Estimado Mario:
El punto es que quizás el clásico monopolio de la violencia, legal y legítimo, canalizado y regulado, y empleado en casos de necesidad o emergencia, como una herramienta más entre las que posee una sociedad organizada para darse forma a sí misma en una manera consistente y coherente, hoy está enfrentando una realidad que más que coyuntural, pareciera querer establecerse como una nueva norma.
Esto se enlaza con mi anterior post, en el que digo que la democracia no genera el dinero que hoy en día se está poniendo para -supuestamente- llevarla a los oprimidos del mundo, porque parece que sólo va donde hay oprimidos con petróleo o diamantes, o enclaves de valor estratégico, el resto que se joda, mientras no sea rentable por alguna causa "liberarlos del yugo de la opresión y la miseria", deberán bancarse lo que sea.
Hoy la democracia que se quiere exportar al mundo no es tal, es sólo el interés de las corporaciones, y es que el potencial de negocios que una zona "sin democracia" impide que se gane dinero, la democracia esta en un segundísimo plano, es el paje del capitalismo, es quien lo adorna con vestimentas de dignidad para que no quede desnudo como el rey del cuento.
Hoy todo se está terminando de convertir al patrón dinero, como en un enorme mercado global, todo tiene un precio, cada vez más claro de definir, al menos para algunos que pretenden medirlo todo con ese metro, y lamentablemente lo están logrando.
Es absolutamente contradictoria la idea en sí misma, de un sistema de valores que se centra en el ser humano, pero es llevado como bandera por otro sistema que sólo tiene un objetivo más limitado y frío, ganar dinero.
Y ojo, que ni siquiera hablo de liberalismo salvaje, ni capitalismo, estoy hablando del capital en sí, el dinero, que tiene vida y personalidad propias, los capitalistas son, en todo caso, los peones, los cadetes, los que sirven el café, pero el dinero habla por sí mismo, ideologías fuera, el dinero no tiene ninguna...
A eso le temo yo, al dinero y a sus empleados, sean señores de traje y corbata, o símil soldados, pero sin bandera alguna que los identifique...