Bisontes y Uros entre Japón y China
Foto: RIAN
En mayo del año 2013 China recibió de Ucrania la primera nave de desembarco sobre colchón de aire del proyecto 958 Bizón (Bisonte). De manera general, en correspondencia con lo pactado en el contrato con la parte ucraniana, china deberá recibir cuatro naves semejantes. La nave "Bisonte" es la copia exacta de la nave de desembarco rusa del proyecto 12322 Zubr (Uro). La aparición en China de Uros después de que la explotación de estas naves sea completamente asimilada puede tener importantes consecuencias en las discusiones territoriales marítimas.
De las cuatro naves, dos serán ensambladas con licencia ucraniana en China. Hasta donde se conoce, los ucranianos entregaron a la parte china un conjunto completo de la documentación técnica de estas naves, lo que abre la vía para su copia completa y la producción ilimitada en las empresas chinas, sin ninguna participación ucraniana.
Los derechos de autor sobre la nave pertenecían a la parte rusa, por lo que los ucranianos introdujeron en su construcción insignificantes cambios y declararon que construyen las naves mediante un proyecto completamente independiente, el "Bisonte".
El Ejército y la Flota ucranianos prácticamente no tienen futuro: el presupuesto destinado ellos constituye menos del 1 % del PIB del país. En el transcurso de todo el período post soviético ellos no han adquirido nueva tecnología y no planean tales adquisiciones. En todo caso la fábrica More (Mar) debería haber salido de los negocios en la esfera de la construcción naval militar, y por ello no lamentaron vender barato a los chinos todo el conocimiento y la documentación referente a la construcción de tales naves.
El Uro es la nave más grande sobre colchón de aire en el mundo, posee desplazamiento hidráulico de 550 toneladas. Puede transportar una notable cantidad de técnica: tres tanques o diez transportes blindados y al mismo tiempo transportar a ciento cuarenta soldados de desembarco. Si la nave no carga técnica pesada, entonces la cantidad de soldados de desembarco puede alcanzar las quinientas personas.
El principal problema para las naves sobre colchón de aire es la distancia. El Uro, debido a sus grandes dimensiones es capaz de trasladarse a distancias notables: con diferentes variantes de carga de tropas de desembarco y combustible, la distancia de navegación oscila entre las trescientas y las mil millas marítimas. Esto permite, en caso de necesidad, trasladar las tropas desde las bases fortificadas chinas hasta la mayoría de las islas en discusión en los mares de la China Oriental y Sur, con una velocidad de 110 km/hora.
Un enemigo que utilice naves de patrullaje comunes, poseedoras de una velocidad máxima dos o tres veces menor, lo más probable es que no pueda reaccionar a tiempo ante la aparición en una región en discusión dada de las naves chinas sobre colchón de aire. La velocidad de su desplazamiento disminuye al máximo el tiempo del que pudiera disponer el enemigo para tomar decisiones. De hecho, China obtiene la posibilidad de ocupar inmediatamente cualquiera de las islas en discusión que no posean una guarnición permanente, desembarcando en la misma importantes fuerza y en caso de necesidad, con armamento y técnica pesados, incluyendo, por ejemplo, medios de defensa antiaérea y de defensa costera y equipamiento ingenieril.
De todo esto no resulta totalmente concluyente de China utilice estas posibilidades técnicas. Lo más probable es que las nuevas naves de desembarco constituyan un factor más que refuerce la presión psicológica sobre los oponentes de la RPCh y los obligue a esforzarse adicionalmente en la búsqueda de un compromiso con Pekín ante la faz de una superioridad militar china evidente. Se puede presuponer que para alcanzar éste efecto, China va a llevar a cabo ejercicios con la participación de estas naves en los mares del Sur y del Oriente de China.
Nota: Las opiniones expresadas por el autor no necesariamente coinciden con los puntos de vista de la redacción de La Voz de Rusia.
Vasili Kashin
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