17.07.2012
Se hará desde una estación que la CONAE comenzará a construir en Puerto Belgrano, cerca de Bahía Blanca
Avanza un plan para que en 2015 el país lance sus propios satélites
Serán estructuras segmentadas y pequeñas, cada una con su propio instrumental, y funcionarán coordinadamente en el espacio en órbitas cercanas, lo que permitirá enviarlas desde el país mediante el Tronador II, de construcción nacional.
A partir de 2015, la Argentina podrá lanzar varios satélites al año desde una estación que se construirá en el sur de la provincia de Buenos Aires. Serán satélites de estructura segmentada, puestos en órbita con lanzadores de extrema precisión construidos íntegramente en el país. El proyecto de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) se basa no en el lanzamiento de satélites completos, de excesivo peso, sino de partes con instrumental autónomo que irán "ensamblándose" unas con otras en el espacio. Por eso, podrá hacerse desde territorio argentino, permitirá abaratar costos y dar respuesta inmediata a investigaciones de alto interés socioeconómico relacionadas con el clima, el medio ambiente y la utilización de los recursos naturales.
Actualmente, desarrollar un satélite y ponerlo en órbita conlleva, en cualquier país, un proceso de seis años como mínimo. Sin embargo, la Argentina estará en condiciones de enviar al espacio instrumentos de observación de la Tierra en pocos meses, para estudiar fenómenos climáticos extremos o potenciar la productividad en áreas específicas.
La base de lanzamiento se construirá en Puerto Belgrano, cerca de Bahía Blanca, y los lanzadores contarán con una gran precisión para ubicar los instrumentos de investigación en sus respectivas órbitas.
Los satélites actuales tienen varios instrumentos dentro de sí, por lo que se demora mucho tiempo en desarrollarlos y tenerlos en el espacio brindando información. Por ello, el proyecto de la CONAE es crear pequeños satélites que trabajen en conjunto pese a estar separados unos de otros. El plan ha avanzado y se calcula que, hacia fines de 2015, se realizaría el primer lanzamiento.
El físico Alberto Ridner, gerente de gestión tecnológica de la CONAE y a cargo del proyecto del desarrollo de satélites de estructura segmentada, explicó que la información espacial es muy valiosa, pero, en todo el mundo, recién está disponible mucho tiempo después de que surge un problema o una situación que se necesita estudiar. “Supongamos que brota una plaga que afecta las exportaciones de trigo y tenemos una cámara que nos permitiría detectar dónde se originó y proceder a las acciones de fumigación o de control. Debemos esperar cinco años para poner ese instrumento en órbita”, ejemplificó, y agregó: “Tanto tiempo después, ese problema ya no existe o generó grandes pérdidas, por lo que es importantísimo tener esos instrumentos de investigación funcionando en pocos meses.”
“La tecnología espacial es costosa, pero multiplica varias veces la inversión realizada”, remarcó Ridner, quien aclaró que los datos satelitales no sólo son útiles en situaciones de emergencia, sino que cotidianamente permiten hacer predicciones de cosechas, saber qué conviene producir y advertir cuáles son las zonas más adecuadas para la pesca, entre otros usos posibles. De allí que la Argentina se decidiera a encarar este proyecto innovador. La ventaja primordial es que permitirá dar una respuesta de manera casi inmediata a los estudios de interés socioeconómico; además, los satélites terminarán siendo menos costosos, entre otros motivos, porque serán construidos, armados y lanzados desde el país.
Ahora bien, esta idea de no incluir todos los instrumentos dentro de un único satélite implica un gran desafío, porque cada segmento debe estar a una distancia precisa de los otros, para que operen de manera coordinada. Por eso fue necesario desarrollar un lanzador que tuviera extrema precisión: el Tronador II.
El ingeniero Juan Cruz Gallo, gerente general y técnico de VENG, la empresa principal en el desarrollo del Tronador II, aseguró que “este lanzador será diez veces más preciso que los que existen actualmente, porque tendrá la capacidad de poner cada segmento en órbita con un margen de error bajo, de forma que todos los instrumentos funcionen en conjunto como una constelación, sea que estén a metros o kilómetros de distancia entre sí. Pensemos que estos satélites serán ubicados en una órbita a 600 o 700 kilómetros de la superficie y se estarán desplazando a unos 7,5 kilómetros por segundo, y en esas condiciones habrá que inyectar a otro instrumento dentro de una órbita determinada, con un pequeño margen de error.
Por estos días se avanza en la etapa de diseño de detalle del Tronador II, y a mediados del año próximo, la Argentina ya estaría lanzando su primer prototipo, llamado VEX1. En tanto, la primera misión de satélites de estructura segmentada podría realizarse en 2014.
Ridner anticipó que esta primera misión de prueba podría consistir en el envío al espacio de “dos módulos que compartan el sistema de información entre sí, sin necesidad de establecer contacto con la Tierra, que es lo que se hace hasta ahora en todo el mundo”. «
fuente
http://tiempo.infonews.com/2012/07/...-2015-el-pais-lance-sus-propios-satelites.php
saludos.