayor fabricante de aviones del mundo, detrás de los gigantes Airbus y Boeing.
Foto: DW / Deutsche Welle
En retrospectiva, la fusión fallida puede haber sido un golpe de suerte para el grupo. Esa es la opinión del experto en aviación Ron Epstein del Bank of America. El tercer mayor fabricante de aviones del mundo, detrás de los gigantes Airbus y Boeing, se vio obligado a reposicionarse y centrarse en lo que tiene más fuerte: su propia investigación y desarrollo.
"Embraer es un grupo enfocado en la innovación", dice Epstein. “De sus ingresos, el 40% es con productos de menos de cinco años”. La empresa se beneficia de un grupo restringido de universidades, varias docenas de proveedores y estrechos vínculos con el "ejército" (Fuerza Aéra). Además, sus ingenieros cuestan menos, son más jóvenes y presumiblemente más motivados que los de Boeing en Seattle.
Apuesta por la emisión cero
Embraer ahora confía en su propia experiencia en ingeniería para estar a la vanguardia de los cambios fundamentales en la industria: tiene una línea completa de productos relacionados con vuelos de cero emisiones. Especializada en aviones regionales, jets privados y aviones militares, quiere convertirse en líder en el mercado mundial de aviones sostenibles.
El grupo está desarrollando actualmente un vehículo taxi aéreo propulsado eléctricamente. También se lanzará para el mercado asiático un avión de transporte militar con propulsión eléctrica y motor turbohélice.
Embraer está haciendo lo que las empresas brasileñas rara vez hacen: utilizar su propia experiencia en ingeniería para posicionarse a la vanguardia de la industria. Esto es particularmente difícil en la industria de la aviación: las inversiones son a muy largo plazo y requieren mucho capital.
En Europa, casi todos los fabricantes de aviones han sucumbido en los últimos 30 años: o fueron adquiridos por empresas de defensa, o viven como proveedores. Fokker, Dornier y Alenia fueron marcas que en ocasiones compitieron con Embraer, pero ya no existen.
Lo que hace diferente a Embraer
¿Qué ha estado haciendo la empresa brasileña de manera diferente? En pocas palabras, combina su propio conocimiento de ingeniería acumulado durante muchos años y un sentido del mercado y sus clientes. Esta combinación es rara, y no solo en Brasil. En Alemania en particular, hay innumerables corporaciones que eran líderes en tecnología pero perdieron la oportunidad de adaptarse a sus clientes: Telefunken, Nixdorf, Grundig, AEG o incluso Siemens Telekom.
Embraer ha demostrado una y otra vez que puede traer proyectos de alta tecnología al mercado en el momento adecuado, adaptados con precisión a las necesidades del cliente. En 1996, el brasileño lanzó un jet comercial con capacidad para 50 pasajeros: el modelo era más económico, más moderno y más liviano que sus competidores, y se adaptaba perfectamente a las aerolíneas regionales que entonces surgían en Europa y Estados Unidos.
Tres años más tarde, repitió el éxito con aviones de 70 a 120 plazas. Por lo tanto, Embraer se convirtió en el primero en cerrar la brecha entre los aviones regionales y de larga distancia. Desde 2010 ofrece sus exitosos jets privados de bajo costo Phenom, con capacidad para cuatro o más pasajeros.
La empresa tiene una ventaja cuando se trata de sistemas de propulsión de cero emisiones: todas las nuevas tecnologías de propulsión (eléctrica, híbrida o de hidrógeno) se instalan y prueban primero en modelos más pequeños. Económicamente, tiene poco sentido hoy en día desarrollar motores eléctricos para aviones con 200 o más pasajeros.
Pero la presión por el éxito es alta: el cambio de rumbo de la industria con vuelos de cero emisiones también debe tener éxito. De lo contrario, Embraer corre el riesgo de correr la misma suerte que sus competidores europeos.
*Durante más de 25 años, el periodista Alexander Busch ha sido corresponsal en Sudamérica del grupo editorial Handelsblatt (que publica el semanario Wirtschaftswoche y el diario Handelsblatt) y del periódico Neue Zürcher Zeitung. Nacido en 1963, creció en Venezuela y estudió economía y política en Colonia y Buenos Aires. Busch vive y trabaja en São Paulo y Salvador. Es autor de varios libros sobre Brasil.
Fabricante de aeronaves tem senso de mercado e um conhecimento de engenharia acumulado ao longo de muitos anos. Uma combinação rara, não só no Brasil. Mesmo assim, poucas empresas parecem tê-la como modelo.
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