España construye desde hace dos meses una gran base militar en Irak a coste mínimo
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El
Ejército español lleva dos meses construyendo una nueva base militar en Irak para albergar a más de 300 militares españoles, más otros 50 de
Estados Unidos y 40 de
Portugal, y se prevé que esté finalizada en julio, según afirmó el
teniente coronel César De Cea, jefe de la Unidad de Apoyo al Despliegue, responsable del proyecto.
El teniente coronel explicó que la mayor virtud de la base, bautizada con el nombre de
Gran Capitán, “es que es una base muy funcional, construida con un coste mínimo y máximo aprovechamiento del espacio”, informa el
Estado Mayor de la Defensa (EMAD) que no precisa del coste económico de la instalación.
“Después de dos meses de duro trabajo, las instalaciones están ahora mismo a casi un 40 por ciento y calculamos que nuestra tarea podría estar concluida dentro de otros tres meses”, agregó el teniente coronel
De Cea.
Comparada con otras bases españolas en el exterior, la base
Gran Capitán es de las más pequeñas en cuanto a la proporción entre personal que la habita y extensión de terreno disponible, lo que podría ser, precisamente, su mayor inconveniente, según explica la comunicación del
Estado Mayor de la Defensa.
Energía y agua potable
La construcción ha sido llevada a cabo por 70 efectivos de Ingenieros de la
Unidad de Apoyo al Despliegue en Irak y, según el
EMAD, progresa adecuadamente, sobreponiéndose a las dificultades que conlleva la ejecución de un proyecto de esta envergadura tan lejos de España.
Entre las muchas dificultades que ha enfrentado, el coronel
De Cea destacó la escasez de materiales disponibles en zona y lo problemático que resulta conseguir lo necesario con los parámetros de calidad exigibles en cada momento.
Debido a las condiciones de calor extremo en donde se ubica la Base, una zona predesértica muy árida, el militar consideró como el factor de planeamiento más importante el de asegurar el adecuado suministro de energía eléctrica para lo que se prevé la instalación de ocho potentes generadores.
La base contará en breve, asimismo, con una planta potabilizadora propia para garantizar las condiciones de salubridad del agua que se destine a uso sanitario.
Medidas de protección y seguridad
La base está planificada en una superficie de unos 45.000 metros cuadrados y se encuentra situada en las proximidades de la localidad iraquí de
Besmayah, a unos 60 kilómetros al sur de
Bagdad, y situada en el interior de una importante zona de adiestramiento militar, diseñada en su momento por militares estadounidenses y contigua a otra base militar, en las cercanías del área de vida y adiestramiento del personal a instruir, y a no mucha distancia de la base estadounidense
Fob Hammer.
En principio, la base española está situada en una “zona segura” en la que, para acceder a ella, hay que superar un gran número de controles y vigilancias de zona, cuyo propósito es el de disuadir, detectar y dificultar, en lo posible, la infiltración y el avance hasta el área de habitabilidad de cualquier elemento hostil.
La base se ha construido con todas las medidas de seguridad y protección necesarias, entre las que destaca la demarcación de todo el perímetro con los conocidos como “T walls”, unos bloques de hormigón con una base en forma de “T” y que, colocados en vertical, miden casi cuatro metros de altura. A esto hay que añadir la instalación de torres de vigilancia, también de hormigón, distribuidas por todo el contorno.
En el interior del recinto, las diferentes zonas y comportamientos están delimitados por “T walls” que conceden protección a cada edificio, construcción o habitáculo de campaña, además de refugios para personal fabricados con hormigón armado y diseñados para aguantar un eventual ataque con granadas o morteros.
El proyecto urbanístico de la instalación incluye zonas claramente diferenciadas como las de mando y control, seguridad, vida y servicios, logística, alimentación y un área de recreo que contará con gimnasio, locutorio de internet, biblioteca y cafetería.
La
Unidad de Apoyo al Despliegue que está construyendo la instalación está formada sobre la base del Regimiento de Especialidades de Ingenieros nº 11, con sede en
Salamanca (de hecho 67 de sus 70 componentes proceden de esta Unidad).
En cuanto a capacidades, la unidad puede redactar y controlar los proyectos de obra, incluyendo el control de trabajos y dirección técnica de empresas y trabajadores civiles, y también la ejecución de trabajos de construcción, instalaciones de fontanería y saneamiento, o instalaciones eléctricas.
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