Segundo portaaviones de EEUU llega a zona del golfo Pérsico
Un segundo portaaviones estadounidense, el Carl Vinson, ha llegado a la zona de responsabilidad de la V Flota estadounidense, encargada del golfo Pérsico, el mar de Omán y el mar Rojo, anunció hoy el Pentágono.
No obstante, el Departamento de Defensa de Estados Unidos subrayó que se trata de un desplazamiento de rutina y que ya estaba previsto desde hace meses.
El portaaviones Abraham Lincoln se encuentra también de camino a la zona y atraviesa en la actualidad el océano Índico.
Según el Pentágono, el Carl Vinson, al que acompaña un crucero y un destructor y que transporta cerca de ochenta aviones y helicópteros, llegó el pasado lunes para desarrollar tareas de apoyo en la guerra en Afganistán y relevar al portaaviones John Stennis.
Según el portavoz del Pentágono John Kirby, capitán de Marina, el Carl Vinson, el buque desde el que se arrojó al mar el cuerpo de Osama bin Laden, el líder de la red Al Qaeda, tras su muerte a manos de un comando estadounidense en mayo, no se encuentra en el golfo Pérsico.
"No quiero dar a nadie la impresión de que estamos enviando a toda prisa a dos portaaviones para allá porque nos preocupa lo que está pasando en Irán", declaró Kirby. "Es sólo un requisito de nuestra estrategia militar establecida por el mando".
El Golfo ha sido escenario de tensiones entre EE.UU. e Irán en las últimas semanas a raíz de las amenazas de Teherán de cerrar el estrecho de Ormuz, la puerta al golfo Pérsico y el petróleo que contiene.
La semana pasada, el Stennis y su grupo de batalla atravesaron el estrecho pese a las amenazas iraníes en represalia por las sanciones internacionales a su programa nuclear.
El paso, que en su punto más angosto mide 54 kilómetros, es una vía de navegación situada en aguas territoriales de Irán y Omán por la cual transitan, cada día, un promedio de 13 buques cisternas que transportan más de 15 millones de barriles de petróleo crudo, es decir un tercio de los embarques mundiales de hidrocarburos.
La situación, ya de por sí delicada, se ha tensado aún más con la muerte del científico nuclear iraní Mustafá Ahmadi Roshan al estallar una bomba en su automóvil en el norte de Teherán.
Irán ha responsabilizado del atentado a EE.UU. e Israel, aunque el Gobierno en Washington rechazó "categóricamente cualquier implicación en esta muerte".
EFE y Aurora Digital