ONU reclama a Siria permitir el ingreso de ayuda humanitaria
El Consejo de Seguridad de la ONU adoptó este sábado por unanimidad una resolución que reclama levantar el sitio a varias ciudades sirias y facilitar el acceso a las misiones de ayuda, pero su eficacia fue puesta en duda, pues no prevé sanciones en caso de incumplimiento.
Tras haber amenazado con vetar el texto, Rusia decidió finalmente sumarse al proyecto de resolución presentado por Australia, Jordania y Luxemburgo y respaldado por Londres, Washington y París.
La adopción del texto tuvo lugar mientras en Siria la Fuerza Aérea bombardeaba nuevamente la región de Yabroud, una importante ciudad controlada por los rebeldes al norte de Damasco, y se producían importante combates al sur de la capital.
Algunos diplomáticos dudan de la eficacia de esta resolución número 2139, que no prevé sanciones automáticas para Siria en caso de que no permita el paso de los convoyes humanitarios.
"Hambrear a los civiles es una táctica de guerra prohibida por las leyes humanitarias internacionales", subraya el Consejo. El texto pide igualmente el cese de los ataques a civiles, "incluidos los bombardeos aéreos y la utilización de barriles de explosivos", en clara referencia a la táctica utilizada por el ejército sirio en Alepo (norte).
Evitar "el deshonor"
El embajador francés Gérard Araud estimó que el Consejo había "evitado el deshonor del silencio", pero consideró que la resolución debe traducirse en "acciones concretas".
La embajadora estadounidense Samantha Power pidió a su vez "a todos los países miembro presionar a Damasco para aplicar de manera urgente" el texto.
"Nuestra prioridad es la implementación total e inmediata de la resolución", aseguró en un comunicado el ministro británico de Relaciones Exteriores, William Hague, mientras su par francés, Laurent Fabius, dijo esperar que los pedidos del Consejo "tengan efecto".
El embajador ruso ante la ONU, Vitali Churkin, estimó a su vez que las enmiendas introducidas por Moscú derivaron en un "texto equilibrado". Subrayó que no habría sanciones automáticas a Damasco en caso de incumplimiento de la resolución y sugirió que el Consejo adopte otro texto para denunciar el ascenso del terrorismo en Siria.
La resolución -duramente negociada con Moscú- excluye sanciones automáticas aunque deja la puerta abierta a actuaciones posteriores si una de las partes no respeta lo acordado. Pero para ello se necesitaría una nueva resolución del Consejo, que Moscú bloquearía.
Desde el comienzo de la crisis siria, en marzo de 2011, Rusia y China bloquearon tres proyectos de resolución presentados por los países occidentales para ejercer presiones en ese sentido sobre el gobierno de Bashar al Asad.
El Consejo ya había adoptado, el 2 de octubre de 2013, una declaración en la que reclamaba mejores condiciones de acceso de la ayuda humanitaria a Siria, pero no tuvo efecto alguno.
"Atenuar los sufrimientos"
Entre tanto, la situación se deterioró. El número de muertes ha superado los 140.000, según ONG, y millones de sirios se han visto obligados al exilio o a desplazamientos internos para escapar de los combates.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, dijo aspirar a que la resolución pueda "atenuar los sufrimientos de la población civil", y recordó que millones de sirios están "fuera del alcance" de las agencias humanitarias.
Según la ONU, 200.000 personas están sitiadas en las zonas controladas por el gobierno y 45.000 en las que se hallan bajo control de la oposición.
Una tregua fue negociada a comienzos de febrero en Holms (en el centro del país), una ciudad sitiada desde hace más de un año y medio por el ejército sirio, y cerca de 1.400 civiles pudieron ser evacuados, pero otros 2.000 permanecerían aún bloqueados en los barrios rebeldes.
La resolución llama a todas las partes (en conflicto) a levantar inmediatamente los sitios de las zonas pobladas", entre ellas Homs, el campo palestino de Yarmuk, cerca de Damasco, y la Goutha (periferia rural de la capital).
En el terreno, en y alrededor de Yabroud, se producían nuevos bombardeos. Las tropas del gobierno de Bashar al Asad lanzaron una ofensiva dos semanas atrás para retomar esta ciudad, situada en una región montañosa cercana a la frontera libanesa.
En otro frente, combatientes kurdos tomaron la ciudad de Tal Barak (nordeste), hasta ahora en poder del grupo yijadista del Estado Islámico en Irak y el Levante, según el Observatorio sirio de los derechos humanos.
En Alepo (norte) y Al-Naimeh, una localidad de la provincia de Daraa (sur), helicópteros del ejército lanzaron barriles de explosivos sobre barrios controlados por los rebeldes.
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