Y que pasa con el humano que debe sacar el cartucho, meter la nueva salva?. Con un vehículo en movimiento, hacer eso no debe ser fácil. Amén de que se sostiene que se dispara 3 veces. antes que el otro. En fin.
Por otro lado, sacando algunas diferencias con la modernización. No soy necio de no reconocer que un Leo 2A4 es un señor tanque ya que es un verdadero MTB. Pero cuales son esas diferencias que marcas como mejor sistema de armas.
En YouTube puede encontrar decenas de videos sobre esta operación manual en M-1 Abrams, Leopard II, etc. cargando en movimiento. Y en los dos primeros ejemplos, el cargador hace el trabajo con municiones más voluminosas y pesadas de 120 mm. También podrá encontrar muchos videos de este procedimientos de carga manual en tanques equipados con cañones de 105 mm. L7. Hay decenas.
Ante todo, tampoco es que van a muy altas velocidades a campo traviesa. Hay un límite a la velocidad máxima que se puede conducir a campo traviesa en forma eficaz. Es la máxima velocidad en la que el artillero puede apuntar con precisión. Incluso con los avances tecnológicos, el artillero tiene que lograr poner el objetivo en la mira y eso no se puede hacer con precisión si va a los saltos.
Las mismas exigencias las tiene el jefe.
Generalmente, la velocidad máxima en la que un artillero puede hacer su trabajo, es inferior a la velocidad máxima en la que el cargador puede hacer la suya. Así que el límite máximo no lo pone el cargador, sino el artillero.
Como es sabido, el proceso para el soldado con la función de cargador atraviesa dos instancias.
La primera instancia, obviamente, es la carga. En el TAM original (y el Leopard IIA4, entre otros), mientras esta activada la giroestabilización el cañón esta en movimiento. Eso le dificultaba el trabajo de carga del cargador. Si se desacoplaba la giroestabilización se le facilita el trabajo al cargador, pero el artillero ya no puede apuntar en movimiento.
Con la modernización esto se soluciona porque el sistema de puntería del artillero pasa a moverse en forma independiente del cañón. Así que mientras se está en movimiento, el cargador puede cargar más fácilmente que ahora, mientras el artillero puede continuar apuntando con precisión. Es más, simultáneamente el jefe puede continuar buscando objetivos y apuntando a ellos.
La segunda instancia es al momento de sacar el cartucho. Una de las innovaciones de los cañones L7 de 105 mm. es que expulsan la vaina automáticamente tras disparar. Es así desde que apareció a finales de la Segunda Guerra Mundial. Continua siendo así en nuestros días.
En todos los tanques equipados con este cañón y que recurren a la alimentación manual (incluido el TAM), los cartuchos usados y expulsados caen en un canasto. En el caso del TAM, ese canasto puede recibir hasta 5 cartuchos usados (desconozco las cantidades en otros tanques, pero apostaría que similar). Así que el trabajo del soldado que tiene esta tarea se facilita enormemente. De hecho, en el combate sólo tiene que concentrarse en cargar, cargar, cargar, cargar y cargar. Recién después de la quinta carga y disparo necesitará unos momentos para limpiar el canasto y volver a comenzar.
También puede encontrar en YouTube videos sobre esta operatoria en muchos tanques que utilizan este cañón, incluso los primeros M-1 Abrams, los primeros Merkava, todos los Leopards I y AMX-30, etc.