La Helibras rumbo al pre-sal
20/09/2010
La compañía deberá doblar sus ventas ese año y se prepara para volar rumbo a los negocios generados con el petróleo
Eduardo Marson Ferreira, presidente de la Helibrás, fabricante nacional de helicópteros, pasó a administrar un problema que muchos ejecutivos gustarían de tener en manos. En junio, la compañía ya había vendido 24 aeronaves, nueve la más que en todo año de 2009. Hasta la pasada semana, las encomiendas ya habían alcanzado 31 y las previsiones apuntan para 40 unidades comercializadas hasta el fin del año.
¿Cuál el problema en vender más? Ninguno, no fuesen los pedidos superiores a la capacidad de producción de la compañía que es de sólo 36 unidades por año. “Nunca vendemos tanto en la historia”, dice Marson. “Con el calentamiento de la economía, empresas de todos los sectores están comprando sus propios helicópteros.
” Resultado: La Helibrás, fruto de una joint venture entre la francesa Eurocopter, el Gobierno del Estado de Minas Gerais y lo Banco Bueninvest, debe encerrar 2010 con facturación de US$ 200 millones. Mucho de eso, es verdad, arrastrado por la aviación civil. Dados de la Asociación Brasileña de los Pilotos de Helicópteros (Abraphe) apuntan que el mercado brasileño de helicópteros civiles, hoy en la casa de 1255 unidades, está creciendo 10% mientras en el restante del mundo esa no pasa de 3%.
Para resolver esa cuestión, desde el inicio de septiembre, la compañía comenzó a trabajar con una segunda vuelta y a contratar nuevos funcionarios. El cuadro de 280 profesionales deberá ser ampliado para 500 hasta el fin de 2010. En 2012, dice Marson, el número golpeará en la casa de los 1 mil empleados.
Al final, la empresa se prepara para subir de altitud embalada, sobre todo, por los negocios del pre-sal. Los modelos vendidos por la empresa cuestan entre US$ 2,2 millones y US$ 17 millones. Y, para continuar atendiendo la demanda corporativa, sus ejecutivos habían trazado un minucioso plano de vuelo.
En 2008, la Helibrás cerró un contrato estimado en R$ 3 mil millones para vender 50 helicópteros para las Fuerzas Armadas de Brasil. Para entregarlos, sin embargo, la compañía necesitaba ampliar la línea de producción y anunció inversiones de 350 millones de euros en la construcción de una nueva fábrica en Itajubá (MG), al lado de su actual línea de producción, pero con el doble del tamaño.
“Con esas inversiones y la ampliación de la capacidad productiva, la Helibrás está entrando definitivamente para el club de los mayores fabricantes mundiales”, dice Ferreira. Es exactamente con la experiencia adquirida en aeronaves de alto valor agregado que el fabricante pretende ganar altitud y distanciarse de los competidores.
La compañía deberá aprovechar la nueva línea de producción para adaptar los grandes modelos bélicos a las necesidades de algunas empresas como Petrobras. La estatal usa helicópteros en el transporte entre el continente y las plataformas de petróleo y necesita de grandes aeronaves para los trayectos.
Serán equipamientos que comportan hasta 19 personas y costaron más de US$ 10 millones cada. Ese nuevo modelo civil de grande porte que será producido en la futura planta es lo que debe garantizar más participación de mercado a la empresa. “El sector petrolífero es lo que está más calentado y ciertamente crecerá todavía más.
Ningún otro medio de transporte consigue suplir la necesidad de la cárcel offshore, sólo los helicópteros”, afirma Cleber Mansur, presidente de la Abraphe. Mansur, sin embargo, recuerda que lo segmento corporativo mantiene un fuerte promedio de crecimiento que está siendo constante.
“La ciudad de São Paulo, por ejemplo, ya cuenta, sola, con cerca de 480 helicópteros”, dice. “Es mayor flota del mundo. Ella pasó Nueva York en cerca de 100 aeronaves hay más de un año atrás”, dice. Otro fuerte sector de actuación de la empresa que debe ser ampliado en los próximos años es el llamado “parapúblico”, es decir, protección civil, bomberos y policía — para lo cual la Helibrás es responsable por cerca de 80% de las encomiendas nacionales.
Esas organizaciones están invertiendo cada vez más en sus flotas ya se preparando para el Office de 2014 y los Juegos Olímpicos de 2016, cuando los helicópteros serán muy utilizados. El año pasado, ese segmento parapúblico fue responsable por nueve unidades encomendadas.
Ese año, dice Marson, otras siete ya habían sido solicitadas y más pedidos deben ser hechos. De entre ellos, el modelo más vendido es el “Esquilo”, que cuesta, en promedio US$ 3 millones. “En ese segmento somos imbatibles porque tenemos lo que yo llamo de ‘coste Helibrás'”, dice el presidente del fabricante, al referirse a la ventaja de ser la única con fábrica en el País. Además, eso es crucial para la empresa.
Por mantener una relación estrecha con el gobierno y las Fuerzas Armadas, que la auxilia en la formación de la cárcel de proveedores, la compañía consigue reducir sus costes con piezas – generalmente importadas. Hoy, son 20 proveedores localizados en el Sudeste y en el Sur del País. Dentro de cuatro años, ese número debe doblar.
Eso permitirá que los ejecutivos de la Helibras concreten un antiguo sueño: crear un modelo 100% nacional, desde el proyecto hasta la fabricación, en el plazo de diez años. Pero no es tan fácil cuanto parece. Brasil carece de mano de obra especializada y, para formar profesionales cualificados, desde 2008 la compañía tiene un convenio con tres universidades del País que forman ingenieros aeronáuticos: el ITA, la USP y, más recientemente, la Universidad Federal de Itajubá. Los mejores alumnos ganan prácticas en la francesa Eurocopter. “La Helibras necesita mismo, desde ya, pensar en el futuro.
Los profesionales son escasos en ese área y lo tiempo de diez años para la maduración de uno proyecto 100% nacional es corto para prepararlos adecuadamente”, dice el profesor Fernando Catalano, coordinador del curso de ingeniería aeronáutica de la USP de São Carlos. Correr contra el tiempo parece ser la especialidad de la empresa.
Fuente: Isto É Dinheiro vía Defensa@Net e PB