Parte 2
Una mirada al Líbano tras la contienda de 2006
Situación actual
La resolución del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas 1701 (11 de agosto de 2006) fijó las condiciones del cese de hostilidades entre Israel y Líbano. En esta resolución, entre otros puntos, se instaura:
- Un total respeto de las dos partes, Israel y Líbano, a la Blue Line.
- Se autoriza un mayor número de efectivos para la fuerza de Naciones Unidas, UNIFIL (El Consejo de Seguridad de la ONU creó en 1978, Res 425, una Fuerza de Provisional para el Líbano, UNIFIL, este mandato se modificó en 1982 y 2000, la contienda de 2006 marcó la última modificación del mandato), para vigilar el cese de hostilidades y ayudar a las Fuerzas Armadas Libanesas (en adelante LAF) a desplegar y controlar el Sur del Líbano conforme se retiraban las IDF.
- Se establece una zona libre de armas, excepto UNIFIL y las Fuerzas Armadas Libanesas, entre el rio Litani y la Blue Line.
La política libanesa es capaz de encontrar estabilidad en circunstancias en las que otro país estaría abocado a la guerra civil, los dos grupos políticos, bloque 8 de marzo y bloque 14 de marzo, intentan mantener su cuota de poder, aún más en las circunstancias en las que se encuentra su vecina Siria.
La Alianza del 8 de marzo es una coalición política formada por Hizb Allah y el Movimiento Amal, partidos apoyados principalmente por la población musulmana chií; el Movimiento Marada, cristiano; el Partido Comunista del Líbano; el Partido Social Nacionalista Sirio; y el Movimiento Patriótico Libre.
Por su parte, la Alianza del 14 de marzo es una coalición política del Líbano formada por partidos de la corriente anti siria. Los principales partidos que la forman son el Movimiento del Futuro, apoyado principalmente por la población suní; el Partido Socialista Progresista, principalmente druso y las Fuerzas Libanesas, principalmente cristianas maronitas
La crisis Siria está polarizando la política y la dinámica entre los diferentes grupos étnicos libaneses al percibirse como objetivo de esta guerra, no solo el derrocamiento del presidente Asad, sino también un enfrentamiento de las dos formas de concebir el Islam. Además, como otra consecuencia de la crisis Siria, el número de refugiados en Líbano supone, no solo un problema de seguridad, sino también económico y sanitario.
A 30 de enero de 2014, según las cifras proporcionadas por el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR), el número de refugiados era de unos 902.247, entre lo registrados y pendientes de registro, de ellos 110.622 en el Sur del Líbano. El gobierno del Líbano estima en más de un millón los refugiados si se incluyen a los trabajadores sirios y sus familias y a los que no se registran por otras razones, lo que supone un 24% en relación con los 4.425.000 ciudadanos libaneses.
Un aspecto importante es el problema de seguridad que representan los refugiados palestinos. Existen doce campos con un total de 455.000 refugiados. Al Sur del rio Litani hay tres campos (Ein el-Hilweh, Burj Shemali y Rashidieh) con un total de 100.877 refugiados.
Los campos son gestionados, organizados y protegidos por los grupos que eligen los propios refugiados. Las fuerzas de seguridad y las fuerzas armadas libanesas no tienen jurisdicción y solo actúan cuando la situación alcanza niveles gravedad que suponga una gran vulnerabilidad social, política y de seguridad. Únicamente mantienen vigilancia en los accesos exteriores de los campos. Para evitar esta situación, el gobierno Libanés es reticente a permitir campos de refugiados sirios en territorio Libanés.
La situación en estos campos es difícil, sobre todo con la llegada de palestinos que huyen de la guerra en Siria y que en su mayoría son de etnia Sunita, opositores al presidente Asad, y que causan inestabilidad en Líbano.
Las IDF se mantienen en alerta permanente a lo largo de la Blue Line, reaccionando rápidamente ante cualquier incidente que se produce en las zonas calientes, aquellos puntos que no están reconocidos por uno o por otro lado (la granjas de Shebaa, el rio Wazzani, Gahjjar etc..). Los “desafíos,” provocados por ambos bandos, son relativamente frecuentes. La mayoría son solucionados por la mediación de UNIFIL que, con despliegues preventivos o reaccionando rápidamente, da tiempo a que los mecanismos políticos y contactos de alto nivel rebajen la tensión.
Una de las amenazas permanentes de Hizb Allah, y de otros grupos, es el lanzamiento de cohetes sobre territorio israelí, para contrarrestar estas acciones las IDF han desarrollado el sistema Iron Dome o cúpula de hierro. Este es un sistema móvil de defensa aérea diseñado para interceptar y destruir cohetes y proyectiles artilleros. Se despliega de manera aleatoria en todo el territorio de Israel y especialmente en fechas significativas o cuando los acontecimientos pudieran provocar lanzamiento de cohetes.
La Fuerza Aéreas Israelí (IAF) mantiene presencia diaria sobre todo el Líbano utilizando Vehículo Aéreo no Tripulados (UAV), aviones de combate y, cerca de la frontera, globos aerostáticos. Estos sobrevuelos suponen una violación de la Blue Line y son tratados, como el resto de violaciones, en las reuniones tripartitas, entre representantes de UNIFIL, Líbano e Israel, que se realizan mensualmente.
Estas acciones de las IAF son especialmente frecuentes al Sur del rio Awali y más específicamente del rio Litani. Sus objetivos son la vigilancia de la zona, la obtención de inteligencia y mantener actualizada automáticamente su base de datos y el
targeting (un proceso sistemático por el que se obtienen objetivos, se valoran sus características y se le asignan acciones, letales o no, para crear los efectos requeridos para conseguir los objetivos de la campaña) para una futura confrontación. En el momento que se produce cualquier incidente, el despliegue de UAV,s u otros medios de vigilancia es inmediato.
Las fuerzas navales también reaccionan ante cualquier aproximación a la línea de boyas que separan ambos países, detonando frecuentemente cargas de profundidad en evitación de amenazas submarinas como son los buceadores.
Las fuerzas terrestres, no solo hacen presencia en las proximidades de la Blue Line, cruzando ocasionalmente su Valla Técnica (
Technical Fence, valla construida por Israel paralela y al Este de la Blue Line con sensores y medios de detección y alarma.) sino que a veces hacen incursiones en territorio libanés para obtener inteligencia o realizar acciones de combate, como sucedió el martes 6 de agosto de 2013 cuando una incursión israelí fue rechazada por combatientes de Hizb Allah en las proximidades de la ciudad de Alma al-Shaab.
El cambio de las IDF en lo que respecta a la utilización de sus fuerzas terrestres se pone de manifiesto en la gran cantidad de ejercicios y despliegues de grandes unidades a lo largo de toda la Blue Line, tanto realizadas por las unidades regulares como por las unidades de reserva.
En todo el Líbano, como sucedió en los años anteriores a la guerra de 2006, Hizb Allah ha mejorado y expandido sus redes de túneles, los obstáculos en contra de la movilidad de unidades tanto de infantería como de unidades acorazadas y su sistema de mando y control. Especialmente a caballo del rio Litani y al Sur de este, los trabajos de mejora de posiciones y puntos nodales de su sistema de mando y control han sido evidentes.
Son sospechosas las restricciones al movimiento de unidades de UNIFIL e incluso a patrullas conjuntas de UNIFIL y LAF, en valles de indudable valor estratégico y en donde siempre han habido posiciones defensivas con la excusa, para no incumplir con la resolución 1701 de ONU, de ser “propiedad privada”.
La incursión de las IDF de agosto antes comentada, se realizó, según Israel, por la incapacidad de UNIFIL de controlar e inspeccionar ciertos lugares de gran valor táctico.
El 23 de noviembre de 2011 hubo una gran explosión en la ciudad de Siddiquine, el acceso fue inmediatamente cerrado por miembros de Hizb Allah y solo se permitió el paso el día siguiente cuando solo se pudo comprobar que había un gran movimiento de tierra. Esta explosión, se sospecha, que fue una detonación de un depósito de munición del grupo.
A estos trabajos más o menos evidentes se une la convicción, difícil de demostrar, de que Hizb Allah ha renovado y actualizado sus sistemas de cohetes y misiles, como sucedió en la guerra de 2006, en donde el grupo fue capaz de ocultar la red de túneles y posiciones que construyeron ante los ojos de los servicios de inteligencia israelitas, sin ser detectados. Combatientes de Hizb Allah recibieron hace años instrucción en manejo de armas químicas, aunque no se puede asegurar, ni descartar, que posean este tipo de armamento. Si es casi seguro que se ha montado un sistema de defensa aérea con material antiaéreo de última generación.
Para entender la situación sociopolítica que se vive permanentemente al Sur del rio Litani y las implicaciones que de ella se derivan, hay que dar un rápido vistazo a la distribución étnica y política de esta área.
Distribución étnica
La distribución étnica al sur del rio Litani, como nos muestra el mapa, está dominada por etnia Chiita, con la excepción de la región del Arqoub, en rojo, al Este dominada por etnia Sunita. Al Sur y al Este, en verde, Cristianos, la minoría Drusa, en azul, restringidos al Este de la zona. Al Sur del rio Litani, las áreas donde no hay una etnia dominante se encuentran, fundamentalmente, alrededor de la ciudad de Tiro.
En cuanto a la distribución política, el 95% de los municipios están gobernados por Amal o por Hizb Allah , sólo al Este y en algunos municipios del Sur y Oeste están gobernados por partidos del bloque 14 de marzo.
La crisis de Siria es poliédrica y visto desde el Líbano se aprecia como un enfrentamiento global de las dos formas de percibir el Islam, Chiita y Sunita. Así lo ha declarado el líder de Hizb Allah, Hassan Nasrrallah, cuando dice que si hoy no combatimos en Siria mañana lo haremos por nuestra supervivencia en casa.
Del mismo modo ha habido un manifiesto firmado por más de cien Sheiks sunníes proclamando la necesidad de derrotar a los chiitas. La mayor implicación de los combatientes de Hizb Allah en la guerra de Siria ha sido, hasta el momento, en la toma de Qusayr y Homs, en donde el número de bajas del grupo han sido muy altas y de la que extraen dos conclusiones.
La primera es que la victoria en Qusayr se debió a la gran preparación de los combatientes de Hizb Allah en el combate en zonas urbanizadas y la preparación de sus líderes, muy superior a la preparación de las fuerzas sirias. La segunda es el control que ejerce Hizb Allah al Sur del Litani, control que, entre otros aspectos, se materializó en la tranquilidad en todo Líbano cuando se empezaron a enterrar la gran cantidad de sus caídos en la guerra de Siria.
Esta tranquilidad social se basa en el control que Hizb Allah ejerce sobre sus bases sociales y sobre todo en el Sur del Líbano.
En el Centro y Oeste de la zona Sur de Líbano la mayoría de los municipios están dirigidas por Amal y Hizb Allah con lo que la seguridad ciudadana es más fácil de conseguir, en el Este, donde se encuentra el Corredor Cristiano y la región de Arqoub (gobernados por partidos del bloque 14 de marzo) están también controlados, de manera indirecta, por Hizb Allah .
De tal manera que en el Sur del Líbano no ocurre nada, salvo acciones aisladas, que no esté autorizado por Hizb Allah.
Esas acciones aisladas suelen ocurrir en las proximidades de los campos de refugiados palestinos, de manera esporádica y con poca preparación y escasa efectividad.
Hizb Allah ejerce sobre Israel una disuasión efectiva, donde la competencia por el acceso a la inteligencia es un campo de batalla crucial. En la actualidad, con el conflicto sirio de por medio, ni a Israel ni a Hizb Allah le interesa un enfrentamiento abierto. En el Sur del Líbano Hizb Allah ejerce el control total y es, en este momento, el mayor y mejor factor de seguridad.
Las LAF no tienen las capacidades en sistemas de armas e incluso instrucción y adiestramiento de los combatientes de Hizb Allah. Las unidades de las LAF desplegadas al Sur del rio Litani realizan funciones de control sobre la Blue Line y del territorio entre esta y el rio Litani, mediante puestos fijos y patrullas, muchas de ellas conjuntas con UNIFIL, con los que cooperan de manera satisfactoria.
Se aprecia una coordinación entre las LAF y Hizb Allah en todo, pero sobre todo en inteligencia. Con el conflicto Sirio, las LAF es el elemento de estabilidad en todo Líbano habiendo incrementado su despliegue en el Norte del país y al Este en el valle de la Bekaa. Su trabajo de estabilización e interposición en Tripoli y en la Bekaa es fundamental, también es de destacar la actuación en junio de este año en Sidón contra el grupo sunní del Sheik Al Assir, desarmando y pacificando la ciudad en menos de veinticuatro horas.
Israel y Hizb Allah en una futura confrontación.
Israel, en caso de iniciar una confrontación en el Sur del Líbano, intentará conseguir los objetivos planteados en la última confrontación, es decir, evitar los ataques sobre su territorio y anular a Hizb Allah, expulsándolo del Sur del Líbano, para las próximas décadas.
Intentaría imponer un alto ritmo a sus operaciones, tanto terrestres como aéreas, para anular a Hizb Allah y alcanzar sus objetivos antes de que la comunidad internacional reaccionara e impusiera un alto el fuego, que como paso en 2006, de no conseguir esos objetivos, no solo se interpretaría como una derrota, sino que reforzaría nuevamente el liderazgo de Hizb Allah no solo en el Líbano y ante la comunidad Chiita, sino ante todo el mundo árabe.
En cuanto a Hizb Allah, sus objetivos estarían basados fundamentalmente en mantener un fuego constante contra la población de Israel y acciones de operaciones especiales en territorio de Israel, así como actuar contra la aviación israelí, evitando su dominio del aire, que es su asignatura pendiente.
El grupo intentará parar los ataques terrestres causando el mayor número de bajas posibles y se apoyará en las ciudades para forzar a las IDF a causar daños colaterales que le conllevaría la condena de la comunidad internacional.
De esta forma conseguiría situar a la población israelí y a la comunidad internacional en contra de la guerra y obtener un cese de hostilidades que mostraría, una vez más, su liderazgo como oponente a Israel.
Hizb Allah, ¿Un nuevo paradigma de insurgencia?
La transformación de Hizb Allah desde su creación ha sido patente. En el nivel político, Hizb Allah acude a las elecciones libanesas como cualquier otro partido y participa activamente de la vida política del país.
En sus actuaciones no difiere del resto de partidos políticos y de ningún modo intenta el derrocamiento del gobierno o un cambio de régimen. El grupo tiene responsabilidades de gobierno en municipios sobre todo al Sur del rio Litani, en donde junto con Amal (ambos partidos Chiitas y pro sirios) controlan políticamente esa importante área geográfica, frontera con Israel.
En lo referente al brazo armado del grupo, la Unión Europea lo incluyo como organización terrorista tras el atentado en de julio de 2012 en Bulgaria, decisión contestada por la oposición política búlgara como precipitada y que tampoco se puede abstraer del conflicto sirio y de la presión ejercida por los Estados Unidos.
Pues bien el brazo armado de Hizb Allah se ha convertido en un verdadero ejército que emplea armamento y tácticas convencionales y que representa la “Resistencia” del pueblo libanés, dentro de la trilogía que define al Líbano de “Pueblo, Ejército y Resistencia”, frente a su enemigo Israel. Es más, hoy Hizb Allah representa la única disuasión efectiva frente a Israel.
La participación de Hizb Allah en Siria, basada en la certeza del grupo de que si no combaten hoy a los movimientos Sunníes en Siria lo harán mañana en Líbano, ha demostrado el apoyo y control que tiene sobre sus amplias bases dentro del Líbano y entre la comunidad Chiita. De hecho, gracias a ese control y aceptación del grupo, no se produjeron reacciones significativas a la gran cantidad de bajas sufridas por sus combatientes en la toma de Qusayr y Homs, ni reacciones a los ataques producidos en barrios Chiitas de Beirut de grupos Sunníes opositores del régimen Sirio o a los ataques de misiles de Israel en agosto de 2013 al Oeste de Beirut.
Este apoyo de la población, sobre todo al Sur del Líbano, es un factor de estabilidad que Israel reconoce de facto, y que, a pesar de la difícil situación política libanesa, ha conseguido, hasta la fecha, evitar enfrentamientos de consideración en el Sur del Líbano.
Los cambios que el grupo ha experimentado desde su creación en 1982 hasta nuestros días hacen que Hizb Allah represente a un amplio sector de la población libanesa, que lo reconoce como una fuerza política legal y legítima y que sea percibido, incluso fuera del Líbano, no solo como un movimiento insurgente, si no como un nuevo paradigma de insurgencia. Nuevo paradigma que se puede plasmar, entre otros puntos, en la creación de un Estado paralelo, con capacidades reales, dentro de otro Estado sin ninguna intención del primero de suplantar o derrocar al segundo.
Gabriel Martínez-Valera es Coronel (DEM) del Ejército de Tierra
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