El único condenado por el 11-S vincula a Arabia Saudí con los atentados
Los médicos aseguran que padece de esquizofrenia pero Zacarias Moussaoui contesta que tiene la verdad en la mano.
La verdad es, en este caso, uno de los mayores misterios que circundan la destrucción de las torres gemelas el 11 de septiembre del 2001 en Nueva York, posiblemente el más bárbaro acto de terrorismo de la era moderna. Desde el fondo de un calabozo en la cárcel de máxima seguridad de Florence, Colorado - una de las cinco 'supermax' que hay en Estados Unidos - Zacarias Moussaoui asegura en dos cartas enviadas a un juez de Nueva York que una pareja de príncipes de Arabia Saudí le pagaron para diseñar los atentados. Pero no los ha identificado.
Todo esto sucedió, asegura Moussaoui, un ciudadano saudí naturalizado francés y de 46 años, mientras se entrenaba en técnicas de pilotaje de aviones a fines de los años 1990 en la ciudad de Norman, Oklahoma. En esa ocasión, el prisionero asegura que recibió de manos de la pareja un fajo de billetes, cuya cantidad no ha precisado, pero le permitieron pagar los estudios de aviación.
El gobierno de Arabia Saudí niega toda participación de miembros de su Casa Real en los atentados del 11 de septiembre del 2001 en Estados Unidos. Pero en ésa época, la prensa estadounidense se refirió ampliamente a la sospecha de que miembros del reino árabe estuvieron involucrados en el caso e, incluso, al escapar de Estados Unidos tras los atentados, fueron protegidos por la administración del ex presidente George W. Bush.
Una protección que también llegó a abarcar a familiares de Osama Bin Laden, el fallecido líder de Al Qaeda, planificador, organizador, financiador y ordenante de los atentados, a juzgar por un par de vídeos capturados en Afganistán por la inteligencia estadounidense en los meses posteriores a los atentados.
Explicar 'toda la verdad'
Ahora, tras los primeros ocho años de cárcel de una condena perpetua, Moussaoui dice que quiere explicar "toda la verdad" y solicita al juez de Nueva York una nueva audiencia para 'colocar las cosas en perspectiva'.
En las cartas, el prisionero revela que diplomáticos de Arabia Saudí acreditados en Estados Unidos también estuvieron involucrados en la planificación de sendos atentados contra el ex presidente Bill Clinton y su esposa la ex secretaria de Estado, Hillary Clinton, durante una visita al Reino Unido. El ataque, incluso, involucraba la destrucción del avión presidencial, un Boeing 747 conocido como 'Air Force One'.
A raíz de sus declaraciones, el equipo de defensa de Moussaoui lo ha entrevistado el mes pasado en la cárcel, ya que creen sus palabras aportan nueva información, 'relevante y pertinente', al proceso de revisión de su condena que llevan a cabo. La entrevista fue grabada y las transcripciones están siendo estudiadas por el Departamento de Justicia, ha confirmado el abogado de Moussaoui, Jerry Goldman.
Mientras, el saudí naturalizado francés es visto con desconfianza por parte de los médicos que lo han atendido. Algunos estudios clínicos apuntan que sufre de esquizofrenia y destacan que su padre padeció de una enfermedad 'bipolar', clínicamente derivada de la esquizofrenia.
El caso Moussaoui
La comisión investigadora de los ataques del 11 de septiembre del 2001, convocada por el Congreso de Estados Unidos, concluyó que aunque la mayoría de los ejecutores de los atentados eran ciudadanos de Arabia Saudí, el Gobierno y la Casa Real del reino no estuvieron involucrados en los hechos, lo que deja a Moussaoui como un participante solitario sin forma de demostrar lo que ahora aduce. Tras los atentados, incluso Bin Laden intentó apartarse de él cuando supo de las acusaciones que la fiscalía federal presentó contra Moussaoui en octubre del 2001.
El caso de Moussaoui es, quizá y de ser cierta su versión de lo acaecido y la actitud del Gobierno de Estados Unidos, uno de los mayores fracasos de inteligencia de ése país. Moussaoui fue arrestado el 16 de agosto del 2001, o sea, escasas dos semanas antes de los atentados, cuando sobre él recayeron sospechas mientras recibía entrenamiento en pilotaje de aviones comerciales. En esos momentos, los investigadores no tenían claro cual era su objetivo ni las alarmas se dispararon sobre la existencia de una conspiración.
Fue apenas tras los atentados, que el FBI se percató de que pudiera existir una conexión con Moussaoui lo cual desencadenó una feroz investigación que llevó a su encausamiento y posterior condena a cadena perpetua.
Durante el juicio, el prisionero negó su participación y adujo que lo suyo era una conspiración aparte y sólo una coincidencia lo relacionó con los atentados a las Torres Gemelas. Pero los fiscales no le creyeron y solicitaron la pena de muerte. El 2006, un jurado lo condenó a cárcel perpetua bajo la creencia de que Moussaoui apenas tenia un conocimiento 'circunstancial' de lo que sucedió el 11 de septiembre del 2001 en Estados Unidos.
Ahora, al parecer, el hombre quiere rescribir la historia. Dice que es su versión y verdad. Pero corre el riesgo de que, como antaño, no le crean. Para algo Arabia Saudí es uno de los más grandes socios de Washington en el Oriente Próximo. ¿Se sabrá algún día su verdadera participación en todo este asunto?
http://www.elmundo.es/internacional/2014/11/19/546be00c22601d68698b458a.html