Es una pena que Licastro no haya hecho ningun comentario sobre lo que le refute anteriormente...como hace vista gorda cuando se equivoca.
¿QUE?¡¡¡ ¿De que estas hablando Willys?
¿De esto?
Creo que ese es un mito argentino, la "izquierda" solidaria y la derecha "egoista"...yo nunca voy a entender que es "izquierda" y que es "derecha" en la Argentina! Yo he sido calificado en varias oportunidades tanto como de izquierda como de derecha...para mi depende simplemente de que lado estes sentado vos y tu interlocutor.
Por que te digo esto? Justamente porque el Ejercito (la supuesta "derecha"?) tambien pintaba escuelas en el Tucuman x ejemplo!
Si, y por la noche las usaban de centros clandestinos de detención...
Centros Clandestinos de Detención
Informe de la Comisión Bicameral - Tucumán 1974-1983 (Anexo II)
4. Escuela Universitaria de Educación Física
Ubicado en avenida Benjamín Aráoz al 800. Este Centro funcionó en 1976. Fueron ocupados los salones que hoy se identifican como Gimnasio. Por unas escaleras se asciende a unas aulas, que fueron las salas de Interrogatorio.
La noche del 24 de marzo de 1976, la misma nefasta noche del golpe militar, comenzó el funcionamiento de este centro clandestino, “privilegiando” con su hábitat a numerosos funcionarios del gobierno constitucional que acababa de ser derrotado y a otros ciudadanos.
El corto término de vigencia del Departamento de Educación Física en esta actividad, dos meses aproximadamente, indicaría que las personas que allí permanecieron fueron posteriormente legalizadas y enviadas en carácter de “preso político” a penales o derivados a otros centros de detención para una reclusión más prolongada.
4.1. Testimonios de ex detenidos
“... abre la puerta y entra un grupo de militares que estaban dirigidos por un mayor, el que en ningún momento se quiso identificar. Ahí se enteró que el Ejército había depuesto a la señora presidente de la Nación. Cuando le pregunta a este Mayor el motivo de la detención y el delito que se le imputaba, respondió esto: que estaba cumpliendo órdenes superiores, a lo que preguntó el dicente quién había dado esa orden y el Mayor le contestó “quien manda en el Ejército se llama General Bussi” (...) Fue sacado de su casa e introducido en uno de esos ómnibus de pasajeros privados, en forma violenta, siendo golpeado a trompadas en diversas partes del cuerpo, que le produjeron un semi-desmayo (...) en el lugar donde lo bajaron y alojaron le dieron como identificación el N° 3, mediante un cartón abrochado al costado de la venda (...) fueron amenazados con severos castigos si pronunciaban sus nombres (...) en horas del día permanecía tirado en el piso, con los ojos vendados y las manos esposadas a la espalda y por los llamados del personal que custodiaba mencionando los distintos números que identificaban a las personas y por los continuos contactos corporales, ya que a veces chocaban unos contra otros, advirtió que allí había detenidas otras personas en número considerable (...) En horas del día escuchaba característicos ruidos de motores de helicópteros y aviones y pensó que estaba en algún lugar cercano al aeródromo local (...) lo hacían sentar en una silla de esas que tienen un apoyabrazos ancho con superficie para colocar carpetas o libros, a medida que pasaban los días se iba familiarizando con el lugar por los tramos que caminaba, por las escaleras que subí y bajaba y llegó a la conclusión que estaba alojado en el Departamento de Educación Física (...) En esas oportunidades de concurrir a los baños de los vestuarios, escuchó voces, llantos y lamentos de mujeres”. (De la denuncia por privación de libertad de Dantur, César René. Leg. 103-D-84).
4.2. Otro testimonio de liberado
“Para la fecha de su detención se desempeñaba como Encargado del Registro de Créditos Prendarios de la Nación, cargo que le fuera concedido en el año 1973. También quiere hacer constar que su mal llamada detención, fue en realidad un secuestro. Para esa fecha (25 de marzo de 1976) se encontraba convaleciente de un accidente sufrido por lo cual tenía la cara morada de golpes y con varias fracturas en su rostro, motivo por el que piensa también que no fue torturado. Lo sacan de su casa en un ómnibus de la línea 7. Hace constar que había dos vehículos más: jeep del Ejército y otro tipo Unimog (...) sabe que fue llevado a Comando del Ejército que funciona en avenida Sarmiento y Laprida, siempre es compañía del teniente coronel Tosi Rivello (...) al rato viene otro militar del que no conoce su nombre ni su graduación, el que le pide al compareciente que lo acompañe, lo llevó e introdujo nuevamente en el mismo ómnibus de la línea 7, dentro del ómnibus lo hicieron sentar en la escalerilla de descenso, en el lado de atrás, en donde procedieron a vendarle los ojos (...) Anduvieron más o menos 40 minutos en donde pararon y lo hicieron descender, es introducido en un recinto (...) y en ese momento le ataron las manos hacia delante (...) en ese lugar estuvo aproximadamente 25 días (...) si bien no fue torturado físicamente, en realidad recibió innumerables torturas psíquicas, como ser habitualmente a la madrugada se sentían muchos ruidos de pasos y disparos de ametralladora, que aparentemente eran con balas de fogueo y entonces gritaban “ya te voy a dar que te querías escapar h... de p...”, o como ser simular que estaban violando a un hombre (...) en un momento pudo levantar un poco las vendas y vio a un hombre que estaba agonizando, no sabe de quién se trata, ni lo conocía, luego sintió esa misma noche movimiento de gente y a ese hombre no lo sintió más (...) Calcula que en lugar debían haber alrededor de 200 personas (...) el alimento era en realidad incomible y lo único que se podía comer era el pan. Puede constatar y con certeza de que su lugar de detención era el departamento de Educación Física, en avenida Benjamín Aráoz al 800. Que de esto se cercioró por el intenso tráfico de la avenida y por los continuos ruidos de los aviones, que aparentemente llegaban y salían del aeropuerto (...) Los baños no tenían ningún tipo de intimidad, puesto que a todas las necesidades debían hacerlas a puertas abiertas y en presencia de los guardias...”. (De la denuncia por la privación de libertad de Julio César Heredia. Leg. 290-H-84).