Parte 1
Los interminables problemas del barco de combate más moderno de EEUU
Los LCS debían ser barcos pequeños, ágiles y baratos, pero han resultado ser un sonoro fracaso para la marina estadounidense
USS Freedom. (Wikipedia/James R. Evans)
Autor
Pepe Cervera
04.07.2016 – 05:00 H.
Los buques de guerra son caros,
muy caros. Y cuando se es una potencia mundial y se pretende controlar los mares del planeta hay que disponer de muchos de ellos.
A veces hay misiones para las que no es necesario un grupo de portaviones, ni siquiera un destructor; de hecho ya hay (y cada vez habrá más) misiones para las que el tamaño, el armamento y los sensores de incluso una fragata resultan excesivos.
Para mostrar la bandera, realizar operaciones de desminado o mantener una ruta marítima libre de piratas no es necesario un poder de fuego desmesurado, y para cazar
submarinos cerca de la costa un barco pequeño es más útil.
Todas estas consideraciones las tuvo en cuenta la marina estadounidense a la hora de diseñar un nuevo tipo de buque de combate denominado
Littoral Combat Ship (LCS, buque de combate litoral). Pero ante todo pensaron en su coste: la idea era diseñar un barco pequeño, ágil y barato con una tripulación reducida y módulos de misión intercambiables para multiplicar su utilidad y su número.
Ya hay 6 LCSs en servicio, pero la discusión generada es tan intensa como el primer día. Tanto que se ha reducido la cantidad que se iba a construir, y los ya fabricados van a ser adaptados a un nuevo concepto (‘
LCS Fragata’). ¿El motivo? los actuales son propensos a las averías, menos flexibles, más vulnerables y menos peligrosos para el enemigo de lo que se pretendía.
El programa tenía todos los ‘palabros’ de moda imaginables. Automatización para reducir el número de marineros, el principal coste a lo largo de la vida de un buque de guerra; múltiples tripulaciones que se relevan en ciclos para que el barco no quede ocioso; armamento modular para convertir un barco multipropósito en un especialista antiminas, contra blancos de superficie, de captación de inteligencia, desembarco de tropas de operaciones especiales o antisubmarino con unas pocas horas en puerto; velocidad y agilidad supremas para convertirlo en un rival escurridizo; facilidad de navegación en aguas someras y de entrada en puertos pequeños...
Incluso uno de los dos diseños iba a ser un trimarán, rompiendo con la tradición de casco único de milenios y ganándose el apodo de
el ‘Pájaro de Presa Klingon’ de la marina, una referencia a los alienígenas más conocidos de la saga Star Trek.
Finalmente se optó por mantener en producción los dos diseños, muy diferentes entre sí. Pero el programa LCS ha causado numerosos quebraderos de cabeza, ha sido reformado y reformulado varias veces y finalmente se ha recortado: en lugar de los 52 barcos inicialmente previstos sólo se construirán 40, y aún estos en una única configuración diferente y reforzada. ¿Qué ha salido mal?
La marina reconoce que los barcos no son capaces de sobrevivir por sí mismos y que necesitarán la cobertura de buques mayores
Prácticamente todo. Los buques de ambas clases han tenido problemas estructurales, de corrosión, de comunicaciones y de sensores, están poco armados para el combate contra otros buques y
tienen dificultades para defenderse de lanchas rápidas atacando en enjambre.
Sus reducidas tripulaciones y disminuidos estándares de construcción los hacen frágiles ante posibles impactos enemigos o averías; los primeros del subtipo USS Independence (el trimarán) tuvieron hasta problemas estructurales al enfrentarse a oleajes de mar abierto.
La marina estadounidense reconoce que los barcos no son capaces de sobrevivir por sí mismos en áreas disputadas y necesitarán la cobertura de buques mayores. Ni siquiera serían capaces de resistir los test de resistencia a ondas de choque que se hacen a otros barcos de estándar militar.
Los módulos de misión diseñados para facilitar el cambio de especialidad del barco no son tan sencillos de instalar y el sistema de rotación de tripulaciones (3:2:1, tres tripulaciones y dos barcos en preparación y entrenamiento por cada barco en patrulla) no acaba de funcionar y ha contribuido a agravar los problemas mecánicos de algunos navíos. El coste previsto de cada ejemplar era la cuarta parte lo que cuesta un destructor de la
clase Arleigh Burke, otra promesa incumplida.
Los dos subtipos que competían eran el LCS-1
clase Freedom y el LCS-2 clase Independence. Los Freedom fueron diseñados por Lockheed Martin y tienen una configuración convencional de casco único que recuerda a una lancha torpedera sobredimensionada: desplazan 3.500 toneladas, el casco es de acero y la superestructura de aluminio y tienen una eslora de 115 m y una manga de 17,5 m. Su principal característica es su enorme velocidad: disponen de un sistema de propulsión mixto que usa motores diésel para marcha lenta y económica que aumente el radio de acción y turbinas de gas para alcanzar velocidades de hasta 47 nudos (87 km/h).
USS Independence. (Wikipedia)
A esta velocidad, y gracias a su casco semiplaneador, pueden superar incluso a muchas lanchas rápidas al coste de enormes cantidades de combustible; también generan una
característica ola a popa denominada ’cola de gallo’.
El diseño cuenta con una amplia pista para helicópteros y con hangar para un MH-60 Seahawk y hasta 2 helicópteros sin piloto MQ-8B Fire Scout. Además tiene una generosa bodega con accesos al agua para botar lanchas y vehículos navales robóticos. La tripulación básica es de tan sólo 40 marinos que cuando se complementa con los especialistas de los módulos de misión y el contingente aéreo ronda los 75.
En simulaciones contra buques rivales, la elevada velocidad de los LCS no fue suficiente para evitar que resultaran derrotados con facilidad
Los Independence son trimaranes completamente construidos en aluminio y han sido diseñados por General Dynamics en asociación con la australiana Austal, especializada en ferries rápidos y que también participa en
los Expeditionary Fast Transport.
Tienen 127,4 m de eslora y 31,6 m de manga, pero desplazan tan sólo 2.300 toneladas con un calado reducido debido a su configuración. Disponen también de propulsión mixta de diésel y turbinas de gas para alcanzar 44 nudos (81 km/h) a través de hidrojets.
Debido a la forma del casco tanto la pista de aterrizaje como la bodega de los Independence son enormes; los barcos pueden utilizar hasta 2 helicópteros SH-60 Seahawk o un
CH-53 Sea Stallion al mismo tiempo que múltiples aparatos no tripulados, aunque tan sólo llevan en su hangar un SH-60 y dos Fire Scout.
La bodega de misión es tan amplia que puede servir como transporte de material y personal además de almacenar un segundo módulo de misión para complementar al instalado, aumentando la flexibilidad.
El casco trimarán le confiere una gran estabilidad, aunque a costa de una cierta sensación de mareo para los marinos a bordo. La tripulación es también de 40 personas y hasta 35 más en los módulos de misión.
Ambas versiones están armadas con un cañón de 57 mm en una torre a proa y con 4 ametralladoras de calibre 50 (12,7 mm). Para la lucha antiaérea cuentan con un sistema
Raytheon SeaRAM CIWS de defensa de punto que combina los sistemas electroópticos de un Phalanx con un lanzador de misiles antiaéreos
RAM con 11 disparos.
Como parte del Módulo de Guerra Naval de Superficie ambos pueden llevar además dos torretas cada una con un cañón de 30 mm Mk44 Bushmastery está planeado que reciban 24 misiles AGM-114L Hellfire, la versión naval del misil antitanque estándar en el ejército estadounidense.
Ambas versiones disponen de radar 3D (aunque no del sofisticado tipo Aegis), de sistemas de guerra electrónica y de camuflaje ante ataques con cebos y sistemas de ocultación. Como parte del módulo de guerra antisubmarina pueden llevar un sonar remolcado y el módulo antiminas incluye un vehículo submarino no tripulado.
Un LCS de clase Independence. (Wikipedia)
http://www.elconfidencial.com/tecno...barco-de-combate-mas-moderno-de-eeuu_1226903/