Ucrania: Maskirovka 2.0 [la doctrina de la URSS está de vuelta]
La invasión de Crimea descorrió el velo sobre los nuevos dispositivos de propaganda y desinformación elaborados por el Kremlin poco después de la llegada al poder de Vladimir Putin.
Sintiéndose amenazada en su exterior cercano por la estrategia norteamericana de los pivots y por la de la Información Dominante, Moscú replicó a través de una doctrina de seguridad de la información desde 2000, cuya originalidad reposa en su capacidad de innovación, gracias a la contribución de 74 institutos de investigación, entre ellos el célebre MGIMO (conocido en Francia gracias a su colaboración con el IEP de París), la Academia Diplomática, el Instituto de investigaciones en telecomunicaciones de Voronezh, o incluso la universidad Lomonosov de Moscú, que acoge el Instituto de seguridad de la información creado en 2003 y dirigido por Sherstyuk, el ex director de la NSA rusa, la FAPSI. El conjunto de este dispositivo es coordinado por el Instituto de criptografía y de telecomunicaciones del FSB, dirigido por el profesor Kovalenko.
Ciberguerra, monitoreo del ciberespacio, análisis de las redes, netwar, sondeos de opinión, lingüística, psicología social, estrategia mediática, estudios de vulnerabilidades… Esta red cubre el conjunto de las técnicas de la guerra cognitiva. Si quiere ser interdisciplinaria, esta aproximación quiere ser también sistémica, cubriendo el conjunto de los mandos de acciones movilizables por el Estado ruso tanto en el interior como en el exterior de sus fronteras: político, económico, social, militar, diplomático, de seguridad pública, educativo, tecnológico, mediático…
Pero la crisis ucraniana favoreció la emergencia de una corriente de pensamiento geopolítico neo-conservador, animada por Igor Panarin y Alexandre Dugin para estar a la cabeza de este dispositivo. Esta corriente elabora, gracias a su red de “ex alumnos” la grilla de los programas de los principales medios rusos, como el Canal 1, Rossiya, NTV, Ren-TV, TV RT, La Voix de la Russie, relevados en la blogósfera por Nikolai Starikov. Luego de la anexión de Crimea, invitados a la recepción organizada por el Kremlin, en compañía de los dirigentes de los círculos diplomáticos, como Serguei Lavrov, de seguridad pública, como Yevgeny Primakov, o mediáticos, como Dimitry Kiselev, Panarin y Dugin estuvieron encargados de animar la ofensiva informativa.
Favorecidos por el peso emocional que representa Ucrania ("La Frontera") en el inconsciente colectivo ruso, los dos ideólogos supieron usar hábilmente, gracias a las cadenas comerciales, las temáticas ligadas al miedo (crucifixión de niños, depuración étnica) pero también el "entretenimiento" para encerrar a la población rusa (incluso a la diáspora) en una actitud de pasividad y así cohesionar la opinión alrededor de Vladimir Putin, representado como padre protector, hasta entonces particularmente desestabilizado por la oposición democrática y en ruptura con las elites urbanas.
Pero Occidente también se benefició de un tratamiento de favor sin medida común. El conjunto de los medios rusos que publicaban en lengua inglesa coordinó su contenido redaccional para volver en su beneficio los valores democráticos de la autodeterminación, "la primavera rusa", de prosperidad, de seguridad de los bienes y de los individuos y esto con destino a la prensa occidental, mientras que las repetidoras en el seno de las extremas derechas europeas vehiculizaban temáticas conspiracionistas para dividir a la opinión pública. Las redes sociales, como Twitter, Facebook, Odnoklassniki y VKontakt, eran controladas por herramientas que generaban avatares y respondían automáticamente y masivamente a cualquier ataque.
Pero las maniobras de intoxicación también tomaron como blanco a los servicios de inteligencia del este europeo, que disponían sólo de medios Osint [Open-source intelligence] para evaluar la situación, a través de los portales rossia3.ru, evrazia.org y sus nebulosas de sitios clones. En cuanto a los países que disponían de recursos más importantes, la maniobra consistió en orientar los análisis confidenciales realizados a pedido de los gobiernos por ciertos think-tanks, sacando provecho del hecho de que los grupos como Gazprom y Rosneft cuentan en el mundo con investigadores y consultores occidentales…
[El subrayado, negritas y entre corchetes es mío]
TTU Stratégie et politique 26 septembre 2014
La invasión de Crimea descorrió el velo sobre los nuevos dispositivos de propaganda y desinformación elaborados por el Kremlin poco después de la llegada al poder de Vladimir Putin.
Sintiéndose amenazada en su exterior cercano por la estrategia norteamericana de los pivots y por la de la Información Dominante, Moscú replicó a través de una doctrina de seguridad de la información desde 2000, cuya originalidad reposa en su capacidad de innovación, gracias a la contribución de 74 institutos de investigación, entre ellos el célebre MGIMO (conocido en Francia gracias a su colaboración con el IEP de París), la Academia Diplomática, el Instituto de investigaciones en telecomunicaciones de Voronezh, o incluso la universidad Lomonosov de Moscú, que acoge el Instituto de seguridad de la información creado en 2003 y dirigido por Sherstyuk, el ex director de la NSA rusa, la FAPSI. El conjunto de este dispositivo es coordinado por el Instituto de criptografía y de telecomunicaciones del FSB, dirigido por el profesor Kovalenko.
Ciberguerra, monitoreo del ciberespacio, análisis de las redes, netwar, sondeos de opinión, lingüística, psicología social, estrategia mediática, estudios de vulnerabilidades… Esta red cubre el conjunto de las técnicas de la guerra cognitiva. Si quiere ser interdisciplinaria, esta aproximación quiere ser también sistémica, cubriendo el conjunto de los mandos de acciones movilizables por el Estado ruso tanto en el interior como en el exterior de sus fronteras: político, económico, social, militar, diplomático, de seguridad pública, educativo, tecnológico, mediático…
Pero la crisis ucraniana favoreció la emergencia de una corriente de pensamiento geopolítico neo-conservador, animada por Igor Panarin y Alexandre Dugin para estar a la cabeza de este dispositivo. Esta corriente elabora, gracias a su red de “ex alumnos” la grilla de los programas de los principales medios rusos, como el Canal 1, Rossiya, NTV, Ren-TV, TV RT, La Voix de la Russie, relevados en la blogósfera por Nikolai Starikov. Luego de la anexión de Crimea, invitados a la recepción organizada por el Kremlin, en compañía de los dirigentes de los círculos diplomáticos, como Serguei Lavrov, de seguridad pública, como Yevgeny Primakov, o mediáticos, como Dimitry Kiselev, Panarin y Dugin estuvieron encargados de animar la ofensiva informativa.
Favorecidos por el peso emocional que representa Ucrania ("La Frontera") en el inconsciente colectivo ruso, los dos ideólogos supieron usar hábilmente, gracias a las cadenas comerciales, las temáticas ligadas al miedo (crucifixión de niños, depuración étnica) pero también el "entretenimiento" para encerrar a la población rusa (incluso a la diáspora) en una actitud de pasividad y así cohesionar la opinión alrededor de Vladimir Putin, representado como padre protector, hasta entonces particularmente desestabilizado por la oposición democrática y en ruptura con las elites urbanas.
Pero Occidente también se benefició de un tratamiento de favor sin medida común. El conjunto de los medios rusos que publicaban en lengua inglesa coordinó su contenido redaccional para volver en su beneficio los valores democráticos de la autodeterminación, "la primavera rusa", de prosperidad, de seguridad de los bienes y de los individuos y esto con destino a la prensa occidental, mientras que las repetidoras en el seno de las extremas derechas europeas vehiculizaban temáticas conspiracionistas para dividir a la opinión pública. Las redes sociales, como Twitter, Facebook, Odnoklassniki y VKontakt, eran controladas por herramientas que generaban avatares y respondían automáticamente y masivamente a cualquier ataque.
Pero las maniobras de intoxicación también tomaron como blanco a los servicios de inteligencia del este europeo, que disponían sólo de medios Osint [Open-source intelligence] para evaluar la situación, a través de los portales rossia3.ru, evrazia.org y sus nebulosas de sitios clones. En cuanto a los países que disponían de recursos más importantes, la maniobra consistió en orientar los análisis confidenciales realizados a pedido de los gobiernos por ciertos think-tanks, sacando provecho del hecho de que los grupos como Gazprom y Rosneft cuentan en el mundo con investigadores y consultores occidentales…
[El subrayado, negritas y entre corchetes es mío]
TTU Stratégie et politique 26 septembre 2014