Estados Unidos intenta frenar el avance del Estado Islámico en Libia
Por Eric Schmitt 26 febrero 2016
Combatientes de Senegal practican en un campo de entrenamiento contraterrorista supervisado por el ejército de Estados Unidos. Credit Sergey Ponomarev para The New York Times
THIÈS, Senegal – La rama del Estado Islámico (EI) en Libia profundiza su alcance por una amplia zona de África. Atrae a nuevos reclutas de países que, como Senegal, habían sido inmunes a la propaganda yihadista y ha obligado a las autoridades africanas y a sus aliados occidentales a incrementar los esfuerzos para combatir la amenaza.
Los ataques aéreos estadounidenses en el noroeste de Libia —que demolieron un campo de entrenamiento del EI y cuyo blanco era un alto agente tunecino— agravan el problema, dijeron funcionarios occidentales. Las más de tres decenas de muertos, sospechosos de ser combatientes del EI, habían sido reclutados en Túnez y otros países africanos, y se sospecha que practicaban un ataque en contra de blancos occidentales.
Si bien los organismos estadounidenses de inteligencia dicen que la cantidad de combatientes del EI en Irak y Siria ha bajado de un máximo de 31.500 a cerca de 25.000 (en parte, gracias a la campaña aérea liderada por Estados Unidos allá), las filas de la organización en Libia casi se han duplicado en el mismo periodo, a cerca de 6.500 elementos.
Dirigentes del EI en Siria han dicho a los reclutas que viajan desde el norte —de países africanos, como Senegal y Chad– así como a los que van llegando por Sudán, que no sigan a Medio Oriente. En cambio, les piden que esperen en Libia. Funcionarios de inteligencia estadounidenses explican que el objetivo inmediato de la organización es construir un califato nuevo en Libia y hay señales de que su afiliada está tratando de establecer instituciones cuasiestatales.
“No se puede desactivar la amenaza yihadista que sale de Siria e Irak sin resolver el peligro que representan las organizaciones terroristas en Libia”, comentó el legislador republicano por California, Devin Nunes, quien encabeza al Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes.
Antes de recurrir a cualquier acción militar más grande, la Casa Blanca y sus aliados occidentales, como Gran Bretaña, Italia y Francia, han intentado crear un gobierno de unidad en Libia con el objetivo de usarlo para reunir a grupos de milicias difíciles de controlar contra de un enemigo común: el Estado Islámico. Las fuerzas de operaciones especiales podrían ayudar a asesorar y asistir a esas milicias, comentan funcionarios.
“Nuestra preferencia firme, como ha sido el caso siempre, es entrenar a los libios para que peleen”, dijo Obama en una rueda de prensa en California.
El resultado es que el gobierno y sus aliados han tomado varias medias para prepararse para entrenar a tropas libias en caso de que el gobierno de unidad recién formado solicite esa ayuda. También se apresuran a reforzar a los aliados africanos cruciales fuera de Libia.
El Pentágono ha propuesto gastar 200 millones de dólares este año para entrenar y equipar a los ejércitos y las fuerzas de seguridad de los países africanos del norte y occidente del continente. Estados Unidos está a punto de iniciar la construcción de una base de drones de 50 millones de dólares en Agadez, Níger, que permitirá que aviones de vigilancia vuelen cientos de kilómetros más cerca, al sur de Libia.
Nuevas evaluaciones de la inteligencia de estadounidenses y sus aliados dicen que los comandantes del EI en Libia están tomando territorios, cobran “impuestos” a los habitantes y han establecido instituciones que son un reflejo del manual de estrategias del Estado Islámico en Siria e Irak. También se han metido en el contrabando de emigrantes africanos, que ha prosperado en la anárquica Libia y se ha convertido en una nueva fuente de ingresos.
Funcionarios estadounidenses advierten que, si bien la rama libia del EI está tratando de actuar como la organización de origen en Siria, enfrenta ciertas limitaciones inherentes: por ejemplo, no controla ningún campo petrolífero que pueda generar ingresos, aunque ha atacado a algunos en el este de Libia.
Funcionarios estadounidenses dicen que la fuente principal de ingresos de la rama libia es la extorsión a los habitantes de la franja que controlan dentro de Surt y sus alrededores.
El EI en Libia engrosa sus filas mediante uno de los principales medios que utiliza su matriz en Siria: una inteligente campaña en redes sociales, orientada a persuadir a jóvenes marginados que tienen pocas opciones educativas y un futuro económico desalentador en sus países.
Funcionarios de inteligencia dijeron que hay evidencia de que EI había recurrido a la organización extremista islámica llamada Boko Haram –antes alineada con Al Qaeda– para contar con jóvenes comandantes y combatientes; también que ha tenido acercamientos en algunos de los países más pobres de la región de Sahel, como Níger y Mauritania.
Para enfrentar el problema, fuerzas especiales de 30 países participan en un entrenamiento con duración de tres semanas en Thiès, un extenso cuartel del ejército a unos 70 kilómetros de Dakar, que también alberga a la academia militar de Senegal.
Instructores estadounidenses, canadienses, holandeses y belgas trabajan con soldados de Níger y Nigeria. Algunas tropas practican primeros auxilios; otras, disparan contra blancos a corta distancia.
Con la ayuda de
marines holandeses y fuerzas especiales estadounidenses, Senegal también está entrenando a una fuerza nueva para patrullar su frontera acuática con Mauritania (al norte). El coronel Guirane Ndiayeun, comandante de zona senegalés, comentó: “Si no hacemos una campaña multinacional, el EI se extenderá todavía más”.
Dionne Searcey y Sergey Ponomarev colaboraron para este reportaje.
http://www.nytimes.com/es/2016/02/26/estados-unidos-intenta-frenar-el-avance-del-estado-islamico-en-libia/?rref=collection/sectioncollection/index